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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>4 de marzo 2013</U><BR><FONT color=#800000><FONT
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Uruguay</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>El nuevo pacto
del Club Naval <BR></FONT></STRONG> <BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Jorge Zabalza<BR><A
title="http://zurdatupa.blogspot.com/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://zurdatupa.blogspot.com/">http://zurdatupa.blogspot.com/</A></STRONG></FONT><FONT
size=2 face=Arial><STRONG><A
title="http://zurdatupa.blogspot.com/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://zurdatupa.blogspot.com/"></A><BR></STRONG><BR><BR>Entre junio de
1968 y marzo de 1985, cientos de militares y policías torturaron, violaron
mujeres y hombres, secuestraron niños, asesinaron militantes y desaparecieron
forzosamente a muchos detenidos. En el Uruguay uno de cada quinientos estuvo
preso por sus ideas políticas, fue una represión masiva, generalizada, sin
límites prácticamente, ofendió a la comunidad humana mundial tanto como a los
tres millones de uruguayos. Idéntica naturaleza que los crímenes de los nazis
contra los pueblos soviético y judío, o que los cometidos en Ruanda y en Irak, o
los que hoy se cometen en Palestina por las tropas israelíes. Son crímenes
contra la humanidad entera y deben aplicárseles las normas internacionales
aprobadas por las naciones del mundo precisamente para estos casos de desborde
de la barbarie y el salvajismo. Hechos incontrovertibles,
innegables.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>En Uruguay esos criminales
han sido protegidos por un acuerdo político no escrito, el Pacto del Club Naval
consensuado en 1984 por cuadros del Partido Colorado, la Unión Cívica y el
Frente Amplio. A cambio de que los mandos militares regresaran a los cuarteles y
permitieran elecciones nacionales ( aunque fuera con proscripciones), quedó
establecido que el Poder Judicial no juzgaría a quienes habían practicado con
denuedo el terrorismo de Estado. La impunidad "sobrevolaba o subyacía" el
entendimiento político con los mandos militares, al decir del general Líber
Seregni, uno de los dirigentes que consintió tan espúreo acuerdo.
</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>Una vez permitido el regreso de
la democracia burguesa, en el entusiasmo primaveral las víctimas de terrorismo y
sus familiares reclamaron justicia ante el poder judicial. Su valiente acción
sirvió de excusa a los tuteladores para señalar con claridad los límites de la
democracia formal, pues el general Medina escondió las citaciones judiciales a
varios de los más notorios asesinos en el "coffre fort" de la comandancia de las
fuerzas armadas. Su gesto brutal refrescó la memoria de los que se habían
comprometido a hacerse los chanchos rengos; connotados defensores del orden
establecido se sintieron en el "deber" de elaborar la ley de la caducidad de la
pretensión punitiva del Estado, hiperbólica denominación para un engendro que
hincó de rodillas a la "clase política" ante el partido militar. Dicho sea de
paso, meses más tarde algunas de sus víctimas intentaron lavar la imagen del
general Medina acompañándolo candorosamente a repartir bandejitas de comidas a
los escolares pobres. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR>Cada vez que el movimiento
popular quiso anular la caduca ley de caducidad, los malabarismos de los
cuadros políticos la mantuvo vigente. Pese a ello, como las bases
frenteamplistas fueron la columna humana que sostuvo la lucha contra la
impunidad, creció a ojos vista el caudal electoral de la fuerza política y
decreció el de los partidos comprometidos en la defensa de los criminales. Esa
es una de las razones, tal vez la principal, para que el responsable de finanzas
de la Comisión de Notables por Verdad y Justicia (la del Voto Verde en 1989)
fuera elegido como primer Intendente "progresista" de Montevideo en 1990 y
quince años después, como primer presidente frenteamplista del Uruguay. A fines
del 2004, Fernández, líder del pragmatismo y la entrega, asumió ante el Congreso
del Frente Amplio que para ganar las elecciones era necesario mantener la
vigencia de la infame ley que protegía a quienes fueron sus torturadores y los
asesinos de sus hermanos de lucha revolucionaria. Puede parecer curioso al
lector desprevenido, pero tan inmoral y poco ética postura obtuvo el apoyo de la
mayoría de los congresistas y, con ello se trastocó, de hecho, la columna de la
verdad y la justicia en base ideológica y política del olvido y el perdón.
