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name="Compose message area"><FONT face=Arial><STRONG>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><FONT size=4><U>boletín solidario de información</U><BR><FONT
color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa</FONT><BR><U>19 de febrero
2013<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante - Agenda
Radical</FONT><BR>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT><A
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title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
size=4></FONT></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify>Uruguay<BR><BR>Entrevista a Michelle Suárez<BR><BR>"Hay
personas que aún siguen creyendo que discutir cuestiones de género divide la
clase social"</STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>"Durante muchísimos años,
pertenecer a la diversidad sexual era ser un ser torturable. Esto implica que
que a vos te torturen no es algo malo. Y creo que hoy las personas trans
seguimos siendo seres torturables".</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><BR></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Proyecto
Fósforo</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
title="http://proyectofosforo.com/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://proyectofosforo.com/"><STRONG
title="http://proyectofosforo.com/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://proyectofosforo.com/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR><BR>Tiene 29 años y mantiene el
buen humor de alguien que no quiere perder el tiempo. Recibe a sus clientes en
una mesa cercana a la puerta del Bar Sportman. Acota, pregunta, razona en voz
alta. Los mozos van y vienen. Por la ventana se ve, dibujada, la silueta de la
Universidad, que también es un pedazo de su historia. A menos de tres años de
recibirse de abogada y de cuatro de empezar a militar, Michelle Suárez emprendió
una carrera meteórica que la terminó por poner en el centro de algunos de los
debates políticos más sonados de estos años. Suárez es la primera abogada trans
del Uruguay, pero también la redactora de leyes claves para la llamada "agenda
de derechos", como la Ley de Identidad de Género o la Ley de Matrimonio
Igualitario. Una ya aprobada y la segunda en trámite, ambas iniciativas
partieron de la sociedad civil. Y de la cabeza de Michelle. Una y otra
recibieron, luego de marchas y contramarchas, el apoyo del Frente Amplio y
legisladores de la oposición. Ya fuera por convicción, o porque cambiaron las
condiciones, o porque tuvo viento de cola, o por cualquier motivo que se quiera
sacar de la galera.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR>Michelle no tiene pelos en la
lengua para admitir "vergüenza de formar parte de esta sociedad" que, en el caso
Tania Ramírez, culpabiliza a la agredida por la golpiza. O para señalar al
Director de Derechos Humanos como "un burócrata bien pago" que "se olvidó que
alguna vez militó en la sociedad civil" a la hora de instrumentar la Ley de
Identidad de Género. La Michelle militante de la sociedad civil se funde en la
Michelle política, que califica de "infantil" la propuesta presentada como baja
de la edad de imputabilidad y se pregunta por qué cree tener que alegrarse de no
escuchar las últimas declaraciones del presidente en torno al matrimonio
igualitario. "Eso es no entender que el capitalismo también se alimenta del
patriarcado. Y que la lucha de clases se alimenta de las contradicciones de
género", explicará luego, una Michelle Suárez inesperadamente marxista. A fin y
al cabo, uno no tiene que ahondar mucho en la entrevista para darse cuenta que
el título de "primera abogada trans" es, en cierta manera, una injusticia con
esta mujer política.<BR><BR><STRONG>- Fósforo: ¿Cuándo empezaste a militar en
Ovejas Negras?</STRONG></FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Michelle Suárez: Tiene que ver con cuestiones personales
mías. Yo había sido una estudiante de Derecho que siempre había coqueteado con
ciertos temas. Era la típica que cuando se hacían cosas en el Paraninfo, por
ejemplo, en relación a los derechos sexuales y reproductivos, etcétera, siempre
iba, escuchaba, tenía una posición tomada al respecto. Pero nunca había dado ese
paso de pasar de apoyar a militar. En realidad, a fines del 2009 pasó algo en mi
vida personal, que fue el fallecimiento de mi madre. Era justo el año que yo
egresaba de la facultad y me pasó que no sabía mucho en ese momento cómo
