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<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>14 de febrero de 2014<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Siria<BR></FONT></STRONG></DIV></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Entrevista a François
Burgat<BR></DIV></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG>Cómo el régimen ha “construido” la
guerra civil<BR></DIV></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Pierre Puchot,
Mediapart<BR>Cetri<BR></STRONG><A
href="http://www.cetri.be/"><STRONG>http://www.cetri.be/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Traducción de Faustino
Eguberri <BR>Viento Sur<BR></STRONG><A
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG>http://www.vientosur.info/</STRONG></A></FONT></DIV><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR><BR>Ciertamente, es una de los trabajos más completas
sobre la crisis siria. Publicado en diciembre de 2013 en las Editions La
Découvete, Pas de printemps pour la Syrie asoci a 30 investigadores y
periodistas que analizan minuciosamente cada uno de los aspectos que permiten
comprender las dinámicas del conflicto, la realidad sobre el terreno y las
causas de la permanencia del régimen de Bachar al-Assad así como la ausencia de
liderazgo en el seno de la oposición.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El libro documenta, además, las movilizaciones y modos de
resistencia pacíficas poco reflejadas en los medios, para reconsiderar in fine
los papeles de las fuerzas yihadistas y subrayar la quiebra completa de la
estrategia defendida por los países occidentales. Entrevista con el politólogo
François Burgat, director de investigaciones en el CNRS, codirector de la
obra.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Para explicar el trágico marasmo en el que
actualmente está hundida Siria, evocáis en la introducción los “equilibrios” que
han “encerrado”, en vuestra opinión, las “primeras esperanzas primaverales
sirias”. ¿De qué se trata?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Quería simplemente recordar que en occidente, en 2011, se
tuvo el sentimiento de que las primaveras, tunecina y egipcia, se operaban
gracias a la emergencia de una generación política (la “generación twitter”)
compuesta de individuos lavados de alguna forma de todas las escorias anxiogenas
de su pertenencia al oriente político árabe. Luego el doble proceso de
internacionalización de esas “primaveras” (en particular con la intervención
militar de la OTAN en Libia) y más aún la afirmación electoral de fuerzas
políticas (islamista) juzgadas por la mirada exterior como antinómicas con todo
proceso de democratización han venido a contrariar este optimismo inicial.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Sin embargo, por mi parte no pienso que haya habido una
transformación estructural de la naturaleza o del fundamento político de la
protesta siria. Diría más bien que es la estrategia del régimen -que intenta
confesionalizar y radicalizar a sus oponentes- la que desgraciadamente ha
logrado enturbiar su imagen.</DIV>
<DIV align=justify><BR>De lo que me quiero desmarcar, es la idea de que “primero
fue toda la sociedad siria, y dentro de ella los cristianos y/o la izquierda
laica y republicana la que se rebeló, y luego, progresivamente la revuelta se ha
restringido solo a los islamistas”. No se ha producido ningún desplazamiento de
este tipo del centro de gravedad de la movilización popular. La mirada
occidental, que se muestra más “antiislamista” que las demás componentes de la
rebelión, tiende a exagerar una fractura entre izquierda e islamistas cuya
realidad, en las filas de los combatientes, es de hecho bastante menor. Hace un
mes, estuve en el campo de refugiados de Zaatari (en la frontera jordana), en
contacto con militantes completamente “barbudos”, comandantes de brigadas de
nombre completamente “islamista”, como Ahl o Ansar el-Souna. Estuve acompañado
por Nawar Boulboul, comediante sirio muy conocido e identificado como de
izquierda muy laica. Y sin embargo, el marxista trataba normalmente con los
islamistas. Igualmente, el cristiano Michel Kilo repite que es un peligro
exagerar la fractura confesional en el seno de la oposición siria, explicando
que había sido acogido con los brazos abiertos por miembros de Jabhat en-Nusra
(grupo combatiente de 5000 personas que se reclama de Al-Qaeda).<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-¿Cómo integras en la constatación que haces el
enfrentamiento militar en el seno mismo de la oposición, en estos momentos en la
ciudad de Raqqa, por no citar más que este ejemplo, y los numerosos testimonios
de torturas y de encarcelamientos entre el Ejército Sirio Libre (ESL) o el
Frente Islámico de un lado y el estado Islámico en Irak y en Levante (EIIL) del
otro?<BR></DIV></STRONG>
<DIV align=justify>Esos hechos son innegables. Pero incluso si consagran la
división de la oposición armada, esos enfrentamientos tienen sin embargo algo de
positivo. En efecto, están destinados a debilitar al EIIL y por tanto a reforzar
las brigadas no yihadistas. El hecho de que lleguen paradójicamente a reforzar
igualmente al Frente en-Nusra no es tan contradictorio como puede parecer. En
efecto, resulta que la reputación de la componente que ha permanecido en teoría
fiel a la dirigencia irakí de Al-Qaeda rompe de hecho claramente con la del EIIL
en el que, por otra parte, están más concentrados los combatientes extranjeros.
