<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META content=text/html;charset=iso-8859-1 http-equiv=Content-Type>
<META name=GENERATOR content="MSHTML 8.00.7600.16385"></HEAD>
<BODY style="PADDING-LEFT: 10px; PADDING-RIGHT: 10px; PADDING-TOP: 15px"
id=MailContainerBody leftMargin=0 topMargin=0 CanvasTabStop="true"
name="Compose message area"><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>7 de marzo 2013</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: <A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
size=4></FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Brasil<BR><BR>Una guerra invisible
diezma a la juventud brasileña<BR><BR><BR>Desde que ocurrió en 1992, la masacre
del Carandirú, donde murieron 111 detenidos, ametrallados en lo que era el mayor
presidio de Brasil, fue registrada por miles de noticias e imágenes televisivas,
además de cinco libros y una taquillera película.</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Mario Osava<BR>IPS, Río de Janeiro, 6-3-2013<BR><A
title="http://www.ipsnoticias.net/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.ipsnoticias.net/">http://www.ipsnoticias.net/</A></STRONG><A
href="http://www.ipsnoticias.net/"><STRONG
title="http://www.ipsnoticias.net/ CTRL + clic para seguir el vínculo"></STRONG></A></FONT></DIV><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify>Pero cada día una cantidad similar de personas, la mayoría
jóvenes, es asesinada a tiros en este país sin ninguna repercusión. "Perdimos la
sensibilidad" para esa "masacre cotidiana", lamentó Julio Jacobo Waiselfisz,
autor del "Mapa de la Violencia 2013: muertes matadas por armas de fuego".
<BR><BR>El informe, divulgado la noche de este miércoles 6 en esta ciudad, fue
realizado para el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos (Cebela) y la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y se basa en registros
oficiales y totalizó 799.226 muertes por armas de fuego en Brasil entre 1980 y
2010. <BR><BR>De ese total de muertos, 450.255 eran jóvenes de 15 a 29 años,
indica el Mapa, cuyo título recoge la expresión coloquial brasileña de 'muertes
matadas', usada para referirse a los asesinatos. <BR><BR>Es una matanza
invisible, que equivale a la suma de víctimas fatales en los conflictos armados
de 12 países, incluyendo a Afganistán, Iraq, Sudán y Colombia, en los años
críticos de 2004 a 2007, compara el Mapa. <BR><BR>Los homicidios representan en
promedio 84 por ciento en las tres décadas registradas, en el informe que
también incluye las muertes por accidente, suicidios y otras causas
indeterminadas, no naturales. <BR><BR>En 2010, el porcentaje subió 94,6 por
ciento, en parte por mejoras en el Sistema de Informaciones de Mortalidad del
Ministerio de Salud. <BR><BR>El índice de homicidios por 100.000 habitantes pasó
de de 5,1 en 1980 a 19,3 en 2010. La escalada es sobre todo grave entre los
jóvenes, un grupo en que la tasa pasó de 9,1 a 42,5. Otro elemento importante es
que las balas matan a 2,5 personas negras por cada blanca. <BR><BR>El incremento
de esta tasa no fue uniforme. Aumentó hasta 2003, cuando se situó en 20,4 por
100.000 habitantes. Entonces decayó hasta reducirse a 18 en 2007 y volver a
subir ligeramente. <BR><BR>"Vivimos un equilibrio inestable" desde 2005, con la
caída de la letalidad en los estados más poblados y ricos del sureste,
especialmente en el de São Paulo, mientras se produjo un "crecimiento drástico"
en el norte y Nordeste del país, observó Waiselfisz a IPS. <BR><BR>En Maceió,
capital del nororiental estado de Alagoas, se triplicó el índice de muertes por
armas de fuego, alcanzando 94,5 por 100.000 habitantes en 2010, mientras en la
metrópoli de São Paulo bajó a 10,4, una cuarta parte menos que una década antes.
<BR><BR>Tres grandes factores explican la migración de la violencia criminal,
según el autor del Mapa, un sociólogo argentino que vive en Recife, una de las
ciudades más violentas del Nordeste brasileño y capital del estado de
Pernambuco. <BR><BR>El desarrollo económico, concentrado en las regiones
metropolitanas industriales del sureste, se descentralizó a partir de los años
90, creando nuevos polos en otros estados y en el interior del país, atrayendo
allí población e inversiones. <BR><BR>A eso se sumó el Plan Nacional de
Seguridad Pública, con un fondo que ayudó a mejorar el combate a la criminalidad
en grandes metrópolis como São Paulo y Río de Janeiro. Adicionalmente, una
mejora en los registros de mortalidad redujo los "cementerios clandestinos" y el
subregistro cayó casi a la mitad. <BR><BR>Pese a los avances logrados, la tasa
de homicidios por armas de fuego sigue demasiado alta. "Se repite un Carandirú
por día", observó Waiselfisz. <BR><BR>Se trata de una llaga compartida con el
resto de la región latinoamericana, fruto de una "herencia colonial y
esclavista, de desprecio por la vida humana", fundamentada en "la cultura de la
violencia, en la que los conflictos se resuelven exterminando al otro" y no
mediante la negociación o la justicia, y a una "elevada impunidad", diagnosticó.
<BR><BR>Cifras de la Organización de las Naciones Unidas indican que la tasa
promedio de homicidios en América Latina fue en 2010 de 26 por cada 100.000
habitantes, el triple que en Europa. El organismo caracteriza de epidémica la
violencia de más de ocho homicidios por 100.000 personas. <BR><BR>Estudios en
São Paulo estimaron que solo cuatro por ciento de los homicidas son
encarcelados, con "pérdidas" sucesivas en la cadena de denuncias, averiguaciones
policiales, procesos y condenas judiciales. Eso estimula la criminalidad y la
cantidad excesiva de delitos aumenta la impunidad en un "círculo vicioso",
evaluó el sociólogo. <BR><BR>Waiselfisz puso como ejemplo el del brutal
incremento de asesinatos en el estado de Alagoas, de 248 por ciento durante la
década pasada, debido al arribo allí de otra lacra criminal latinoamericana: las
mafias del narcotráfico, expulsadas de otras zonas, y a la debilidad de la
policía local, que protagonizó huelgas de más de siete meses. <BR><BR>Jorge
Werthein, presidente de Cibela, subrayó a IPS una contradicción que merece una
gran reflexión: la persistencia de la mortandad, e incluso su ligero incremento,
en los últimos 10 años, cuando crecieron la economía, la inclusión social y la
generación de empleos, con fuerte reducción de la pobreza y la desigualdad.
<BR><BR>La sociedad brasileña tiene que reconocer su realidad, en la que
"predomina la violencia en niveles inaceptables", y buscar respuestas "que no
sean solo represivas", opinó. <BR><BR>El período de reducción de los homicidios
en Brasil fue fruto de la campaña contra la posesión y uso de armas de fuego
durante el final del siglo pasado y el comienzo del actual, parcialmente por un
referendo que, en 2005, no aprobó la prohibición en el país del comercio de
armas y municiones. <BR><BR>En Brasil y en los demás países latinoamericanos el
control de la venta de armas es necesario para reducir los asesinatos, además de
acciones en áreas como la de la persistencia de la cultura de la violencia,
sostuvo Werthein. <BR><BR>El Mapa de la violencia sobre la criminalidad letal en
Brasil pretende principalmente "traer a la luz pública" las muertes cotidianas
que permanecen "invisibles" para la sociedad y cuya reducción exige "políticas
nacionales" y no solo las tradicionales intervenciones puntuales, allí donde hay
brotes de violencia criminal, concluyó Waiselfisz.</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV></FONT></BODY></HTML>