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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>8 de junio 2013<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: <A
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Turquía<BR><BR>Por algo más que un
parque y una litrona </FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Las movilizaciones turcas se
registran también en barrios obreros de ciudades como
Estambul</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Si las manifestaciones persisten,
podrían afectar a Erdogan de cara a las elecciones presidenciales de
2014</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Estados Unidos teme que ante las
protestas, el gobierno turco reduzca su implicación en
Siria</FONT></STRONG><BR></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Olga Rodríguez </STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>eldiario.es, España, 6-6-2013</STRONG></DIV>
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title="http://www.eldiario.es/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
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title="http://www.eldiario.es/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://www.eldiario.es/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><FONT size=3
face=Calibri></FONT><BR><BR>Resulta cuanto menos paradójico recordar cómo el
primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan quiso aprovechar las revueltas árabes
de 2011 para confirmarse como un líder regional y presentar el llamado "modelo
turco" como la alternativa ideal para los países árabes. Ahora, sin embargo, las
protestas se registran en su país y las autoridades policiales turcas no han
dudado en emplear la violencia contra los manifestantes.<BR><BR>Algunos medios
de comunicación presentan el conflicto en Turquía como un movimiento compuesto
exclusivamente por jóvenes laicos de clase media, hartos del islamismo
conservador del gobierno de Erdogan. De hecho se menciona a menudo el decreto
impuesto recientemente que limita la compra de bebidas alcohólicas como uno de
los factores desencadenantes de las protestas. La realidad, sin embargo, es algo
más compleja. <BR><BR>1.- Hace unos días más de 10.000 manifestantes tomaron las
calles de Ümraniye, un barrio obrero situado en la parte asiática de Estambul. A
la clase trabajadora se le supone más ligada al islamismo, y por tanto, al
partido de Erdogan. Sin embargo, las protestas en ese barrio han sido
contundentes. Miles de personas levantaron barricadas y cortaron el tráfico en
plena autopista. <BR><BR>Un vehículo de lujo ignoró las barreras y prosiguió su
marcha, atropellando y matando a uno de los manifestantes, un joven de 19 años,
trabajador en una fábrica, y miembro de la agrupación de hackers socialistas
Redhack. Además resultaron heridos otros dos manifestantes, uno de ellos
integrante de la Plataforma Solidaridad Socialista. <BR><BR>La identidad de este
trabajador fallecido, al igual que la de muchos otros manifestantes, nos ayuda a
entender que las protestas no solo están protagonizadas por una elite laica
socialdemócrata y que las causas de las mismas no se reducen solo a la defensa
de un parque o de la libertad para beber alcohol. <BR><BR>2.- La represión
ejercida por la policía turca, conocida en la región por su brutalidad, ha sido
sin duda uno de los desencadenantes que consolidaron las protestas. En Ankara en
una sola noche, y según datos del Comité de Profesionales Médicos, 441 personas
resultaron heridas de gravedad, y 15 de ellas permanecen en situación crítica.
<BR><BR>3.- El próximo año se celebrarán elecciones presidenciales en Turquía.
El primer ministro Erdogan pretende presentarse como candidato a la presidencia.
<BR><BR>"No solo quiere ser presidente, sino también introducir una especie de
presidencialismo que concentre el poder en sus manos", advierte el profesor de
ciencias políticas Sahin Alpay.<BR><BR>4.- Tras once años en el poder, el
gobierno de Erdogan sufre cierto desgaste a causa de sus políticas represivas.