En el curso de las entrevistas efectuadas recientemente en Jordania, mis
interlocutores parecían olvidar el rigorismo religioso para no retener del
“Frente” más que su rigor ético (nada de ejecuciones sumarias), su
profesionalismo militar, pero también y sobr todo la calidad de su relación con
la población, en las antípodas de la del estado islámico.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Marcado por mi experiencia de la guerra civil argelina de
los años 1990, cuando estaba relativamente aislado al afirmar que las
expresiones más inadmisibles de la oposición no venían de sus filas sino de los
de los servicios del régimen, diría hoy que hay indiscutiblemente en Siria un
compartimento de la oposición que ha derivado hacia el radicalismo, pero que es
igualmente en el seno de ese compartimento en el que maniobran, como entonces en
Argelia, las oficinas del régimen. Todo lo que ocurre de inaceptable en los
territorios controlados por el EIIL manifiesta la presencia indudable de
militantes sectarios, pero es también producto de las maniobras de infiltración
y de manipulación del régimen para acrecentar esta radicalidad y su visibilidad.
Uno de los compartimentos de la estrategia del régimen, al lado de la represión
pura y simple, ha sido actuar de forma que el campo de sus apoyos sea reforzado
por la cohorte creciente de todos quienes entienden solo... ¡oponerse a sus
opositores! A ojos de la comunidad occidental, Bachar ha logrado radicalizar una
parte de su oposición y hacer desaparecer todo el resto detrás de esa imagen,
efectivamente inaceptable, de esas prácticas autoritarias, intolerantes y
sectarias, atribuidas a los combatientes del EIIL.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Para resumir, sí, los yihadistas existen, pero no
representan el rostro de la oposición siria. Y todo error en la apreciación de
su importancia se hace en beneficio del régimen.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-En vuestro trabajo ponéis el acento en lo que
llamais la “construcción de la guerra civil” por el régimen de Bachar al-Assad.
¿Cómo se ha realizado?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El primer capítulo de la obra se titula “Dividir para
sobrevivir”. Lo que ha constituido la fuerza del régimen sirio, en relación a
los regímenes tunecino o egipcio, es la capacidad que ha tenido de dividir a la
vez el frente interior de sus opositores y el frente exterior de sus potenciales
apoyos. Ha explotado las fallas del tejido étnico (árabes, kurdos) y confesional
(cristianos, sunitas, chiítas, drusos, ismaelitas) propio de las sociedades de
Próximo Oriente. Se ha dedicado, en lo esencial, a criminalizar a la mayoría de
sus adversarios potenciales, es decir los sunitas. Se ha esforzado por hacer
pasar una protesta que era, al menos en toda la clase intelectual, democrática,
laica, universal y pacífica, por una protesta sectaria, radical, apoyada solo
por los sunitas. Ha empleado para hacerlo innumerables procedimientos, entre
ellos el tratamiento represivo diferenciado de las comunidades.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-Los drusos han tenido así el privilegio, al menos
relativo, de conocer los gases lacrimógenos, cuando los sunitas se vieron
inmediatamente confrontados con balas reales. Cito a un testigo, que me dice:
“Créeme, en Lattaquié, si eras sunita no podías no coger las armas”. Cito
también a un soldado de confesión ismaelita. Tras su deserción, tomó contacto
con la gente del Ejército Sirio Libre (ESL). Se dieron cuenta de que no era muy
religioso y que no sabía rezar. Entonces le dijeron, tras haber sabido que era
ismaelita: “¡Eso no es importante! Pero... si no eres sunita, ¿porqué has
desertado?”.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Ha habido un tratamiento particular aplicado a los
sunitas para que la rebelión pudiera ser identificada, cuando estaba muy lejos
de serlo, como la expresión de una sola comunidad, que se convertía por ello en
una amenaza para las demás. Otro ejemplo: con los kurdos, el régimen ha jugado
un juego perfectamente cínico, puesto que ha apoyado a los autonomistas en
