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<BODY background="" bgColor=#ffffff><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>10 de febrero 2013<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Marxismo<BR><BR>Entrevista con
Nicolás González Varela </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3><BR>Sobre el suicidio", de Karl Marx
*<BR><BR>"Es probable que la temática social del suicidio bajo el capitalismo
pueda haber estado influenciada por las vivencias de Marx en su
exilio"<BR></FONT></STRONG><BR><BR><STRONG>Salvador López Arnal <BR>El Viejo
Topo Nº 300, enero de 2013<BR>La Haine<BR></STRONG><A
href="http://lahaine.org/"><STRONG>http://lahaine.org/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR><STRONG>Profesor, filósofo, trabajador incansable,
activista, autor de un libro imprescindible -Nietzsche contra la democracia- y
un número ilimitado de artículos deslumbrantes, Nicolás González Varela es el
editor -traductor, anotador y presentador- del Cuaderno Spinoza de Marx ('El
Viejo Topo', Barcelona, 2012) y uno de los marxistas de mayor erudición y
proyección internacional. Su último trabajo es la edición de un texto casi
desconocido del joven Marx.<BR></STRONG><BR><STRONG>- De nuevo tengo que
felicitarte por la excelente edición de este nuevo texto, desconocido o casi
desconocido, de Karl Marx "Sobre el suicidio". Nunca se había traducido al
castellano hasta ahora si no ando errado. ¿Por qué? Es algo extraño,
¿no?<BR></STRONG><BR>Sí, efectivamente, no existía una edición en español hasta
ahora. Como la mayoría de los escritos del Marx desconocido, permaneció en el
olvido en su Nachlass, hasta que el sabio y malogrado editor David Riazanov lo
rescató completo, aunque con escasas notas, en la que puede considerarse la
primera edición crítica en la Historia de Marx y Engels que se editó en la URSS
en 1932. Hubo que esperar al fin de la Segunda Guerra Mundial para que este
texto volviera de nuevo a la luz pública en el nuevo proyecto editorial de obras
completas, la Marx-Engels Gesamtausgabe (MEGA) 2, el tomo correspondiente en el
que tenía que aparecer no llegó a ser publicado al desaparecer la URSS y la RDA,
naciones que financiaban la obra; está anunciada a publicarse con un aparato
crítico en la renacida y renovada Marx-Engels Gesamtausgabe (MEGA) 2, un
ambicioso proyecto multinacional. El texto tuvo ediciones menores en revistas de
la izquierda europea, muchas ligadas al Bordiguismo, y en formato libro existen
en inglés, francés y portugués. Nos hemos enterado de una edición en español,
junto a otros textos de Marx de diferentes épocas, editada en Argentina casi
simultáneamente a la nuestra, que no hemos podido consultar.<BR><BR>Creo que la
temática del suicidio -incluso entre las clases dominantes pero en especial
centrado en la figura de la mujer- nos muestra a un Marx un poco incómodo
(comunista "filosófico" y en plena lucha interna con corrientes de la misma
izquierda), por lo que se habría condenado el texto al olvido. Es un texto
eminentemente de intervención política y que ya vislumbra el método de
investigación que utilizará en los Grundrisse y en Das Kapital, de enorme
actualidad en España, uno de los países más neoliberales de Europa, en el cual
desde el inicio de la crisis capitalista en 2008 el suicidio es la principal
causa de muerte externa de sus ciudadanos, tras haber desbancado a los
accidentes de tráfico. Según los últimos datos del Instituto Nacional de
Estadística (INE) cada año se quitan la vida 3.145 personas, es decir, casi
nueve personas al día.<BR><BR><STRONG>- Sí, sí, el dato es abrumador y debería
dar mucho qué pensar. Nos cuentas los materiales que componen la edición que has
preparado: estaría tu presentación, el texto de Marx.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>Hemos intentado realizar una edición sincrónica, que
incluye el texto sobre el suicidio pero que abarca los años fundamentales en el
exilio en Bélgica, entre 1845 y 1847. Hemos completado la edición con un
apéndice documental que incluye materiales originales de Peuchet, (una figura
política extraordinaria por su palmarés, considerado un gran estadístico
francés), una biografía de su editor en Francia que utiliza Marx, así como
textos inéditos de Engels, del considerado primer comunista alemán Moritz Hess y
de Marx de la misma época, en pleno trabajo de construcción de la Liga de los
Comunistas, que no figuran en ninguna de las ediciones existentes en otros
idiomas. El texto de Marx se publicó dentro de una revista política comunista,
de intervención en la clase obrera y en la burguesía culta de Alemania, llamada
"Espejo de la Sociedad", Gesellschaftsspiegel, cuyas cabezas pensantes eran
Engels y Hess.<BR><BR><STRONG>- ¿Qué características tiene el texto marxiano?