<BR><BR><STRONG>La impunidad "progresista"</STRONG><BR><BR>Asumiendo como
propios los compromisos del Club Naval, una vez asumida la presidencia de la
república Tabaré Vázquez enloqueció a la opinión pública con sus gambetas y
zigzagueos endiablados. Hacía como que buscaba la Verdad y la Justicia
(autorizó, por ejemplo, las excavaciones en los cuarteles en busca de restos de
desaparecidos) pero ayudó a institucionalizar definitivamente la impunidad
como política del Estado uruguayo. Se opuso con uñas y dientes a la anulación de
la ley aberrante y pretendió hacer una especie de "día del perdón" con los 19 de
junio, fecha en que se recuerda el nacimiento de José Artigas, caudillo de una
de las pocas revoluciones agrarias del siglo XIX. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>Pese a la magnitud de los
obstáculos, en el 2009 la lucha popular casi, casi, logró echar abajo la ley que
protege a los asesinos de las normas internacionales. Para sostener la impunidad
otra vez salieron de las penumbras algunas de las más renombradas víctimas a
cortar el paso del Juicio y Castigo. José Mujica demostró ser un demagogo tan
hábil y falso como Tabaré: firmó públicamente en favor del plebiscito por la
anulación de la ley de impunidad, pero durante toda la campaña electoral
mantuvo al respecto un ominoso silencio sobre la aspiración popular de verdad y
justicia. Su actitud sembró confusión en el electorado y sectores de militancia
frenteamplista sabotearon el llamado Voto Rosado. Hubiera bastado conque Mujica
hiciera una mínima señal de apoyo a la anulación, para que hoy día no existiera
la inmoral ley de caducidad que continúa siendo el fondo del problema según
expresó la primera senadora Lucía Topolansky. Mujica optó por sumarse a quienes
defienden la impunidad consagrada en el pacto del Club Naval, voluntad en ese
entonces ya reforzada por las negociaciones secretas del más famoso ladero del
presidente ex-guerrillero. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>Como reconoce la propia
dirigencia del Frente Amplio, la gestión del gobierno de Mujica se destaca por
la ineficiencia general y, en particular, en lo referente al programa popular,
vivienda, educación y salud. En cambio ha sido extraordinariamente eficaz para
fortalecer y aceitar la maquinaria policíaco militar, dejándola en inmejorables
condiciones de armamento, movilidad y funcionamiento, pronta para futuros
desmanes y malones terroristas. Para justificar el fortalecimiento del brazo
armado del capitalismo, Mujica, Fernández y Bonomi predican la peregrina idea de
que han cambiado muchísimo, ahora son "profesionales" y ello les impediría
cometer nuevamente los crímenes que cometieron en el pasado. Como si los
policías "profesionales" no torturaran en las comisarías y las "profesionales"
tropas israelíes no fueran las responsables del genocidio al pueblo palestino.
Por el contrario, a mayor "profesionalidad" mayor capacidad técnica para la
tortura, la violación, el asesinato y la desparición forzosa. Están aceitando la
guillotina que caerá sobre la cabeza del pueblo uruguayo. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>Es el discurso y la práctica de
olvidar y perdonar que la derecha destaca y aplaude tanto como la política
económica del gobierno. El compromiso de las víctimas arrepentidas con los
victimarios es destacado como una demostración de altruísmo y "humanismo",
cuando en realidad, lo único que demuestra es el abandono de los principios y
los valores que los llevaron a pretender la transformación revolucionaria de la
sociedad. Llegaron al gobierno gracias a su aura guerrillera y al haber sido
torturados como rehenes, identidad que se quitaron de encima porque les
molestaba para las transas con los dueños del Uruguay, las corporaciones
transnacionales y el imperialismo. Con el consentimiento y apoyo de los
parlamentarios y los dirigentes del Frente Amplio, el cuarteto
Mujica-Fernández-Topolansky-Bonomi instaló una atmósfera ideológica que
convierte al Uruguay en santuario para los criminales impunes.
<BR><BR><STRONG>El santuario de la impunidad</STRONG><BR><BR>En las condiciones
santificadas por el "progresismo" la derecha encontró el campo más favorable
para que prosperaran sus ideas linderas con el fascismo. Las claudicaciones
abrieron las puertas a dos resoluciones de la Suprema Corte de Justicia que
representan una amnistía de hecho a los criminales del terrorismo de Estado. La
primera fue la remoción de la Jueza Mariana Mota que obstaculiza la rápida
diligencia de las 55 causas contra militares y policías y la segunda es la
sentencia que declara inconstitucional el mamarracho de ley interpretativa,
aprobada por los parlamentarios frenteamplistas para eludir el desafío de anular
la ley de caducidad. El Pacto del Club Naval ha sido reflotado por la Corte de
In-justicia, cuyos ministros ingresaron a la magistratura durante la dictadura
militar, cuando no cualquiera podía acceder al cargo de juez. El gesto brutal de
la Corte, equivalente al del general Medina en 1986, fue aprovechado por el
Partido Colorado y el Partido Nacional, que se sienten derrotados de antemano y
están buscando hacer política allí donde tienen poder, como en la Suprema Corte
de Justicia. Están renovando sus credenciales antipopulares y antidemocráticas,
quizás estén pensando en una escalada y en ejercer presiones desde otros de sus
centros de poder, como los mandos militares y los gremios del latifundio.
