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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>15 de julio 2012</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: <A
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>España</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>España entra en
la espiral de la muerte</FONT></STRONG><BR></DIV></FONT>
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<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Antoni Domènech, Gustavo
Búster, Daniel Raventós </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Sin
Permiso</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
title="http://www.sinpermiso.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
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size=2 face=Arial><FONT size=3 face=Calibri></FONT><FONT size=3
face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>El pasado viernes, 13 de julio, el Consejo de Ministros
aprobó el radical paquete de medidas de austeridad fiscal procíclica anunciadas
por Rajoy en sede parlamentaria dos días antes. "No disponemos de más ley ni de
más criterio que el que la necesidad nos impone. Hacemos lo que no nos queda más
remedio que hacer, tanto si nos gusta como si no nos gusta. Soy el primero en
estar haciendo lo que no le gusta": palabras literales de un presidente más
nervioso, más inseguro y con peor dicción que de costumbre. Es la segunda vez en
dos años que una escena así se produce en las Cortes: el 11 de julio de 2012 de
Rajoy es el 10 de mayo de 2010 de Zapatero. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Zapatero se dio un autogolpe de Estado para evitar,
supuestamente, el golpe de la intervención de la Troika. Con el resultado de
todos conocido: todo fue a peor, como no podía ser de otro modo con unas
políticas procíclicas de consolidación fiscal y recortes de derechos sociales e
ingresos populares en un país, entonces, con un desempleo superior al 20%, el
45% de los jóvenes en paro y la demanda efectiva en rápido proceso de
contracción. Ahora se anuncia un recorte anual para los próximos tres años de
más del 2% del PIB, en un país con más del 25% de su población activa
desempleada, más del 50% de los jóvenes en paro -decenas y decenas de miles
convertidos ya en emigrantes- y una demanda efectiva en caída libre. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>De ideas milagreras, retóricas electorales y
agendas ocultas</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Rajoy subió al poder con la idea milagrera -avalada por
toda una corte de tertulianos, todólogos mediáticos y pseudoeconomistas
diz-que-profesionales- de que bastaba poco más que un gobierno conservador de
gentes de viso en la Moncloa para recuperar la "confianza" de los mercados
financieros internacionales y la benevolencia de los burócratas de Bruselas y de
Francfort. Esa era la idea "técnica" básica.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Había, además, una retórica de campaña electoral
rectificadora del giro antisocial de Zapatero: no se tocaría a los pensionistas,
no se tocaría a los funcionarios públicos, no se recortarían derechos ni en
educación, ni en sanidad (¿quién dice copago?), ni en la cobertura del
paro; habría austeridad y consolidación fiscal, por supuesto, pero se
trataría de una "austeridad expansiva" (sic), facilitadora del crecimiento
económico (no se subiría el IVA, ¡claro que no!). Contra el entreguismo de
Zapatero, se defendería la soberanía nacional; España sabría hacerse respetar en
la UE y ante la Troika: el Reino, en fin, no sería intervenido, ni informal ni,
menos, formalmente. Por fin alguien haría valer la "marca España".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y había, por supuesto, una agenda oculta. Con la excusa
de la necesidad de bienquistarse a los mercados financieros y recuperar la
"confianza" perdida por la calamitosa gestión del PSOE, acometer un conjunto de
contrarreformas -incoadas ya por el gobierno Zapatero y largamente anheladas por
la derecha social española- que alteraran radical e irreversiblemente la
relación de fuerzas. Que reconfiguraran la constitución social del país,
particularmente la regulación del mercado de trabajo. Que reordenaran pro domo
sua, a favor del poder político-económico del PP, la fatalmente dañada
estructura bancaria (lo que pasaba crucialmente por convertir a Bankia en un
coloso financiero privado promiscuamente vinculado al partido). Que terminaran
de poner en almoneda y desmantelar el sector público, pusieran proa a la
conversión de la vida económica de nuestro país en un rimero interminable de
peajes privatizados, cobrables por rentistas improductivos de toda laya,
nacionales y extranjeros, y entraran por uvas en la más o menos disimulada tarea
de recentralizar administrativamente y jibarizar el "Estado de Medioestar"
español, como atinadamente lo ha llamado en alguna ocasión Gaspar
