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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>8 de abril 2013</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
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href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Revoluciones
árabes</FONT></STRONG></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Entrevista a Gilbert
Achcar</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>"Le peuple veut" (El pueblo
quiere): </FONT></STRONG></FONT><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT
size=3>Una mirada radical </FONT></STRONG><BR></DIV></FONT><FONT size=2
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<DIV align=justify><BR><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Jacques Babel <BR>NPA (Nuevo Partido
Anticapitalista), Francia<BR><A
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href="http://www.npa2009.org/">http://www.npa2009.org/</A></STRONG><A
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<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Traducción de Viento
Sur<BR><A
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<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-¿Porqué has titulado tu libro "Le peuple veut" (el
pueblo quiere), sin más?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>La fórmula de "el pueblo quiere" ha sido utilizada en las
recientes movilizaciones para expresar todo tipo de reivindicaciones, desde las
más elementales hasta el famoso "el pueblo quiere la caída del régimen", el
eslogan más conocido de la sublevación general. En su origen, se refiere a dos
versos célebres de un poeta tunecino, que están en condicional, mientras que
aquí la afirmación está en presente. Lo que revela el eslogan es la irrupción
del pueblo como voluntad colectiva en la escena pública, al pueblo como sujeto
político. Una gran masa de individuos que desde hacía decenios vivía en
condiciones de despotismo entra hoy en una era revolucionaria que -como no dejo
de subrayar- no está más que en sus comienzos. Se trata de un proceso
revolucionario a largo plazo.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Desarrollas ampliamente las "modalidades
particulares del capitalismo en la región árabe"...</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Estamos ante una onda de choque revolucionario que abarca
una región concreta, con factores comunes específicos propios, que son los que
trato de analizar. Desde un punto de vista marxista, no hay que contentarse con
explicaciones basadas en factores culturales o al hecho de que se trate de
levantamientos contra regímenes despóticos. Esos factores existen, es cierto,
pero no explican las razones por las que esta explosión se ha generalizado de
esta forma en este momento histórico preciso.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde un planteamiento marxista es necesario explorar las
raíces materiales de esta explosión, los factores socioeconómicos que subyacen
en estos acontecimientos. Es el planteamiento que he adoptado y, efectivamente,
muestro que un elemento común en la región hay es su situación socioeconómica
lamentable, que le lleva a detentar el récord mundial de tasas de paro durante
muchos decenios. No se trata de una crisis coyuntural como la que se da en
Europa debida, en particular, a la política económica alemana. Esta situación
perdura desde hace mucho y evidencia un bloqueo particular en el desarrollo de
la región. Incluso cuando se la compara a las demás regiones del conjunto
afro-asiático, como lo hago en el libro. La pregunta que se nos plantea es:
¿cuáles son las razones de ese bloqueo? Estas razones no residen en el
capitalismo en general (que lo explica todo, pero no explica nada); las razones
del bloqueo residen en las modalidades particulares del capitalismo, del modo de
producción, de la relación entre lo económico y lo político en esta parte del
mundo. Es eso lo que intento demostrar.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Hablas de regímenes rentistas y clientelistas
que han ahogado a esas sociedades...</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Se trata de estados rentistas y patrimoniales y de un
capitalismo de amiguetes, políticamente determinado, cuya fracción dominante no
es fruto de las "leyes del mercado" como lo querría el modelo ideal del
capitalismo, sino más bien de las connivencias y de las conexiones con el poder.
Todo esto produce un bloqueo que no ha dejado de agravarse desde hace decenios.
Hace bastante tiempo que se sentía venir la explosión y que se hacía visible una
ebullición social allí donde era posible, allí donde la represión no lograba
evitarla. En los dos países en los que comenzó todo (Túnez y Egipto) asistíamos
a un ascenso de las luchas sociales. Estos dos países, son países que, en los
decenios que han precedido a la explosión actual, han conocido un ascenso
evidente de las luchas sociales y en particular de las luchas obreras, que daban
fe de este potencial explosivo que terminó por estallar. La inmolación del joven
Bouazizi fue la chispa que hizo explotar la situación. situación altamente
explosiva en el conjunto de la región.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Está arraigando la idea, bastante compartida,
según el cual las revoluciones tunecina y egipcia han sido ahogadas por las
fuerzas islámicas reaccionarias...</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Es una percepción que ha prevalecido después de que las
elecciones en Túnez y Egipto concluyeran con la llegada al poder de fuerzas
integristas, de fuerzas que han hecho de la religión la base de su negocio.
