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name="Compose message area"><FONT size=2 face=Arial>
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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>29 de julio 2013</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Colectivo
Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>redacción y
suscripciones: <A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Cuba<BR><BR>Revolucionarios "olvidados"
de la historia<BR> <BR>Los trotskystas cubanos de los años 1930 a 1959
[1]</FONT></STRONG> <BR> <BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Eric Toussaint [2]</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Traducción de Alberto
Nadal</STRONG><BR> <BR></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>En Cuba, la mayor parte de los
escritos históricos sobre las luchas sociales y políticas producidas entre los
años 20 y la revolución triunfante de 1959, en el mejor de los casos, ignoran la
aportación de los militantes trotskystas cubanos de ese período, y en el peor,
repiten las calumnias clásicas dirigidas por los estalinistas hacia los
partidarios de la revolución permanente (esta última actitud atraviesa
completamente el libro del comunista cubano Lionel Soto, La revolución de 1933,
Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1985).<BR> <BR>La importancia de otros
militantes revolucionarios cubanos es también en gran medida subestimada. Es el
caso de Antonio Guiteras[3].<BR> <BR>Una primicia: una tesis de doctorado
sobre los orígenes del trotskysmo en Cuba.<BR> <BR>La Habana, 2 de julio de
1997: Rafael Soler, profesor de historia en la Universidad de Santiago de Cuba
(900 km al este de la capital cubana) defiende su tesis de doctorado sobre el
trotskysmo cubano (1932-1935). La sesión es pública: Rafael Soler se presenta
ante el Tribunal Permanente de Grados Científicos de Ciencias Históricas (jurado
compuesto de universitarios) encargado de conceder o no el título de doctor. El
título de su tesis: "El trotskysmo en la revolución de los años
1930".[4]<BR> <BR>En el seno del "tribunal", una doctora en historia está
encargada de hacer la crítica de la tesis. Algunas críticas formales y luego una
pregunta: "¿Cómo justifica Vd la caracterización de los trotskystas cubanos como
revolucionarios?". Otro colega está encargado de apoyar la tesis. Muestra el
carácter inédito del tema, considera que la tesis está muy bien fundamentada y
propone no quedarse ahí: otros investigadores deberán profundizar el tema y
acercarse al presente. <BR> <BR>A continuación, se le da la palabra al
autor. En quince minutos resume su trabajo mostrando los caracteres
contradictorios del movimiento trotskysta cubano: implantación significativa en
varios medios sociales en casi todo el territorio, sectarismo de respuesta al
del PC oficial, papel de división, dogmatismo (los trotskystas no habrían
comprendido la estrategia revolucionaria de Lenin y aplicarían de forma mecánica
la teoría de la revolución permanente que es una teoría de tipo izquierdista)...
Sin embargo, a pesar de esas críticas, Rafael Soler afirma que, en los años
1930, "el movimiento trotskysta cubano (...) está caracterizado por su
carácter antiimperialista, su orientación revolucionaria, su adhesión al
marxismo y su defensa de los intereses nacionales. Estaba constituido, en su
mayoría, por hombres y mujeres muy jóvenes que actuaban honradamente, guiados
por la voluntad de obtener cambios radicales en la sociedad cubana (...)".