Llamazares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La agenda oculta, en una palabra, consistía en aprovechar
la crisis para consolidar hasta las últimas consecuencias el tipo de capitalismo
oligopólico de amiguetes políticamente promiscuos construido por el PSOE y el PP
en las últimas décadas y reubicar al núcleo político dirigente conservador en la
nueva situación. Si se quiere, y por servirnos del neologismo muy a propósito
inventado por el académico de la lengua Emilio Lledó, pasar de la economía
política del capitalismo oligopólico de amiguetes, al casino de negocios
público-privados de los "amigantes" (que rima con mangantes).</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Del fracaso, también, de la agenda
oculta</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En tan sólo 6 meses de gobierno, la realidad de la crisis
se ha llevado ya por delante la idea "técnica" básica del programa electoral del
PP, la de la "confianza": la prima de riesgo no ha dejado de subir, la renta
variable no ha dejado de bajar, el interés de los bonos españoles se ha
disparado hasta rebasar todos los niveles de alarma (7%), y lo que es más grave
y perentorio, ha comenzado a acelerarse una fuga masiva de capitales y depósitos
bancarios, cuyo ritmo anual se estima ahora mismo en un ¡50% de nuestro PIB! Un
pánico bancario desatado, peligrosísimo para España y para el conjunto de la UE,
al que no son ajenas las sucesivas torpezas del gobierno Rajoy en el manejo de
la crisis de solvencia de la banca española. Y a todo eso, la unión bancaria y
la garantía europea de depósitos -única medida eficaz para contener la
hemorragia-, siguen ahora tan lejos, si no más, que antes de la famosa cumbre
del pasado 28/29 de junio. Han pasado sólo dos semanas, y parecen meses. Tiempo
suficiente, en cualquier caso, para que varios sedicentes "europeístas"
demostraran una vez más su incapacidad para comprender la naturaleza de la
crisis política europea y se cubrieran con el más bobalicón de los ridículos.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como previsto por todo el mundo, de desmentir la retórica
electoral se encargó el propio gobierno no bien entró en ejercicio. Pero lo
verdaderamente interesante es la suerte que ha corrido en sólo 6 meses el
desarrollo de la agenda oculta del PP. Porque la puesta por obra del "programa
oculto" se fundaba también en la necia idea de la restauración de la "confianza"
(y en el pésimo diagnóstico -compartido con el núcleo dirigente del PSOE- de la
naturaleza de la presente crisis europea que subyace a esa idea). La realización
del programa oculto de Mariano Rajoy pasaba decisivamente por evitar la
intervención de España por la Troika; intervenido el Reino, todo cambia. No
importa el grosero jaleo forofesco de los diputados del PP a cada anuncio de
recorte declarado por el jefe, ni siquiera el obsceno "que se jodan" los parados
de una pijilla descerebrada que calienta escaño en las Cortes. Harto más
significativo se antoja el rostro desalterado del Presidente del gobierno.
Porque, si bien se entiende, de lo que verdaderamente se despedía era de su
agenda oculta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y despedirse de la agenda oculta no era sólo despedirse
del verdadero programa partidista con que accedió al gobierno. Es mucho más. Es
despedirse de toda una época política y económica que ese programa trataba de
salvar, y a su modo, perpetuar, rectificándola por la vía de escorar
irrreversiblemente, hasta donde se pudiera, su centro de gravitación hacia la
derecha. Es muy significativo que el Consejo de Ministros del pasado viernes
comenzara no en Moncloa, sino en la Zarzuela, con el monarca en persona
presidiendo la sesión del reconocimiento oficial de todos los fracasos. Como
agarrándose a un clavo ardiendo, precisamente al amparo de un Rey de todo punto
desacreditado ante la opinión pública y convertido en los últimos meses en la
cara visible del fracaso nacional y del fin de época. En el símbolo mismo de la
agónica fatiga política, social y moral del régimen de la Segunda Restauración
borbónica que fue la Transición democrática.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Res ipsa loquitur: ministros que filtran secretos de su
cartera (el escándalo de la ministra Báñez y el ERE del PSOE); una red
gigantesca de espionaje a empresas y ciudadanos y compra y venta de datos
privados protegidos por la ley con la connivencia de las instituciones privadas
y públicas -incluidos los servicios secretos- encargadas de protegerlos;
socialización de la corrupción de lo público a lo privado con las preferentes,
como se ha visto con la apertura de la causa contra los gerentes de Bankia, la
CAM y CaixaNovaGalicia; el bloqueo de un poder judicial incapaz de
autogobernarse, carente de la legitimidad democrática que solo pueden otorgarle
