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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>16 de marzo 2013</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: <A
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href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Uruguay</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>La falacia
transgénica</FONT> <BR></DIV></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Carlos Santos<BR>La Diaria,
Montevideo, 14-3-2013<BR><A
title="http://ladiaria.com.uy/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://ladiaria.com.uy/">http://ladiaria.com.uy/</A></STRONG></FONT><A
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title="http://ladiaria.com.uy/ CTRL + clic para seguir el vínculo"></STRONG></FONT></A></DIV><FONT
face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>Fue en el Hotel Conrad de Punta del
Este en noviembre de 2012. Allí sesionó un congreso internacional sobre
investigación agrícola. Cuenta la crónica que José Mujica y el ministro de
Ganadería, Tabaré Aguerre, mantuvieron un intercambio privado con un grupo de
jóvenes periodistas. Allí el presidente se refirió a la importancia de las
empresas que "nos enseñaron a trabajar la tierra, y ahora somos un país
agrícola, cosa que no éramos, porque la siembra directa no se conocía",
agregando que la soja "merece un monumento porque es una planta sagrada que nos
trajo rentabilidad" (Presidencia, 03/11/12).</FONT></DIV><FONT size=2
face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Mujica no hizo otra cosa que reproducir el discurso
celebratorio de los transgénicos, que ha construido una serie de falacias en
torno a sus supuestos beneficios. Un centro de producción de ese discurso es el
ISAAA (sigla en inglés de Servicio Internacional para la Adquisición de
Aplicaciones Agrobiotecnológicas), cuyo cometido es "facilitar la introducción
de biotecnologías patentadas por los laboratorios de las empresas de los países
industrializados a los sistemas alimentarios y agropecuarios de los países del
Sur" (GRAIN, 2000).</DIV>
<DIV align=justify><BR>El informe nos dice que desde 1996 la superficie sembrada
con transgénicos en el mundo se ha multiplicado por 100, lo cual ha generado
"cada vez más beneficios" (ver la diaria del 26/02/13). Pero, ¿qué sabemos de
los impactos sociales y ambientales de este proceso? Repasemos alguna
información relativa a nuestro país. En términos de la propiedad de la tierra,
según los datos iniciales del último censo, se registraron 12.000 explotaciones
agropecuarias menos que en 2000 y en general se trató de unidades menores a 200
hectáreas. O sea, la expansión de la superficie cultivada con transgénicos ha
estado asociada con la desaparición de pequeñas explotaciones agropecuarias y la
emergencia de nuevos actores empresariales (los llamados "pool" de siembra) que
han concentrado superficie y producción.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>El informe también
plantea que la expansión de la superficie de cultivos transgénicos ha estado
asociada a una reducción en el uso de pesticidas. Según la Dirección General de
Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, entre 2003
y 2010 las importaciones de herbicidas aumentaron 120% y las de insecticidas se
duplicaron. Lo mismo sucedió con los principales plaguicidas (endolsulfán,
clorpirifós y cipermetrina), cuyas importaciones pasaron de 40 toneladas en
2000/2001 a 820 toneladas en 2009/2010 (Narbondo & Oyhantçabal, 2011).</DIV>
<DIV align=justify><BR>El informe de ISAAA agrega que entre 1996 y 2012 "los
transgénicos contribuyeron a la seguridad alimentaria, a la sustentabilidad, [a]
conservar la biodiversidad y aliviar la pobreza". Algunos datos de nuestro país
permiten contradecir esta afirmación. La aplicación de pesticidas y la
homogeneización productiva en la agricultura han afectado seriamente la
producción apícola: en 2003, había registradas 258.525 colmenas en el país,
distribuidas en unos 3.000 apicultores. La producción promedio por colmena se
situaba en 27 kilos de miel, mientras que algunos productores alcanzaban los 60
kilos. Según datos oficiales, la cantidad de productores se redujo 20% entre
2007 y 2009 mientras que el número de colmenas, pasó de 517.000 en 2007 a
486.000 en 2009 (Digegra, 2009), y la producción se redujo 40% en el mismo
período.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según estimaciones recientes, las principales causas de
esta afectación son el uso de insecticidas en las plantaciones de soja (Ríos et
al., 2010). Hace pocos días el presidente de la Cooperativa Apícola de Paysandú
manifestaba que "con las aplicaciones de agroquímicos en soja a los apicultores
nos están matando vivos" (El Telégrafo, 05/03/13).</DIV>
<DIV align=justify><BR>México se enfrenta a la absurda decisión gubernamental de
liberar la comercialización de maíz transgénico (justamente en uno de los países
que ha sido centro de origen y reserva de una gran diversidad de especies
nativas). En Argentina se han obtenido evidencias científicas del impacto
negativo en la salud y en el ambiente de la aplicación de agrotóxicos. En
Francia, por su parte, se han difundido estudios que relacionan a los
transgénicos con el cáncer. En nuestro país, la hegemonía construida a partir
del discurso celebratorio de los transgénicos ha llevado a que el INIA
(Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) haya firmado un convenio nada
menos que con Monsanto para desarrollar eventos de soja transgénica adaptados a
nuestros sistemas productivos (ver la diaria del 04/02/13).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Mientras tanto, la promoción de una agricultura con
agricultores, que apunte a la soberanía alimentaria e incorpore a la
sustentabilidad (social, económica y ambiental) como elementos clave de una
política agropecuaria diferente sigue esperando. Por lo pronto, la rentabilidad
-de algunos sectores y grupos empresariales- parece ser la medida para el diseño
de la política agropecuaria.
<HR>
<BR></DIV></FONT></BODY></HTML>