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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>2 de agosto de 2013<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG>Argentina</STRONG></FONT></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>El acuerdo entre YPF y Chevron
<BR></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><FONT size=3><STRONG>Extractivismo
2.0 <BR></STRONG></FONT> <BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Emiliano Guido, desde Buenos
Aires </STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Brecha, Montevideo,
2-7-2013</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://brecha.com.uy/"><STRONG>http://brecha.com.uy/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR> <BR><STRONG>La socióloga argentina Maristella
Svampa advirtió en su momento que la sintonía entre los gobiernos progresistas
del Cono Sur con el modelo productivo extractivista hacía pensar que la región
había pasado “del consenso de Washington al consenso de los commodities”. Esa
idea es mucho más palpable en Argentina tras el acuerdo de la petrolera
recientemente renacionalizada (ypf) con la multinacional estadounidense Chevron,
acusada además de cometer un “ecocidio” en el Amazonas ecuatoriano por utilizar
una metodología de exploración, el fracking, que está prohibida o sufre una
moratoria en diversos países por su gran impacto ambiental. Nacida y criada en
una zona cercana a donde estarían las reservas que harían de Argentina la Arabia
Saudita del gas shale, Svampa advierte sobre las consecuencias de la asociación
ypf-Chevron. <BR></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>—Plataforma 2012, un colectivo de intelectuales de
izquierda opositores al gobierno nacional, calificó el acuerdo con Chevron como
la reprivatización de ypf. ¿Por qué utilizaron esta
caracterización?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>—No, no es así. No hablamos de “reprivatización”, sino de
una vuelta de tuerca en el proceso de falsa estatización de ypf, que hoy
concluye en la entrega a Chevron. En mayo de 2012, en un largo documento
titulado “Por una verdadera estatización de los recursos energéticos. La crisis
de ypf o el fracaso de una política energética”, desde Plataforma 2012
sostuvimos que se trataba de una falsa estatización, ya que la anunciada
“reconquista” de ypf no contemplaba los aspectos estructurales de la cuestión
energética y carecía de una mirada estratégica de mediano y largo plazo. Por
ejemplo, la ley no proponía cambio alguno del marco regulatorio ni política de
nacionalización de los hidrocarburos; no asistíamos a una verdadera estatización
de la empresa, ya que no se había optado por una sociedad de Estado; no existía
una propuesta de largo plazo que apuntara a la diversificación de la matriz
energética. También alertábamos que el país se aprestaba a ingresar de manera
ciega e imprudente en una forma de extracción de gas y petróleo no convencional,
a través de la fractura hidráulica o fracking, (*) una metodología muy
controvertida, prohibida en varios países, sin siquiera abrir debate o informar
sobre sus gravosas consecuencias ambientales. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>—Las denuncias ambientales contra el fracking son
conocidas en todo el mundo. Sin embargo, los técnicos de ypf aducen que la
extracción en la zona conocida como Vaca Muerta será a mayor profundidad y por
lo tanto será menos lesiva de la roca madre. Además, contraargumentan
manifestando que esta técnica de exploración ya ha sido practicada en Argentina.