Volveremos a tener en el escenario la antigua santa alianza reaccionaria.
</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>El nuevo empuje de la impunidad
no logra opacar la necesidad histórica de verdad y justicia. Ella renace y se
recrea. Porque son sentimientos arraigados muy profundamente en el espíritu de
los pueblos y porque desvirtúa de hecho todo el discurso liberal que sustenta la
democracia burguesa. Los privilegios de los criminales, dada su condición de
militares y policías, contradicen rotundamente la terna ideológica de la
revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad. A la natural aspiración
de verdad y justicia, malherida por los administradores del poder judicial, sólo
le queda el parlamento como posibilidad de respuesta institucional. Luego del
gambito de la Corte, al parlamento le toca jugarse por la libertad, la igualdad
y la fraternidad, principios básicos desde el origen del sistema republicano y
mucho más fuerte que la mentada separación de poderes. En el santuario de la
impunidad los parlamentarios frenteamplistas podrían jugarse por la verdad y la
justicia y anular la ley de caducidad de una vez por todas.
<BR><BR><STRONG>Pusilánimes</STRONG> <BR><BR>Una ley puede echar abajo a otra
ley. De hecho, en el empuje primaveral de marzo de 1985, el parlamento dominado
por los partidos tradicionales aprobó la ley No. 15.738 que en su primer
artículo elevaba a la categoría de leyes los "actos institucionales" de la
dictadura y en su artículo segundo anulaba 18 de esas leyes aprobadas en el
anterior. El recordado Helios Sarthou -¡qué falta hacés, viejo querido!- abundó
en varios escritos doctrinarios sobre la capacidad del parlamento para anular
aquello que él mismo aprobó. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR></FONT><FONT size=2 face=Arial>La
ley de caducidad contradice toda la legislación internacional sobre los derechos
humanos, esas leyes que hicieron posible la condena de los criminales nazis en
Nüremberg y que harán posible la condena de los genocidas que visten el uniforme
de los EEUU. <BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>La ley de caducidad contradice la
propia Constitución del Uruguay, como confirmó una sentencia de la Suprema
Corte para uno de los casos concretos. .<BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>¿Por qué el Frente Amplio no hace
valer su mayoría en el Parlamento y la anula de una vez por todas? No existen
argumentos legales para no hacerlo. Puede argumentarse, como he leído por ahí,
que este caprichosa Suprema Corte declararía inconstitucional una ley de tal
índole....bueno, muchachos, entonces habría que convocar al pueblo de verdad, no
como se hizo el lunes 25 de febrero. El pueblo en la calle es la única garantía
de Verdad y Justicia. </FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>Quizás la única razón política
para mantener la vigencia de la ley de caducidad sea el compromiso con los
mandos militares; la mayoría de los sectores del Frente Amplio continúan
consintiendo el apoyo dado por el general Seregni al Pacto del Club Naval.
Algunos descargan sus responsabilidades culpando a Víctor Semproni por sus
deplorables actitudes, olvidando como presionaron a Guillermo Chifflet para que
entregara su banca pero le perdonan la vida al diputado del Espacio 609. Anular
o no la ley de impunidad coloca al MPP en un brete: pinta en los muros "Fuerza
Mota" y "Verdad y Justicia" al mismo tiempo que sus mandarines negocian en
secreto con los militares y pidieron la cabeza la Jueza Mota. La situación está
siendo un detector para las mentiras y versos de Topolansky y asociados. Es como
cuando votaron el ingreso de los SEALs a territorio nacional o cuando callan
sobre el escándalo de las camionetas yanquis patrullando calles de
Montevideo.... en el Espacio 609 podrán decirse muy antiimperialistas, pero sus
manos levantadas niegan sus dichos. El único resultado de la pusilanimidad
es el desprestigio del parlamento y de la institucionalidad burguesa... el
pueblo uruguayo terminará como el italiano, votando payasos.
</FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial>Estamos ante la reedición del
Pacto inmoral y nada ético entre los mandos militares y los cuadros políticos.
Un nuevo acuerdo no escrito, implícito en las guiñadas, los gestos y las
conductas. Por eso no los voto más y menos todavía a Tabaré.</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>3 de marzo de 2013</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>
<HR>
</FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2><BR><FONT
face=Arial></FONT></FONT></DIV></BODY></HTML>