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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>5 de febrero 2013</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
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href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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size=4></FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Brasil<BR> <BR>La explotación
ocultada de los trabajadores del petróleo en
alta-mar</FONT></STRONG> <BR><BR> <BR><STRONG>Oswaldo Sevá Filho
* <BR>Correio da Cidadania<BR><A
href="http://www.correiocidadania.com.br/">http://www.correiocidadania.com.br/</A></STRONG><A
title="http://www.correiocidadania.com.br/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.correiocidadania.com.br/"><STRONG
title="http://www.correiocidadania.com.br/ CTRL + clic para seguir el vínculo"></STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Traducción de Ernesto Herrera
- Correspondencia de Prensa</STRONG><BR><BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>Los hombres se levantan muy temprano,
en ciudades tan distantes como Londrina (Paraná), Salvador (Bahía), Lajes (Santa
Catarina), Juiz y Uberlândia (Minas Gerais), Campinas y Sorocaba (Sao Paulo), y
varias otras en los estados de Río de Janeiro, de Bahía, de Espirito Santo. Casi
todos van para Río de Janeiro, algunos por vía aérea, muchos en ómnibus de
línea. Tienen que pasar por la terminal Novo Río, donde transbordan para el
norte fluminense; viajan tres horas más por la BR 101, uno de los trechos más
mortíferos del país, después del final de la doble autopista en Rio
Bonito.</FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>En la terminal de destino, Macaé o Campos, toman otros
ómnibus y van hasta los helipuertos con más actividad del país, en el litoral de
Macaé y de Atafona, donde, finalmente, "suben". O sea: embarcar en helicópteros
para volar media hora, una hora, o más, hasta aterrizar en cada una de las
decenas de plataformas petrolíferas clavadas o ancladas en medio de alta-mar, a
caso doscientos kilómetros de la costa. El casi desconocido, y muy publicitado,
mundo del "off-shore".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Allí pasan dos o tres semanas embarcados. Cada vez más,
los extranjeros también embarcan en las plataformas y tripulan los navíos de
apoyo, lanzadores de tubos, revocadores, de inversión. Son brigadas de noruegos,
alemanes, italianos y otros europeos, de norteamericanos, árabes, orientales,
que quedan en el mar por más tiempo que los nacionales. <BR></DIV>
<DIV align=justify>El tipo de alternancia embarque/desembarque depende de quién
los contrató, y de cuánto ganan a cambio del trabajo y esa aventura. Los
regímenes son de 14 días en el mar por 21 en tierra para la mayoría del personal
estable, de la propia Petrobrás. Para otros, 14 por 14 días; también depende de
cómo hacen con el derecho a las vacaciones, se "venden" o no. Los tiempos de
trayecto casa a alta-mar y de vuelta para casa, de muchas horas, días, son
descontados, naturalmente, del período "en tierra". En el mar, trabajan en
grandes y apretadas fábricas químicas flotantes; cuando no hacen plantón, en los
turnos de relevo, quedan a la espera, en "stand by", en pre-aviso, a cualquier
hora de su sueño o de su baño. </DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Sueño? Duermen dentro de las fábricas y navíos, en las
cabinas, celdas mejoradas; si fueran contratados de las "empreiteiras" (empresas
contratistas), puede ser que duerman en contendedores, celdas empeoradas. El
dormir o el estar despierto son para ellos nociones totalmente distintas de lo
que son para muchos de nosotros; vuelven noches seguidas, conforme a las escalas
de los turnos, a veces enmiendan las noches con los días, trabajan doble turno,
porque faltó gente o aumentó el servicio. Reposo verdadero, algo rarísimo.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las comidas son abundantes y variadas, pero una buena
siesta es casi siempre un sueño distante. Todo, inclusive el ocio, es hecho allí
adentro: caminatas por entre los tanques y grúas, algún deporte en salón
cerrado, que puede estar balanceado al ritmo de las olas y los vientos, salas de
videos proyectan "blockbusters" y pornografía. Todos pensando en la vida allá
afuera, en el terruño, en los telefonemas repetidos y ansiosos, para familiares
y amigos que quedaron en aquellas ciudades distantes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sus compañías en el mar, con certeza, además de los
mareos y del balanceo, son la presión de los jefes y de las metas, y los varios
miedos: a equivocarse, a provocar un perjuicio, a ser sancionados; el miedo a
lastimarse a sí mismos o a otros, sin tener el registro formal de accidente o
enfermedad. El miedo de no poder trabajar más y de morir quemado, aplastado,
ahogado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El peligro comienza en la autopista, las largas idas y
vueltas, aumenta en el vuelo de helicóptero donde tantos ya cayeron. Está en
cada rincón, en las pasarelas y escaleras resbaladizas y estrechas, en los
corredores calientes y barullentos, en los movimientos de las grúas, en las
vibraciones de los grandes motores eléctricos y de las turbinas, en las
omnipresentes emanaciones de gases y ácidos, a veces letales, como el sulfúrico.