¿Ustedes cómo observan esta polémica?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>—No me parece que haya polémica, pues no hay vocación por
parte del oficialismo de debatir. Y tampoco el tema del fracking se limita a un
solo punto, el de la contaminación del agua. Esto me hace recordar a la
discusión sobre la megaminería, a la cual intencionalmente buscaban reducir a un
solo tema: si se utilizaba cianuro o no. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Veamos qué sucede con los otros pozos de fracking. Primer
ejemplo: Neuquén. En enero visité a la comunidad Gelay Ko, cerca de Zapala,
donde se hizo el primer pozo de fracking del país. Allí, en ese territorio
árido, la empresa estadounidense Apache entró sin autorización de las
comunidades indígenas. No hubo consulta ni estudios previos de impacto
ambiental. Apache está extrayendo agua del acuífero Zapala, mientras las
comunidades carecen de ella. No hay que olvidar que el Estado neuquino es un
violador serial de los derechos indígenas, lo cual incluye a la justicia
provincial, que –salvo excepciones– falla sistemáticamente a favor de las
corporaciones o de los grandes propietarios privados, cuando se trata de
explotación hidrocarburífera, minería y emprendimientos turísticos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otro aspecto: la actividad sísmica. Hace unos días, cerca
de Las Heras, provincia de Santa Cruz, donde ypf perforó tres pozos con técnicas
de fracking, se registró el primer movimiento sísmico que podría estar ligado a
esta actividad. Así apareció publicado en varios portales de noticias, tomando
como fuente el Centro Nacional de Información de Terremotos del Servicio
Geológico de Estados Unidos. El movimiento telúrico no se percibió, pero quedó
registrado en los sensores de ese centro de alerta temprana.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un último ejemplo: incompatibilidad con otras actividades
productivas. En una localidad de la provincia de Río Negro, Allen, que tiene una
matriz productiva centenaria ligada a la producción de peras y manzanas, Apache
empezó a perforar, extrayendo tight gas, con el método de la “multifractura”. La
población ignora si en algunos pozos están haciendo fracking o no, pues no hay
información. Hay 300 pequeños chacareros en el lugar y más de 170 perforaciones,
casi todas de gas convencional. Pero la incompatibilidad entre ambas actividades
(sobre todo estamos hablando de peras de exportación) es algo que muchos
vislumbran en un futuro cercano. Así que son muchos los aspectos o dimensiones
que incluye la discusión sobre el tema del fracking, no solamente respecto de la
contaminación del agua. </DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>—Con relación a la megaminería y al agronegocio,
¿qué particularidades presenta el gas de esquisto como el nuevo hit del
extractivismo?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>—Más allá de los impactos ambientales, a diferencia de la
megaminería y el agronegocio, la explotación del shale gas se hace en nombre de
la soberanía energética. Esta carrera desenfrenada por el autoabastecimiento
rompe con la perspectiva neocolonial clásica; esto es, con la idea de que en el
Norte se consume y en el Sur se extrae, ya que en el Norte también hay países
que apuestan por el shale gas. Las poblaciones de Holanda y Estados Unidos ya
están padeciendo el sacrificio de sus territorios en nombre de la soberanía
energética. En Canadá pasa lo mismo respecto de las arenas bituminosas.
Entonces, lo que puede verse es que la opción por los combustibles no
convencionales traerá profundas reconfiguraciones de los territorios, tanto en
el Norte como en el Sur. Lo dicho puede ser visto también desde otra
perspectiva. En mis incursiones europeas más recientes me di cuenta de que
cuando hablo de megaminería me miran como si estuviera hablando de “un estudio
de caso” y el Norte nada tuviera que ver con el tema; pero cuando hablo de
fracking los ojos de mis interlocutores se iluminan y entran en sintonía con lo
que digo. Quizá entonces esto pueda generar mayores solidaridades en las
luchas.<BR></DIV><STRONG></STRONG>
<DIV align=justify><STRONG>—Otras petroleras estatales regionales, como Ancap y
Pdvsa, se manifestaron interesadas en participar en Vaca Muerta. ¿Por qué los
gobiernos sudamericanos no objetan un modo de producción petrolero que tiene
atrás a todo el lobby del Departamento de Estado estadounidense?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>—Es una buena pregunta, pues por debajo de los discursos
grandilocuentes acerca del retorno del Estado, los gobiernos sudamericanos han
aceptado que se mueven en un espacio de geometría variable, en el cual se
insertan los imperativos de la globalización asimétrica. Por otro lado, no se
olviden de que hablamos de gobiernos que viven bajo el influjo de la visión
“eldoradista”, que trajo aparejado el “consenso de los commodities”. Más aun,
antes de objetar el lobby del Departamento de Estado estadounidense, son capaces
de dar vuelta el argumento antimperialista, para responder que se trata de
objeciones de “ong extranjerizantes”, de reacciones “pachamamistas” o aun de un
“fundamentalismo colonial” que le hace el juego a aquellos que no quieren el
desarrollo autónomo de los países del Sur. Enclaustradas entre el pragmatismo y
la ilusión desarrollista, estas políticas terminan por generar un punto ciego
para estos gobiernos.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>—¿Cuál es, en líneas generales la reacción de la
población local neuquina sobre el boom del gas de esquisto? Es decir, más allá
de la movilización de sectores ambientales o de los pueblos originarios, ¿el
sentido común acompaña este nuevo imaginario eldoradista?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>—Soy hija de esas tierras. Además, hace un mes fui
invitada por la Legislatura de la provincia de Neuquén a un seminario sobre
hidrocarburos no convencionales. Había mucha gente, muchos profesores y
estudiantes de colegios secundarios. Me tocó hablar de los impactos sociales y
ambientales del fracking, sobre todo vinculado a los pueblos indígenas. En el
seminario había tres técnicos –entre ellos dos ingenieros en petróleo con vasta
trayectoria en empresas, y uno de ellos asesor del oficialismo– y un geólogo.
