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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>1º de agosto 2013</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
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href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
size=4></FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Países
Árabes<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista a Gilbert Achcar
<BR></DIV></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>"Es un proceso
de larga duración. No hay nada decidido en un sentido u otro, es una situación
abierta, en plena ebullición"</FONT></STRONG><BR><BR></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Jacques Babel <BR>Nuevo
Partido Anticapitalista (NPA)<BR><A
title="http://www.npa2009.org/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.npa2009.org/">http://www.npa2009.org/</A></STRONG><A
title="http://www.npa2009.org/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.npa2009.org/"><STRONG
title="http://www.npa2009.org/ CTRL + clic para seguir el vínculo"></STRONG></A></FONT></DIV><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><STRONG>Traducción de Faustino Eguberri <BR>Viento
Sur<BR></STRONG><A
title="http://www.vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG
title="http://www.vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://www.vientosur.info/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><FONT size=3
face=Calibri></FONT><BR><BR><BR><STRONG>- El proceso revolucionario de la región
árabe no deja de sorprender a los medios. ¿Cómo analizas los recientes
acontecimientos en Egipto y Túnez?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Gilbert Achcar. Ciertamente se producen cambios
cualitativos, pero el hecho mismo de que se produzcan nuevas turbulencias no
podría sorprender si se ha comprendido que lo que comenzó a finales de
2010-comienzos de 2011 es un proceso revolucionario de larga duración. La idea
de que las victorias electorales de fuerzas procedentes del integrismo islámico
en Túnez y en Egipto iban a cerrar el proceso se ha revelado completamente
falsa. Esas fuerzas estaban condenadas al fracaso en la medida en que, como los
regímenes a los que suceden, tampoco tienen respuesta a los muy graves problemas
sociales y económicos que están en el origen de los levantamientos. Se sitúan en
la continuidad de las recetas neoliberales y no podrían por tanto resolver esos
problemas que no hacen más que agravarse. El proceso revolucionario puede tomar
formas sorprendentes, pero vamos a continuar mucho tiempo pasando de conmoción
en conmoción a escala regional antes de una estabilización de la situación que
supondría, en una hipótesis positiva, un cambio profundo de la naturaleza social
de los gobiernos hacia políticas que tengan como eje los intereses de los
trabajadores y trabajadoras.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-¿Cómo ves el enfrentamiento en curso en
Egipto?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En Egipto hay que distinguir entre dos niveles: las
maniobras y conflictos alrededor del poder, y el mar de fondo popular. Éste
conoce un segundo estallido después del de 2011, pero que desemboca, como el
precedente, en una intervención del Ejército.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ya en febrero de 2011 Mubarak fue apartado por los
militares que tomaron entonces directamente el poder, situándose el Consejo
Superior de las Fuerzas Armadas en la cúspide del ejecutivo. Esta vez se han
cuidado de repetir la misma operación al haberse quemado los dedos intentando
gobernar el país en una situación de conmoción tal que provoca un desgaste muy
rápido de cualquier gobierno que se limitara al horizonte de las políticas
neoliberales. Pero los civiles designados a la cabeza del ejecutivo no pueden
ocultar el hecho de que es el Ejército quien ejerce el poder. Dicho esto, el
argumento según el cual, esta vez, el Ejército ha intervenido contra un gobierno
democráticamente elegido remite a una concepción muy derechista de la
democracia, según la cual los representantes elegidos tienen carta blanca para
hacer lo que quieran durante la duración de su mandato, incluso si traicionan de
forma flagrante las esperanzas de sus electores y electoras. Una concepción
radical de la democracia implica el derecho a la revocación. Es esta forma la
que ha tomado el movimiento en Egipto con la petición de la salida de Morsi y de
nuevas elecciones que han lanzado los jóvenes del movimiento "Tamarrod"
(Rebelión), que han reunido en algunos meses un número impresionante de firmas,
muy superior al número de votos que había obtenido Morsi para su elección
presidencial. Desde este punto de vista, su revocación era completamente
legítima.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por el contrario, el gran problema es que en vez de
organizar el movimiento de masas a fin de derrocar a Morsi mediante los medios
de la lucha de masas -la huelga general, la desobediencia civil, hemos visto a
los dirigentes de la oposición liberal y de izquierdas ponerse de acuerdo con
los militares y aplaudir su golpe de Estado, cuya lógica es en última instancia
es captar el potencial de movilización popular y desviarlo en favor del regreso
a un orden autoritario, como lo confirman hoy las actuaciones de los militares.
