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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>25 de julio 2012<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>Redacción y
suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Canadá<BR><BR>Huelga estudiantil
<BR><BR>Quebec, ¿la América Latina del
Norte?<BR></FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Thomas Chiasson-LeBel y Karine
L'Ecuyer<BR>Alainet</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://alainet.org/"><STRONG>http://alainet.org/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR><BR>Desde mediados de febrero, la Provincia de Québec
(Canadá) es escenario de un movimiento de protestas populares de una magnitud
sin precedentes. Su origen es la huelga estudiantil más importante en la
historia de la Provincia. En su momento más fuerte, más de 300.000
estudiantes postsecundarios abandonaron las aulas (sobre un total de
aproximadamente 400.000(1)). Las tres manifestaciones más importantes
movilizaron más de 200.000 personas(2). Además de estas concentraciones
gigantescas, el movimiento estudiantil sorprendió por la cantidad (varias por
día) y la creatividad de sus formas de acción, como también por su valentía
frente a las medidas represivas estatales. El período de verano ha marcado
un momento de calma; pero considerando que el gobierno ha aprobado una ley
especial anti-huelga que suspendió el periodo escolar en varias instituciones,
es posible que a partir de mediados de agosto, con el retorno forzado a las
aulas, el movimiento encuentre un nuevo aliento.<BR> <BR><STRONG>Las
reivindicaciones estudiantiles<BR></STRONG> <BR>La reivindicación que dio
origen al movimiento fue la oposición al incremento gradual en 75% de las cuotas
de escolaridad que debe aplicarse en septiembre de 2012. Este aumento
llevará las cuotas de escolaridad a un promedio de $ 3.800(3) por año en
2017. Ello ocurre luego de una primera ola de alzas en el costo de las
cuotas, que pasaron de $ 1.700 por año en 2007 a $ 2.200 en promedio para el año
2012. Si el plan del gobierno se mantiene, significará duplicar los costos
en apenas diez años.<BR> <BR>Pero la médula de la huelga estudiantil va
mucho más allá que una simple cuestión de dinero: es la voluntad de defender a
la universidad como un lugar universalmente accesible de intercambio de
conocimientos y de desarrollo del pensamiento crítico. No obstante, a pesar de
la movilización sin precedentes, el Gobierno ha mantenido una línea dura,
desplegando a la policía en lugar de negociar, aun cuando las sumas en juego no
son muy significativas para el presupuesto del Estado(4). Esta terquedad
gubernamental justifica la tesis según la cual, detrás del aumento de las cuotas
de escolaridad, se perfila, de hecho, la voluntad de transformar la relación de
los estudiantes con su educación. No se trata tanto de refinanciar las
universidades, cuanto que de establecer el principio del "usuario-pagador", con
el cual la educación pasaría de la esfera del derecho(5) a la de bien de
consumo, o mejor dicho de activo, en el que los individuos invierten
egoístamente con miras a aumentar su capital humano para venderse mejor en el
mercado laboral.<BR> <BR>Ahora bien, transformar la educación y el
conocimiento en una mercancía solo puede favorecer a quienes ya están en
condiciones de beneficiarse del desarrollo de este mercado, en detrimento de
quienes luchan por condiciones dignas en una sociedad
capitalista.<BR> <BR>En su lucha contra el aumento de las cuotas, el
movimiento estudiantil se opone al modelo de sociedad que pretende imponer un
gobierno corrupto a sueldo de los intereses de la burguesía(6). Existe,
entonces, una lucha de clases en Quebec, tanto en términos de actores implicados
como de contenidos.<BR> <BR><STRONG>Políticos corruptos pro
extractivismo<BR></STRONG> <BR>Para entender este movimiento, es necesario
ubicarlo en el contexto. Además de sus particularidades institucionales (la
educación siendo de jurisdicción provincial, Quebec ha desarrollado una red
propia de educación postsecundaria, sobre todo francófona), el contexto de
Quebec también está marcado por la corrupción. El gobierno del Partido
Liberal, en el poder desde 2003, ha sido objeto de numerosas denuncias relativas
a los contratos públicos, que serían más fácilmente otorgados a los donantes del
partido.<BR> <BR>Es más, el gobierno implementa políticas de desarrollo