(Rafael Soler, Tesis de doctorado, p. 24 del capítulo "Los Orígenes del
trotskysmo en Cuba").<BR> <BR>Se inicia la discusión. Un colega interviene
para expresar una crítica de la tesis. En sustancia, dice que "no es cierto que
los trotskystas defendieran una posición dogmática sobre la naturaleza de la
revolución. La prueba: la revolución que triunfó en Cuba en 1959 era de carácter
socialista. Fue el PC oficial quien mantuvo una visión dogmática etapista de la
revolución. (...) El Movimiento del 26 de julio dirigió una revolución
socialista en Cuba en 1959". Otro colega declara que en el curso de las
investigaciones que realiza desde hace 20 años entre supervivientes del
movimiento "Joven Cuba" (nacido tras la crisis revolucionaria de 1933, ver más
adelante) y del Partido Ortodoxo (del que provenía Fidel Castro), varios
testimonios indican una influencia cierta del programa trotskysta sobre los
movimientos en cuestión. Y propone, en sustancia, como tema de una futura tesis:
¿influenció el programa trotskysta indirectamente al del Movimiento 26 de Julio
elaborado por Fidel, incluso si este último no tenía ningún contacto con los
trotskystas?<BR> <BR>Sería demasiado largo resumir aquí el conjunto de la
discusión sobre la tesis de Rafael Soler. Obtuvo el grado de doctor por
unanimidad y su tesis (que está parcialmente publicada en diferentes revistas
cubanas) fue seleccionada como la mejor tesis del año 1997 (tesis de doctorado
en ciencias históricas) por la Comisión Nacional de los Grados Científicos. Al
autor se le concedió igualmente, por parte del Ministro de Educación Superior,
el premio que coronaba la mejor investigación histórica del año
1997.<BR> <BR>Anima constatar que, a pesar de una evolución contradictoria
de la sociedad cubana hoy, hay lugar para una investigación así (la tesis en
cuestión forma parte actualmente del programa de licenciatura de varias
universidades cubanas). Sería necesario que, bajo una forma u otra, el trabajo
de Rafael Soler fuera hecho accesible en el plano internacional. El autor, todas
cuyas opiniones estoy lejos de compartir, ha realizado un trabajo notable y
sincero. Uno de los aspectos irremplazables de su trabajo es el hecho de que,
durante dos años, haya recorrido toda la isla para entrevistar a veteranos del
trotskysmo cubano de los años 1930. Ha encontrado más de una treintena, muchos
de los cuales reivindican con orgullo sus convicciones trotskystas y su voluntad
de defender Cuba frente al imperialismo estadounidense.<BR> <BR><STRONG>Los
trotskystas cubanos en los años 1930</STRONG><BR> <BR>En 1931, una
corriente de izquierdas en el PC de Cuba se acerca a Trotsky y sus partidarios
en la Oposición de Izquierdas internacional (que, en 1933, tomó el nombre de
Liga Comunista Internacional, para convertirse, en 1938, en la Cuarta
Internacional).<BR> <BR>Esta situación refleja lo que ocurre un poco en
todas partes en los partidos comunistas. En la URSS, Stalin ha dirigido una
contrarrevolución burocrática y reforzado hasta la caricatura los rasgos
autoritarios del régimen salido de la revolución de octubre de 1917. Reprime
brutalmente y luego prohibe toda crítica en el interior de la sociedad y del
partido soviético. Una burocracia conservadora a la cabeza de la cual se
encuentra él mismo ejerce una dictadura feroz sobre el pueblo. Para protegerse,
a nivel interior, esta burocracia estalinista liquida físicamente a los
opositores (entre ellos a revolucionarios de la primera hora), a la vez que
aniquila toda expresión revolucionaria instituyendo una policía política
implacable y un sistema de delación que mina la solidaridad
ciudadana.<BR> <BR>A nivel de la política exterior, en nombre de la
salvaguarda del socialismo pero siempre para preservar su poder personal, Stalin
embarca a los PCs en una serie de zigzags: en 1926-1927, sus compromisos con las
burguesías les alejan de la revolución mundial (comité anglo-ruso en Gran
Bretaña, alianza suicida entre el Kuomintang de Tsiang Kai Check y el PC en
China en 1926). A finales de los años 20 -comienzo de los años 30, Stalin
imprime un viraje izquierdista y sectario a los PCs: el de la ofensiva
revolucionaria con la autoproclamación de los soviets en numerosos países
semicoloniales o coloniales (Cuba o Vietnam) y el rechazo de la unidad de acción
con los socialistas para enfrentarse al fascismo y el nazismo en Europa. Esta
línea izquierdista será seguida a continuación por una orientación de "frente
popular" (1935-1936) y luego, en América Latina, de un apoyo de los PC a
regímenes dictatoriales al servicio de los Estados Unidos (Somoza en Nicaragua,
Batista en Cuba) en el marco de la gran alianza antifascista
mundial.<BR> <BR>Para la corriente trotskysta, al contrario, la realización
del "socialismo en un solo país" planteada por Stalin, es una aberración: hay
que romper el aislamiento de la URSS y hacer avanzar la perspectiva
revolucionaria en el mundo asegurando un frente unido de los oprimidos y sus
organizaciones. El concepto de la "revolución permanente" significa la necesidad
de llevar a cabo la conquista de los derechos democráticos, la reforma agraria y
la independencia efectiva de los países coloniales o semicoloniales luchando
hasta la conclusión socialista de la destrucción del estado capitalista sin