Más el riesgo de incendio y de explosión, los "kicks" e "blow-outs", que llevan
las tabulaciones y plataformas cuando las bolas de gas presurizado suben de las
profundidades de las rochas siendo perforadas o ya produciendo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Incluso si consiguen engañar la estadística, conviven con
la memoria de los accidentes ya ocurridos, la cuenta de las pérdidas. De allí
viene la probabilidad de la descompensación, de la "locura" por drogas -o sin
ellas- y la suma de la angustia por no estar "en casa", o peor, el sentimiento
de no tener una casa como la mayoría tiene. Después, al final de su tiempo de
embarque, "descienden". </DIV>
<DIV align=justify><BR>A la vuelta, el mismo itinerario que a la venida, que
puede durar uno, dos días o más para llegar allá donde viven sus familiares. Su
"casa" -para ellos un concepto totalmente distinto que para cada uno de
nosotros, trabajadores, digamos, normales. Y allá quedan, readaptándose cada
vez, durante días o semanas. O más, dependiendo de quién los contrató, de cómo
se contabilicen las vacaciones y los demás "bonos". <BR></DIV>
<DIV align=justify>Esos son los extraordinarios sujetos de la minuciosa
investigación hecha durante quince años por Marcelo Figueiredo, al que conocemos
como "Parada", ingeniero civil, doctor en Ingeniería de Producción y profesor de
Ingeniería de Producción en la Universidad Federal Fluminense (Río de Janeiro).
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tal vez, la más memorable y rigurosa investigación ya
hecha sobre aquellos que hacen el día a día de la importantísima industria
petrolera, de donde ella extrae sus ganancias fabulosas. Puede ser considerado
un esfuerzo épico sobre la tecnología y las relaciones de trabajo, como lo fue
el libro de los profesores británicos Charles Woolfson, John Foster y Mathias
Beck, un estudio monumental sobre la gran tragedia -anunciada y que pudo ser
evitada pero no lo fue-, del incendio y destrucción de la plataforma Piper Alpha
en el Mar do Norte, en 1988, que resultó en 167 muertos. (ver
bibliografía)</DIV>
<DIV align=justify><BR>El amigo "Parada" no eligió sus asuntos por mero
diletantismo -como tantos otros que abordan las maravillas tecnológicas de la
empresa X o Y, las promesas del "off-shore" y el "Pré-sal" (Nota del
traductor: formación geológica submarina en aguas territoriales brasileras,
donde parecen acumularse enormes reservas de petróleo y gas natural). No fue por
conveniencia académica o del inefable apoyo empresarial, por el contrario, sus
temas no están en las llamadas áreas prioritarias de aquellos estudios
novelescos y doctrinarios hechos por las agencias oficiales de fomento e
investigación y por las propias empresas. Estas, además, no gustan de tener
"gente de afuera", menos todavía se estuvieran ligados a los trabajadores y sus
sindicatos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Gracias a la osadía y persistencias del autor y sus
colaboradores de aquella universidad pública, temas relevantes y oportunos se
pueden leer, re-leer, estudiar y recomendar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"La cara oculta del oro negro" es un título curioso y
llamativo, que me incentiva a hacer algunos comentarios, una desconstrucción y
una relectura. El oro es un metal prácticamente indestructible y, una vez
retirado de la tierra por manos pobres, va pasando para manos cada vez más
ricas. Incluso cuando está enterrado o perdido en un naufragio no
desaparece.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El petróleo es un líquido, similar a aquel caldo oscuro
que brota en todos los basureros y sanitarios, con alta carga orgánica y
contaminante. Un líquido de las eras geológicas, pesadas, cuatrillones de
toneladas de biomasa -algas, crustáceos, peses, plantas- sepultadas bajo las
rochas sedimentadas. Incluso asfixiada en medio del agua salada, un macizo