canalizar mis emociones. No sabía cómo convertir un dolor que me inundaba en
algo medianamente productivo. Entonces lo que hice en ese momento fue lo que
siempre hice: trabajar. Yo soy bastante workaholic y estudié y trabajé
intensamente y no me era suficiente para poder manejar la situación. Y mi amiga
aquí presente [señala a Rosario, su amiga y socia, sentada en la mesa del bar]
me propuso que mandara un mail a Ovejas Negras. Me dijo: "Si no te gusta, no vas
más y ya está. No perdés nada con ir". Y bueno, mandé el mail y mis compañeros
pensaban que estaba al borde del suicidio [se ríe]. Ellos estaban acostumbrados
a que cuando alguien les enviaba un mail les escribieran cosas del estilo "Hola,
me gusta militar. ¿Puedo ir? ¿Dónde se reúnen?". Y yo mandé una carta formal,
como podría haberla enviado a cualquier institución. Algo profesional. Mandé una
nota con fecha, encabezado, escribí un "Por la presente, la señora expresa.". En
Ovejas Negras se había dado todo un debate donde no sabían si yo era
psiquiátrica, suicida o terrorista. Algo era. Después Valeria Rubino me terminó
haciendo una entrevista y a partir de ahí me dijo que se iban a empezar a
reunir. Había un evento en ese momento que era el lanzamiento del curso de
formación para mujeres trans, que se hizo en el Salón Dorado de la intendencia.
Fui, conocí a Diego Sempol, nos reunimos a la semana siguiente y de ahí en más
me quedé.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3 face=Calibri>- </FONT>F: ¿Cómo ves la
relación entre el movimiento LGTB y el Frente Amplio (FA)?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Yo creo que cualquier grupo de la sociedad civil que
trabaje intensamente hace política. No es política partidaria, pero es política.
Y si estás buscando que se aprueben normas, que haya cambios institucionales,
que cambien las prácticas en los ministerios, que se desarrollen políticas
públicas a largo plazo, en el fondo lo que buscás es incidir en la agenda del
Estado y del gobierno. En un país absolutamente partidizado como es el Uruguay,
obviamente los lazos entre las organizaciones de la sociedad civil con los
partidos políticos se van a generar. Sobre todo porque los integrantes, en un
país tan partidizado, no son extraterrestres. Así que lo más probable es que en
la mayoría de los casos tengan doble militancia o incluso triple. Lo más
probable es que tengan militancia gremial, militancia en la sociedad civil y
militancia en un partido político. El tema es que a mí me parece que puertas
adentro, más allá de lo que cada uno por su militancia pueda generar cruzando
ejes, haciendo más dinámico, vigoroso y complejo el debate a la interna, no debe
haber una bajada de línea de una cierta orientación política porque eso
implicaría segregar a todo un sector de otras personas que padecen las mismas
situaciones que vos y que pretenden hacer cambios en la sociedad. O sea, como no
tienen tu misma orientación política, las excluís. Entonces, hacia el adentro,
en mi opinión, no debe interesar la orientación política que tenga cada uno.
Incluso cuando vos proyectas hacia afuera, por ejemplo con el proyecto de
matrimonio igualitario, la primera premisa es que se les lleve a todos los
partidos. Se habla con todos los sectores de cada partido, vamos a los despachos
de todo el mundo. Ahora: es inevitable y sería poco honesto no reconocer que en
el momento en que se levanten las manos, la mayoría de los votos con cuestiones
vinculadas a la diversidad sexual provienen de la izquierda. Eso sería imposible
de no reconocer.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>- F: ¿Te considerás una militante de
izquierda?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>MS: (Piensa) No. Me
considero una simpatizante de la izquierda.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Votás a la izquierda.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Sí, hasta ahora sí.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Ahora, esa alianza entre el Frente Amplio y
el movimiento social se ha ido debilitando con el tiempo.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>MS: No es lo mismo ser
oposición que ser gobierno. Para mucha gente que por muchos años trabajó en la
sociedad civil no es lo mismo ocupar un cargo en el Estado. Si no, miremos el
caso de Javier Miranda [Director de Derechos Humanos del Ministerio de Educación
y Cultura, MEC]. Miranda se olvidó que alguna vez militó en la sociedad civil.
