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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U> 13 de setiembre 2013</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
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href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Estados
Unidos</FONT></STRONG></FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Medicinas
alternativas</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Calibri></FONT><FONT face=Calibri></FONT><FONT
face=Calibri></FONT><FONT face=Calibri></FONT><BR><STRONG><FONT size=3>El riesgo
de los remedios no probados y no regulados</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Marcia Angell y Jerome P. Kassirer</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Editorial del New England Journal of Medicine, vol.
339, Nº 12<BR>Traducción de Viento Sur<BR><A
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<DIV align=justify><BR>¿Qué tiene la medicina alternativa que la diferencia de
la medicina ordinaria? El término abarca un grupo notablemente heterogéneo de
teorías y prácticas, tan dispares como la homeopatía, el toque terapéutico, la
imaginería y la herbología. ¿Qué tienen en común? Eisenberg y colaboradores
definen la medicina alternativa (actualmente denominada a menudo medicina
complementaria) como "intervenciones médicas no enseñadas ampliamente en las
facultades de Medicina de EE UU o disponibles generalmente en hospitales de EE
UU"./1 No es una definición muy feliz, especialmente cuando muchos remedios
alternativos se han abierto camino recientemente en la práctica médica común.
Hay facultades de Medicina que enseñan medicina alternativa, hospitales y
organizaciones que la ofrecen /2 y leyes en algunos Estados que obligan a los
sistemas de salud a incluirla./3 Constituye asimismo una potente industria que
crece rápidamente, en la que actualmente participan las principales compañías
farmacéuticas./4</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo que distingue sobre todo a la medicina alternativa, a
nuestro juicio, es que no ha sido ensayada científicamente y sus defensores
niegan en gran parte la necesidad de esos ensayos. Por ensayos nos referimos a
la comprobación rigurosa de la seguridad y eficacia, tal como la exigen la
Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA) para la aprobación de
medicamentos y las mejores revistas médicas para la publicación de informes de
ensayo. Por supuesto, muchos tratamientos empleados en la medicina convencional
tampoco han sido ensayados rigurosamente, pero la comunidad científica reconoce
en general que esto es un fallo que se debe remediar. Muchos defensores de la
medicina alternativa, en cambio, consideran que el método científico simplemente
no es aplicable a sus remedios. Se basan en vez de ello en anécdotas y
teorías.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En 1992, el Congreso de EE UU creó en el seno de los
Institutos Nacionales de Salud una Oficina de Medicinas Alternativas para
evaluar los remedios alternativos. Hasta el momento, los resultados han sido
decepcionantes. Por ejemplo, de los 30 proyectos de investigación que aprobó la
oficina en 1993, 28 produjeron "informes finales" (resúmenes) que están
disponibles en la base de datos pública en línea de la oficina./5 Sin embargo,
un estudio de Medline realizado casi seis años después de la aprobación de los
proyectos reveló que tan solo 9 de los 28 informes se plasmaron en artículos
publicados. Cinco de ellos aparecieron en dos revistas que no figuran entre las
3.500 catalogadas en la colección de revistas de medicina de la Countway
Library./6-10 De los otros cuatro estudios, ninguno fue un ensayo clínico
controlado que permitiera sacar conclusiones sobre la eficacia de un tratamiento
alternativo./11-14</DIV>
<DIV align=justify><BR>Se podría alegar que la medicina convencional también se
basa en anécdotas, algunas de las cuales se publican como informes de casos en
revistas cuyos artículos se someten a revisión por homólogos. Describen un nuevo
hallazgo bien documentado dentro de un contexto definido. Si por ejemplo el New
England Journal of Medicine recibiera un artículo que describiera la curación de