¿Es un artículo propiamente fruto de alguna investigación realizada
anteriormente? Nos explicas su estructura.<BR></STRONG><BR>El texto de Marx
sobre el suicidio es curioso por muchas razones. Es la primera y última vez que
tratará el tema de la opresión de género y la tiranía del pater y mater en la
familia burguesa. Se concentra sobre la opresión doble (económica y familiar) de
la mujer en la Francia bourgeoise (de los cuatro casos de suicidio que
considera, tres son protagonizados por mujeres) y una prueba concreta del
influjo en la propia evolución de Marx de los "jóvenes hegelianos", en especial
del primer socialista alemán de la época, Moritz (Moses) Hess, apodado el
"rabino rojo" (coeditor, junto con Engels, de la Gesellschaftsspiele). Tiene
peculiaridades, se trata casi de un Memoranda, un montaje, en el cual Marx
traduce y comenta a Peuchet desde "atrás" de la escritura.<BR><BR>No puede
hablarse de un artículo de Marx, sino de una presentación y traducción selectiva
y de un uso educativo-revolucionario del fragmento citacional. Por supuesto, no
es una traducción literal, sino una transliteración editada, muy similar a la
del famoso Hefte Spinoza de 1841, que hemos tenido el honor de editar por
primera vez en español en la editorial Montesinos, donde se suprimen partes, se
agregan pensamientos propios y se deducen conclusiones a las que Peuchet (o
Spinoza) no llega o que están entre líneas; también puede asemejarse al trabajo
marxiano sobre el texto de Bakunin sobre Anarquía y Estado, Staatlichkeit und
Anarchie (1874-75) o de los extractos y comentarios sobre Morgan en los
"Cuadernos Etnológicos", Ethnologischen Exzerpthefte (1880-82).<BR><BR><STRONG>-
Toma pie en Jacques Peuchet, dices. ¿Quién era Peuchet? ¿Por qué se aproximó
Marx a las investigaciones del que fuera finalmente un archivero de la
policía?<BR></STRONG><BR>El artículo sobre el suicidio, según un marxólogo de la
categoría de Michael Löwry, es una piece unique en la bibliografía de Marx, está
fundamentalmente basado en las memorias de un tal Jacques Peuchet (1758-1830),
un personaje político de segunda línea, que fue sucesivamente artista, abogado,
economista, estadístico y archivero de la Policía ¡durante la Restauración!
Participó de la Revolución Francesa, para luego ser parte del partido realista,
luego simpatizante de Napoleón. Tuvo una vida dilatada à la Chateaubriand. Nació
en 1758, su formación es eminentemente encyclopédiste, muy cercano al abbé André
Morellet, escritor y traductor, el mismo al que Diderot le encargó escribir un
artículo sobre Religión y Metafísica para la famosa y subversiva
Encyclopédie.<BR><BR>La elección de Marx no deja de sorprendernos: no es ni un
historiador, ni un economista, ni un político, sino el jefe del archivo de
policía. Sin embargo era un notable de la política reformista, un burgués que
podía atraer el interés de Marx: personalmente, había llegado a conocer las
mejores cabezas de su siglo: Fauchet y Babeuf, Mirabeau y Saint-Simon, el abad
Sieyès y Charles Fourier. Peuchet también perteneció a los economistas franceses
neosmithianos y creía en la economía política como savoir administratif. Es
probable que Marx le conociera indirectamente por sus estudios sobre economía
política que empezó precisamente en París. Marx estaba preparando una historia
de la Convención revolucionaria y conocía a la perfección los personajes de
segunda y tercera línea como Peuchet. No sólo Marx se interesó por las jugosas
memorias, infinidad de novelistas y periodistas contemporáneos las utilizaron en
extensión, utilizando sus datos e historias para ambientar los bas fonds de
cualquier novela dramática o negra, como por ejemplo Alejandro Dumas con su
famosa historia del Conde de Montecristo.<BR><BR><STRONG>- Marx escribe su
trabajo a los 28 años de edad, dos años antes de la publicación del Manifiesto.