hacer compromisos incoherentes con las burguesías nacionales. Esto necesita una
política de alianzas sin ambigüedad en relación a las burguesías y un apoyo
incondicional a toda lucha de emancipación de los oprimidos y
oprimidas.<BR> <BR>Los y las militantes que constituyen esta corriente de
izquierdas en el PC de Cuba, provienen del movimiento sindical (la Federación
Obrera de La Habana); muchos son de origen anarcosindicalista, de la
organización de solidaridad Defensa Obrera Internacional (DOI) y del movimiento
estudiantil, llamado Ala Izquierda Estudiante (AIE).<BR> <BR>En 1932, la
vuelta a Cuba de Sandalio Junco[5] y de Juan Ramón Brea[6], dos dirigentes
comunistas que habían permanecido en Europa trabajando para el Partido y la
Internacional Comunista, refuerza los lazos entre esta oposición y la corriente
trotskysta internacional.<BR> <BR>Sandalio Junco, obrero panadero, era uno
de los raros dirigentes negros del PC. Había militado con Julio Antonio Mella[7]
(principal figura del comunismo cubano de los años 1920) en Cuba. En noviembre
de 1925, figuran ambos entre los militantes encarcelados tras el descubrimiento
de una bomba en el teatro Payret de La Habana. En 1927, Junco y Mella efectúan
un primer viaje a Moscú (Mella acude pasando por Bruselas donde se celebra un
congreso internacional de la Liga Antiimperialista). Luego, se encuentran ambos
en un exilio forzoso en México donde fundan la Asociación de los Nuevos
Emigrantes Revolucionarios Cubanos. El joven Antonio Mella era muy crítico hacia
la orientación tomada por Moscú en política interior y exterior. Mella había
sido sancionado por el Comité Central del PC mexicano del que era miembro; tenía
también enfrentamientos graves con la dirección del PC cubano fuertemente
influenciado por Moscú. Mella fue asesinado en enero de 1929 por agentes del
dictador Machado.<BR> <BR>Por su parte, Juan Ramón Brea, tras haber
dirigido luchas estudiantiles en Cuba (con Raul Roa y Rubén Martínez Villena),
se hizo trotskysta durante su estancia en Francia y en España (cuando Junco
estaba en Moscú). De vuelta a Cuba, fue encarcelado durante varios meses en
compañía de Raul Roa en la prisión modelo de la Isla de Pinos.<BR> <BR>En
agosto de 1932, se constituye en el interior del PC cubano, la Oposición
Comunista de Cuba. Se opone a la línea de la mayoría de la dirección del PC que
practica una orientación izquierdista ultrasectaria.<BR> <BR>Sandalio Junco
y varios otros dirigentes comunistas fueron excluidos del partido en septiembre
de 1932. A pesar del efecto combinado de la represión ejercida por la dictadura
de Machado y de las denuncias de que eran objeto por parte de la dirección
estalinista del PC, sus partidarios ganaron la mayoría del movimiento
estudiantil (AEI) a nivel nacional. Por su parte, Sandalio Junco y sus camaradas
fueron elegidos para la dirección de una federación sindical (FOH) que extendió
rápidamente su implantación a una gran parte de Cuba (hasta Santiago de Cuba y
Guantánamo). En fin, gozaban de una gran influencia en la Defensa Obrera
Internacional (DOI).<BR> <BR>Durante el primer semestre de 1933, los EEUU,
que perciben el peligro de un derrocamiento revolucionario de la dictadura de
Machado, envían una misión de alto nivel dirigida por Welles que intenta
preparar una salida negociada de Machado conservando a la vez la dominación
estadounidense sobre la isla. Los trotskystas cubanos denuncian de forma
virulenta esta maniobra. Fueron ellos los que redactaron el célebre manifiesto
de la Alianza Estudiantil de Izquierda "¡Al pueblo de Cuba! ¡A todos los
estudiantes", La Habana, 28 de junio de 1933 (reproducido en Pensamiento Crítico
n. 39, abril 1970, La Habana). En el verano de 1933 se desarrolla un movimiento
de masas que toma formas cada vez más radicales. Las huelgas sectoriales
comienzan en julio y a comienzos de agosto de 1933 se transforman en una
formidable huelga general política. En el curso de una manifestación el 1 de
agosto de 1933, en Santiago de Cuba, América Lavadi Arce cae bajo las balas de
la policía: es la primera mártir trotskysta cubana.<BR> <BR>Tras haber
participado en el desencadenamiento de la huelga, el PC estalinista llama a
ponerla fin pues está en negociaciones secretas con el dictador Machado (la
dirección del PC estalinista espera obtener así del dictador una legalización de
las actividades del partido y del sindicato que influencia, la CNOC
-Confederación Nacional de los Obreros de Cuba). Las masas prosiguen la
huelga.<BR> <BR>Los trotskystas, que se mueven en la lucha como peces en el
agua (gracias a su práctica a la vez no sectaria respecto a las demás
organizaciones y radical a nivel de las proposiciones y reivindicaciones),
llaman a la prosecución de la acción. En pleno ascenso del movimiento de masas,
fundan el Partido Bolchevique-Leninista, en acuerdo con la decisión de la
dirección trotskysta internacional de construir a partir de agosto de 1933
partidos independientes de los PC. Ese partido implantado a escala nacional está
sobre todo presente al este de la isla. Es mayoritario en Guantánamo (casi toda
la sección del Partido Comunista de esta ciudad decide pasar al trotskysmo) y
está bien implantado en Santiago de Cuba, Las Tunas, Puerto Padre e Holguin.