un paciente de cáncer de páncreas después de ingerir una dieta a base de
ruibarbo, solicitaríamos la documentación de la enfermedad y su alcance,
preguntaríamos por otros pacientes similares que no se hubieran recuperado
después de tomar ruibarbo y podríamos proponer que se probara la dieta con otros
pacientes. Si las respuestas a estas y otras preguntas fueran satisfactorias,
podríamos publicar un informe de caso, pero no para anunciar un remedio, sino
únicamente para sugerir una hipótesis que debiera verificarse en un ensayo
clínico debidamente realizado. En cambio, las anécdotas relativas a los remedios
alternativos (que suelen publicarse en libros y revistas para el gran público)
carecen de esta documentación y se consideran suficientes en sí mismas para
justificar su utilidad terapéutica.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La medicina alternativa también se distingue por una
ideología que ignora en gran medida los mecanismos biológicos, a menudo
desprecia la ciencia moderna y se basa en supuestas prácticas antiguas y
remedios naturales (que se consideran de alguna manera, y al mismo tiempo, más
potentes y menos tóxicos que la medicina convencional). Así, las hierbas o
mezclas de hierbas se consideran superiores a los ingredientes activos aislados
en el laboratorio. Y métodos curativos como la homeopatía o el toque terapéutico
se promueven activamente a pesar no solo de carecer de pruebas clínicas de
eficacia, sino también de basarse en una teoría que viola leyes científicas
fundamentales, sin duda una circunstancia que requiere más pruebas, y no
menos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De todas las formas de tratamiento alternativo, el más
común es la medicina a base de hierbas./15 Hasta el siglo xx, la mayoría de
remedios eran plantas, cuyos efectos beneficiosos se descubrieron, en algunos
pocos casos, por la vía de la experiencia práctica. Por ejemplo, se observó que
la dedalera ( Digitalis purpurea) era útil contra la hidropesía, la adormidera
(Papaver somniferum) contra el dolor, la tos y la diarrea, y la corteza de
cinchona (Cinchona officinalis) contra la fiebre. Las indicaciones para la
administración de una planta dada estaban mal definidas, la dosificación era
arbitraria porque se desconocía la concentración del principio activo y a menudo
el remedio contenía toda clase de contaminantes. Es más, muchos de los remedios
simplemente no tenían efecto, y algunos eran dañinos o incluso mortales. La
única manera de separar los remedios beneficiosos de los ineficaces o lesivos
pasaba por las anécdotas basadas principalmente en la tradición oral.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Todo esto comenzó a cambiar en el siglo xx a resultas de
los rápidos avances de la ciencia médica. La aparición de sofisticados métodos
químicos y farmacéuticos permitió identificar y purificar los ingredientes
activos de las plantas y estudiarlos. Se extrajo el digitalis de la dedalera, la
morfina de la adormidera y la quinina de la corteza de cinchona. Además, una vez
se comprendió la química de estas sustancias fue posible sintetizar moléculas
parecidas con propiedades más deseables. Por ejemplo, la penicilina se descubrió
por casualidad cuando se contaminaron unos cultivos bacterianos con moho
penicillium. Su aislamiento y caracterización permitió la síntesis de una gran
variedad de antibióticas relacionados con distintos espectros de
actividad.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además se desarrollaron potentes instrumentos
epidemiológicos para ensayar los posibles remedios. En particular, la evolución
de los ensayos clínicos controlados aleatorizados permitió a los investigadores
estudiar con precisión la seguridad, la eficacia y los efectos por dosis de los
tratamientos propuestos y sus respectivas indicaciones. Ya no hace falta que
confiemos en experimentaciones y anécdotas. Hemos aprendido a reclamar y esperar
pruebas estadísticamente fiables antes de aceptar conclusiones sobre potenciales
remedios. Sin esas pruebas, la FDA no permitiría que se comercializara un
medicamento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los resultados de estos avances han sido espectaculares.