los ciudadanos, y no el escalafón de la judicatura y los acuerdos bajo mano
entre el PP y el PSOE; unos incendios pavorosos que no se pueden extinguir por
los recortes del gasto público; amnistía a los depredadores urbanísticos de la
propiedad común de las costas; amnistía a los defraudadores fiscales. ¿Qué
más?<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>La espiral de la muerte</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Con las medidas de recortes y austeridad fiscal que ha
impuesto la Troika al gobierno, España entra en la espiral de la muerte. Es
decir, se aventura por la senda que ha llevado al suicidio económico, social y
político a las naciones hasta ahora intervenidas (Grecia, Portugal, Irlanda). La
dinámica es harto conocida: las drásticas medidas procíclicas de austeridad
fiscal encaminadas a reducir la deuda y el déficit públicos generan destrucción
de empresas y de empleo, desplome de los salarios, caída de la demanda agregada,
descenso de los ingresos fiscales del Estado y, para cerrar el círculo vicioso,
ulterior crecimiento del endeudamiento público, acrecida desconfianza de los
acreedores internacionales y nuevas y más desapoderadas exigencias de austeridad
y consolidación fiscales y consiguiente degradación del Estado social, de la
enseñanza, de la sanidad, de la cobertura del desempleo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En esa perspectiva, perdida la soberanía monetaria y sin
autoridad fiscal común en la UE, el círculo vicioso sólo podría romperse con una
enérgica mejora de la exportación. Los últimos datos al respecto no son nada
halagüeños. Y no cabía esperar otra cosa. Primero, porque a diferencia de
Portugal, por ejemplo, en donde el sector exportador representa cerca del 50% de
su economía, la exportación española significa apenas un tercio, es decir que al
menos dos tercios de la demanda de los productos de las empresas españolas
vienen de un mercado interior deprimido por el paro creciente, por el tremendo
estado de endeudamiento de las familias y de las empresas españolas, por los
recortes salariales públicos y privados, por el terrible aumento del IVA, por
las nuevas tasas universitarias, por el copago sanitario, por presentes y
venideros peajes de usuario en el acceso a los bienes públicos o comunes; en una
palabra, por las extremistas políticas de austeridad fiscal. Y segundo: porque
las políticas de austeridad incompetentemente impuestas a escala europea han
deprimido la demanda continental, y el grueso de nuestras exportaciones -como
las de los alemanes, dicho sea de pasada- van a parar a una eurozona devastada
por esas suicidas políticas procíclicas de consolidación fiscal.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es evidente que el núcleo dirigente del PP es a estas
alturas perfectamente consciente de todo eso. El fracaso estrepitoso de Montoro
es el fracaso de la agenda oculta de una derecha política española que era
todavía orgánica en intereses oligárquicos más o menos nacionalmente arraigados,
y que tenía intereses electorales propios. Es aventurado -y acaso necio- decir
que estamos asistiendo al triunfo del "independiente" y "cosmopolita" De
Guindos, ese fracasado gestor europeo de los intereses del quebrado banco
norteamericano Lehman Brothers.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero de lo que no cabe la menor duda es de que decidir -o
allanarse a- meter a España en la espiral de la muerte trae consecuencias
devastadoras para la identidad de quien lo propone (el PP). Para la identidad de
quien lo aplaude, jactándose incluso de haberlo propuesto antes (Duran i
Lleida). Para la identidad de quien lo tolera "responsablemente" y aun lo
acompaña como "inevitable" y "necesario" con dos que tres salvedades y matices y
tres que cuatro lagrimitas impostadas (Rubalcaba). Y desde luego para la
identidad política de quienes, aplaudiéndolo en el fondo, sólo pretenden
aprovecharse del río revuelto para promover aquí o allá su propia agenda
superficialmente populista (el desmantelamiento del Estado de las Autonomías, à
la Rosa Díez; el fantasma del pacto fiscal catalán sin contenido social para
justificar, à la Mas, su cruel ofensiva en toda regla contra los derechos de las
clases populares).</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Como las elites políticas coloniales
tradicionales</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Las medidas de choque decididas -"sin libertad"- por
Rajoy la semana pasada van contra los intereses mediatos e inmediatos de la
inmensa mayoría de la población española, incluidas esas clases medias
madrileñas abrumadoramente votantes del PP que habrán perdido todos sus ahorros
con la estafa de Bankia y Caja Madrid. La espiral de la muerte al estilo griego
no sólo tiene consecuencias económicas y sociales devastadoras; tiene también
consecuencias para las propias elites políticas que se allanan de mayor o menor