muerto que va fermentando, formando un cóctel oleoso, pegajoso, produciendo
gases (metano, hidrógeno y algunos otros), acumulando trazos o proporciones
importantes de azufre, de nitrógeno y sus compuestos, de metales pesados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un líquido venenoso y valioso, que se tornó esencial por
causa de sus "derivados" (gasolina, querosene, gas, etc.). Esencial para el
sistema capitalista, que hace crecer increíblemente las demandas de combustibles
para los transportes, para la generación de electricidad, para fabricar metales,
cemento, vidrio, compuestos químicos, para la vida doméstica y la industria de
la guerra. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Al inicio del siglo XX, cuando el patriarca de los
magnates Rockefeller dijo que el petróleo era el mejor negocio del mundo, el
político inglés Churchill, comandando la Marina británica, decidió que sus
navíos debían ser equipados con calderas quemando óleo de petróleo -en lugar del
incómodo e ineficiente carbón mineral. Así, serían más rápidos, podrían cargar
cañones más mortíferos y serían más fácilmente abastecidos en los siete mares.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde entonces, las guerras en su mayoría fueron causadas
por la posesión de las reservas y el control de las rutas del petróleo; incluso
cuando no tuvieron esa motivación, todos los lados combatientes precisaron
gastar mucho petróleo, para ganar o para perder. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Y así: el oro negro es el más valioso de los líquidos,
pero solo vale cuando es colectado, vendido, procesado, ampliamente distribuido
y nuevamente vendido para al final ser quemado. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El líquido esencial del capitalismo alimenta, entonces,
un lucro fabuloso y garantido por muchos años a sus conquistadores -ni siempre
sus dueños legítimos, casi siempre intentando escapar del Estado donde queda el
subsuelo rico, o subyugándolo. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El alto lucro y la victoria en la guerra económica y
territorial tiene dos sinónimos obligatorios en todo el mundo: el poder y la
impunidad. Que se manifiestan en cada pormenor cotidiano en las mayores empresas
de esa industria, en todas sus relaciones con el resto de la sociedad: con sus
propios trabajadores, con las empresas contratadas y subcontratadas, con sus
vecinos, casi siempre molestados, engañados, perjudicados, amenazados,
afectados. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aprovecho para registrar que, en las regiones
petrolíferas sudamericanas, la acción de las grandes e impunes "petroleras" está
muy bien registrada en los informes de la agencia argentina "Observatorio
Petrolero Sur", en el libro de Suzana Sawyer sobre las corporaciones
norteamericanas Arco y la italiana Agip, tejiendo su "anti-política" en la
Amazonia ecuatoriana, y en los informes compilados por Jean-Pierre Leroy y
Julianna Malerba sobre la situación de la Petrobrás en los países vecinos. (ver
bibliografía)</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los aspectos más negativos del poder, su arrogancia, su
maniqueísmo primario, su crueldad y las secuelas más absurdas e injustas de la
impunidad, eclosionan y quedan visibles en ocasión de los accidentes -que no son
fatalidades y que siempre podrían evitarse o minimizarse. Que siempre deberían
investigados y responsabilizados. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es lo que se puede deducir, sin equivocarse, de la
investigación pormenorizada que el profesor Figueiredo hace de los mayores
accidentes en el "off-shore" del litoral norte fluminense, todos con víctimas
fatales, ocurridos en las plataformas de Enchova y de Namorado-1, en la P-07, la
P-34 y especialmente, la explosión, incendio y naufragio de la P-36 a inicio de