Hoy es un burócrata bien pago.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>- F: ¿Por qué lo decís?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: La gestión de Miranda es bastante insuficiente, con
graves problemas. En mi caso personal, no es algo nuevo. Yo se lo dije delante
del ministro cuando nos dio una entrevista. La implementación de la Ley de
Identidad de Género, que exigía tener dentro de la Dirección Nacional de
Registro [órgano desconcentrado del MEC] una comisión asesora para que todas las
personas que quisieran hacer el cambio de nombre y sexo registral fueran y se
elaborase un informe interdisciplinario, tardó un año y medio. Y cuando se
implementó fue después de ir un año, todos los lunes, a golpear la puerta del
director del Registro. Se le llevaron los nombres de las profesionales, fuimos a
hablar con los ministerios para que se haga el acuerdo ministerial, fuimos a
hablar con los superiores de las funcionarias para que se les concedieran las
horas. Si ahora estos profesionales van al interior es porque fuimos a hablar
para que a través de los centros del MEC y del Ministerio de Desarrollo Social
(MIDES) se sorteara el obstáculo para muchísima gente que no puede pagarse el
boleto para venir a Montevideo a hacerse el informe. Entonces, se generó una ley
que salió de un Parlamento donde la izquierda tenía mayoría, se consiguió un
logro histórico, pero esa norma fue, durante casi dos años, letra muerta. Seis
meses tardamos en que el Poder Ejecutivo pusiera la firma a la reglamentación. Y
un año y medio para que se consiguieran dos funcionarias de todo el aparato
estatal para desempeñarse en esa comisión. Tenemos preciosos instrumentos
jurídicos que no son operativos en la vida real.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: ¿Y cuál es la alternativa?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: No alcanza con la formación técnica. Hace falta, para
comenzar por algo básico, que los operadores jurídicos que se están formando en
este momento en la Facultad de Derecho que tenemos a nuestras espaldas, tengan
formación de género. Hoy Género es una materia opcional de un semestre, el
último año. Obviamente el eje diversidad sexual ni siquiera lo podés oler. Y lo
poco que hay está enfocado en la figura de una mujer que no es negra, no es
lesbiana, no es trans, y si es posible es una universitaria blanca y
pseudocatólica.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Has logrado victorias importantes para el
movimiento LGBT a través de la justicia, por ejemplo en el caso del
reconocimiento de matrimonios entre personas del mismo sexo contraídos en otros
países. ¿Cuales son las potencialidades y los límites de esta
estrategia?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Yo debo reconocer que no es una estrategia del
movimiento social. Ni siquiera es una estrategia. Con Rosario, mi socia, nos
pasa que vienen personas a plantear problemas que tienen. Por razones obvias,
muchas personas saben que tenemos una sensibilidad hacia temas de diversidad
sexual que tal vez otros estudios no tienen. Cuando vienen a plantear su caso,
muchas veces no existen normativas específicas para solucionar esos problemas.
Entonces, lo que tratamos de hacer es buscar soluciones con los instrumentos que
ya existen. En esa batalla muchas veces vas a tener más derrotas que éxitos, y
es algo de lo que hay que ser conscientes. Ahora, ese recorrido va generando
muchos insumos para trabajar desde lo académico. Y ese trabajo luego puede
servir como germen para que yo, o quien venga después, pueda elaborar cosas que
impliquen cambios en políticas públicas. Un ejemplo: cuando trabajamos en
discriminación, durante muchísimo tiempo nosotros trabajamos con las normas
sobre el tema, aún con todos los problemas endémicos que tienen. Ahora, cuando
íbamos a mirar la experiencia forense no existía ni un solo caso de
procesamiento, ni uno de investigación. Ya no era que no existía una condena: ni
siquiera existía la investigación. Entonces, cuando empezamos a trabajar, en
algunos casos nos iba mal, en otros peor, pero fuimos enfocándonos y
desarrollando nuevas teorías dentro de las herramientas que teníamos. Y logramos
el primer procesamiento. Cuando llegamos a ese primer procesamiento, a mí me da
los insumos para hacer un análisis comparativo entre lo técnico-legal y la
experiencia forense y generar, un análisis crítico y diagnóstico de la normativa
en discriminación para analizar todo nuestro ordenamiento jurídico y ver las
soluciones posibles que puedan existir para otros temas con dificultades
similares a implementar en reformas legislativas posteriores.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><STRONG>- F: La
posibilidad de que la estrategia de conquistar derechos en luchas judiciales
avance hace pensar en un rol político de la justicia. ¿Qué tan política y que
tan neutral es la justicia?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: El derecho, muchas veces, es una de las áreas que más
te permite disfrazar tu acción moral con la acción técnica, y donde podemos dar
ropaje jurídico a meras opiniones personales. Voy a poner un ejemplo ya que se
nombró el primer reconocimiento de un matrimonio contraído en el exterior.