grado al suicidio de la nación. Porque pierden su identidad política como
representantes fiduciarios más o menos legítimos de distintos intereses sociales
más o menos encontrados, para convertirse paulatinamente en castas políticas de
tipo colonial, sin arraigo social en la población. Franz Fanon describió hace ya
muchos años a ese tipo de elites coloniales en Los condenados de la Tierra, una
obra maestra de la literatura anticolonialista de los años 60. <BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Este era el tenor literal de su descripción: las elites
coloniales, cualquiera que sea el matiz de su color político:<BR></DIV>
<DIV align=justify>- niegan a los pueblos la seguridad en los puestos de
trabajo;<BR>- reducen los ingresos del grueso de la población al nivel de
subsistencia;<BR>- llevan a los pobres a la desesperación;<BR>- buscan con
denuedo desmantelar a los movimientos y a las organizaciones sociales,
señaladamente a los sindicatos obreros;<BR>- se empeñan en degradar el sistema
educativo, de modo que solo las elites puedan tener acceso a la educación
superior;<BR>- hacen leyes a la medida de las empresas transnacionales
saqueadoras;<BR>- criminalizan el disenso, la crítica y a la oposición política
no acomodaticia.<BR></DIV>
<DIV align=justify>El corolario de esa clásica descripción del hacer de las
elites coloniales era el comportamiento que buscaban inducir en la población: el
miedo y la sensación de inestabilidad generados por esas políticas garantizaban
la pasividad de la población, forzada a derivar hacia la propia supervivencia
personal todas las energías disponibles.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo mejor del buen discurso parlamentario de Cayo Lara
-convertido de facto en el jefe de toda la oposición en las Cortes, incluidos,
verosímilmente, los parlamentarios socialistas desolados por las frívolas
payasadas de Rubalcaba- es que entendió perfectamente este punto. No sólo ha
traicionado Rajoy a su propio electorado al violar groseramente las promesas de
su programa, no sólo, esto es, ha fracasado como político democrático, sino que
ha fracasado también en la promoción de su agenda oculta "soberana", es decir,
ha fracasado como político tecnocrático. Doble fracaso. Se impone la consulta
popular.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hasta un periodista tan cargantemente circuelocuente como
Pedro J. Ramírez se ha visto en la necesidad de reconocer sin reservas lo obvio,
aunque sea para salir cínicamente al paso:</DIV>
<DIV align=justify><BR>"En otras circunstancias el reconocimiento de esta súbita
pérdida de autonomía democrática debería llevar aparejada la dimisión del
gobierno de turno, la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas
elecciones. Pero nadie está pidiendo que Rajoy haga eso porque su rotundo
triunfo electoral ha sido muy reciente y, como indican todos los sondeos, no se
percibe ninguna alternativa fiable. Más bien existe el consenso de que al líder
del PP le toca cargar con la cruz de lo que será una creciente impopularidad,
gestionar con la mayor solvencia posible la ejecución del diktat de Bruselas y
tratar de que la desagradable travesía del desierto concluya cuanto antes."
["Protectorado de 'soberanía suspendida'", El Mundo, 15 julio 2012.]<BR>Quien
comprenda mínimamente la naturaleza de la crisis política europea, o quien al
menos sepa algo de macroeconomía elemental, o quien, si más no, se haya
molestado en informarse un poco de la experiencia de Grecia, Irlanda y Portugal
desde su intervención, sabe ya que lo que viene no es "una desagradable travesía
del desierto" destinada a "concluir cuanto antes". Sino la entrada en una
verdadera espiral de la muerte.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Que la población sea, o no, presa del pánico, que se
entregue, o no, a una inerme pasividad política cruzado el portalón de esa
espiral, dependerá de la decisión con que el conjunto de la izquierda social y
política de este país -sindicatos obreros, 15 M, colectivos de parados y
trabajadores precarizados, representantes institucionales (locales, autonómicos
y estatales) de las izquierdas federalistas y soberanistas, asociaciones
ciudadanas, colectivos culturales, investigadores y académicos comprometidos,
grupos de apoyo a los desahuciados, afectados por las estafas bancarias,
pequeños comerciantes arruinados por el IVA, autónomos acorralados por la
inopinada subida de su IRPF, etc.- sepan aunar voluntades y plantear como una
necesidad perentoria la convocatoria de un referéndum democrático que,
manifiesta y clamorosamente fracasadas las elites rectoras dominantes, permita a
los pueblos de España elegir libremente su destino en uno de los momentos más
dramáticos de nuestra historia, que, como bien dijo hace muchos años el poeta,
es la más triste de todas las historias.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>