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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>17 de setiembre 2013</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
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href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Palestina<BR><BR>La solución de dos
estados murió hace una década<BR> <BR>Israel sigue buscando más Oslos para
ganar legitimidad internacional</FONT></STRONG><BR><BR></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Ilan Pappé *
<BR></STRONG></FONT><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Information Clearing House,
15-9-2013</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><A
title="http://www.informationclearinghouse.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.informationclearinghouse.info/"><FONT
title="http://www.informationclearinghouse.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
size=2 face=Arial><STRONG
title="http://www.informationclearinghouse.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://www.informationclearinghouse.info/</STRONG></FONT></A><BR>Traducción
de María Landi</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><A href="http://mariaenpalestina.wordpress.com"
target=_blank><FONT
title="http://mariaenpalestina.wordpress.com/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
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title="http://mariaenpalestina.wordpress.com/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://mariaenpalestina.wordpress.com</STRONG></FONT></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial> <BR>El reciente intento de
reavivar las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos no tiene más
probabilidades de producir resultados significativos que los intentos
anteriores. Llega 20 años después que se firmaron los Acuerdos de Oslo entre
Israel y la OLP.</FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Los Acuerdos de Oslo fueron un doble evento. Hubo una
Declaración de Principios (DP) firmada ceremoniosamente en el jardín de la Casa
Blanca el 13 de septiembre de 1993; y luego el relativamente menos celebrado
acuerdo 'Oslo II', firmado en septiembre de 1995 en Taba, Egipto, que delineó la
implementación de la DP según la interpretación israelí.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La interpretación israelí fue que los Acuerdos de Oslo
eran meramente una ratificación tanto internacional como palestina de la
estrategia que los israelíes habían formulado en 1967 respecto a los territorios
ocupados. Después de la guerra de 1967, todos los sucesivos gobiernos israelíes
se empeñaron en mantener Cisjordania como parte de Israel. Para ellos era tanto
el corazón de su antigua tierra natal como un activo estratégico para evitar la
división del Estado en dos, en caso de que estallara otra guerra.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al mismo tiempo, la élite política israelí no quería
otorgar la ciudadanía a la gente que vivía allí, ni consideró seriamente su
expulsión. Querían conservar el territorio, pero no a la gente. El primer
alzamiento palestino [1987], sin embargo, demostró el costo que tenía la
ocupación, lo cual llevó a la comunidad internacional a exigir de Israel una
clarificación de sus planes para el futuro de Cisjordania y la Franja de Gaza.
Para Israel, Oslo fue esa clarificación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los Acuerdos de Oslo no eran un plan de paz para los
israelíes; eran una solución para la paradoja que había preocupado a Israel:
querer el espacio físico sin la gente que lo habita. Ese fue el problema del
sionismo desde el mismo día de su fundación: cómo hacerse de la tierra sin su
población nativa, en un mundo que ya no aceptaba más colonialismo y limpieza
étnica.<BR>Los acuerdos Oslo II proporcionaron la respuesta: emplear el discurso
de la paz y paralelamente crear hechos consumados que llevarían a confinar a la
población nativa en pequeños espacios, al tiempo que los restantes se anexaban a
Israel.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Oslo II, Cisjordania fue dividida en tres áreas.
Sólo una de ellas, el Área A -donde la población palestina vive en zonas
densamente pobladas-, no sería controlada directamente por Israel. Se trataba de
un territorio no homogéneo que constituía un mero 3% de Cisjordania en 1995, y
creció hasta un 18% en 2011. Los israelíes garantizaban autonomía a esa área y
creaban la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para administrarla. Las otras dos
áreas, B y C, serían gobernadas directamente por Israel en el primer caso, y
supuestamente en forma conjunta -pero también directamente en la práctica- en el
segundo caso. <BR>Oslo fue concebido para permitir a Israel perpetuar esta
matriz de partición y control por un período muy largo. El segundo alzamiento
palestino en 2000 mostró que los palestinos no estaban dispuestos a aceptar
esto. La respuesta israelí fue buscar otro Oslo más -al que tal vez podemos
llamar Oslo III- que les garantizara de nuevo aceptación internacional y
palestina para la forma en que pretenden gobernar los territorios
ocupados. Es decir, darles una autonomía limitada en las áreas palestinas
densamente pobladas y mantener total control israelí sobre el resto del
territorio. Esto serviría como una solución permanente en la que esa autonomía
sería posteriormente llamada 'estatalidad'. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero algo ha cambiado en la visión israelí de Oslo desde
el año 2000. Los líderes políticos en el Israel anterior a 2000 eran genuinos,
creo, en su oferta del Área A de Cisjordania y Gaza para el Estado palestino.