A título de ejemplo, ahora sabemos que el tratamiento con aspirina, heparina,
agentes trombolíticos y bloqueadores beta-adrenérgicos reduce en gran medida la
mortalidad por infarto de miocardio; una combinación de análogos de nucleósidos
y un inhibidor de la proteasa puede evitar el desarrollo del sida en personas
infectadas por el virus de inmunodeficiencia humana; los antibióticos curan las
úlceras pépticas; y un cóctel de medicamentos citotóxicos puede curar la mayoría
de casos de leucemia infantil. También en este siglo hemos desarrollado y
probado vacunas contra un gran número de infecciones, entre otras el sarampión,
la poliomielitis, la tos ferina, la difteria, la hepatitits B, algunas formas de
meningitis y la neumonía neumocócica, y disponemos de un vasto arsenal de
antibióticos eficaces para muchas otras. En menos de un siglo, la esperanza de
vida en EE UU ha aumentado un 30 %, en parte gracias a la mejora de la higiene y
del nivel de vida, pero en gran parte en virtud de los avances de la medicina
realizados mediante ensayos rigurosos. Otros países se quedaron rezagados, pero
a medida que la medicina científica se universalizó, todos los países
suficientemente ricos para financiarla obtuvieron los mismos beneficios.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora, dado el creciente interés por la medicina
alternativa, asistimos a una vuelta atrás a enfoques irracionales de la práctica
médica, justo en un momento en que la medicina científica está llevando a cabo
algunos de sus avances más decisivos. El análisis de las razones de esta
paradoja no entra dentro de los objetivos de este editorial, pero probablemente
se debe en parte a la decepción causada por la atención a menudo apresurada e
impersonal que prestan médicos convencionales, así como a los tratamientos
agresivos que pueden ser necesarios para enfermedades potencialmente
mortales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por fortuna, la mayoría de remedios no ensayados a base
de hierbas son probablemente inofensivos. Además, parece que los utilizan
principalmente personas que están sanas y que creen que estos remedios les
ayudarán a seguir estándolo, o personas que tienen problemas comunes
relativamente menores, como dolor de espalda o fatiga./15 Muchas de estas
personas probablemente acudirán a médicos convencionales si tuvieran
indicaciones de alguna enfermedad grave, como fuerte dolor de pecho, un bulto en
un seno o sangre en la orina. Sin embargo, la incertidumbre en torno a la
eventual gravedad de los síntomas puede dar lugar a un retraso fatal de la
aplicación de un tratamiento que se ha demostrado eficaz. Y algunas personas
pueden acudir exclusivamente a la medicina alternativa, corriendo un grave
peligro. En este número del Journal, Coppes y colaboradores describen dos de
estos ejemplos./16</DIV>
<DIV align=justify><BR>También en este número vemos que hay riesgos en la
medicina alternativa aparte de la omisión de un tratamiento eficaz. Slifman y
sus colegas informan de un caso a toxicidad de la dedalera en una mujer joven
que había ingerido un brebaje de hierbas contaminado./17 Ko informa del
descubrimiento de amplias incoherencias y adulteraciones en sus análisis de
medicamentos patentados asiáticos./18 Lo Vecchio y colaboradores informan de un
paciente que sufrió depresión del sistema nervioso central después de ingerir
una sustancia vendida en tiendas de alimentos saludables como estimulante de la
hormona del crecimiento,/19 y Beigel y colaboradores describen el misterioso
curso clínico a un paciente que desarrolló saturnismo después de tomar un
remedio indio a base de hierbas para su diabetes./20 Son sin duda simples
ejemplos de lo que será un problema que crecerá rápidamente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Qué ocurre con la FDA? ¿Acaso no debería supervisar la
seguridad y eficacia de estos remedios? Ya no, según el Congreso de EE UU. A
raíz de las presiones de la multimillonaria industria de los "suplementos
dietéticos", en 1994 el Congreso declaró esos productos exentos de la regulación
de la FDA./21, 22 (Los remedios homeopáticos están exentos desde 1938./23) Desde
entonces, estos productos han invadido el mercado, sujetos exclusivamente a los
escrúpulos de sus fabricantes. Pueden contener las sustancias especificadas en
la etiqueta en las cantidades indicadas, pero no es obligatorio que lo hagan y
no hay nadie que pueda impedir su venta si no lo hacen. En unos análisis