Juega igualmente un papel importante en La Habana y en Matanzas.<BR> <BR>La
situación se vuelve cuasi revolucionaria por un período de varios meses. EL PC
declara haber hecho un error al llamar a la detención de la huelga general. La
dictadura de Machado debe dejar su sitio a un gobierno de transición democrática
(el gobierno de Carlos Manuel de Céspedes del 13 de agosto al 4 de septiembre de
1933, seguido por el gobierno de Grau San Martin[8] y de Antonio Guiteras varios
de cuyos elementos sinceramente antiimperialistas defendían posiciones de
izquierdas), lo que no pone término a la radicalización de las masas. El
sargento Fulgencio Batista está del lado de quienes derrocan al dictador
Machado. Pero espera su momento para organizar la ofensiva contra el movimiento
de masas y asentar su poder. Antonio Guiteras constituye el ala izquierda
radical, revolucionaria, antiimperialista del gobierno de Grau. Es apoyado en
particular por los trotskystas que colaboran con el movimiento "Joven Cuba" que
ha fundado.<BR> <BR>Cuando se desarrolla una poderosa corriente antiyanqui,
Ramón Grau San Martin (uno de los universitarios más comprometidos en la lucha
contra Machado), nuevo jefe del estado, ordena la reducción de las horas de
trabajo, reconoce el derecho de huelga y, bajo la presión popular, llega a
obtener la derogación de la enmienda Platt (1934). Igualmente en el activo del
gobierno Grau San Martin-Antonio Guiteras figuran: el derecho a voto de las
mujeres, el derecho de los campesinos sobre la tierra que ocupan, el anuncio de
un programa de distribución de las tierras, la reducción masiva de los intereses
de los préstamos y la represión de la usura, la bajada del 40% de las tarifas de
la electricidad, la detención de la devolución de la deuda externa. Grau San
Martin explica que se trata de "liquidar la estructura colonial que sobrevive en
Cuba desde la independencia".<BR> <BR>Acosado por los comunistas que
declaran que está a la cabeza de un "gobierno establecido por la pequeña
burguesía y el ejército, un gobierno que defiende los intereses de la burguesía,
de los grandes propietarios y de los imperialistas" (sic!), Grau San Martin es
derrocado el 15 de enero de 1934 por los coroneles Batista y Mendieta. Su golpe
de estado es apoyado, incluso dirigido, por los Estados Unidos. Fulgencio
Batista se convierte en el jefe del ejército. La dictadura abierta hace
estragos desde el 15 de enero de 1934 hasta el verano de 1938 cuando
Batista decide iniciar una apertura democrática.<BR> <BR>En marzo de 1935
es lanzada una huelga general contra Batista y Mendieta. Los trotskystas
participan en ella activamente en particular vía la Federación Obrera de La
Habana (FOH), cuyo secretario general es Gastón Medina (dirigente del partido
trotskysta PBL). La huelga general ha sido preparada por un comité unitario en
cuyo seno Joven Cuba y el PBL gozan del papel central. Los comunistas
estalinistas optan por llamar a la huelga de forma separada permaneciendo fuera
del comité unitario. La huelga es un fracaso.<BR> <BR>El 8 de mayo de 1935,
Antonio Guiteras es asesinado por los soldados de Batista. De 1935 a 1938, la
represión se abate sobre el movimiento popular que retrocede. Los trotskystas
cubanos son arrastrados por ese reflujo y son víctimas de campañas calumniosas
del PC estalinista que no duda, en ciertos casos, en utilizar la fuerza (ya, el
27 de agosto de 1934, un comando de comunistas estalinistas había atacado de
forma armada el local del FOH dirigido por los trotskystas. Balance: un muerto y
varios heridos). <BR> <BR>Dos orientaciones diferentes separan entonces a
los militantes trotskystas cubanos. La primera consiste en dar la prioridad a la
construcción de un partido trotskysta independiente como tarea inmediata, la
segunda consiste en sumarse a organizaciones más amplias en particular Joven
Cuba, y jugar en ellas un papel dirigente defendiendo una política
revolucionaria.<BR> <BR>Quienes optan por la construcción de una
organización trotskysta independiente mantienen el PBL que se convertirá en el
Partido Obrero Revolucionario (POR) el 19 de septiembre de 1940, algunas semanas
