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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>30 de setiembre 2013<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG><A
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title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Egipto/Túnez/Siria<BR><BR>Tres hipótesis
y tres revoluciones en marcha</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Nadir Djermoune<BR>A lencontre<BR></STRONG><A
title="http://alencontre.org/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://alencontre.org/"><STRONG>http://alencontre.org/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
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<DIV align=justify><STRONG>Traducción de Faustino Eguberri<BR>Viento
Sur</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
title="http://vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://vientosur.info/"><STRONG>http://vientosur.info/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify><BR><BR>En los debates argelinos, en lo que se refiere a los
acontecimientos revolucionarios en Egipto, Túnez y Siria hay algo que tiene que
ver más con la lógica formal que con el pensamiento dialéctico, incluso dentro
de la izquierda.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las premisas que prefiguran esta lógica son simplistas y
caricaturales. Todo lo que está ocurriendo sería una gran manipulación y un
complot americano con sus aliados europeos. Las victorias de los islamistas en
las primeras batallas electorales en Túnez y en Egipto se presentan como una
confirmación de este complot. El golpe militar que ha puesto fin al poder de los
islamistas en Egipto, a pesar de la "legitimidad" adquirida a través de las
elecciones, no es más que un cambio de fusible impulsado por esos mismos
complotistas. Si Ennahda en Túnez se niega a abandonar el poder que reclama la
oposición en nombre de la misma legitimidad, incluso si el mandato que le
confirieron esas elecciones está en gran medida mermado, corresponde a las
mismas premisas: los islamistas tunecinos serían un buen fusible, más apto que
sus hermanos egipcios, para jugar su rol en el tablero preparado por los
americanos. En fin, si ese escenario no se ha dado en Siria, es porque el poder
de El-Assad, que ha demandado la protección rusa, constituye ¡el último bastión
de una resistencia antiimperialista en la región!</DIV>
<DIV align=justify><BR>Intentemos, de entrada, evitar el callejón sin salida
(por no utilizar otro término) del complot, en el que se corre el riesgo de
llegar a un atasco sombrío del tipo "¿quien mata a quien?". Miremos los
acontecimientos con la dialéctica de lo real. De todas formas, incluso si
hubiera habido manipulación como en Timisoara [los muertos de esa ciudad en
1989] en Rumanía, la crisis perdura, los actores directamente concernidos
intervienen y hacen necesaria la revolución. Se trata pues de dar un sentido y
una orientación a las revoluciones en curso.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En segundo lugar, se plantea una doble pregunta; en
primer lugar, sobre la legitimidad política en democracia y, a continuación,
sobre su compañera, la violencia revolucionaria ¿Se puede reducir esta
legitimidad al mecanismo electoral hasta el punto de sacralizarlo, en una
especie de "No hay salvación sin pasar por las elecciones"? o, más bien, ¿se
deben considerar las elecciones como una trampa para estúpidos, sólo válida para
ese tipo de gente?</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>Las lecciones de Egipto</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Para abordar esta cuestión tenemos ante nosotros la
lección egipcia. A lo que hemos asistido tras el 30 de junio es a un golpe de
fuerza... contra el pueblo. Cualquiera que sea el ángulo por el que se le mire,
la respuesta a la cuestión del golpe de Estado no debe ser "neutral", como la de
un observador, una especie del sabio apolítico tan querido por los weberianos,
al margen del conflicto. En efecto, desde el punto de vista jurídico hubo un
golpe de Estado contra Morsi. Un presidente electo, aún cuando su peso electoral
fuera relativo (25% de los votantes, 12,5% del electorado). Pero el juicio debe
ser político, es decir relacionar siempre la apreciación y el juicio crítico que
se hace con el devenir del movimiento. Porque hay movimiento. Y aquí es
revolucionario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Hubo millones (se estima que más de de 14) de
manifestantes, hombres y mujeres, que pedían la salida de Morsi. La amplitud de
la manifestación dejó caduco el resultado electoral, cualquiera que fuera la
legitimidad estrictamente jurídica de éste. Esto se llama derecho de revocación
en democracia. Es un derecho tan inalienable como el derecho a la vivienda, a la
salud y a la educación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En este caso concreto, se trata de reorganizar las
elecciones. Entonces, se plantea la pregunta: ¿quién organiza esas elecciones?