2001.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Su trabajo de reconstitución, basado en documentos
empresariales y de gobierno, de testimonios de sobrevivientes, de plantas y
diseños técnicos, apoyados en importantes autores de la Ingeniería, de
Ergonomía, de la Sicología, es comparable a la investigación periodística hecha
por Greg Palast sobre los grandes accidentes en la industria petrolífera
norteamericana: la colisión del super-navío tanque Exxon Valdez con un arrecife
y vaciamiento de la mitad de su carga en el litoral de Alaska, y la explosión e
incendio de la Deepwater Horizon, de la empresa suiza Transocean al servicio de
la British Petroleum, con el vaciamiento de su carga, durante semanas, afectando
el litoral del Golfo de México. No es sin motivos que Palast describe esos
y algunos otros dramas como resultantes del "picnic de los buitres". (ver
bibliografía)</DIV>
<DIV align=justify><BR>En fin, la única "cara oculta" que existe en ese mundo es
la de la Luna, como resultado de una particularidad geométrica y dinámica del
Sistema Solar. Nadie decidió ocultarla. Mismo así, para conseguir ver esa cara
oculta, hubo que aguardar los satélites artificiales y los viajes espaciales, y
todavía hay quien duda.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En la industria petrolífera y en especial en el no
"off-shore" del norte fluminense, hay mucha cosa deliberadamente escondida,
disimulada, como si fuese posible borrar de la historia humana al trabajador
como sujeto, como portador y agente de derechos políticos y humanos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Sí, el trabajador como detentor del conocimiento
objetivo, sensible y acumulado sobre la producción, como personaje central de la
producción y como víctima principal de los riesgos inherentes, que
estadísticamente llevan a la enfermedad, la mutilación, la locura y la muerte.
</DIV>
<DIV align=justify><BR>Como si fuese posible apagar los rastros de coerción, de
asedio y de arbitrariedad que la caracterizan la extracción de plusvalía, la
superexplotación del trabajo por el capital. </DIV>
<DIV align=justify><BR>No hay duda: esa es la cara ocultada del líquido esencial
del capitalismo. Los libros aquí indicados prestan el enorme servicio de ayudar
a des-ocultar. <BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Oswaldo Sevá Filho es profesor jubilado de la Unicamp
(Universidad de Campinas) donde trabajó por 20 años en el área de Energía,
actualmente colabora en el Doctorado de Ciencias Sociales; entre 1992 y 2001
actuó como asesor del sindicato de petroleros en Sao Paulo y Río de Janeiro, en
cuestiones de seguridad laboral y medio ambiente.
<BR><STRONG><U></U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Nota</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>1. SEVÁ Fo. A.O. "A face ocultada e o chorume essencial"
Prefácio, pp.13 - 17 de FIGUEIREDO, M. G. "A face oculta do ouro negro:
trabalho, saúde e segurança na indústria petrolífera offshore da Bacia de
Campos", Editora da UFF, Niterói: 2012, ISBN 978-85-228-0777-2.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Referencias bibliográficas
mencionadas:</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>LEROY, Jean-Pierre e
MALERBA, Julianna (eds). "Petrobrás: integración o explotación?" Rio de Janeiro:
FASE- Projeto Brasil Sustentável e Democrático, 2005.<BR>Observatorio Petrolero
Sur: http://www.opsur.org.ar/blog<BR>PALAST, Greg "Vultures' picnic : in pursuit
of petroleum pigs, power pirates and high-finance carnivores" New York: Dutton,
2011<BR>SAWYER, Suzana "Crude Chronicles. Indigenous politics,
Multinational Oil and Neoliberalism in Ecuador" Duke University Press , Durham
&London, 2004<BR>WOOLFSON, Charles., FOSTER, John., BECK, Mathias "Paying
for the Piper . Capital and Labour in Britain's Offshore Oil Industry", Mansell
Publishing Ltd. London, 1997.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>