¿Cómo caracterizarías sus posiciones filosóficas en esos
momentos?<BR><BR></STRONG>Es un momento clave, es la etapa de un Marx
"joven-joven", en transición entre un Comunismo filosófico (mezcla de Humanismo
feuerbachiano, Hegel sazonado con el anarquismo de Proudhon, que podríamos
calificar de radical liberalismo, con el Socialismo obrero francés) que se está
enriqueciendo de la propia práctica política de Marx, y el propio proceso
acumulativo teórico en torno a la crítica de la Economía Política burguesa. Es
un Marx en ebullición, abierto, antidogmático. El Marx de esta época, recordemos
que renuncia definitivamente a la Filosofía en cuanto especialidad, es
esencialmente negativo en su momento reflexivo: emprende una lucha
teórico-ideológica (utilizando todavía un hegelschen Jargon, la jerga joven
hegeliana de moda en las vanguardias) y, a la vez, una pretensión de
asentamiento y consolidación doctrinaria de la idea comunista. El trabajo de
Engels y Marx (junto a Hess) en el proyecto Gesellschatsspiegel sería un
"esfuerzo pedagógico" para orientar al deutschen Sozialismus hacia el Comunismo
auténticamente científico; se proponían la meta posible y plausible de llegar al
Kommunismus como un necesario desarrollo lógico de la propia doctrina de los
jóvenes hegelianos. Creo que estamos en la época de la elaboración del trabajo
colectivo de La Ideología Alemana, hay mucho de autoclarificación y crítica a
posiciones político-filosóficas pasadas.<BR><BR><STRONG>- ¿De dónde surge el
interés de Marx por un tema como éste? ¿Se aproximó de nuevo a él en otros
momentos?<BR></STRONG><BR>Un doble estímulo, seguramente, una combinación
indisoluble de acicate teórico desde el Socialismo francés, como lo destaca en
el comienzo de su artículo, y el modo de vida que compartía con las clases
trabajadoras alemanas emigrantes. Es muy posible que la temática social (y
personal) del suicidio bajo el Capitalismo pueda haber estado influenciada por
las vivencias del propio Marx en su exilio de París y Bruselas, lugares en los
cuales como un emigrée pobre y desclasado, experimentó la desesperación, la
miseria extrema, la exclusión e incluso la tentación del suicidio. El París que
encontró Marx era en esa época la "La Mecca del socialismo", la "Nueva
Jerusalén" de las utopías revolucionarias. Se podía hallar los representantes
más abigarrados del socialismo de la época: junto a economistas burgueses
socializantes (Sismondi, Buret) había socialistas cristianos (Lamennais,
Buchez), saintsimonianos (Bazard), fourieristas (Consideránt), socialistas
reformistas hegelianos (Leroux, Pécqeur, Proudhon), socialdemócratas prácticos
(Blanc, Ledru-Rollin, Flocon), socialismo feminista (Tristán), comunistas
científicos (Cabet, Dézamy, Gay), babouvistas (Blanqui, Charavay),
etc.<BR><BR>Marx nunca volverá a tratar en profundidad los temas de la opresión
de género y familiar, salvo en casos aislados de su obra, una temática
tangencial que evoca a este trabajo es el artículo de 1858 "Die Einkerkerung der
Lady Bulwer-Lytton" (publicado en el 'New York Tribune' del 4 de agosto como:
"Imprisonment of Lady Bulwer-Lytton", el caso de un conservador tory que interna
a su mujer en un manicomio), pero no encontraremos algo parecido en toda su
obra. Marx descubre, como dirá Orwell, que todos los problemas son problemas
políticos y que la política misma es una masa de mentiras, evasiones, locura,
odio y esquizofrenia. Un anticipo sorprendente de la consigna "The Personal is
Political" que se hizo de masas a fines de los 1960's, para Marx lo político
subsume todas las relaciones de poder (privadas y públicas), que no se reduce a
la política profesional burguesa, ni a la competición
electoral.<BR><BR><STRONG>- La revista en que se publicó el trabajo de Marx era,
según tus propias palabras, una revista socialista minoritaria alemana,
'Gesellschaftsspiegel', "Espejo de la sociedad". ¿Cómo surgió la publicación?
¿Cuáles eran sus objetivos?<BR></STRONG><BR>El motto de la revista, un proyecto
conjunto de Moritz Hess, el famoso Kommunistenrabbi, y el segundo violín de
Marx, Friedrich Engels, era todo un programa político: "Órgano de las clases del
Pueblo desposeídas y de esclarecimiento de la situación social del presente".
Será una publicación de aparición mensual. Engels le contaba el objetivo en una
carta a Marx de la siguiente manera: "lo que a mí me preocupa de una manera
especial es que la literatura comunista conquiste el derecho de ciudadanía en
Alemania, lo que ahora es un fait accompli..." El programa de la revista (que se
incluye por primera vez al lector español en nuestra edición) preanuncia, con
tres años de anticipación, muchas líneas político-ideológicas que desembocarán
en el Manifiesto Comunista. En este sentido, la Gesellschaftsspiegel será uno de
los hitos en el desarrollo de la idea comunista en Marx. El trabajo de Engels y
Marx (junto a Hess) en el proyecto sería una suerte de "esfuerzo pedagógico"
para orientar al deutschen Sozialismus hacia el Comunismo auténticamente
científico; se proponían la meta posible y plausible de llegar al Kommunismus
como un necesario desarrollo lógico de la propia doctrina de los jóvenes
hegelianos. Engels entendía la revista como un Katalysator en el ambiente de
Wuppertal, predominantemente industrial, del movimiento real de los comunistas
en general (incluyendo a corrientes ideológicas afines como la del wahre
Sozialismus).<BR><BR><STRONG>- Incluyes en la edición un texto -"A los lectores
y suscriptores de Gesellschaftsspiegel"- firmado por Friedrich Engels y Moritz
Hess. Del primero tenemos noticias; muchas menos del segundo. ¿Quién fue Moritz
Hess?<BR></STRONG><BR>Se trataba de un joven renano, desclasado, autodidacta,
renegado, que escribiría el primer libro socialista de la historia en Alemania y
que convertiría al Comunismo, gracias a su personalidad y prédica, nada menos
que a Engels y Bakunin. Será una influencia duradera en el mismo Marx. Debemos
primero señalar que en esta época, 1845-1847, el tándem de
agitación&propaganda de ideas comunistas para Alemania estaba liderado por
Hess y Engels, estando en un segundo término Marx. Durante esta época del
desarrollo político-filosófico de Engels y Marx, Hess, el más radical y
productivo de los jóvenes hegelianos, actuaba como un auténtico catalizador.