Un gobierno provisional salido de los revocadores. Es aquí donde los militares
egipcios se han apresurado a constituirse en "gobierno provisional" en ausencia
de representantes legítimos. Es ahí donde reside el golpe de Estado contra el
pueblo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por otra parte, desde el punto de vista del transfondo
político, asistimos a un fracaso patente y a una indigencia política de los
islamistas. Actualmente, los sectores de la población en bancarrota social
pueden desmontar el engaño de que "el islam es la solución" que subyugó a tantas
masas en Argelia y otras partes. Egipto acaba de cerrar un ciclo en la
representación política e ideológica de las masas en revuelta. Ciclo que ha
visto a los islamistas llenar, aunque solo sea un poco, el vacío dejado por el
fin del nacionalismo árabe, en particular en el caso argelino. Fruto de ello es
el perfil bajo adoptado por los islamistas argelinos.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><STRONG>Miremos la
problemática tunecina</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Bajo la onda de choque egipcia emerge la reivindicación
de deponer a la actual Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y al gobierno, y
poner en pie una estructura gubernamental provisional para reelegir una nueva
constituyente. Está la proposición de cambiar sólo el gobierno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Además, hay un segundo debate que se refiere a la
composición de ese gobierno provisional. Hay dos respuestas a esta cuestión: la
que se podría definir de derecha liberal y que consiste en poner en pie un
gobierno de unidad nacional y la de izquierdas (poner en pie un gobierno ndt) de
salvación nacional. Pero lo importante no es el nombre, sino su composición, en
particular en lo que respecta a la UGTT (Unión General Tunecina del
Trabajo).</DIV>
<DIV align=justify><BR>La presencia de la UGTT introduce evidentemente la
cuestión económica y social en el debate sobre la transición. Algo que no desean
los demócratas de la derecha liberal, y aún menos los islamistas, que se aferran
formalmente a lo que consideran "su legitimidad". El representante de Ennahda
considera, en France 24, que "la UGTT debe permanecer neutral, igual que el
ejército" (sic). Olvida una cosa: la UGTT es un sindicato de trabajadores. Y un
sindicato no es neutral. Como lo indica su nombre, defiende los intereses de los
trabajadores y trabajadoras, igual que las asociaciones de mujeres, abogados...
que son aceptadas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero, más allá del tema de su composición, ¿qué hará ese
"gobierno provisional" una vez instalado? ¡Organizar las elecciones
presidenciales y legislativas! Pero, ¿en base a qué leyes? Puesto que la antigua
constitución ya no existe y la nueva tampoco, tendrá la tarea de reorganizar las
elecciones para una nueva constituyente. En caso contrario no habrá servido para
nada. Y los islamistas lo han comprendido. Dicho de otra forma, o bien la
revolución continúa, o bien se detiene momentáneamente y acepta un consenso en
torno o, al menos, con Ennahda. Esta es la cuestión a la que no se puede
responder con una solución puramente teórica. La respuesta es de orden práctico:
¿Puede la UGTT impulsar una solución democrática y social? Sin embargo, el
tiempo juega a favor de los islamistas que, con la fuerza de su posición
adquirida, juegan la carta jurídica para imponer su constitución de aquí a...
diciembre de 2013.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De aquí a esa fechas, la cuestión social y económica
ganaría invitándose al debate para empujar en el sentido de una decantación
política más social y menos ideológica.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><STRONG>La cuestión
siria es más compleja</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Aunque el epicentro esté en ese país, se está
desarrollando una guerra de dimensiones regionales. Una guerra "fría" divide el
Oriente Próximo. Por un lado, está el campo que dirigen los americanos, sus
aliados europeos y sus vasallos locales (Arabia Saudita, Qatar y Turquía) y, por
otro, el campo alrededor de Rusia, China e Irán en apoyo del poder sirio actual,
que llevan a cabo una guerra de trincheras a las espaldas del pueblo
sirio.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El nacionalismo árabe que hasta ahora constituyó el
cemento ideológico de la constitución de los países de la región ha declinado.
Los discursos confesionales se extienden. Incluso surgen interrogantes sobre la
permanencia de esos Estados y de sus fronteras, producto del mundo a comienzos
del siglo XX.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta situación y la lucha revolucionaria del pueblo sirio
ponen de relieve lo que está en juego en una región que va en el furgón de cola
de un capitalismo mundial en crisis. Así pues, el pueblo sirio aparece como el
rehén de un conflicto regional con aires de "guerra mundial".</DIV>
<DIV align=justify><BR>De entrada, la cuestión que se plantea es ¿cómo construir
una solidaridad consecuente con la oposición democrática y popular en un
universo en el que el conflicto se juega a un nivel de guerra?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los únicos que tienen las armas son desgraciadamente las
potencias imperialistas: la oposición democrática y popular sigue desarmada y
atenazada entre los americanos que ayudan al ejército "rebelde" a través de
Arabia Saudita y los rusos que "protegen" al ejército del poder.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La existencia de esta oposición debe impedir tener una
posición "campista" con tal o cual campo en función de la idea y de la lectura
que se hace de la naturaleza del régimen y de los beligerantes. Sin embargo, a
nivel popular, hay tantos sirios que apoyan al régimen como sirios que están
contra.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En esta situación ¿se puede considerar como secundaria la
