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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>1º de abril de 2013</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo -
Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: <A
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href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
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<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Brasil<BR> <BR>El precio de la
fe</FONT></STRONG><BR> <BR> <BR><STRONG>Eric Nepomuceno<BR>La Jornada,
México, 31-3-2013<BR><A
href="http://www.jornada.unam.mx/">http://www.jornada.unam.mx/</A></STRONG><BR></DIV>
<DIV align=justify><BR>La alianza entre fe, dinero y poder existe desde siempre,
por supuesto. Al fin y al cabo, en muy tempranas eras quedó claro que explotar a
los desvalidos, desesperados y miserables es seguro y rentable. Tanto es así,
que la Iglesia católica sentó los precedentes en materia de enriquecerse
mediante la fe. Los nuevos evangélicos, sin embargo, supieron ser más ágiles y
seductores, y en las pasadas tres o cuatro décadas rápidamente se llenaron de
dinero y también de poder político.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hoy día son requeridos por todos los partidos brasileños
en búsqueda de alianzas. El Frente Evangélico Parlamentar es la segunda mayor
bancada en el Congreso brasileño, superada solamente por la de los Ruralistas,
que defienden -con la frecuente adhesión de los evangélicos- los intereses del
agronegocio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Entre las muchas sectas, una merece destacarse. Basta con
recordar que la más actuante y lucrativa multinacional brasileña no es la
estatal Petrobras, ni la minera Vale, y menos aun el banco Itaú. Es la Iglesia
Universal del Reino de Dios, secta pentecostal creada en un garaje de suburbio
en Río de Janeiro por un antiguo funcionario de correos llamado Edir Macedo, que
en 1977 se autotituló obispo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A propósito: conviene recordar que en Brasil es muy fácil
conquistar ese título. Hay cursos por correspondencia, y un diploma de pastor
vale cerca de 250 dólares. El de obispo es más caro -unos 400 dólares-, pero el
retorno es seguro y rápido.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las leyes brasileñas aseguran exención de impuestos, y la
libertad de culto está asegurada por la Constitución. Basta con registrar una
Iglesia para empezar a gozar de los beneficios constitucionales. Fue lo que hizo
Edir Macedo hace 36 años, cuando creó lo que hoy es un gigante en el comercio de
la fe.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Su secta está presente en Argentina y Costa Rica, en
Panamá y México, en Uruguay y Colombia, en Ecuador y Puerto Rico, en Portugal e
Inglaterra, en Angola y Mozambique, en Estados Unidos y en Japón, en India y
Rusia. En total, la Universal del Reino de Dios actúa en más países que la
cadena McDonald's.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Brasil, además de poseer 5 mil templos, es dueña de la
segunda mayor red nacional de televisión; controla cinco grandes diarios de
provincia; tiene más de 80 emisoras de radio que cubren 75 por ciento del
territorio nacional; una agencia de turismo, otra de publicidad, otra de taxis
aéreos, y un sinfín de empresas. Todo eso, gracias a las contribuciones de los
fieles.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La Universal del Reino de Dios es un fenómeno, pero no es
el único. Más y más iglesias pentecostales brotan cada semana como hongos
después de la lluvia.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El poder económico de los evangélicos alimenta su
capacidad de movilizar fieles y, en consecuencia, su poder político. Marcelo
Crivela, un sobrino de Edir Macedo igualmente autonombrado obispo, obtuvo como
dádiva el esdrújulo ministerio de Pesca en el gobierno de Dilma Rousseff. Jamás
vio un pescado crudo en la vida, pero ganó la cartera gracias a que su partido
aceptó integrar la alianza de respaldo a la presidenta.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En el Congreso, la bancada cuenta con 68 diputados y tres
senadores. Entre ramos tradicionales y sectas nacidas de la nada, la Asamblea de
Dios tiene 22 parlamentares, la Iglesia Bautista 11, la Presbiteriana ocho, la
Universal siete, y las demás reúnen otros 20 escaños. Son neopentecostales el
líder del PMDB, mayor partido brasileño y principal aliado del PT, en la Cámara
de Diputados, y los ultraconservadores evangélicos se muestran especialmente
activos en las comisiones parlamentares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Una de ellas, la de Derechos Humanos, está presidida
-gracias a la desidia de los demás aliados- por el pastor Marcos Feliciano, del
PSC, partido vinculado a la Asamblea de Dios. Feliciano es un fundamentalista
rabioso que enfrenta procesos judiciales por racismo y homofobia. Peor: de los
18 miembros de la comisión que trata de temas como el derecho al aborto, al
casamiento entre personas del mismo sexo, la ley de prostitución o la defensa de
los homosexuales, 14 son evangélicos ultraconservadores.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La tendencia nítida es que el poder económico de las
sectas evangélicas se fortalezca, y que al mismo tiempo aumente su actuación
como grupo de presión social y, por lo tanto, de fuerza política. De los 42
millones de fieles brasileños, la inmensa mayoría pertenece a las clases
sociales más bajas, que ahora son llamadas de emergentes, gracias a los
programas de inclusión llevados a cabo primero por Lula y ahora consolidados por
Dilma Rousseff. Grandes industrias concentran sus atenciones en ese segmento y
se aconsejan con líderes religiosos para lanzar productos direccionados
especialmente a los evangélicos. De celulares a computadoras, de jabón de
tocador a publicaciones, los fabricantes buscan presentar productos
diferenciados para atraer esa inmensa clientela.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En la política es más fácil. Lo que quieren los
evangélicos es lo mismo que los demás: poder, espacio. Y, por lo visto, son cada
vez más exitosos en sus afanes.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>