Sin embargo, la élite política que tomó el poder en este siglo, al tiempo que
emplea el discurso de los dos estados, ha establecido -sin declararlo
públicamente- un único Estado israelí, en el cual los palestinos y palestinas en
Cisjordania tendrán el mismo estatus secundario que los que viven dentro de
Israel. También encontraron una solución especial para la Franja de Gaza:
convertirla en un gueto. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El deseo de mantener el status quo como una realidad
permanente se convirtió en una estrategia en toda regla con el
ascenso al poder de Ariel Sharon a principios de este siglo. La única duda
que tuvo fue sobre el futuro de la Franja de Gaza; y una vez que encontró la
fórmula de la guetización-en lugar de gobernarla directamente-, no sintió
necesidad alguna de cambiar esa realidad de manera significativa en ninguna otra
parte. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta estrategia se basa en el supuesto de que a largo
plazo la comunidad internacional le daría a Israel, si no legitimidad, al menos
indulgencia hacia su control permanente sobre Cisjordania. Los políticos
israelíes son conscientes que esta estrategia ha aislado a Israel en la opinión
pública mundial, convirtiéndolo en un Estado paria a los ojos de grupos de la
sociedad civil en todo el mundo. Pero, al mismo tiempo, les alivia saber que
hasta ahora esa tendencia global ha tenido poco efecto sobre las políticas de
los gobiernos occidentales y sus aliados. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Cualquier esperanza de revivir algo a partir de las ideas
originales que llevaron a los palestinos a apoyar los Acuerdos de Oslo en 1993
se marchitó con el gobierno de Ehud Olmert en 2007, cuando se entierra, para
todos los efectos, tanto los Acuerdos de Oslo como la solución de dos
estados.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esa estrategia fue definida por Olmert como
«unilateralismo». El fundamento de esta política es que no habrá paz en el
futuro previsible, por lo que Israel tiene que decidir unilateralmente el
destino de Cisjordania. Los esfuerzos diplomáticos en este siglo hicieron muy
poco para alterar la implementación de esa estrategia sobre el terreno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Desde la perspectiva del presente, la estrategia se
despliega claramente sobre el terreno. Cisjordania está dividida en dos
espacios: uno judío, otro palestino. Las áreas judías son más o menos
equivalentes al Área C de Oslo, donde Israel tiene el control total, pero
también a partes del Área B, donde la ANP e Israel comparten el control. Juntas,
conforman casi la mitad de Cisjordania.[1]</DIV>
<DIV align=justify><BR>Israel aún no ha anexado oficialmente el espacio 'judío',
pero podría hacerlo en el futuro. Por el momento la identidad étnica de ese
espacio está determinada por una presencia judía masiva, junto con una
progresiva limpieza étnica de los habitantes palestinos en esas zonas, o
empujándolos a enclaves estrechos dentro de ese espacio 'judío'. El espacio
'palestino', por su parte, es el Área A, controlado por la ANP, donde Israel se
reserva el derecho de entrar libremente con sus agentes secretos, unidades
especiales y, si es necesario, fuerzas armadas a gran escala, cada vez que
lo considere necesario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para los principales políticos y generales israelíes
responsables de formular las políticas, esto no es una situación temporal, sino
una forma de vida que se puede mantener durante mucho tiempo. Se complementa con
una serie de medidas que son de suma importancia para cualquier persona
comprometida en la lucha contra la ocupación. La primera es económica: el
gobierno de Israel continúa volcando inmensas sumas de dinero en las colonias, y
como resultado estas colonias han devenido en una expansión urbana, con toda la
infraestructura moderna de una nueva metrópoli. El dinero se utiliza
principalmente para construir dentro de las colonias existentes, pero también
para ampliar el área alrededor de ellas, de tal manera que se han convertido en
una característica permanente del paisaje. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La segunda medida es la continua des-arabización del área
de la 'Gran Jerusalén': más de 250.000 palestinos han sido desarraigados de esta