crisis interna y limitarse a situar el problema a nivel regional, defendiendo la
estabilidad de la región? Esto supondría apoyar al al régimen?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ahora bien, la situación a nivel regional ya está
desestabilizada. Ha entrado en una onda de crisis revolucionarias que a largo
plazo no tiene más alternativa que una solución democrática, social y popular
que no puede ignorar la situación interna de cada país. Si no, la única
alternativa sería trabajar por estabilizar las dictaduras en pie en Egipto,
Yemen o incluso... en Arabia Saudita. A menos que se considere a la dictadura
siria como último bastión del nacionalismo y del patriotismo árabes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Queda entonces pedir las armas al imperialismo occidental
en competencia con el imperialismo ruso. Trotsky dijo sobre este tema en 1938 lo
siguiente:</DIV>
<DIV align=justify><BR>"Admitamos que en una colonia francesa, Argelia, surja
mañana un levantamiento bajo la bandera de la independencia nacional y que el
gobierno italiano, empujado por sus intereses imperialistas, se dispone a enviar
armas a los rebeldes. ¿Cuál debería ser en este caso la actitud de los obreros
italianos? Tomo intencionadamente el ejemplo de un levantamiento contra un
imperialismo democrático y de una intervención en favor de los rebeldes por
parte de un imperialismo fascista. ¿Deben los obreros italianos oponerse al
envío de barcos cargados de armas para los argelinos? ¡Que algún
ultraizquierdista se atreva a responder afirmativamente a esta pregunta! Todo
revolucionario, en común con los obreros italianos y los rebeldes argelinos,
rechazaría con indignación una respuesta así. Si incluso se desarrollara en la
Italia fascista una huelga general de marinos, en este caso, los huelguistas
deberían hacer una excepción en favor de los navíos que van a llevar una ayuda a
los esclavos coloniales que se rebelan; en caso contrario serían unos
sindicalistas lamentables y no proletarios revolucionarios" /1.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por supuesto, esta lectura hay que situarla en su
contexto histórico pero este párrafo del texto nos permite avanzar en la
discusión sobre esta espinosa cuestión.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La voluntad de los americanos y sus aliados de pasar a
una intervención directa y luego las vacilaciones de unos y las concesiones de
otros nos aclaran sobre el equilibrio de las fuerzas imperialistas. Nos permiten
tener una estimación sobre su voluntad de preservar sus intereses en la región
ahogando y aplastando toda veleidad de emancipación de los pueblos, impidiendo
todo cambio revolucionario regional. Efectivamente, Occidente participa en el
armamento de la componente islamista del Ejército Sirio Libre (ESL), en
particular en Frente de Liberación Islámico de Siria (FLIS), una buena parte de
cuyas brigadas (Liwâ' al-Islâm, Liwâ'at-Tawhîd o los Halcones de Levante) tienen
una base salafista. Arabia Saudita ocupa el rol de principal abastecedor de
dinero para la mayor parte de las brigadas del ESL. Esa es la realidad. No hay
pues disposición de enviar armas a los rebeldes... del campo de los
trabajadores. En estas condiciones, la demanda de armas al imperialismo
occidental se convierte en una especie de desafío lanzado a quienes continúan
creyendo en las virtudes democráticas altruistas americanas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En estas condiciones, el llamamiento y la petición de
armas de la oposición democrática y de los trabajadores sirios para protegerse
es legítima. Les corresponde a ellos, en última instancia, juzgar sobre lo bien
fundado de este planteamiento y de sus consecuencias para la prosecución del
movimiento, incluso si los trabajadores y los pueblos del mundo entero tienen el
"deber" de controlar la suerte de los demás pueblos en guerra y el deber de
asistencia a un pueblo en peligro.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>Los trabajadores
alemanes, franceses o americanos, es decir el proletariado de los países
imperialistas democráticos, pueden medir su capacidad para hacer presión sobre
sus gobiernos respectivos para entregar armas y dirigirlas al buen
destinatario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En cambio, visto desde Argelia, país dominado, y teniendo
en cuenta lo que el pueblo argelino ha vivido en su combate anticolonial y
recientemente en su resistencia antiislamista y terrorista, demandar al
imperialismo francés o americano armar a una parte del pueblo sirio es sinónimo
de una alianza táctica y coyuntural con el imperialismo occidental para
contrarrestar al imperialismo ruso que está armando al régimen sirio, dicho de
otra forma, ¡una capitulación!</DIV>
<DIV align=justify><BR>La diferencia de actitud está en la nota de Trotsky, en
la continuación de su texto:</DIV>
<DIV align=justify><BR>"...sin embargo, el partido revolucionario conformará su
política práctica en cada país en función de la situación interna y de los
alineamientos internacionales, distinguiendo estrictamente, por otra parte, un
Estado obrero de un Estado burgués, un país colonial de un país imperialista.
[...] la política de la lucha de clases intransigente durante la guerra, no
puede [...] ser la "misma" en todos los países, igual que no puede haber una
sola y única política del proletariado en tiempo de paz" /2.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En una situación de una dinámica revolucionaria regional,
la emancipación del pueblo sirio pasa por los lazos y los apoyos de los pueblos
de la región en lucha. Pasa por el rechazo categórico de toda intervención
militar imperialista, ya sea bajo la égida de las Naciones Unidas o a iniciativa
de los Estados Unidos, Francia, de Gran Bretaña u otros
países.<BR><BR><STRONG><U>Notas</U></STRONG><BR>1/ L. Trotsky, Il faut apprendre
à penser, Conseil amical à l'adresse de certains ultra-gauches, 20 mayo 1938
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>