después del asesinato de Trotsky en México por un agente de Stalin. Entre los
dirigentes del POR se encuentra Ramón Brea, que, tras haber participado con el
POUM en la guerra de España en las brigadas internacionales, permaneció en
Checoslovaquia y luego volvió a Cuba donde murió en 1941. Formaba parte
igualmente de la dirección del POR, Pablo Díaz, que participará más tarde con
Fidel Castro y Che Guevara en la expedición del Granma.<BR> <BR>Los otros
(entre ellos Sandalio Junco y Gustavo Fraga) entran en Joven Cuba, organización
política radical de izquierdas fundada por Antonio Guiteras que logró mantenerse
a pesar de la represión y las denuncias de que fue objeto por parte del PC
estalinista. Joven Cuba logró incluso seguir desarrollándose.<BR> <BR>El 13
de septiembre de 1938, el Partido Comunista fue legalizado pues apoyaba la
apertura democrática de Batista.<BR> <BR>En 1940, el hombre fuerte del
régimen desde 1934, el coronel Fulgencio Batista logra hacerse elegir presidente
gracias a un modo de escrutinio que no permite votar más que a la mitad del
cuerpo electoral. Para hacerlo, goza del apoyo del Partido Comunista y de los
poderosos intereses norteamericanos. Según el PC, a las órdenes de la burocracia
estalinista en el poder en Moscú, frente al avance del fascismo y del nazismo en
Europa, hay que tener en cuenta "la orientación democrática" de la
administración Roosevelt que ha reemplazado la tradicional política del bastón
por la de la buena vecindad. En consecuencia, Cuba, afirma el PC, debe colaborar
con los gobiernos democráticos, y más en particular el de los Estados Unidos.
Cuba conocerá una alianza entre el Partido Comunista y el coronel Fulgencio
Batista, que durará de 1939 a 1944, cuando éste dimita. En 1943, el presidente
del partido comunista, el escritor Juan Marinello, es ministro sin cartera del
gobierno Batista.<BR> <BR>El 8 de mayo de 1942, Sandalio Junco es asesinado
en la ciudad de Sancti Spiritus por un comando estalinista cuando hablaba en un
mitin en conmemoración del asesinato de Antonio Guiteras. Sandalio Junco era
entonces Secretario General de la Comisión Obrera Nacional del Partido
Revolucionario Cubano (Auténtico), muy influyente en la clase obrera. Era
denunciado por los estalinistas como hitlero-trotskysta infiltrado en el PRC
para traicionar a los obreros honrados.<BR> <BR>A partir del fin de los
años treinta, el partido trotskysta cubano conoce una situación de marginación
política de la que no se recuperaría. Varios de sus militantes prosiguieron sin
embargo localmente una actividad revolucionaria que les valió un real
reconocimiento político. El partido trotskysta convertido, a finales de los años
30, en el Partido Obrero Revolucionario reemplazando al PBL conservó una
verdadera influencia organizada en la parte oriental de la isla en particular en
Guantánamo y en Santiago de Cuba. Algunos de sus miembros participaron en el
combate insurreccional dirigido por el movimiento del 26 de julio entre 1953 y
1959 (Idalberto Ferrera Acosta[9], Juan Medina, Luciano García, Guarina Ramírez,
Juan Leon Ferrera, Ricardo y Idalberto Ferrera).<BR> <BR>Por otra parte,
otros militantes trotskystas que no tenían ya lazos organizados con el POR
jugaron también un papel significativo en el Movimiento del 26 de julio (M26-7)
de los años 50. Se trata en particular del obrero Gustavo Fraga que afirmó hasta
el final sus convicciones trotskystas. Jugó desde los años 1930 hasta su muerte
un papel determinante en el movimiento obrero en Guantánamo. Fue en 1933 la
figura principal del Partido Bolchevique Leninista de esa ciudad y dirigió la
huelga general de agosto de 1933. En 1934, en el marco de la orientación
adoptada por los troskystas se sumó a Joven Cuba y se convirtió en uno de sus
dirigentes principales en la región. Tomó la dirección de acciones famosas como
la toma de la aduana de Guantánamo (base militar estadounidense). Tras la
fundación del Movimiento del 26 de julio, se convirtió en el jefe de la sección
obrera del M 26-7 de la región y organizó la huelga en respuesta al asesinato de
Frank País en Santiago de Cuba el 30 de julio de 1957. Murió en combate
manipulando explosivos el 4 de agosto de 1957 en Guantánamo. Poco después, la