Esto es extremadamente grave, y a ese nivel hay una carencia fuerte de la
izquierda egipcia en sus componentes mayoritarios. Ha dado lustre al escudo del
Ejército, y ofrecido una buena imagen de su comandante en jefe. Éste es el
hombre fuerte del nuevo-antiguo régimen. Aunque ministro de Defensa, se ha
permitido convocar a la población a manifestarse en apoyo del Ejército,
ignorando totalmente al nuevo gobierno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hoy, incluso los jóvenes de Tamarrod comienzan a
inquietarse, pero un poco tarde, del engranaje en que se han dejado atrapar
ellos mismos. El golpe de Estado permite a los Hermanos Musulmanes rehacerse una
juventud política presentándose como mártires, víctimas de un golpe militar. Han
reconsolidado su base social, ciertamente minoritaria -ahora está claro- pero
sin embargo importante. La acción de los militares has exaltado su imagen.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Así pues, ¿ha habido un desgaste muy rápido de
los movimientos islamistas que han ocupado el lugar de los antiguos regímenes en
Túnez y en Egipto, pero la debilidad de la izquierda plantea ahora un gran
problema?</STRONG></DIV><FONT size=3 face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR>Al margen de la izquierda revolucionaria, que sigue
siendo marginal en Egipto, el grueso de la izquierda se ha implicado en el
Frente de Salvación Nacional. Las corrientes que provienen del movimiento
comunista tradicional así como la corriente nasseriana, que sigue siendo la más
importante desde el punto de vista de la influencia popular, han participado en
la empresa de mistificación de la gente sobre el papel del Ejército. Es tanto
más deplorable en la medida en que esas mismas fuerzas estaban en la calle
contra el Ejército en los meses que precedieron a la elección de Morsi. Cuando
Sabahi, el líder nasseriano, explicaba algunos días antes del 30 de junio que
había sido un error haber gritado un año antes "abajo el gobierno de los
militares", sacaba las lecciones equivocadas de la historia. Lo que es un error,
es arrepentirse de ello y pensar que de nuevo es necesario aplaudir al
Ejército.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><STRONG>-¿Qué piensas de
los dispositivos que intentan darse los tunecinos para poner fin al poder de
Ennahda?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Desgraciadamente, corremos el riesgo de tener en Túnez un
escenario semejante al que conoce Egipto: una izquierda que no tiene la lucidez
política para pelear por un programa de izquierdas, y que se dispone a entablar
alianzas incluso con sectores del antiguo régimen presentes en Nidaa Tunes. Ese
tipo de planteamiento beneficia finalmente a las fuerzas islamistas que utilizan
la ocasión para denunciar el compromiso de la izquierda con los restos del
antiguo régimen. Esto permite a los Hermanos Musulmanes o a Ennahda presentarse
como portadores de la legitimidad y de la continuidad de la
revolución.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-Por consiguiente ¿hay un problema de representación
política de las capas populares que participan en la
revolución?</STRONG></DIV><FONT size=3 face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR>Si, el problema es que en lugar de intentar conquistar la
hegemonía en el movimiento de masas luchando en primer lugar sobre la cuestión
social, aún a riesgo de que se unan contra ella partidarios del neoliberalismo
-que van de los integristas a los hombres del antiguo régimen pasando por los
liberales- la izquierda se inscribe en alianzas de miras estrechas con sectores
del antiguo régimen. En un país como Túnez, en mi opinión, la central sindical
UGTT es una fuerza socialmente hegemónica y puede fácilmente llegar a serlo
políticamente. Sin embargo se ha levantado una muralla entre lo sindical y lo
político. La izquierda tunecina hoy a la cabeza de la UGTT, más que lanzar a la
central a la batalla política con el horizonte de un gobierno de los
trabajadores, parece orientarse hacia alianzas contranatura entre sus
agrupamientos políticos organizados en el Frente Popular, de una parte, y los
liberales y los restos del antiguo régimen del otro.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-A pesar de las dificultades para encontrar
salidas, las revueltas continúan en numerosos países, se ven aparecer ahora
movimientos "Tamarrod" en Libia, en Bahrein...</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En los seis países más profundamente afectados por los
levantamientos de 2011 continúan los movimientos de masas. En Libia, hay una
agitación permanente. Los medios no se hacen eco de ello, pero hay constantes
movilizaciones populares, en particular contra los integristas; las
instituciones elegidas están sometidas a presiones diversas de la base popular.
En Yemen, el movimiento continúa, incluso si ha quedado debilitado por el
compromiso en el que se han precipitado una parte de las fuerzas de oposición.
Fuerzas radicales, en particular jóvenes y de izquierdas, continúan luchando
contra ese simulacro de cambio. En Bahrein, el movimiento popular prosigue
contra la monarquía.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y en Siria, la guerra civil está en un punto álgido, ha
alcanzado un nivel trágico hoy con una contraofensiva feroz del régimen
sostenido por Rusia, Irán y el Hezbolá libanés. Siria es un caso flagrante de
cinismo de las grandes potencias, que dejan masacrar un pueblo que sólo les
inspira desconfianza.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><STRONG>-Así pues, dos
años y medio después del comienzo del proceso, ¿éste continúa con mucha
fuerza?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Una dinámica revolucionaria se puso en marcha en 2011, un
proceso de larga duración que va a conocer altos y bajos, episodios de reacción,
de contrarrevolución y avances revolucionarios. Pero para una salida positiva a
este proceso, será preciso que surjan fuerzas portadoras de respuestas
progresistas a los problemas planteados en el plano social y económico. A falta
de ello, hay otros escenarios posibles, de regresión, de reacción, de alianzas
represivas contra las poblaciones entre quienes hoy parecen opuestos, militares
e integristas. No hay nada decidido en un sentido u otro, es una situación
abierta, en plena ebullición. La izquierda debe urgentemente afirmar una tercera
vía independiente, contra los antiguos regímenes y contra los integristas, por
la satisfacción de las reivindicaciones sociales de los y las que han sostenido
estos levantamientos.
<HR>
<BR><BR></FONT></DIV></BODY></HTML>