Como tantos otros, Hess permanece a la sombra de los titanes de la época, no
tiene lugar salvo como intermezzo y etapa descartable, una antítesis molesta. Su
destino le ha colocado en medio de Fichte, Hegel, Heine, Feuerbach, Marx,
Lassalle, Bakunin y Weitling.<BR><BR>La propia historiografía marxista, ya sea
la "segundointernacionalista" (Mehring, Mayer,) tanto como la
"tercerointernacionalista" (Cornu, Lúkacs y la escuela stalinista), lo colocan
en un limbo intermedio pero marginal. El Anarquismo no lo considera un retoño
propio. Parte de culpa la tienen sus propios textos, inhallables en muchos
idiomas (y muchos ilegibles a nuestros ojos), parte de culpa su propia
interpretación de qué es una teoría para cambiar el mundo, parte la propia
personalidad de Hess, quien nunca enalteció ni pretendió elaborar como marca
registrada sus ideas más radicales y novedosas.<BR><BR>Por otro lado Hess quedó
impresionado cuando conoció a Marx en 1841, como relata en una carta: "Te
alegrarás de poder conocer aquí a un hombre que ahora también formará parte de
nuestros amigos... Se trata de una personalidad que, a pesar de que me muevo en
el mismo campo, ha producido en mí una enorme impresión. En resumidas cuentas:
puedes prepararte a conocer al máximo, acaso el único auténtico filósofo
actualmente en vida, que muy pronto, en cuanto se presente públicamente (en
escritos y en cátedra) atraerá la mirada de Alemania... Siempre había deseado
tener a un hombre así como profesor de filosofía. Ahora me doy cuenta de lo
ignorante que soy en el campo de la filosofía pura... El Doctor Marx, así se
llama mi ídolo, es un hombre todavía joven (tendrá a lo sumo veinticuatro años),
que asestará el golpe mortal a la religión y a la política medievales. Combina
la más profunda seriedad filosófica con el chiste más mordaz. Imagínate
Rousseau, Voltaire, Holbach, Lessing, Heine y Hegel combinados en una sola
persona; digo 'combinados', no amontonados. Y entonces tienes al Doctor
Marx..."<BR><BR>Hess sólo se equivocaba en una cosa: Marx sólo tenía veintitrés
años. Además Hess inauguraba en sus artículos periodísticos un instrumento que
luego perfeccionaría tanto Engels como Marx: la co-investigación militante.
Tanto a través de sus libros y artículos, había logrado forzar la atención hacia
la cuestión social no sólo de sus lectores sino de parte del equipo de redacción
y del grupo de filósofos jovenhegelianos de Berlín. Hess, el primer comunista de
Alemania, sigue en la oscuridad injusta en que fue colocado hace dos siglos,
esperemos que empiece a cambiar esta situación. Además debemos subrayar que Hess
había sido cofundador, potencial director (desechado por los inversores por su
radicalismo) y colaborador del diario Rheinische Zeitung, en el cual llegará a
ser Chief Redakteur el propio Marx, ese extraño laboratorio donde convivían
hasta su clausura por el gobierno prusiano liberales de izquierda y jóvenes
hegelianos.<BR><BR><STRONG>- Vuelvo al escrito del joven Marx. Señalas en tu
introducción, tomando pie en Michael Löwy, que el artículo es una pieza única en
la bibliografía de Marx. ¿Por qué?<BR></STRONG><BR>Aparte por su composición,
uso revolucionario del fragmento citacional, muy poundiano, el texto de Marx
sobre el suicidio es curioso por muchas razones. Es la primera y última vez que
tratará el tema de la opresión de género y la tiranía del pater y mater en la
familia burguesa; se observan importantes iluminaciones sobre el problema de
género y la crítica a la alienación en el entonces "joven-joven" Marx. El texto
se concentra sobre la opresión doble (económica y familiar) de la mujer en la
Francia burguesa del Segundo Imperio (de los cuatro casos de suicidio que
considera, tres son protagonizados por mujeres, no es casualidad que el otro
caso sea el de un desempleado de edad madura). No encontraremos algo parecido en
toda su obra esotérica y exotérica. Es de alguna manera un Marx inusual y poco
familiar al que estamos acostumbrados.<BR><BR><STRONG>- ¿Qué tesis relevante
mantiene Marx sobre el tema? ¿El suicidio afecta a unas clases más que a otras
en su opinión? ¿La miseria es causa determinante?<BR></STRONG></DIV>
<DIV align=justify>En este texto Marx condensa su trabajo y práctica parisina,
en especial sus descubrimientos en los Manuskripte de 1844, en ellos ya había
definido cómo "la propiedad privada se desprende, pues, mediante el análisis del
concepto del trabajo alienado, es decir, del hombre alienado, del trabajo