contra de su interés principal, que era preservar el “cemento nacional”. Les ha
hecho todo tipo de concesiones para separarles del frente de sus adversarios
“árabes”.<BR></DIV>
<DIV align=justify>Campeón autoproclamado del arabismo, el régimen baasista
sirio no ha dudado en jugar contra su campo. Una de las características de su
respuesta es que en el altar de su supervivencia, ha quemado todo lo que se
suponía haber adorado, el laicismo y el arabismo, ¡los dos fundamentos
ideológicos a los que se suponía asegurar la coexistencia interconfesional y por
tanto la unidad de la nación!<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-El libro pone el acento en las movilizaciones
pacíficas, de las que sin embargo se habla muy poco hoy, contrariamente a los
enfrentamientos armados. ¿Perduran las movilizaciones de los primeros meses de
2011 a pesar de la represión?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Si estás atento a las informaciones difundidas en las
redes sociales, puedes constatar que aún el viernes pasado, se celebraron
manifestaciones pacíficas en un gran número de zonas, fueran liberadas o no. Sin
embargo, es preciso recordar por qué esas manifestaciones han pasado a un
segundo plano y en qué condiciones han cedido el sitio a la militarización
defensiva primero, ofensiva luego, de la oposición. El capitán de la Guardia
Republicana, unidad de élite del régimen, con quien estuvimos en Zaatari,
explicó las razones que le habían llevado a desertar:</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Al comienzo del levantamiento, fuimos a ver, sin armas,
una manifestación pacífica en Duma, en el extrarradio de Damasco. Ante nuestra
gran sorpresa, vimos que nos disparaban civiles que estaban en los techos de los
edificios. Disparaban a la vez contra los manifestantes, ¡y contra nosotros, las
fuerzas del orden!. Volvimos el viernes siguientes, con armas. Logramos esta vez
asediar uno de los edificios a partir de los cuales se nos disparaba y a matar
allí a ocho personas. Terrible sorpresa: todos pertenecían a la seguridad del
estado del coronel Hafez Makhlouf. Comprendimos así que la estrategia del
régimen no consistía solo en disuadir a los manifestantes pacíficos
disparándoles, sino también en radicalizar las fuerzas del orden persuadiéndolas
de que el régimen estaba atacado por comandos armados venidos del extranjero.
Durante meses, el régimen ha disparado balas reales sobre manifestantes
pacíficos. Luego, tuvo enfrente lo que deseaba, es decir, opositores armados,
mucho peor armados que él por otra parte, pero que “justificaban” su recurso a
las armas pesadas, terreno en el que sabía que tenía una superioridad
aplastante”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Por tanto, no se puede reprochar a los manifestantes
sirios haberse dejado asesinar. Además, estas manifestaciones pacíficas
continúan, de forma más puntual y perfectamente desesperada.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Otro capítulo pone en cuestión la visión
religiosa del conflicto, y evoca más una “territorialización” que una
“confesionalización” de la guerra civil.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En efecto, el investigador Matthieu Rey muestra en esa
parte del libro que al inicio, en la fase fundadora, la unidad de base de la
movilización fue territorial antes de ser confesional. Otros investigadores
dirán con razón que la territorialización, por ejemplo en Homs, era confesional,
al vivir junta la gente de una misma confesión religiosa. No es falso, pero
estaba lejos de ocurrir en todas partes. Una vez más, la base de la movilización
era transconfesional, y el análisis de los barrios que hace ese capítulo lo
muestra claramente.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-El problema del “liderazgo imposible” en el seno de
la oposición es también abordado como tal. ¿Cómo lo explicas?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Hay que recordar que en un entorno autoritario, como
podía ser por ejemplo la Libia de Gadafi, no puede emerger un líder opositor de
peso, pues apenas identificado como tal, sería eliminado u obligado al exilio.