Cuando nos llegó ese caso, yo consideraba que había elementos suficientes desde
lo técnico para que eso se lograse. Sin embargo, cuando yo realicé, antes de
presentarlo, consultas a más del 90 por ciento del derecho privado - que es la
materia que se aplicó en esta temática- todos me decían que estaba loca. O sea,
que mi posición no sólo era minoritaria sino que además estaba aislada. Era algo
así como una isla rodeada por tiburones. Cuando surge este caso pasé a ser la
mayoría. Después, todos los catedráticos salieron a decir que eso lo habían
dicho siempre, que siempre lo habían pensado. Pero todos estos catedráticos
tienen textos defenestrando la posición contraria, que sólo yo sostenía. Es una
de las áreas que más artilugios e instrumentos te da para disfrazar opiniones
morales como opiniones técnicas. Pensar que en la formación profesional es
suficiente con que estés actualizado de las normas que se aprueban o actualizado
en la técnica jurídica es darle la espalda a que cualquier profesional, no
importa de donde venga, traiga preconceptos sobre qué es femeneidad, qué es
masculinidad, qué es paternidad. Esos conceptos los cargás y los llevás y los
aplicás en cada una de tus decisiones.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: En casos como el de la pareja expulsada de
Viejo Barreiro se recurrió ante la justicia a la ley anti-discriminación, aunque
sin éxito. ¿Esto se debió a problemas en la ley, en la justicia o en los méritos
del caso?<BR></STRONG></DIV>
<DIV align=justify>MS: Esto tiene distintas aristas. En el caso de Viejo
Barreiro los chicos nunca tuvieron un asesoramiento letrado que los acompañara.
Ellos se manejaron como pudieron y como les salió. Eso, en cuestiones de este
tipo, tiene un gran peso y puede hacer variar el éxito o el fracaso de su
situación. Muy poquito después fue el caso de Fernando Frontán, que fue exitoso
(en este caso, la justicia procesó sin prisión al dueño del boliche Tres Perros
por expulsar del local a Frontán, considerando que hubo "desprecio y
discriminación" por su condición sexual). El tema es que, desde el comienzo,
este último caso se manejó desde lo técnico. Ahí está la gran diferencia. Ahora,
en el fallo de Viejo Barreiro, si alguien lee lo que terminó fallando el juez,
dice: "Archívese sin perjuicio". Cuando alguien dice "Archívese sin perjuicio",
eso no significa que los hechos alegados sean falaces o fabulados. Significa que
en lo que hace a la técnica jurídica, la teoría del delito, no se conjugaron
todos los elementos. O sea, no se probó que existiera una conducta típicamente
antijurídica. Entonces, cuando no se da uno de estos elementos, uno puede decir:
"Rompe los ojos que esto fue así". Pero ¿qué pasa? En el derecho penal lo que
está en juego es la privación de libertad de un sujeto. Por lo tanto, el
principio es que en caso de duda, In dubio pro reo: se falla a favor del
acusado. Son principios que nos protegen, que protegen el Estado de Derecho. Lo
que pasó es que no se conjugaron todos los elementos. Ahora, "Archívese sin
perjuicio" quiere decir que, si alguien trajera nuevas pruebas, se vuelve a
abrir el caso. Se volvería a analizar. Ahora, lo que subyace acá - y es el
aprendizaje más grande que se puede sacar de este caso- es que nosotros creemos
que a un problema social como el de la discriminación puede existir como único
remedio el acceso a la justicia o la esfera penal. ¿Realmente consideramos que
la esfera penal es la mejor vía para determinar cuestiones de discriminación
como problema social? Yo personalmente considero que no. Nuestro derecho penal
es muy arcaico, casi medieval. Está enfocado en la figura de la criminalidad y