enajenado, de la vida enajenada, del hombre enajenado". Y el concepto del
trabajo alienado (de la vida alienada tout court) "lo hemos obtenido en la
economía política como resultado del movimiento de la propiedad privada". Por
primera vez conceptualiza la Entmfredung (El "extrañamiento") de los
trabajadores bajo el capital. El obrero no es ya hombre, sino una merchandise
más, pero una mercancía "de las más desdichadas cualidades", como podemos verlo
hoy en día.<BR><BR>Para Marx la alienación y la enajenación, tal como lo
planteaba Hegel en la famosa dialéctica del Amo y el Esclavo, afecta a ambos
polos del conflicto social, en grados diferentes; a su vez dentro de cada polo
de la oposición, se generan dominaciones (dominación de un sexo sobre otro, como
la del pater familia o la opresión del marido sobre su esposa o de la sociedad
sobre el cuerpo de una mujer) sancionadas jurídicamente por el Estado. Por sobre
estos despotismos ancestrales y reconfigurados por la propia revolución
burguesa, se le suma la miseria (no del pauperismo) como un complemento más de
violencia sistémica y silenciosa. El suicido es un fenómeno multiclasista,
socialmente transversal, que se intensifica en aquellos que sólo tienen para
intercambiar en el mercado su fuerza de trabajo.<BR><BR><STRONG>- Nos habíamos
quedado en este punto. Peuchet, y Marx con él, hablan del patriarcado, de la
tiranía familiar, de la violencia de género en suma. ¿Es el caso o leo mal, muy
mal, y anacrónicamente además?<BR></STRONG><BR>No, no lees mal en absoluto,
estás en lo correcto. En esta suerte de multidimensionalidad de la crítica
materialista, como valencia científica, multidisciplinar y antidogmática, reside
la originalidad de este Marx desconocido, a veces, como todo gran clásico, y
reducido por la vulgata a un economista más o a un simple continuador de los
utópicos fantásticos del Renacimiento. O peor: a un legitimador de determinados
estados de partido único. Marx puede hablarnos de violencia de género, de
racismo y xenofobia, de opresión de un sexo sobre otro, de patriarcado, de
cuerpos dominados y, por supuesto, de la nueva explotación del hombre por el
hombre que nace con el Capital.<BR><BR><STRONG>- ¿Se puede afirmar también, con
términos nuestros si quieres, que el texto de Marx es una aproximación crítica a
la vida cotidiana del capitalismo de aquella época, que lo supuestamente privado
también es público para él? ¿Hay también aportaciones en torno a la temática de
la alienación?<BR></STRONG><BR>Pensemos que en esa época recién se estaba
conformando la idea de un espacio privado, lo económico, el bourgeois, separado
de lo público (vagamente lo político burgués, el citoyen), y las consabidas
superestructuras político-jurídicas, por lo que la afirmación de Marx que todo
es político resultaba novedosa y con un fuerte pathos antiburgués. Aunque hay
que decir que ya los socialistas utópicos y anarquistas habían empezado con una
corrosiva crítica a la vida cotidiana del Bovarismo de las clases dominantes. El
suicidio es el deux ex machina de la tragedia humana, una irrupción antinatural,
pero en el que se pueden analizar los mecanismos ocultos o invisibles que lo
hacen entrar en escena, tal la idea de Marx. Estos mecanismos no son accidentes
naturales, sino constitutivos a la forma en que se organiza la sociedad en un
momento dado. Al fenómeno general de la alienación bajo el Capital, que lo
llamaremos más técnicamente como "enajenación" (Marx utiliza indistintamente
Entäusserug, Entfremdung y Veräusserung, que significan un estado de enajenación
o extrañamiento) cuya idea abstracta en lengua alemana es una situación en que
un sujeto se enfrenta a una situación hostil, producto suyo, que destruye su
propósito.<BR><BR>Ya en Die heilige Familie de 1844, inmediatamente anterior al
texto sobre el suicidio, Marx señalaba en el capítulo dedicado a Proudhon que
"la Clase Poseedora (besitzende Klasse) y la Clase del Proletariado (Klasse des
Proletariats) representan la misma Autoenajenación humana (menschliche
Selbstentfremdung). En estos textos se pueden reconocer cuatro aspectos
principales: el hombre está enajenado de la Naturaleza (en tanto el trabajo es
una interacción con lo inerte para transformarlo); el hombre está enajenado de
sí mismo, de su praxis (de su propia actividad e intencionalidad); el hombre
está enajenado de su "Ser Genérico" (de su ser en cuanto miembro del género
humano); el hombre está enajenado del hombre (de los otros hombres y mujeres).
