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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>26 de julio 2013</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: <A
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Estados
Unidos</FONT></STRONG></FONT></DIV>
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<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Auge, caída,
retoños </STRONG></FONT></DIV>
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<DIV><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>Detroit, una ciudad en
bancarrota </FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> <BR><STRONG>Jorge B Bañales </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Brecha, Montevideo,
26-7-2013</STRONG></FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
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title="http://brecha.com.uy/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
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title="http://brecha.com.uy/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://brecha.com.uy/</STRONG></A></DIV><FONT
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<DIV align=justify><BR><BR>Motor City, capital de las "tres grandes" -General
Motors, Ford y Chrysler-, donde tuvo su fábrica musical Motown, es hoy una
ciudad en bancarrota. Barrios abandonados, servicios públicos desfallecientes,
policía insuficiente, escuelas cerradas. Y también un brote de recuperación
urbana. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Detroit, cuyo nombre fuera símbolo de urbe industrial,
cumplió esta semana 312 años desde que la fundara el traficante de pieles
francés Antoine Laumet de la Mothe, sieur de Cadillac, a la espera de que una
jueza federal decida si aprueba su declaración de bancarrota.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La ciudad, en la esquina del río Detroit y el lago Saint
Clair, ha sido símbolo de muchas cosas: uno de los polos de atracción de la
gigantesca migración negra desde el sur al norte de Estados Unidos en la primera
mitad del siglo xx, y ejemplo de rápida expansión como capital de la industria
automovilística en la década de 1950. Fue sitio de algunos de los peores
disturbios raciales y también corazón de la rica experiencia de integración
racial cultural con su sello Motown. Ahora la ciudad, con 18.000 millones de
dólares en deudas, ha declarado la mayor bancarrota municipal en la historia de
Estados Unidos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En marzo el gobernador de Michigan, Rick Snyder, declaró
una emergencia financiera y nombró como interventor a Kevyn Orr, quien ahora
explica que "desde 2000 la ciudad ha perdido el 28 por ciento de su población, y
el 38 por ciento de su presupuesto se gasta pagando obligaciones del pasado,
como las pensiones".</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Tratamos de superar esta situación durante los últimos
cuatro años -indicó el alcalde Dave Bing-, pero ha sido muy, muy difícil."</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por su parte, después de que se declaró la bancarrota,
Snyder afirmó que "esta es la oportunidad para terminar con sesenta años de
decadencia", y reconoció que algunos acreedores quizá nunca reciban sus
pagos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tras la declaración de bancarrota se abrió un período de
30 a 90 días durante el cual un juez federal determinará si la ciudad puede
ampararse en el Capítulo 9, Sección 11, del Código de Estados Unidos. Esta
disposición legal se aplica exclusivamente a los municipios y su propósito es
permitir que reestructuren sus deudas, esto es que pongan en orden de prioridad
a sus acreedores, algunos de los cuales recuperarán parte de sus dineros y otros
recibirán nada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La suerte del trámite ha quedado en suspenso después de
que la jueza Rosemarie Aquilina recomendó a Snyder que retirara su solicitud,
considerando que la medida reduciría pensiones que están protegidas por ley y
que violaría la Constitución del estado.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los más preocupados son los sindicatos que representan a
los empleados municipales, cuyos fondos de pensión tienen prioridad dudosa entre
los acreedores, y cuyos afiliados encaran más recortes de sus sueldos y
beneficios.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las bancarrotas municipales no son una novedad en Estados
Unidos. La mayor, hasta la de Detroit, había sido la del condado Jefferson, en
Alabama, que en 2011 pidió la protección de sus acreedores con deudas por 4.200
millones de dólares, de los cuales 3.140 millones correspondían a obras
sanitarias. En 1994 el condado Orange, un área suburbana al sur de Los Ángeles,
en California, se declaró en bancarrota después de que las inversiones
arriesgadas para pagar los servicios municipales dejaron a la ciudad con una
pérdida de 1.500 millones de dólares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Detroit creció hasta tener en la década de 1950 más de
1,8 millones de habitantes en un área de 362,5 quilómetros cuadrados en la
región donde asentaron sus sedes centrales las "tres grandes": General Motors,
Ford y Chrysler.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero, tal como ha ocurrido en tantos países del Tercer
Mundo donde una economía centrada en un monocultivo o una materia prima causó
bonanzas y dejó miserias, la suerte de Detroit empezó a cambiar en la década de
1960 cuando los fabricantes de vehículos automotores empezaron a abrir plantas
en otros estados donde no había sindicatos, convenios colectivos ni planes de
pensión.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A esto se sumó la irrupción en el mercado de Estados
Unidos de los automóviles importados desde Japón, y para cuando la industria
automovilística estadounidense encaró su propia bancarrota, en 2009, sólo
quedaban en torno a Detroit unas pocas plantas de gm y Chrysler.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La ciudad tiene ahora poco más de 700 mil habitantes; una
tasa de desempleo del 16 por ciento (comparada con la tasa nacional de 7,6 por
ciento), el 40 por ciento de las luces en las calles no funciona; sólo un tercio
de las ambulancias municipales está en servicio, y más de 70 mil casas están
abandonadas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Barrios enteros están desiertos, y en otros los
habitantes viven en la inseguridad, dado que la policía no está en condiciones
de responder de manera adecuada a los llamados de ayuda o protección.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero no todo es un panorama sombrío en la ciudad: la
emigración ha dejado en el centro del área metropolitana residencias y edificios
de oficinas depreciados donde se han instalado empresas de alta tecnología,
pequeños negocios y artistas. En downtown Detroit se han abierto tres casinos,
estadios nuevos y un proyecto de revitalización de la rivera del río
Detroit.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La derecha conservadora, con gran regocijo, señala a
Detroit como ejemplo de todos los males que su ortodoxia libremercadista
denuncia: el poder excesivo de los sindicatos que impusieron convenios
colectivos y sistemas de pensión onerosos; la corrupción de las sucesivas
administraciones demócratas, y las políticas "liberales" que aumentaron los
gastos en educación y salud pagados con impuestos que ahuyentaron a la población
"productiva" (léase los blancos que se mudaron a los suburbios).</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta interpretación ideológica deja afuera del panorama,
de manera muy conveniente, otros factores como el Acuerdo de "Libre" Comercio de
América del Norte (nafta, por su sigla en inglés), que abrió las fronteras para
la emigración industrial. Desde 1994, Michigan ha perdido más empleos que
cualquier otro Estado, y desde que en 2000 el entonces presidente Bill Clinton
promulgó un tratado de "normalización de relaciones comerciales" con China, se
perdieron otros 70.500 puestos de trabajo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Alegremente, las mismas "tres grandes" que hicieron la
grandeza de Detroit empezaron a mudarse a sitios donde hay mano de obra más
barata y no existen los sindicatos.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>