dirección del M 26-7 dio el nombre de Gustavo Fraga a un destacamento
guerrillero del segundo frente oriental dirigido por Raul
Castro.<BR> <BR>Pablo Díaz merece también ser mencionado. Obrero tinturero,
forma parte de la dirección local del Partido Bolchevique Leninista en 1933 en
Santiago de Cuba. Más tarde, se instaló en La Habana. Fue el editor responsable
del órgano del Partido Obrero Revolucionario (trotskysta) (La revolución
proletaria) que apareció entre 1941 y 1945. Más tarde, habiendo abandonado el
POR, fue el tesorero del M 26-7 en Nueva York donde se había instalado
provisionalmente. Participó luego en la expedición del Granma con Fidel Castro
y, tras una nueva estancia en Nueva York, en la lucha insurreccional en Sierra
Maestra.<BR> <BR>Hay que citar igualmente a Roberto Acosta
Hechavarria (1912-1995), que fue miembro del PCC antes de adherirse al PBL en
1933. En 1956, participó en La Habana en la organización "Resistencia cívica" y
apoyó activamente la red "Acción y sabotaje" del M 26-7. Tras la revolución, aún
reivindicando explícitamente sus convicciones trotskystas, trabajó directamente
en el entorno del Che en el Ministerio de Industria, hasta la partida de éste en
1965.[10] <BR> <BR></FONT><FONT size=2
face=Arial><STRONG><U>Notas</U></STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV><FONT size=2 face=Arial>[1] El texto que sigue, basado en numerosos
documentos y testimonios que he recogido, es de mi entera responsabilidad. Fue
redactado durante el año 2000 y publicado en el libro de Yannick Bovy y Eric
Toussaint, Le pas suspendu de la révolution, Approche critique de la
réalité cubaine, Edition du Cerisier, Cuesmes, Belgique, 2001, 387 pp. Con un
prefacio de Manuel Vázquez Montalbán. El libro contiene contribuciones de
Fernando Martinez Heredia, Abel Prieto, Mayra Espina Prieto, Julio Fernandez
Bulté, Yannick Bovy, Janette Habel, Frangois Houtart, Jean Lazard, Maria Lopez
Vigil, Osvaldo Martinez, Julio Carranza Valdes, Haroldo Dilla Alfonso, Silvio
Rodriguez, Maya Roy, Eric Toussaint, Laurence Weerts. Ver presentación del libro
en francés: http://risal.collectifs.net/spip.php?mot742 y
http://archive.indymedia.be/news/2001/12/14996.html <BR>[2] Eric Toussaint,
historiador y doctor en ciencias políticas, autor de varios libros.<BR>[3]
Antonio Guiteras Holmes (1906-1935): dirigente estudiantil en La Habana, miembro
del directorio estudiantil revolucionario, ministro del Interior en el gobierno
revolucionario de Grau San Martín. Fundador y organizador de Joven Cuba,
organizador de la huelga insurreccional de marzo de 1935, asesinado por los
soldados de Batista en mayo de 1935. <BR>Afortunadamente en los años 2000, se
publico el importante libro de Fernando Martínez Heredia, La revolución cubana
del 30, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2007. Ver en particular el
capitulo: "Guiteras y el socialismo cubano". Se puede descargar:
http://www.ruthcasaeditorial.org/libroslibres/wp-content/uploads/2012/06/rev_cubana_30.pdf <BR>[4]
Soler Martinez Rafaël R. (1997), El trotskismo en la revolucion del 30, Tesis,
Universidad de Oriente, Facultad de Ciencias sociales y humanisticas,
Departamento de Historia, Santiago de Cuba, 1997. Se puede encontrar un artículo
de Rafael Soler Martínez, "Los orígenes del trotskismo en Cuba" en
http://archivo.po.org.ar/edm/edm20/losor.htm<BR>ver :
http://bdigital.bnjm.cu/catalogo/web/autor/Soler%20Mart%C3%ADnez_Rafael%20R. <BR>[5]
Sandalio Junco (1894-1942): obrero panadero, luego tabaquero, fundador de una
central sindical en Cuba, ganado a las ideas de la oposición de izquierdas por
Andrés Nin en un congreso de la Profintern (Internacional Sindical Roja), es uno
de los dirigentes de la ANERC tras haber sido expulsado de Cuba y funda el
Partido Bolchevique Leninista de Cuba. Se une a Joven Cuba, movimiento
nacionalista, y es asesinado durante una reunión pública por un comando
estalinista.<BR>[6] Juan Ramón Brea, dirigente estudiantil varias veces
encarcelado en Cuba, realizó varias estancias en Europa. Estuvo activo en el
plano literario con el escritor y poeta surrealista francés Benjamín Peret.