extractivista que enfrentan una fuerte oposición. Los proyectos de
explotación de gas de esquisto en el valle del río San Lorenzo han provocado
muchas reacciones. Recientemente, el gobierno puso en marcha su principal
plan de desarrollo de la provincia, el Plan del Norte. Se trata de un proyecto
de grandes inversiones (80 mil millones de dólares) principalmente estatales,
para la construcción de infraestructuras para que las empresas mineras saqueen
los recursos no renovables del Norte. Sin embargo, las inversiones
anunciadas están lejos de garantizar una rentabilidad adecuada(8) y hay
frecuentes tensiones con los pueblos indígenas de la región. Si bien la
huelga se centró en demandas en el área de la educación, se podía oír a
manifestantes que gritaban: "No a la minería gratuita, sí a la educación
gratuita".<BR> <BR>De este modo, el tema de la educación se transformó en
una reflexión sobre el proyecto social. Sin embargo, es sin duda el
movimiento estudiantil el que está a la raíz del
levantamiento.<BR> <BR><STRONG>La creatividad de un
movimiento<BR></STRONG> <BR>La movilización estudiantil marcará a Quebec
por la diversidad de sus modos de acción. Además de las manifestaciones
tradicionales y de algunos bloqueos de carácter económico, los y las
manifestantes dejaron rienda suelta a su imaginación: manifestaciones (casi)
desnudas, sesiones de yoga en medio de intersecciones muy transitadas, tatuajes
con el cuadrado rojo…<BR> <BR>Otro ejemplo, la huelga tuvo un símbolo: un
pequeño cuadrado de fieltro rojo, que estudiantes y simpatizantes de la causa se
abrochaban en un lugar visible. Las calles de Quebec están repletas de
personas que lo lucen y así se reconocen entre ellas. Este símbolo ha
adquirido la suficiente fuerza como para que el gobierno se sienta obligado a
demonizarlo, asociándolo con la violencia y la intimidación(9). Debido a
que lo llevaban, algunos electores fueron impedidos de votar en una elección
local(10), mientras que hay reportes periodísticos de casos de flagrante
discriminación política por parte de la policía(11). Este símbolo, fácilmente
reproducible, se ha convertido en un entramado político en sí
mismo.<BR> <BR>Otro punto fuerte del movimiento es el uso de las redes
sociales, que han ayudado a contrarrestar los medios de comunicación
tradicionales. Alimentando el sensacionalismo, éstos tienden a retratar a
los manifestantes como violentos; imagen que fue corregida por videos
aficionados y fotos que circulan en Internet, que pusieron de relieve la
violencia de la represión. Ello explica probablemente la continuación del
movimiento, a pesar de una represión sin precedentes. En efecto, se
contabilizan más de 3.000 detenidos, entre ellos un diputado, y varios heridos
de gravedad.<BR> <BR>Este flujo de información ha erosionado, posiblemente,
la legitimidad de la violencia estatal. Ello ayuda a explicar por qué la
ley especial, aprobada a fines de mayo, haya sido tan poco respetada. Esta
ley, que apuntaba a aplastar el movimiento mediante la suspensión del periodo
escolar de los huelguistas hasta mediados de agosto, incluye también
restricciones a la libertad de expresión y asociación y la imposición de multas
a las asociaciones estudiantiles si uno solo de sus miembros intenta limitar el
acceso a los cursos en las instituciones que hayan decidido reanudar el
periodo.<BR> <BR>Menos de una semana después de su adopción, una
manifestación gigantesca se negó a cumplir las condiciones relativas a las
manifestaciones impuestas por la ley especial. Millares de personas
realizaron de esta forma un acto de desobediencia civil. Es más, tal
desobediencia fue ampliamente practicada y reivindicada. Desde los inicios
del conflicto, algunos estudiantes opuestos a la huelga solicitaron medidas
cautelares a través de los tribunales para poder tener acceso a sus cursos, en
contra de la votación mayoritaria de sus asambleas generales. La reacción
de los huelguistas ha sido, en varios casos, la de oponerse, violando por lo
tanto la orden de la corte. Esta negativa a acatar a los tribunales era
poco común en Quebec.<BR> <BR>La indignación que provocó la aprobación de
la legislación especial se ha extendido a muchos otros sectores de la población,
haciendo que Quebec tome prestado de América Latina la idea de los
"cacerolazos". Durante varias semanas, en muchas ciudades y barrios, la
gente salió espontáneamente en las calles cada noche a golpear sus ollas.