nunca en la de la víctima. Los derechos humanos tienen tres patas fundamentales:
prevención, consagración, protección. La protección es la que Uruguay
constantemente olvida. Una vez que el derecho está vulnerado, menoscabado, ¿cómo
resarcimos a la víctima? ¿Cómo hacemos para no revictimizarla? Bueno, pues el
derecho penal lo que hace es revictimizar una y otra vez. No resarce a la
víctima porque no le interesa la víctima. Simplemente da noticia mediante su
renuncia y es quitada del proceso, porque es de interés público. Entonces, lo
que deberíamos aprender es que la discriminación tiene en este país un enorme
bache legal, y seguimos operando con una norma administrativa y una norma penal,
y en el medio no hay un acceso a la justicia por una vía específica que tenga
que ver con discriminación. Creo que esa es la conclusión que deberíamos sacar
de toda esta situación.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>- F: ¿Debió usarse la tipificación de racismo en el
caso de Tania Ramírez?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Eso sí es muy complejo porque no vi el expediente. Yo
me puedo basar en trascendidos, pero sería muy poco serio que yo me exprese
sobre la actuación de un juez y de un fiscal sin ver el expediente.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>- F: Ahora, sobre el debate público en relación al
tema, ¿sacás alguna conclusión?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Fue bastante nefasto. Me parece que el hecho de que
luego de que una persona haya sido brutalmente golpeada, arrastrada, maltratada
y que haya estado en peligro su vida -y esto no lo digo como abogada sino desde
lo humano- se la quiera hacer culpable de la golpiza es vergonzoso.
Prácticamente Tania había cometido un hecho espantoso porque denunció que la
golpearon casi hasta la muerte. Estuvo en peligro su vida. Realmente, me parece
muy preocupante como sociedad. Por el otro lado, yo misma puse en una red social
que de la misma forma que cuando vi lo que le hicieron a Tania a mí me dio mucha
vergüenza formar parte de esta sociedad, también te hace sentir muy orgullosa el
hecho de que haya miles de personas que salgan a la calle espontáneamente a
decir que esa no es la sociedad en la que quieren vivir. Te da un halo de
esperanza. Es algo así como decir: acá hay mucho para hacer.<BR><BR><STRONG>-
F:¿Qué empieza y qué termina después de aprobado el matrimonio
igualitario?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Lo que termina es la agenda predecible. Creo que lo
que comienza es un darnos cuenta que aquellos bastiones históricos del
movimiento LGTB no lo constituyen en un cien por ciento. Son simplemente los
reclamos que tal vez considerábamos más macro, que nos rechinaban más. Pero en
realidad, ¿podemos decir que con que aprobemos un abanico de normas estamos
hechos? ¿Son todas las normas que necesitamos? No. Hay que trabajar la normativa
sobre discriminación. Me parece uno de los vacíos más tremendos que tiene
nuestro derecho. Incluso me parece que tenemos una oportunidad a aprovechar, que
es la media sanción de un proyecto de inseminación artificial muy limitativo,
donde consideran solamente a parejas heterosexuales y casadas, y al mismo tiempo
consideran a parejas heterosexuales con derecho a la reproducción biológica o
por adopción, sin tomar en cuenta a muchísimas parejas lesbianas que
perfectamente pueden inseminarse. Y a mí me da un profundo temor que a una
situación que ya de por sí es de bastante desamparo, esta norma termine
haciéndoles el camino aún más difícil, incluso a muchas parejas de mujeres que
hoy en día logran arreglárselas para tener un hijo. Me produce bastante miedo.