Ahora bien, ahora mismo creo que muchos de quienes pudieron ser seducidos por el
discurso religioso están decepcionados. De ello da fe la amplitud de la
resistencia a los nuevos gobiernos salidos de la corriente integrista y,
también, la continuidad, e incluso el ascenso, del movimiento social en los dos
países concernidos: Túnez y Egipto. Por otra parte, no hay que perder de vista
Libia, donde las elecciones han sido proporcionalmente bastante más masivas y
han concluido con una derrota de los integristas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Egipto y en Túnez, donde ha habido victorias de los
integristas (que hay que relativizarlas, sobre todo en el caso tunecino), las
poblaciones se dan cuenta muy rápidamente de la incapacidad de estos últimos
para gestionar la situación, para aportar aunque solo sea un comienzo de
solución a la crisis social que es el problema fundamental. Al contrario de lo
que se pretende, la gente no ha derrocado esos regímenes sólo porque quería la
democracia y la libertad: tanto en Túnez como en Egipto, el movimiento comenzó a
partir de cuestiones sociales, con reivindicaciones sociales muy claras: sobre
el empleo, la justicia social, la carestía de la vida. Las reivindicaciones eran
muy claras, y es en ese terreno, que constituye el motor fundamental de la
explosión en la región, en el que los integristas no tienen ninguna solución,
ninguna respuesta que aportar. No hacen más que continuar con las políticas
económicas y perpetuar las estructuras socioeconómicas que existían
anteriormente. Guardan las mismas relaciones con las instituciones financieras
internacionales. Aceptan las condiciones del FMI con tanto celo como los
regímenes derrocados. Esto produce lo que se ve: tras esta primera etapa del
proceso revolucionario regional, ya se ven dibujarse los contornos de su
fracaso. La cuestión crucial que se plantea a partir de ahí es qué tipo de
alternativa puede emerger.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Sobre Libia y Siria muchos dicen que esos
levantamientos han sido recuperados por el imperialismo y que han desembocado en
el caos y la desesperación.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Hablemos primero de Libia. A menudo se ha oído decir que
tras la intervención de la OTAN el levantamiento había cambiado de naturaleza.
Algunos incluso han sacado la conclusión de que había que apoyar a Gadafi. Sin
embargo, el levantamiento libio ha dado pruebas de la aguda conciencia de su
soberanía rechazando, desde el inicio, toda intervención terrestre de las tropas
internacionales. Lo que derrocó al régimen de Gadafi fue la guerra civil en el
país, la insurrección de Trípoli. Ciertamente, la OTAN contribuyó a la victoria
militar de la insurrección, pero fue ésta la que logró la victoria. Cuando se
produce el derrocamiento de una dictadura de tipo totalitario puesta en pie
desde hacía más de cuarenta años, de una autocracia con un lado estrafalario
pronunciado, cuando un régimen así se hunde bajo los golpes de un levantamiento
de masas, siempre se crea una situación anárquica y caótica. Cada revolución
pasa por ahí. Se puede salir de esa situación si hay una dirección centralizada
del levantamiento revolucionario, o si el régimen es derrocado por un ejército
revolucionario disciplinado. Evidentemente, ese no fue el caso de Libia. A falta
de unas direcciones políticas que se correspondieran con lo que se pudiera
anhelar desde un punto de vista progresista, en las condiciones actuales de
subdesarrollo político de la sociedad libia a causa de lo que ha vivido desde
hace cuarenta años, esa es la solución que se ha impuesto.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hoy existe una formidable efervescencia en ese país por
la que los medios de comunicación no se interesan lo más mínimo. Más allá de la
situación caótica creada por las milicias armadas, que también se conoció en
otras situaciones, en particular en Líbano en 1976 cuando el ejército se hundió
en la primera fase de la guerra civil, la situación de caos es notablemente
menor de lo que se podía haber temido. Se decía "eso va a ser como Somalia",
pero se está muy lejos de esa situación. Hay un movimiento social que emerge,
reivindicaciones políticas, protestas políticas de forma permanente, incluso
contra los grupos armados, una verdadera explosión de periódicos, de medios de
expresión, de manifestaciones públicas. Hay incluso un movimiento de mujeres, y
una federación de sindicatos independientes que se ha creado en relación con la
de Egipto. El balance es absolutamente interesante. Dicho esto, es difícil decir
cómo van a evolucionar las cosas. Lo que es cierto, es que ha habido un
desbloqueo fundamental de la situación en Libia.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-¿Y en el caso de Siria?</STRONG></DIV><FONT size=3
face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR>La actitud de las potencias occidentales en el caso sirio
es muy diferente. No hay más que comparar las gesticulaciones de Sarkozy sobre
Libia, completamente hipócritas, y la ausencia de gesticulaciones por parte de
Hollande sobre Siria. Y no es una cuestión de diferencia fundamental entre las
políticas de unos y otros. Lo que está en juego no es lo mismo y los riesgos y
costes tampoco. En ambos casos existe una voluntad de llegar a un acuerdo con el
régimen actual por parte las potencias occidentales. Lo intentaron hasta los
últimos días en Libia, negociando con el hijo de Gadafi. Es lo que intentan
desde hace dos años en Siria. Es la razón por la que se niegan a dar
armas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Washington se ha negado hasta ahora a toda entrega de
armas. Muy recientemente, y en respuesta a la obstinación de Bachar Al Assad,
que continúa negándose a una solución negociada que tendría por condición
primera su propia dimisión, parece que hay una luz verde americana para que los
aliados de Washington en la región puedan enviar armas. El resultado está ahí.