Así se concretó el lema reiterativo de que: "la huelga es estudiantil, la lucha
es popular".<BR> <BR>La estructura democrática del movimiento ha sido sin
duda uno de los pilares de su tenacidad y su combatividad. La organización
de estudiantes más a la izquierda, la Coalición Amplia de la Asociación para una
Solidaridad Sindical-Estudiantil (CLASSE por sus siglas en francés), siempre ha
representado una proporción significativa de los huelguistas, y su
funcionamiento se basaba en el control democrático del movimiento y de sus
voceros. La legitimidad de los representantes resulta de la consulta
regular de las asambleas generales de cada institución en huelga. Las
prácticas de la democracia directa, ampliamente aplicadas, habrían alentado la
auto-organización de los y las huelguistas, dejando un amplio espacio para la
creatividad de los millares de manifestantes.<BR> <BR>El francés, lengua
oficial de Quebec, es una lengua latina, y con el movimiento que se ha expandido
en toda la provincia, hay que preguntarse si esta provincia no es, de alguna
manera, la América Latina del Norte.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Thomas Chiasson-LeBel es estudiante de Doctorado en
ciencias políticas en la Universidad York. Es también miembro del comité
editorial de Nouveaux Cahiers du socialisme. Karine L'Ecuyer es profesora en
Técnicas de museología al Collège Montmorency y estudiante (en huelga!) de la
maestría en sociología de la Université du Québec à
Montréal.<BR><BR> <BR><STRONG><U>Notas</U></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR>1) De acuerdo con el Ministerio
de Educación, Recreación y Deportes:
http://www.mels.gouv.qc.ca/rentree2011/index.asp?page=statistiques#h1<BR>2)
Además de las del 22 de marzo y 22 de mayo, tomamos en cuenta la manifestación
ambientalista del Día de la Tierra (22 de abril) marcada por una fuerte
participación de estudiantes. Dado que la provincia cuenta aproximadamente
8 millones de habitantes, equivaldría, en términos relativos, a una multitud de
más de 2 millones de personas en las calles de París.<BR>3) En dólares
canadienses: CAD$ 1 = US $ 0,98.<BR>4) En total, y restando las diversas medidas
de compensación, el aumento de las cuotas representaría un estimado de $ 150
millones por año, o sea, menos del 3% del total de ingresos de las universidades
de Quebec, y aproximadamente el 1% del presupuesto del Ministerio de
Educación.<BR>5) La educación hace parte de los derechos reconocidos por
diversas cartas de las Naciones Unidas, entre ellos el PIDESC, cuyo Artículo 13c
dice: "La enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos, sobre la
base de la capacidad de cada uno, por cuantos medios sean apropiados, y en
particular por la implantación progresiva de la enseñanza gratuita".<BR>6) El
vínculo entre el gobierno y la burguesía se hace evidente en las declaraciones
públicas de las Cámaras de Comercio y del Consejo de Empresarios de
Quebec. Estas organizaciones empresariales apoyaron las diversas medidas
destinadas a mercantilizar la educación. Véase Thomas Chiasson-Lebel, con
colaboración de Flavie Achard, Karine L'Ecuyer y Philippe Hurteau. « Grève et
tensions dans les universités et les cégeps », Nouveaux Cahiers du socialisme,
no. 8, agosto 2012.<BR>7) Para una elaboración de la argumentación sobre la
lucha de clases, ver ibid.<BR>8) La economista jefa del Mouvement des caisses
populaires Desjardins -quien está lejos de ser una militante de izquierda- hizo
hincapié en que los impactos en el sector extractivo son fluctuantes y que las
inversiones involucradas en el Plan del Norte apenas aportarían $ 570 millones
por año en ingresos fiscales. Ver: Joëlle Noreau, « Les ressources naturelles:
un potentiel en or ? », Perspectives, Revue d’analyse économique, vol. 21,
verano de 2011.<BR>9) Ver: Jean-François Nadeau, « Le carré rouge de Fred
Pellerin : ‘violence et intimidation’, affirme la ministre de la Culture », Le
Devoir, 9 de junio de 2012.<BR>10) Isabelle Porter, « Le carré rouge crée de la
confusion dans un bureau de vote d’Argenteuil », Le Devoir, 5 de junio de
2012.<BR>11) Catherine Lalonde, Raphaël Dallaire-Ferland, « Carrés rouges, vos
papiers », Le Devoir, 11 de junio de 2012.<BR>
<HR>
<BR></FONT></DIV></BODY></HTML>