realizados con productos de ginseng, por ejemplo, la cantidad del ingrediente
activo en cada comprimido varió por el factor de 10 entre marcas cuya etiqueta
indicaba un contenido idéntico./24 Algunas no contenían ninguna cantidad en
absoluto.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los remedios a base de hierbas también pueden venderse
sin que se conozca su mecanismo de acción. En este número del Journal, DiPaola y
colaboradores informan de que la mezcla de hierbas denominada PC-SPES (PC por
cáncer de próstata y spes por "esperanza" en latín) tiene una actividad
estrogénica sustancial./26 Sin embargo, esta sustancia refuerza pretendidamente
el sistema inmunitario en pacientes con cáncer de próstata refractarios al
tratamiento con estrógeno./27 De este modo, muchos hombres que toman PC-SPES han
ingerido cantidades variables de un tratamiento hormonal sin saberlo, algunos de
ellos como complemento del tratamiento con estrógeno que les han recetado sus
médicos convencionales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El único requisito legal para la venta de estos productos
es que no se promuevan indicando que previenen o tratan enfermedades./28 Para
cumplir esta disposición, su etiquetado se ha convertido en todo un arte del
doble lenguaje (para muestra, el nombre PC-SPES). No solo se venden bajo el
epígrafe eufemístico de "suplementos dietéticos", sino que también se sugieren
simplemente los usos médicos para los que se ofrecen. Sin embargo, queda claro
qué se quiere decir. Del cartílago de tiburón (que en una farmacia local cuesta
más de 3 $ por dosis diaria) se declara en su etiqueta que "mantiene la correcta
función de los huesos y articulaciones"; del fruto del palmito salvaje, que
"favorece la salud prostática"; y del extracto de castaña de Indias, que
"favorece. la salud de las venas de las piernas". Cualquier persona puede entrar
en una tienda de productos para la salud y comprar PC-SPES con cantidades
desconocidas de actividad estrogénica, llantén combinado con dedalera o hierbas
indias contaminadas con metales pesados. Caveat emptor [la responsabilidad de la
compra recae en el comprador; ndR]. La FDA solo puede intervenir a toro pasado,
cuando se demuestra que un producto es dañino./28</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es hora de que la comunidad científica ponga coto a la
medicina alternativa. No puede haber dos clases de medicina, convencional y
alternativa. Solo hay una medicina que está suficientemente probada y una
medicina que no lo está, una medicina que funciona y otra que puede o no
funcionar. Una vez se ha ensayado rigurosamente un tratamiento, ya no importa si
originalmente se consideraba alternativo. Si se considera que es razonablemente
seguro y efectivo, será aceptado. Pero la aseveración, la especulación y los
testimonios no sustituyen a las pruebas. Los tratamientos alternativos deberían
someterse a ensayos científicos no menos rigurosos que los que se exigen para
los tratamientos convencionales.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><U>Notas</U></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>1/ Eisenberg DM, Kessler RC, Foster C, Norlock FE,
Calkins DR, Delbanco TL. Unconventional medicine in the United States -
prevalence, costs, and patterns of use. N Engl J Med 1993; 328:246-52.<BR>2 /
Spiegel D, Stroud P, Fyfe A. Complementary medicine. West J Med 1998;
168:241-7.<BR>3 / Cooper RA, Stoflet SJ. Trends in the education and practice of
alternative medicine clinicians. Health Aff (Millwood) 1996; 15(3):226-38.<BR>4
/ Canedy D. Real medicine or medicine show? Growth of herbal remedy sales raises
issues about value. New Yo rk Times. 23 de julio de 1998:D1.<BR>5 / National
Institutes of Health, Office of Alternative Medicine. Grant award and research
data. Bethesda, Md.: Office of Alternative Medicine. (Véase:
http://altmed.od.nih.gov/oam/research/ grants.)<BR>6 / Chou CK , McDougall JA,
Ahn C, Vora N. Electrochemical treatment of mouse and rat fibrosarcomas with
direct current. Bioelectromagnetics 1997; 18(1):14-24.<BR>7 / Olson M, Sneed N,
LaVia M, Virella G, Bonadonna R, Michel Y. Stress-induced immunosuppression and
therapeutic touch. Alternative Ther Health Med 1997; 3(2):68-74.<BR>8 / Shaffer
HJ, LaSalvia TA, Stein JP. Comparing Hatha yoga with dynamic group psychotherapy
for enhancing methadone maintenance treatment: a randomized clinical trial.