La Entfremdung del Capital, que subsume antiguas y pasadas dominaciones, es
totalitaria, abarca aspectos económicos, políticos, ontológicos, morales,
éticos, e incluso estéticos. Estamos viendo, en un texto tan corto, un sistema
in statu nascenti.<BR><BR><STRONG>- ¿El comunismo que él propugnaba en aquellos
momentos tenía que tener también un efecto emancipador en este
ámbito?<BR></STRONG><BR>Por supuesto, el Comunismo, parafraseo al Marx maduro,
es igual al establecimiento del Reino de la Libertad, que sólo empieza allí
donde termina el trabajo impuesto por la necesidad (de las relaciones de
propiedad) y por la coacción de los fines externos. La Libertad con mayúsculas
consiste en una Humanidad que regule racionalmente su intercambio con la
Naturaleza, la ponga bajo un control común en vez de dejarse dominar por él como
por un Poder ciego, el Mercado. La condición fundamental es precisamente superar
el estado de necesidad, motor fundamental de las sociedades
capitalistas.<BR><BR><STRONG>De los cuatro casos de suicidio contemplados en el
escrito, señalas en tu introducción, tres son protagonizados por mujeres. ¿Por
qué? Uno de ellos, si no recuerdo mal, es un caso de aborto.<BR></STRONG><BR>Sí,
es una selección de Marx que enfatiza a la mujer como la figura desgraciada en
tanto sujeto y objeto. Básicamente ha tomado un capítulo de las memorias, el
LVIII, "Du suicide et de ses causes". El suicido como tragedia de la vida íntima
no es más que la medida y el síntoma de una lucha social, siempre flagrante,
donde muchos combatientes se retiran cansados porque se saben siempre víctimas y
porque se rebelan contra el sólo pensamiento de "prendre un grade au milieu des
borreaux", no estar ni un momento de lado de los verdugos. Marx toma cuatro
casos detallados de los muchos relatados por Peuchet. Tres son jóvenes mujeres;
el otro un hombre ex-guardia real.<BR><BR>Primer caso: es suscitado por la
presión familiar, tanto materna como paterna, por perder la virginidad. Ella se
suicida ahogándose en el Sena. El segundo caso implica abuso conyugal, tiranía
marital y etnicidad, una joven originaria de La Martinica que sufre los celos
sin límites que la llevan a arrojarse al Sena. Marx compara el maltrato de su
marido con la esclavitud, protegida por el Code civil y los derechos de
propiedad. El tercer caso trata de los derechos de aborto: una joven de
dieciocho años queda preñada del tío de su marido y se presenta a un médico para
que le quite el embarazo bajo el juramento que se matará. También se ahoga en el
Sena. El caso masculino es un hombre de edad mediana, ex-soldado, que ha perdido
su trabajo de funcionario, no consigue ninguno por su edad madura y su familia
entra en la habitual espiral descendente de pobreza, exclusión y marginalidad.
Un caso que vemos casi todos los días en Europa. No soporta la carga moral. Se
ahorca y en su carta póstuma pide piedad para su familia
desamparada.<BR><BR><STRONG>- ¿Crees que en la evolución política y filosófica
de Marx su contacto con la situación obrera, con el movimiento obrero de la
época, con la emigración, fue importante en su evolución y en la irrupción de
sus ideas?<BR></STRONG><BR>El ser produce la conciencia, Marx y su crítica
materialista es impensable sin su derrotero de emigrado político, sin sus lazos
multinacionales, internacionalistas y cosmopolitas, y en esta época su paso por
París. Marx vivía en el este de la ciudad, en el corazón obrero, y lo más
importante es el contacto con los straubinger, los así llamados artesanos
alemanes influenciados por ideas owenistas, fourieristas, charbonnieres,
saintsimonianas y por la actividad del sastre Weitling, futuro líder de la "Liga
de los Justos" y autor de la primera profesión de fe comunista. Precisamente
Hess calculaba, en una carta de aquellos años, que vivían y trabajaban en París
alrededor de 85.000 trabajadores alemanes, casi un 10% de la población, la
mayoría sastres y ebanistas (trabajadores manuales en un 85%, el resto son
periodistas, artistas, etc.). Algunos oficios eran típicamente alemanes, como el
de zapatero: "allemand" en la jerga parisina llegó a ser sinónimo de cordonnier.