Desde 2009 más de 8.000 políticos pro kurdos, abogados, profesores, escritores y
periodistas han sido arrestados con cargos por terrorismo. <BR><BR>5.- Las
políticas neoliberales de Erdogan también han indignado a ciertos sectores. Se
han privatizado empresas públicas -de telecomunicaciones, aerolíneas,
tabacalera, red eléctrica, bancos o recursos hídricos- terrenos públicos,
autopistas y peajes. <BR><BR>La demolición del parque Gezy, origen de las
protestas, forma parte de un plan urbanístico calificado como neoliberal por
algunos manifestantes y analistas y que incluye la construcción en la plaza
Taksim de un centro comercial, la eliminación de accesos peatonales a la plaza y
por tanto la imposibilidad de protestar o de congregarse en un lugar tradicional
de manifestación.<BR>Por otro lado, la distancia entre ricos y pobres no se ha
visto beneficiada por la estabilidad económica. En 2011, siendo Turquía la
economía que más rápidamente crecía de Europa, el 20% más rico gozaba de
aproximadamente la mitad de la riqueza del país, mientras que el 20% más pobre
solo tenía el 6%. <BR><BR>6.- Otra de las lecturas que se está haciendo, sobre
todo a nivel interno, es el análisis ya manido que presenta a los militares como
alternativa indiscutible al gobierno islámico moderado de Erdogan. <BR><BR>El
partido conservador de Erdogan logró hacer frente al gran poder que acumulaba el
Ejército turco, tradicionalmente laico e influyente en la política desde la
Primera Guerra Mundial. Durante el mandato de este gobierno las Fuerzas Armadas
turcas perdieron el pulso contra Erdogan y de hecho varios altos mandos fueron
arrestados y juzgados, acusados de pretender desestabilizar el país. <BR><BR>7.-
En 1997 se registraron grandes protestas lideradas por la izquierda, que fueron
aprovechadas por los militares para forzar al gobierno islamista a abandonar el
poder. Diversos manifestantes han expresado su temor a que ciertos sectores
aprovechen la coyuntura actual para exigir la intervención de los militares.
<BR><BR>8.- "Estamos contra este gobierno no porque sea islámico, sino porque es
conservador y neoliberal. No queremos que sea derrocado por unas fuerzas armadas
que nadie ha elegido. Queremos que sea derrocado por la fuerza masiva del
pueblo", ha indicado Ozan Tekin, periodista de izquierdas, participante en las
protestas desde el inicio. <BR><BR>Su afirmación no es aislada y muestra la
preocupación que existe entre los activistas por evitar que se reduzca el
análisis de la actualidad a una cuestión de islamistas versus seculares pro
Ejército. <BR><BR>9.- Por último, es importante tener en cuenta el marco
regional en el que se registran estas protestas, con Turquía implicada
activamente en el conflicto sirio, donde están involucrados, de un modo u otro,
países como Irán, Irak, Líbano, Qatar o Arabia Saudí, además de varias potencias
occidentales y Rusia. <BR><BR>Turquía, miembro de la OTAN y aliado de EEUU,
comparte frontera con Siria y ha mostrado su apoyo a los rebeldes sirios. Al
igual que desde Líbano o desde Irak, desde territorio turco también entran armas
para los rebeldes. La frontera turca es puerta clandestina hacia Siria de
combatientes y armamento. <BR><BR>Esta semana Erdogan ha llegado a decir
que sospecha que "grupos terroristas" -incluido el que asumió la responsabilidad
de un atentado contra la embajada de EEUU en Ankara el pasado febrero- manipulan
las protestas en Turquía y que los servicios secretos turcos están buscando
vínculos entre las manifestaciones y "potencias extranjeras", insinuando la
existencia de una relación entre la posición turca frente a Siria y el estallido
de las movilizaciones contra su gobierno. <BR>El secretario de Estado
estadounidense, John Kerry, ya ha dicho que confía en que los problemas
domésticos no impidan a Ankara ejercer su papel ante el conflicto sirio. "Espero
que el canciller y el primer ministro turco sigan involucrados en el esfuerzo
para resolver lo que está sucediendo en Siria", ha indicado.<BR><BR>Los análisis
reduccionistas e interesados se suceden. Frente a ellos, las protestas en la
calle siguen poniendo en evidencia al primer ministro turco. <BR><BR>Al
contrario que las revueltas árabes de 2011, estas manifestaciones en Turquía no
se dan en un escenario dictatorial ni demandan de forma masiva "la caída del
régimen". El nivel de confrontación tampoco es el mismo: Hay que tener en cuenta
que solo en los primeros días del estallido de las revueltas en Egipto hubo
cientos de víctimas mortales. <BR><BR>Pero sin duda este nuevo movimiento social
turco, heterogéneo, está dañando la imagen de Erdogan, puede truncar sus planes
de cara a las elecciones presidenciales de 2014 y, dependiendo de su capacidad
organizativa y de su habilidad para fijar objetivos, dar origen a una nueva
fuerza en la calle dispuesta a influir en el futuro del país.
<HR>
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