área, que cubre casi un tercio de Cisjordania. Esto se logra mediante la
demolición de casas, las detenciones por motivos políticos y, sobre todo, no
permitiendo a la gente regresar al área dela Gran Jerusalén si cometieron el
error de salir de ella.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La tercera medida es la red de muros. Su rasgo más
visible es el famoso Muro de apartheid, que ha partido en dos a Cisjordania con
el fin de comprometer la integridad territorial de cualquier futuro Estado
palestino. La red también incluye las cercas y barreras más pequeñas que
encierran a la mayoría de las aldeas y pueblos palestinos, a fin de impedir
cualquier desarrollo territorial más allá de los límites en los que la gente
vive ahora. En 2013, éste es el Estado de Israel: una república sionista que se
extiende entre el Mediterráneo y el río Jordán, con un número casi igual de
población palestina y judía en ella. Esta realidad demográfica hace peligrar por
ahora la identidad judía del Estado, o la 'democracia' de los amos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No existen partidos políticos de cierta importancia en
Israel que ofrezcan cambiar esta realidad. Tampoco existe un plan real de
Occidente para detener la consolidación de este Estado único en los hechos;
mucho menos para ofrecer seriamente una alternativa viable. Factores tales como
la fragmentación del lado palestino, la desintegración de los estados nacionales
árabes vecinos, y el apoyo incondicional y sostenido de EEUU a Israel, actúan
como un amortiguador que protege a la sociedad judía israelí de cualquier
amenaza potencial a su Estado expandido, racista, pero económicamente
viable.<BR></DIV>
<DIV align=justify>La validez moral de este nuevo Estado de Israel
geopolíticamente expandido ha sido erosionada significativamente desde que la
sociedad civil palestina lanzó hace unos años la exitosa campaña de boicot,
desinversión y sanciones (BDS). Las propias acciones de Israel han contribuido a
una mayor deslegitimación del Estado ante los ojos de la sociedad civil de todo
el mundo.<BR></DIV>
<DIV align=justify>La lucha pasada de Occidente contra el régimen de apartheid
de Sudáfrica demuestra que el rechazo intencional a la legitimidad de un régimen
es un proceso ascendente, y eso aún puede pasarle al nuevo Estado expandido de
Israel. Por lo tanto, el rol de los amigos y amigas de Palestina en todo el
mundo no ha cambiado, y es continuar presionando a sus gobiernos con el mismo
compromiso y vigor para sancionar a ese régimen por sus políticas
criminales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La estrategia para la gente que está adentro tampoco ha
cambiado mucho. Cuanto más pronto se den cuenta que ya no pueden luchar por una
Palestina independiente dentro del 'espacio palestino', mejor. Podrían entonces
concentrarse en unir al frente palestino y elaborar la estrategia de un plan de
lucha, junto con israelíes progresistas, para un cambio de régimen en este nuevo
Estado único que se estableció en 2001. Se necesita urgentemente una nueva
estrategia para reformular la relación entre judíos y palestinos en la tierra de
Israel y Palestina.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El único régimen razonable parece ser un estado
democrático para todos y todas. Si esto no va a suceder, la tormenta en las
fronteras de Israel se acumulará con una fuerza aún mayor que hasta ahora. Por
todas partes en el mundo árabe, la gente y los movimientos están buscando formas
de cambiar los regímenes y las realidades políticas opresivas. Seguramente esto
llegará también al nuevo Israel extendido; si no hoy, mañana. Los israelíes
pueden ocupar la mejor cubierta en el Titanic, pero el barco se está hundiendo
de todos modos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>* Ilan Pappé es un historiador israelí, director del
Centro Europeo de Estudios Palestinos en la Universidad de Exeter, Reino Unido.
Es autor de numerosos libros, el más conocido de ellos "La limpieza étnica de
Palestina".<BR> <BR>[1] N. de la T.: En realidad es bastante más: la
mayoría de los informes de organismos como OCHA o Pt (de la ONU) sostienen que
sólo la superficie del Área C constituye el 62% de Cisjordania, mientras que las
Áreas A y B juntas constituyen un 38%.
<HR>
<BR></DIV></FONT></BODY></HTML>