Sólo en eso ya hay para trabajar años. Y después, si alguien quiere ser más
ambicioso, y trabajar en políticas públicas de largo plazo, ahí podríamos estar
milenios trabajando.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Participaste en la redacción de varias de
las leyes más discutidas de este período. ¿Tenés en mente una carrera como
legisladora?</STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify>MS: [Se ríe]. No, no.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Pero si alguno te lo ofreciera, ¿lo
pensarías?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>MS: Yo que sé, le haría
un test de alcoholemia. No sé, para una persona que no es militante de ningún
partido sino simplemente militante de la sociedad civil, sería muy alocado que
alguien pretendiese ofrecerle eso. Principalmente porque las bancas no sobran.
Sí sobra gente que quiere ocuparlas. Y mi banca debería ser un poco
grande.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Capaz que está pesando en el Senado, que son
más grandes.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Bueno, pero ahí son menos todavía. Y además no tengo
la edad constitucional para ocuparla.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Existe preocupación sobre el avance de la
autoridad policial a través de normas como la nueva ley de procedimiento
policial y propuestas como la ley de faltas y la internación compulsiva. ¿Estos
cambios afectan los derechos civiles de la población?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Sí, sí. Son preocupantes. El derecho debería tratar
de colocar a personas con poderes desiguales en pies de igualdad. Siempre pongo
el mismo ejemplo: el derecho laboral casi siempre toma personas desiguales en
poderes. Alguien que da el empleo, y que ejerce una subordinación mediante un
poder disciplinario, frente a alguien que está bajo subordinación y necesita un
trabajo para poder comer todos los días. Lo que intenta el derecho laboral es
equilibrar. Eleva las prerrogativas y facultades de uno para igualarlos a las
del otro, no formalmente, sino de manera sustantiva. Cuando existen limitaciones
a la forma en que el Estado, a través de su aparato represor, consigue evidencia
sobre la ilicitud de un acto cometido por x persona es porque lo que trata de
hacer es atar sus propios pies para que el Estado de Derecho sea hacia los dos
sentidos. Si me veo en la tentación de decir que como yo mismo me autoimpongo
los límites -porque el Estado de Derecho es la autoimposición de atarse las
patas a su propia actuación- puedo tener la tentación de preguntar: bueno, si yo
soy el que me pongo los límites, ¿por qué no me los puedo bajar?. Pueden existir
normas que bajen esas prerrogativas, confiando en que supuestamente existe una
evolución social o un comportamiento tal que a pesar de que esas normas
limitativas no existen, la institución se va a poder manejar sola. El tema de
todo esto es que, en los hechos, en el largo plazo, el exceso de poder siempre
corrompe.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: ¿Hay una de cal y otra de arena con este
tema de los derechos? Por un lado se otorgan nuevos derechos, y por el otro lado
se quitan, como en el caso de los menores.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Puede ser una visión, perfectamente. Yo considero que
son cosas que actúan al mismo tiempo. Los ejes de discriminación son muchos y a
su vez se entrecruzan. Durante muchísimos años, pertenecer a la diversidad
sexual era ser un ser torturable. Esto implica que que a vos te torturen no es
algo malo. Y creo que hoy las personas trans seguimos siendo seres torturables.
Pero en estos últimos años emergió una visibilización muy fuerte de una agenda
muy particular que se instaló con fuerza y que empezó a generar, lentamente,
cambios cualitativos. Ahora, no creo que haya pasado lo mismo con la
pobreza.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>- F: ¿Escuchaste las declaraciones de Mujica sobre el
matrimonio igualitario?</STRONG></DIV><FONT size=3 face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR>MS: ¿Por qué creo que me tengo que alegrar de no haberlo
escuchado?</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><STRONG> -F: Dijo
que la izquierda se entretiene con debates como el del matrimonio igualitario
mientras no discute la disputa del poder.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Esa es una vieja discusión, que viene de no entender
que el capitalismo también se alimenta del patriarcado y que la lucha de clases
se alimenta de las contradicciones de género. Como decía una autora, si no
existiera el patriarcado, ¿de dónde salían los úteros que dan la mano de obra
para formar el proletariado? Es una discusión eterna, en donde había una autora
que hace muchos años ya planteaba que la existencia del patriarcado y el hecho
de que a la mujer se le da una función totalmente subordinada como la que se le
da es porque se tiene que asegurar de quien provea, todo el tiempo, el lumpen.
