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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información</U><BR><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa</FONT><BR><U>10 de octubre 2013</U><BR><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical</FONT><BR>Montevideo -
Uruguay<BR>redacción y suscripciones: <A
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<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Siria<BR><BR>Sirios luchan contra las
penurias en zonas rebeldes</FONT></STRONG><BR><BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Shelly Kittleson <BR>IPS, Aleppo, 10-10-2013<BR><A
href="http://www.ipsnoticias.net">http://www.ipsnoticias.net</A></STRONG></DIV>
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title="http://www.ipsnoticias.net CTRL + clic para seguir el vínculo"></STRONG></FONT></A> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Calibri></FONT><BR><FONT size=2
face=Arial>Combatientes del Ejército Libre Sirio (ELS) montan guardia en el
edificio de la compañía estatal de cable para evitar saqueos en el distrito de
Jan al Assal, 14 kilómetros al oeste de Aleppo. El resto del lugar parece un
pueblo fantasma.</FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Cerca de esta localidad que las fuerzas rebeldes tomaron
en julio está Al Rashideen, la primera línea de los francotiradores, en los
suburbios de Aleppo, la ciudad más grande de Siria que antes del conflicto era
un importante centro industrial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La base de operaciones de los rebeldes se encuentra en el
piso bajo de un edificio abandonado y prácticamente destruido.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Afuera hay unos 20 pares de zapatos, y adentro están los
hombres sentados y descansando, con sus rifles Kalashnikov al lado, excepto
cuando la habitación se usa para rezar. Entonces las armas se colocan junto un
mosquitero bajo el cual suelen dormir.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Antes de la guerra casi todos eran civiles. Ahora ninguno
podría considerarse tal. Los rebeldes bloquearon con escombros la carretera que
conduce a Aleppo para impedir que civiles en sus vehículos "se pierdan y
terminen en la línea de fuego de un francotirador", dijo a IPS un soldado del
ELS.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El mismo tipo de bloqueo carretero "temporario" se ve en
otros lugares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Entre las principales ciudades todavía circulan algunos
autobuses, que generalmente usan carreteras secundarias para evitar que los
ataquen. Para atravesar los puestos de control del régimen de Bashar al
Assad y del ELS, los civiles deben demostrar que están "limpios" para ambas
partes, o recurrir a identificaciones falsas, que pueden adquirir muy fácilmente
a cambio de la suma correcta, se informó a IPS.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En cuanto al combustible, se consigue el de Iraq, el de
refinerías improvisadas en las áreas rebeldes o el contrabandeado desde zonas
bajo control del gobierno. Los tres difieren en calidades y precios, pero todos
cuestan mucho más que antes de que comenzara la guerra civil, y eso afecta los
precios de otros productos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La escasez de pan, combustible y atención de salud hace
sufrir a la población en áreas tomadas por la insurgencia. Las panaderías, las
escuelas y los hospitales son blancos habituales de las tropas gubernamentales.
Además, el gobierno niega el acceso a organizaciones humanitarias como Médicos
Sin Fronteras (MSF) que, sin embargo, administra varias clínicas en lugares no
revelados de zonas rebeldes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>IPS visitó un hospital de campaña en Maa'rrat An-Numan,
en el sur de la provincia de Idlib, sobre la autopista que une Hama, 200
kilómetros al norte de Damasco, y Aleppo, a 150 kilómetros. "Los combatientes no
pagan, pero los civiles pagan la mitad de lo que cuesta el tratamiento", dijo un
médico que trabaja en el lugar.<BR></DIV>
<DIV align=justify>Al principio, habitantes de Damasco enviaban dinero en forma
clandestina para mantener este hospital, pero como esto se hizo demasiado
peligroso, el funcionamiento se sostiene ahora con fondos de donantes
individuales de Emiratos Árabes Unidos. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Aquí llegan entre 30 y 40 pacientes por día. El centro de
salud usaba su propio vehículo para trasladar a los heridos graves a otros
hospitales. Pero desde que se rompió, un mes y medio atrás, se echa mano a una
combinación de "autos, bicicletas o lo que sea de otra gente" para mover
pacientes hasta la frontera con Turquía, cruzándola cuando es necesario, explicó
el médico.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La incidencia de enfermedades transmitidas por mosquitos,
como la leishmaniasis, creció drásticamente desde que empezó la rebelión contra
el gobierno de Al Ashad, en enero de 2011, por la falta de agua, energía y
servicios públicos y por las malas condiciones sanitarias. Pero los mosquiteros
solo se encuentran en hogares que pueden costearlos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En algunas áreas controladas por los rebeldes hay
electricidad, pero no en Ma'arrat An-Numan. El zumbido de los contaminantes
generadores a diésel (gasóleo) alivia a los pocos que los tienen.<BR>Una casa a
la que esta corresponsal fue invitada, a pocos kilómetros del aeropuerto militar
Wadi Al Daif, exhibe en sus paredes las marcas de las balas de los
francotiradores. Una ventana estalló. Aquí viven cuatro niños pequeños con sus
padres y el hermano menor del padre.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Antes estudiante de literatura inglesa en la Universidad
de Aleppo, ese hermano, de 20 años, fue obligado a abandonar su carrera, pues su
zona de origen -estampada en las tarjetas de identificación de los estudiantes
sirios- era conocida por la actividad rebelde. Él también acabó tomando las
armas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En los días en que esta reportera de IPS pasó en este
país, oyó historias similares con frecuencia. A otro hombre de veintipocos años
que había vivido varios en Dubai el régimen le prohibió viajar al exterior luego
de que retornó a Siria tras el comienzo del levantamiento. Ahora combate con una
pequeña brigada rebelde que tiene su base de operaciones junto a la casa de su
familia, y busca alguna forma de llegar a Europa.<BR>A comienzos de septiembre,
la Organización de las Naciones Unidas reportó que la cantidad de refugiados
sirios había aumentado a más de dos millones. Muchos huyeron a Líbano, Turquía,
Jordania y el norte de Iraq. A esta última zona cruzaron más de 40.000 en apenas
10 días de agosto.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>Otros se fueron más
lejos: en un solo día de septiembre, la guardia costera italiana llevó de
regreso a la costa a más de 400 que viajaban en dos embarcaciones
atestadas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por la misma calle donde está la casa de la familia que
visitó IPS hay una mezquita. Un cohete disparado por las fuerzas del régimen le
voló un lado y dejó un cráter.</DIV>
<DIV align=justify><BR>"El ataque ocurrió un viernes, durante los rezos
comunitarios semanales", dijo un residente. "Afortunadamente, todos los
feligreses estaban en el sótano, por precaución, así que solo murió un
niño".</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otro niño, de 10 años, atiende un único puesto de venta
de cigarrillos en la calle principal. En las afueras del pueblo, tres mujeres
con sus rostros enrojecidos por el sol y cinco niños se sientan bajo un precario
cobertizo. Junto a él hay una gasolinera improvisada, con sus bidones, embudos y
grandes jarros de plástico, que las mujeres manejan mientras sus esposos
contrabandean combustible de Hama, ciudad controlada por el gobierno.</DIV>
<DIV align=justify><BR>No hay escuelas funcionando en el área cercana a Ma'arrat
An-Numan, según se informó a IPS.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tampoco hay acceso a Internet ni recepción de señales de
telefonía celular, y los pocos edificios que visitó IPS, en los que antes
funcionaban centros de enseñanza, ahora están parcialmente destruidos por los
bombardeos. Las fuerzas rebeldes se acuartelaron en algunos de ellos.
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</FONT></DIV></BODY></HTML>