Alternative Ther Health Med 1997; 3(4):57-66.<BR>9 / Walker SR, Tonigan JS,
Miller WR , Corner S, Kahlich L. Intercessory prayer in the treatment of alcohol
abuse and dependence: a pilot investigation. Alternative Ther Health Med
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Singletary SE, Justice B. Coping, life attitudes, and immune responses to
imagery and group support after breast cancer treatment. Alternative Ther Health
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need to identify mediating factors. Psychophysiology 1998; 35(4):389-404.<BR>12
/ Crawford HJ, Knebel T, Kaplan L, y cols. Hypnotic analgesia. 1. Soma-
tosensory event-related potential changes to noxious stimuli and 2. Transfer
learning to reduce chronic low back pain. Int J Clin Exp Hypn 1998;
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efficacy of yogic techniques in the treatment of obsessive compulsive disorders.
Int J Neurosci 1996; 85:1-17.<BR>1 4 / Prasad KN, Hernandez C, Edwards-Prasad J,
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cis-platin, DTIC, and interferon-a2b on human melanoma cells in culture by a
mixture of vitamins. Nutr Cancer 1994; 22:233-45.<BR>1 5 / Brody JE. Alternative
medicine makes inroads, but watch out for curves. New York T imes. 28 de abril
de 1998:F7.<BR>1 6 / Coppes MJ, Anderson RA, Egeler RM, Wolff JEA. Alternative
therapies for the treatment of childhood cancer. N Engl J Med 1998;
339:846-7.<BR>1 7 / Slifman NR , Obermeyer WR , Aloi BK y cols. Contamination of
botanical dietary supplements by Digita lis lanata. N Engl J Med 1998;
339:806-11.<BR>1 8 / Ko RJ. Adulterants in Asian patent medicines. N Engl J Med
1998; 339:847.<BR>1 9 / LoVecchio F, Curry SC, Bagnasco T. Butyrolactone-induced
central nervous system depression after ingestion of RenewTrient, a "dietary
supplement." N Engl J Med 1998; 339:847-8.<BR>20 / Beigel Y, Ostfeld I,
Schoenfeld N. A leading question. N Engl J Med 1998; 339:827-30.<BR>2 1/ Wittes
B. FDA exemption sought for self-help medicines. The Recorder. October 7,
1994:2.<BR>22 / Dietary Supplement Health and Education Act of 1994. (Public Law
103-417.)<BR>23 / Wagner MW. Is homeopathy 'new science' or 'new age'? Sci Rev
Alternative Med 1997; 1(1):7-12.<BR>2 4 / Herbal roulette. Consumer Reports.
November 1995:698.<BR>2 5 / Cui J, Garle M, Eneroth P, Björkhem I. What do
commercial ginseng preparations contain? Lancet 1994; 344:134.<BR>2 6 / DiPaola
RS, Zhang H, Lambert GH, y cols. Clinical and biologic activity of an estrogenic
herbal combination (PC-SPES) in prostate cancer. N Engl J Med 1998;
339:785-91.<BR>2 7 / Anticancer botanicals that work supportively with
chemotherapy: PCSpes. Alternative Medicine Digest. Noviembre de 1997; 84-5.<BR>2
8 / Love LA. The MedWatch Program. Clin Toxicol 1998; 36:263-7.
<HR>
<BR> <BR></DIV></FONT></BODY></HTML>