Hay personas que en los ochenta decían que discutir cuestiones de género era
dividir la clase. Hoy en día, parece que hay personas que aún siguen creyendo
que discutir cuestiones de género divide la clase social. Eso no hace sino
retrasar una discusión que tenemos pendiente.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Las reformas constitucionales aprobadas en
el país se corresponden siempre con cambios en la normativa electoral. ¿Están
desatendidos otros cambios más urgentes o necesarios a la Constitución actual,
por ejemplo, para consagrar derechos?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Yo creo que en ese aspecto nuestra Constitución es
mucho más avanzada que muchas latinoamericanas. Yo siempre digo lo mismo,
cualquier defensor del derecho debe abrazar, besar y hasta hacerle el amor a los
artículos 72 y el 332 de la Constitución [risas]. Son los dos artículos que
forman el marco duro, constitucional, de derechos que todo petitorio donde no
exista una norma que ampare, el 72 y el 332 nunca te dejan de a pie. No creo que
haya que reformar la Constitución. Generalmente, las últimas reformas no han
sido para mejorarla. Más bien han sido para empeorarla. Por lo menos, desde lo
técnico, se han generado graves problemas. Hay que tener cuidado que no pase lo
que pasó en Brasil, donde hubo algo que se llamó el movimiento de
constitucionalización de derechos, donde todos los derechos que se consideraban
importantes pasan a formar parte de la Constitución. Eso lo que generó es una
imposibilidad de movimiento de cintura, de adaptación. Porque las constituciones
no se reforman como una ley. Por lo general, las constituciones latinoamericanas
son rígidas, con procedimientos muy complejos de reforma. No es sólo levantar la
manito en el Parlamento.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Sin embargo hay un plebiscito en el
horizonte. Concretamente, para bajar la edad de imputabilidad.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: Pero es que la edad de imputabilidad no son los
dieciocho. Eso es un error que no sé por qué lo siguen repitiendo. ¡Lean el
Código de la Niñez y la Adolescencia! Los menores pueden perfectamente ser
privados de su libertad muy por debajo de los dieciocho años. Se pretende hacer
una reforma donde se dice: "Vamos a agravar las penas, vamos a bajar la edad de
imputabilidad". La edad de imputabilidad ya se bajó hace rato, y las penas ya se
están agravando. La cuestión es que posteriormente, las mismas personas que
quieren bajar la edad de imputabilidad y aumentar las penas dicen "Ay, pero no
tenemos dónde colocarlos".<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>- F: Se plantea la construcción de un centro de
rehabilitación específico.</STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify>MS: O sea que primero los metemos presos y después vemos cómo
los rehabilitamos. Hay un problema de tiempos. No, no. Sinceramente, el planteo
me parece bastante infantil.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>- F: Hay quienes hablan de la necesidad de un
Ministerio de Justicia que quite de la órbita del Ministerio de Educación y
Cultura las fiscalías y otro tipo de tareas de orden judicial que realiza el
Poder Ejecutivo. ¿Entiende que eso es necesario?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>MS: A ver, yo antes de eso me pregunto: ¿por qué el
sistema de cárceles no está bajo la órbita del Poder Judicial? ¿Por qué el
sistema de cárceles sigue bajo la órbita del Poder Ejecutivo? ¿Por qué el Poder
Judicial no tiene una Policía Judicial antes que crear un Ministerio de
Justicia? Hoy ni siquiera puede intervenir el propio juez en el traslado de una
cárcel a otra porque tiene que pedírselo del Poder Ejecutivo. Es realmente
demencial. Se condena al reo pero después de eso el juez no tiene ninguna
potestad. Es bastante ilógico.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>