Los alemanes, como todos los emigrantes pobres actuales y pasados, hacían bajar
en su desesperación los salarios medios de los franceses, por lo que eran muy
comunes conflictos y campañas xenófobas.<BR><BR>Agentes secretos prusianos ya
andaban tras la pista de sus pasos, te leo un párrafo de un informe secreto que
es delicioso: "En París comienza a surgir una nueva clase de escritores,
artistas y obreros alemanes, la cual está decidida a provocar el derrocamiento
por el camino de las reformas sociales. Al frente de dicho partido se encuentran
los representantes de la doctrina hegeliana: Ruge, Marx. Resulta verdaderamente
lamentable ver de qué forma algunos intrigantes engañan a los pobres obreros
alemanes. Pero no sólo intentan arrastrar al comunismo a los obreros, sino
también a jóvenes comerciantes, dependientes. Los comunistas alemanes se reúnen
cada domingo ante la 'Barriere du Trône', en la sala de un tabernero en la
carretera. Se reúnen normalmente 30, muchas veces 100 0 200 comunistas. Tienen
alquilada la sala. Allí pronuncian discursos en los cuales se predica
abiertamente la muerte del rey, la abolición de todos los bienes, la eliminación
de los ricos, etc. En resumen: la más horrenda e inaudita locura. Le escribo a
toda prisa, con el fin de que esos Marx, Hess. no continúen arrojando a la gente
joven a la desgracia".<BR><BR>El espía prusiano no estaba alejado de la mutación
que se estaba produciendo: el surgimiento de un nuevo tipo de escritor. Y es que
el exilio político acarrea un doble corte: de un lado re-establece una libertad
y una posibilidad de expresión imposible en Alemania; del otro una muerte
simbólica de todo el pasado in toto. El exilio genera en sus condiciones
materiales un tipo de intelectual que se aproxima al ideal weberiano de
Wertfrei, libre de valores, como dirá Mannheim, el ideal de intelectual: quinta
esencia de un pensamiento crítico y objetivo. París es la fase de ruptura, de
renovación práctica de la teoría, donde la exterioridad del exilio se transforma
en objetivación de la filosofía bajo la kritik al idealismo, preámbulo de la
kritik a la ideología. El proceso genealógico que va de glosar a Epicuro a la
idea comunista de 1845 no podía producirse sin el desgarramiento y la
expatriación del emigrado político. La idea comunista no se hubiera generado sin
esta epistemología del exilio.<BR><BR><STRONG>- Comentas también que el texto
fue pensado para ser leído en público para un potencial auditorio obrero de la
región natal de Engels en Wuppertal, Renania. ¿Se llegó a leer finalmente? ¿De
dónde esa finalidad?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Pensemos que la revista intentaba aprovechar el creciente
interés del público por los problemas sociales, para crear un medio mensual
diríamos "criptocomunista" que, sin acusar una clara tendencia izquierdista, ya
que ello podría echarla a pique desde el primer día por la estricta censura,
informase regularmente acerca de la situación de la clase obrera en Alemania,
hasta entonces totalmente ignorada, tanto por la ciencia como por el público. La
idea de que la revista sea un colector, catalizador, un "andamio" que asegure
niveles de organización necesarios, tanto para la construcción de una
organización como para la generación de una acción política eficaz sobre la
Klasse de los proletarios, tribuna y Forum a la vez. Aquí encaja a la perfección
la colaboración de Marx sobre el suicidio en clases representativas de todo el
cuerpo social burgués, o sea, denunciar die soziale Misère und das Bourgeois
regime tal como se declaraba en su política editorial. Era muy normal en la
época que se leyera en voz alta las columnas más interesantes en los cafés y
tabernas más políticas.<BR><BR><STRONG>- Citas también en tu presentación a la
gran Flora Tristán. Como recuerdas, no llegaron a conocerse ella y Marx.
¿Observas alguna similitud en sus posiciones?<BR></STRONG><BR>En La Sagrada
Familia, como dije antes el texto inmediatamente anterior al del suicidio, en el
capítulo IV (escrito por Engels), "Die kritische Kritik" als die Ruhe des
Erkennens oder die "kritische Kritik" als Herr Edgar", se realiza una defensa a
toda la línea de la feminista comunista Flore Celestine Therèse Henriette
Tristán Moscoso Laisney (¡otra emigrée!) y su libro Union Ouvrière, impreso en
la misma imprenta donde Marx y sus compañeros editaban sus periódicos. Flora era
criticada por los jóvenes hegelianos, antiguos aliados, ahora llamados "Los
libres", como una "dogmática femenil". Allí, la autora, sentenciaba que el
mejoramiento de la situación de miseria e ignorancia de los trabajadores es
fundamental, porque "todas las desgracias del Mundo provienen del olvido y el
desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles
del ser mujer".<BR><BR>Ella rehusaba mantener la emancipación de los
trabajadores separada de las de las mujeres: "el hombre más oprimido puede
oprimir a otro ser, que es su mujer. La mujer es la proletaria del mismo
proletario". Tristán había muerto a los 41 años, víctima de tifus, y antes de
que Marx (o Engels) pudieran conocerla. Mártir de la opresión de género,
maltrato marital y violencia doméstica (su esposo intentó asesinarla a tiros:
tuvo una bala sin extraer en su pecho hasta su muerte). Engels y Marx sumaron
-la crítica materialista puede ser vista como un gran palimpsesto de todas las
tradiciones anticapitalistas- lo más sustancial de la visión feminista-comunista
de Tristán.<BR><BR><STRONG>- Marx abre su escrito con unas palabras muy
elogiosas a la "Crítica francesa de la Sociedad". ¿A quienes, a qué tendencias
se está refiriendo?<BR><BR></STRONG>Exacto, es al mismo tiempo una crítica
velada al atraso y dogmatismo de la doxa comunista en la propia Alemania. Tanto
para Engels como para Marx, el Comunismo francés, a diferencia del alemán, había
nacido directamente de la situación de la clase obrera, el cuerpo real y punto
de partida efectivo de todos los movimientos sociales del presente, "porque
constituye la saliente más encumbrada y desembozada de nuestra miseria social
imperante." El Comunismo alemán, eminentemente filosófico, tiene una génesis
burguesa, puramente ilustrada, a partir de presupuestos teóricos. Por ello, la
moderna crítica social francesa es superior, por su origen histórico y
determinación por las relaciones de producción burguesas. Pensemos que cuando
Marx llega a París el Socialismo francés vive su Edad de Oro. Dentro de la
etiqueta "crítica social francesa" está pensando en una miríada de literatos,
autores y sectas, muchas elogiadas en su correspondencia y en obras anteriores,
como Saint-Simon, Fourier, Proudhon, Leroux, Sand, Laponneraye, Cabet, Dézamy,
Blanqui, Buchez, Tristan, Pecqueur, Consideránt, Louis Blanc, Lamennais, J. J.