Los tres técnicos fueron contundentes y desaconsejaron la explotación mediante
el fracking. El único que habló a favor fue el geólogo. Pero las empresas no
estaban presentes; no les interesa estar. Para ellos el tema ya está saldado.
Tienen toda la prensa escrita a favor. Los legisladores del oficialismo
aceptaron hacer el seminario para calmar a las voces críticas, pero lo hicieron
pour la galerie. Más aun, los legisladores parecían no escuchar y hablaban
extasiados una y otra vez del “segundo gran descubrimiento del petróleo” y del
“clúster” que se generaría en Vaca Muerta. Por otro lado, tengo la impresión de
que gran parte de la sociedad neuquina, que siempre fue petróleo-dependiente,
sigue los avatares de ypf y Chevron como si fueran algo ajeno a su
destino.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>—¿Qué opina de la estructura argumentativa del
kirchnerismo defendiendo el acuerdo con Chevron? ¿Es una nueva épica
neodesarrollista o trasunta más pragmatismo de negocios?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>—Cuesta creer que puedan transformar en gesta épica algo
tan opaco como el acuerdo con Chevron, del cual ni siquiera la propia
Legislatura de la provincia de Neuquén conoce el contenido. Mucho menos con el
historial de Chevron, prófuga de la justicia ecuatoriana. En ese sentido, veo
más un discurso de realpolitik, amparado en la demanda de autoabastecimiento
energética. Y aunque se los ve empecinados en decir que sólo compran know- how,
es poco creíble, ya que se trata de un contrato de explotación que además de
otorgar numerosas ventajas (el derecho a exportar el 20 por ciento a partir del
quinto año sin pagar derechos de exportación y sin la obligación de liquidar las
divisas en el país), es por 35 años y en el principal yacimiento de gas no
convencional del país.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>—La matriz energética mundial se está
reconfigurando. Si las fronteras del fracking son inestables, ¿dónde debería
buscarse un nuevo mapa energético?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>—En lo que respecta a Argentina, hay que diversificar la
matriz energética, para romper con la dependencia exclusiva del patrón
energético basado en la extracción de hidrocarburos. Hay que promover el
desarrollo de energías alternativas no contaminantes (eólica y solar). E
incluso, para poder pensar una transición, habría que explorar y desarrollar
áreas hidrocarburíferas convencionales (que las hay, ya que Repsol en los
últimos años no hizo exploración), antes que embarcarse ciegamente en los no
convencionales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hay países, como Alemania, que abandonaron la energía
nuclear y se están orientando hacia otras matrices energéticas, basadas en la
energía eólica y fotovoltaica. Sobre todo la energía eólica es limpia, tiene
costos operativos menores que otras energías (como la que se produce a través
del fracking) y una vida útil más larga. Pero estas no son discusiones fáciles,
requieren de consenso social y político y de grandes cambios culturales en los
patrones de consumo. <BR></DIV>
<DIV align=justify>(*) Procedimiento que consiste en inyectar a presión en el
terreno agua, arena y productos químicos para ampliar las grietas existentes en
el subsuelo y así poder extraer más fácilmente los hidrocarburos. Este sistema
es cuestionado ambientalmente, ya que, entre otros riesgos, los químicos
inyectados para disolver la piedra suelen contaminar los acuíferos más
profundos.</FONT>
<HR>
</DIV></BODY></HTML>