Si la oposición siria se ha mostrado dividida, ha sido en primer lugar porque no
ha podido apoyarse en un proceso electoral para repartir el poder entre sus
diferentes componentes. ¡Pero también y sobre todo porque sus patrocinadores
extranjeros estaban también profundamente divididos! Los Estados Unidos,
Francia, Gran Bretaña, Qatar, Arabia Saudita no tienen la misma agenda política,
ni los mismos interlocutores, ¡lejos de ello!. Lo he verificado con comandantes
del ESL en Jordania, el mes pasado. Su gran desconcierto es no gozar de líneas
constantes, estables, de aprovisionamiento logístico, y estar sometidos a los
caprichos de su entorno internacional.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Uno de ellos empleó una imagen muy elocuente: “Estamos
cinco en esta habitación. Imagina que una joven entra y ofrece una rosa solo a
uno de nosotros. Los otros cuatro van a preguntarse. “¿Qué pasa aquí?” No van a
comprender por qué son descartados”. Uno de los comandantes me ha dicho: “Si,
Europa y los Estados Unidos me ayudan un poco, pero mira, durante cuatro meses,
sin que pueda saber por qué, no he recibido nada de nada. Sin embargo, la
actividad militar está vinculada, ante todo, a recursos financieros y
materiales”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La gran paradoja, es que hemos exigido de la oposición
siria en el exilio que nos proporcione garantías políticas que excedían
completamente sus posibilidades objetivas, un poco como si, durante la Segunda
Guerra Mundial, se hubiera exigido que la resistencia francesa se librara de los
comunistas antes de ser ayudada. O que se apartara de sus filas a quienes decían
demasiado a menudo ¡Aleluya!, con el pretexto de que hubieran sido ... ¡agentes
del Vaticano!</DIV>
<DIV align=justify><BR>En mi opinión hemos tenido exigencias inoportunas hacia
los islamistas: desde el comienzo, el Consejo Nacional Sirio fue percibido como
demasiado cercano a los Hermanos Musulmanes. Por tanto ejercimos presiones sobre
el Consejo y lo desestabilizamos en relación al tejido político sirio, para
llegar a una situación en la que el sustrato político del ESL no estaba ya en
contacto con el tejido militar del interior. Ahora intentamos corregir con gran
dificultad esta situación intentando establecer lazos con el Frente Islámico,
una federación de grupos armados creada en noviembre de 2013.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Digamos algo también de los países árabes: se han dicho
muchas tonterías sobre el autodenominado apoyo saudita a los yihadistas. ¡Es
totalmente erróneo! Los sauditas han tenido un comportamiento muy coherente
desde el comienzo del conflicto: ante todo, han intentado confiar la gestión de
la rebelión a los militares profesionales del ejército sirio que habían
desertado. Y, por tanto, no a los grupos yihadistas, Jabhat en-Nusra o el Estado
islámico en los filas de los cuales tienen tantos enemigos como los países
occidentales. Han fracasado, no han logrado constituir una dirigencia funcional
y solo entonces se han unido a lo que era más bien la estrategia de Qatar, es
decir confiar en grupos islamistas cercanos al tejido político central de Siria,
alrededor de los Hermanos Musulmanes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Tratándose de los occidentales, un punto importante es
también que habríamos podido influir en el proceso de puesta en pie de una
dirigencia opositora, si le habríamos otorgado la logística financiera y militar
adecuada a sus ambiciones. Si “el señor Occidente” hubiera podido hacer entrar
regularmente armas en cantidad y calidad suficiente, habría logrado constituirse
una “clientela” más cercana a sus deseos. Pero hemos repartido una pequeña ayuda
militar, más simbólica que otra cosa, y jamás hemos dado a “nuestros hombres”
los medios militares para adquirir credibilidad en el seno del tejido de la
resistencia.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-La gran paradoja de esta guerra es el
sentimiento de desinterés global por la tragedia que representa y los más
de 120.000 muertos del conflicto, y al mismo tiempo, el hecho de que se trate de
un conflicto mundializado, en el que cada parte del globo está directamente
implicada. ¿Cómo explicar este desfase entre estas dos realidades, sobre el
terreno y geopolítica?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Si los sirios no se hubieran rebelado después de los
libios, se habría podido imaginar muy bien que el guión que se desarrolló en
Libia se habría producido en Siria. El problema del guión libio, es que no podía
aplicarse una segunda vez.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En Siria, quienes apoyaron al régimen fijaron
inmediatamente la verdadera prioridad, que era mantener su supremacía militar:
ya fuera Rusia con el cerrojo diplomático y el aprovisionamiento de aviación y
artillería pesada, Irán con su ayuda tecnológica y logística, o, por supuesto,
Hezbolá con sus tropas sobre el suelo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Durante ese tiempo hemos financiado, sobre todo,
coloquios, encuentros, palabras, pero jamás nos hemos decidido a dar a la
oposición los medios militares para que consiguieran sus objetivos. Si lo
hubiéramos hecho, durante el año 2011, la correlación de fuerzas habría podido
cambiar radicalmente.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El drama de Siria es que el conflicto se ha externalizado
según una doble lógica. En primer lugar en una lógica banalmente estratégica:
“Me llamo Putin, apoyo a Bachar al-Assad, no porque sea un baasista de corazón,
sino porque quiero afirmar mi capacidad de molestar respecto al entorno
occidental, que me ha considerado como una potencia secundaria, en particular en
el conflicto libio, y que por supuesto, en Ucrania y en toda la periferia de mi
antiguo imperio, viene a desafiarme alimentando procesos de protesta”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Y sobre todo, más grave, después el conflicto se ha
exportado a lo largo de las líneas confesionales que dividían a la sociedad
siria. Ahora se sabe, pero no hay que olvidar recordarlo, que ¡actualmente en
Siria hay más yihadistas extranjeros combatientes al servicio del régimen que de
la oposición!. La movilización sectaria de las milicias chiítas irakíes, de
Hezbolá, de los alauitas turcos o libaneses, ha producido una recuperación de la
eficacia a las tropas del régimen. Es esta confesionalización regional la que
hace que la crisis siria haya salido completamente de la configuración,
solamente nacional y más banalmente política, de lo que había sido la lucha
contra Ben Ali o contra Mubarak.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-El libro es también rico cuando aborda las
divergencias entre sus participantes, en particular sobre la cuestión de la
“respetabilidad” de una parte del régimen sirio, en la óptica de la búsqueda de
una solución política al conflicto. ¿Cómo asumes estos puntos de vista
contradictorios?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Hay dos sesgos que han frenado el consenso de los
observadores internacionales, incluso el de los investigadores, y se puede
efectivamente encontrar su huella en las contribuciones de este trabajo. Veamos
más en concreto lo que ocurre entre las fuerzas de izquierda, ya sean árabes u
occidentales. Los militantes, en particular los propalestinos, tienen
dificultades para movilizarse en una protesta que tendría tan “malas compañías”.
¿Cómo considerar como legítima una revuelta apoyada por ... el emir de Qatar, el
rey de Arabia Saudita, el primer ministro británico, el presidente de la
República Francesa y el de los Estados Unidos, Al Qaeda y digamos, una corriente
intelectual encarnada por Bernard-Henri Levy?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta postura estrictamente reactiva ha impedido a una
parte de los observadores y de los militantes asumir que por el hecho de que una
movilización de protesta considerada como legítima sea objeto de tentativas de
apropiación por fuerzas consideradas como ilegítimas, ella misma no se vuelve
ilegítima. Es en esta trampa en la que han caído un gran número de militantes de
la causa palestina, de simpatizantes del Frente de Izquierdas y, si juzgo las
reacciones leídas en vuestros artículos o cuando tomé la palabra en vuestra
página, de un buen número de lectores.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El segundo malentendido nace del color de las fuerzas
políticas que se afirman en esta coyuntura, las que emplean el “léxico
musulmán”. El descubrimiento de esta centralidad de los islamistas ha
contribuido a hacer cambiar la óptica de análisis de muchos lectores; en
particular, en el Magreb. Ha impedido que una parte de los ciudadanos de esos
países asocien espontáneamente a quienes se rebelan en Siria con los de la
revolución tunecina, por solo citar esa. Esos dos sesgos han aumentado
considerablemente el frente de los “opositores a los opositores” de Bachar, de
lo que éste se ha beneficiado enormemente.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Queda la cuestión de una eventual solución
política que incluiría a una parte del régimen sirio. ¿Se puede contemplar, es
posible? ¿Qué esperas de la conferencia Ginebra II que debe empezar el 22 de
enero?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El handicap de Ginebra II es doble. En primer lugar la
representación de las partes del conflicto es muy incompleta puesto que en estos
momentos, casi la mayoría de los efectivos militares implicados sobre el terreno