Esta actitud de las potencias occidentales, frente Rusia e Irán que apoyan
plenamente al régimen, ha permitido al régimen estar masacrando a la población
tranquilamente desde hace dos años. Se habla de 70.000 muertos. Muchos dicen que
hay muchos más. El número de refugiados es extraordinario. La situación es
absolutamente terrible. Cuando se habla de 70.000 muertos, se está diciendo que
el número de heridos es mucho mayor.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Es una situación absolutamente trágica y hay una complicidad
criminal de las potencias occidentales dictada por sus propios intereses, sus
propias consideraciones estratégicas. La misma desconfianza que tuvieron hacia
el levantamiento libio, la tienen hacia el levantamiento sirio e, incluso, la
desconfianza es bastante mayor dada la situación geográfica del país. Si se
quiere ser antiimperialista hay que denunciar esta actitud criminal del
imperialismo y no, como hacen algunos, denunciar la insurrección.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><STRONG>-Entonces, ¿qué
esperanzas para este proceso a largo plazo?</STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><BR>A partir del análisis que hago del levantamiento, la
conclusión lógica es que la única salida positiva sería la emergencia de
direcciones políticas que apoyándose en el movimiento obrero y popular y
defiendan un programa progresista, centrado en la satisfacción de las
necesidades sociales y capaz de meter a los países de la región en una vía de
desarrollo que tenga en cuenta las múltiples dimensiones que ese término ha
adquirido, un desarrollo en el que el Estado juegue un papel central, en
contradicción absoluta con los dogmas neoliberales que dominan
mundialmente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La situación varía de un país a otro. Túnez es sin duda
el país en el que, potencialmente al menos, este tipo de alternativa es más
probable si se tiene en cuenta el papel de la UGTT y de su relación con el
Frente Popular, la coalición de la izquierda en Túnez actualmente a la cabeza de
la UGTT. La suma de ambas tiene el potencial de ser la fuerza dominante en lo
que ocurra en el país. Es preciso que la izquierda trabaje por implicar al
movimiento obrero en la batalla política y comprenda la necesidad de refrozar un
polo de izquierdas independiente, basado en un programa social, sin mezclarse
con oposiciones, ya sean liberales o, bastante peor, compuestas de miembros de
los regímenes derrocados. Con tales aliados, no se podría definir un programa de
ruptura con las políticas neoliberales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El mismo problema se plantea en Egipto, donde este
potencial es representado por la Corriente Popular que dirige Sabbahi, el
candidato nasseriano que logró la tercera posición en la primera vuelta de las
presidenciales, y el nuevo movimiento obrero, la Federación de Sindicatos
Independientes. Se plantea el mismo problema: la afirmación de una alternativa
de izquierdas, que luche en el terreno social, sin que esto sea contradictorio
con alianzas más amplias por la defensa de las conquistas democráticas. Es
importante presentar una identidad socioeconómica diferente al de las
oposiciones liberales o las que representan al antiguo régimen, que tienen en
común con los integristas en el gobierno el carecer de alternativas a las
políticas socioeconómicas de antaño. Si no emergen alternativas progresistas, se
corre el riesgo de que la crisis provoque regresiones reaccionarias.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-¿Tenemos responsabilidades en Europa en relación
a todo esto?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Efectivamente, el movimiento obrero, la izquierda radical
en cualquier caso, la que defiende una alternativa al sistema, debe tejer lazos
con las fuerzas correspondientes en el levantamiento regional. No es solo un
deber internacionalista y altruista; la izquierda europea está interesada en que
lo que ocurre al otro lado del Mediterráneo desemboque en una radicalización
social. Actualmente se pueden establecer sinergias con la crisis que sacude
Europa y la radicalización en curso en países como Grecia y España.
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR></FONT> </DIV></BODY></HTML>