Pillot, Vinçard, Gay, Charavay, Teste, etc. pensemos que existían en ese momento
en Francia, por ejemplo, ¡más de cuatrocientas publicaciones que se reclamaban
fourieristas! Muchas de las publicaciones francesas serán tomadas como modelo,
no sólo en lo teórico sino en el aspecto formal, por Engels y
Marx.<BR><BR><STRONG>- En la edición, en la página 107, incluyes un curioso
texto, un Plan editorial, "Biblioteca con los mejores escritores socialistas
extranjeros". Es un escrito de Marx de 1845. ¿Para quién ese plan editorial?
¿Qué autores destacarías entre los seleccionados?<BR></STRONG><BR>Tiene relación
con tu pregunta anterior. La revista venía acompañada de una "Biblioteca." en la
que se trataba de difundir a bajo costo esta novísima crítica social, traducida
al alemán. Muchos de los autores que Engels y Marx admiraban, estudiaban e
intentaban conocer, pasan ahora a una colección de las fuentes para la historia
del Comunismo y el Socialismo o, al menos, la historia en las fuentes y a través
de las fuentes. Complemento esencial al trabajo más táctico y coyuntural de la
revista, ya que serían textos cuyo contenido efectivo serían hoy en gran parte
plenamente utilizable para la militancia y la construcción organizativa. No
conocemos los autores propuestos por Engels en su totalidad (nombra a clásicos
como Fourier, Morelly, Owen y los saintsimonianos), pero Marx dejó un plan
editorial detallado que incluye obras completas y compilación de
artículos.<BR><BR>En él pueden verse autores individuales, sectas y
publicaciones: por ejemplo tenemos a Jules Gay y Theodore Dézamy, que eran
calificados en La Sagrada familia como "los comunistas franceses más
científicos"; cita publicaciones como La Fraternité del abogado Richard de
Lahautière, inspirada en Babeuf, mencionada positivamente en La Ideología
alemana, autor del cual Marx poseerá su libro de 1841 De la loi sociale; sectas
como el Cercle Social, organización creada por intelectuales parisinos en los
primeros años de la revolución francesa, ligados a los enragés (su figura
destacada era Claude Fauchet) o un autor que aparecerá citado en El Capital,
Alexandre Louis Joseph, marqués de Laborde, y su libro De l'esprit d'association
dans tous les intérêts de la communauté de 1818. Un proyecto ambicioso que por
falta de un editor confiable nunca llegó a realizarse. Se cumple aquello que
para los clásicos, sin teoría revolucionaria no hay práctica
revolucionaria.<BR><BR><STRONG>- No te canso más. Abres con una cita de Elias
Canetti: "Un filósofo sería aquel para quien los hombres fueran siempre tan
importantes como los pensamientos". ¿Fue Marx un filósofo en el sentido que
apunta Canetti en este aforismo?<BR></STRONG><BR>Totalmente. Sabemos que el
motto preferido de Marx era la máxima romana que había escrito el poeta
Terenciao: Homo sum, humani nihil a me alienum puto, "Hombre soy; nada humano me
es ajeno". Glosaría al gran Canetti diciendo que para Marx los hombres y mujeres
fueron tan importantes como los pensamientos cuando abandonó definitivamente la
filosofía profesoral. <BR><BR><STRONG>* Nota de Correspondencia de
Prensa:</STRONG> hay una edición en portugués del texto de Marx (Boitempo
Editorial, Sao Paulo, 2006), que incluye un ensayo de Michael Löwy titulado "Un
Marx insólito", y una cronología biográfica.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>