Participó en la fundación del Partido Bolchevique Leninista de Cuba en 1933. En
1936, abandona Cuba para participar en las Brigadas Internacionales como miembro
del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Tras la derrota en España,
permanece en Europa, en particular en Praga. Mantiene relaciones habituales con
Victor Serge, James P. Cannon, etc. En 1940, vuelve a Cuba y retoma su puesto en
la dirección del partido trotskysta cubano. Muere en La Habana el 17 de abril de
1941.<BR>[7] Julio Antonio Mella (1903-1929): organizador de la resistencia
estudiantil a la dictadura de Cuba así como de los tabaqueros, luego dirigente
del PC cubano, tuvo que exiliarse tras una acusación de terrorismo y de una
huelga de hambre. Asistió en Moscú al V congreso de la IC, y luego se instaló en
México, donde fue durante algún tiempo secretario general interino del Partido
Comunista de México (PCM). Tomó contacto en el congreso de la Internacional
Sindical Roja (ISR) con Andrés Nin y trabajó con un grupo de opositores de
izquierda, cuyo líder era Rosalio Negrete y en el que participaban inmigrantes.
Preparó al mismo tiempo una expedición militar contra el régimen cubano de
Machado. En enero de 1929, fue asesinado en México donde estaba
refugiado. <BR>[8] Ramón Grau San Martin (1887-1969): profesor de medicina
en La Habana, toma la defensa de sus estudiantes perseguidos por la policía de
Machado y gana una gran popularidad. Es presidente del gobierno provisional en
1933, derrocado por Batista, de nuevo presidente de Cuba de 1944 a
1948. <BR>[9] Ver Eric Toussaint, "Idalberto Ferrera Acosta"
1918-2013<BR>[10] Ver An Interview with Roberto Acosta Hechavarría in Ga
ry Tennant, The Hidden Pearl of the Caribbean. Trotskyism in Cuba, Socialist
Platform, London, 2000, pp. 243-251</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><U>Bibliografía</U></STRONG> <BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Aguilar L.E., Cuba 1933, Edit. Ithaca, 1972<BR>Alexander
Hamilton Robert (1973), Trotskysm in Latin America, Hoover Institution,
Californie, Stanford, 1973 <BR>rico Jose (1978), Mariategui y los origines del
marxismo latinoamericano, Cuadernos de Pasado y Presente, n° 60, Mexico, 1980,
341p. <BR>Brea Juan et Low Mary (1943), La Verdad Contemporanea (Ensayos y
conferencias), Imprenta O'Relly, La Habana, 1943 <BR>Broué Pierre (1997),
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Trotski, Paris, 1981. Se pueden consultar las obras de Leon Trotsky en español
en http://www.marxists.org/espanol/trotsky/indice.htm<BR>Transcripción
dactilográfica <BR>Testimonios de Luis Miyares, Bernardo Betancour, Idalberto
Ferrera Acosta, Juan Leon Ferrera Ramirez.<BR>Ver también:
http://www.marxists.org/history/etol/document/fi/cuba/tennent/PhD/biblio.html </DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR> <BR></DIV></FONT></BODY></HTML>