está opuesta a Ginebra II y no estará representada allí. Este déficit de
representación concierne igualmente a los actores regionales. No es en absoluto
seguro que Irán o Arabia Saudita, sin embargo actores mayores, estén asociados a
la negociación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Luego, y sobre todo, las dos partes a las que se supone
discutir no comparten la agenda sobre la que se supone que deben ponerse de
acuerdo: el campo de la oposición hace de la sucesión de Bachar a la cabeza del
Estado un previo no negociable. Pero la del poder, hasta hoy, no ha aceptado en
forma alguna hacer suyo este previo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Eres muy crítico sobre el conjunto del proceso de
negociación política. Estimas incluso que el acuerdo sobre las armas químicas
concluido a iniciativa de Rusia “ha ofrecido sobre todo una oportuna puerta de
salida” a los occidentales</DIV>
<DIV align=justify><BR>¡Es la realidad! El desmantelamiento del arsenal químico
ha tenido un único verdadero beneficiario, el país limítrofe que se sentía
amenazado por esas armas. No es en absoluto a la oposición siria a la que se
ayuda con ese proceso que, por otra parte, ha tenido un efecto extremadamente
perverso como es el de restablecer a Bachar al-Assad, durante un tiempo
designado como paria por los occidentales, en su rol de interlocutor
institucional indispensable. Para él, este era un signo de que no tenía que
contemplar un acuerdo que incluyera su partida.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En segundo lugar, este acuerdo coincidió con la renuncia
a toda exigencia militar al régimen. Sin embargo los escépticos o los
“pacifistas” (que habían olvidado manifestarse desde que el régimen disparaba
misiles balísticos contra su población) dijeron: “Esos ataques además no habrían
servido para nada”. ¡Pero hay muchos sirios, incluso militares, que pensaban
exactamente lo contrario! Hay ciertas concentraciones de artillería, por ejemplo
alrededor de Damasco, o en el camino de Jordania, que habrían sido puestas en
dificultades por ataques aéreos atenuando, de forma muy significativa, su
temible eficacia. Sin embargo el acuerdo sobre las armas químicas ha puesto fin
a todas las esperanzas de ataques.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Así pues, en 2013 hubo dos giros dramáticos para la
oposición siria. El de la batalla de Qousseir (en el oeste de Siria) en la que
la comunidad internacional se ha negado a conmoverse por lo que era sin embargo
una masiva intervención extranjera lanzada por las tropas de Hezbolá. Se ha
debatido mucho tiempo sobre la legitimidad y la oportunidad de una intervención
extranjera destinada a apoyar a los opositores. Pero ha habido una intervención
extranjera, ya, masiva, ¡apoyando a Assad! En este contexto, el acuerdo sobre
las armas químicas ha constituido una pirueta de un cinismo extremo, que ha
acabado de firmar la desimplicación del apoyo occidental a la oposición armada
siria.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-¿Piensas que la solución a la crisis no puede
ser más que militar?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Me gustaría oír a un combatiente, alguien presente sobre
el terreno, quiero decir alguien diferente de un militante pacifista firme en
sus certezas y sus solidaridades automáticas, explicarme donde se sitúa la
credibilidad de un proceso de negociación que consagra el mantenimiento de
Bachar al-Assad. Hasta ahora, no he encontrado nadie que lo haga. Así pues, no
pienso que podrá haber arreglo político a corto o medio plazo, sino una lenta
erosión de la correlación de fuerzas militar. A medio plazo, pero con un coste
considerable, la evolución debería darse a favor de la oposición.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Estimas que “el proceso de reconciliación de las
sociedades de Próximo Oriente con sus instituciones políticas” parece
“inexorable”. Sin siquiera hablar de Siria, ¿no hay muchos contra-ejemplos de
esto, comenzando por el de los palestinos?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Aquí doy pruebas de optimismo, es cierto. ¡He dicho a
menudo en el pasado que Bush me daba más miedo que Bin Laden! Aunque sea muy
provocador, diría que hoy en día tengo más confianza en la capacidad de las
sociedades del Mediterráneo árabe de crear instituciones políticas funcionales
que en la de los países del norte del Mediterráneo de mantener esas
instituciones democráticas en estado de funcionamiento. Tengo más miedo de las
tensiones populistas que están atravesando nuestra sociedad, de las fracturas
que se exacerban día a día a causa del disfuncionamiento demostrado de los
mecanismos de reparto de la palabra pública y de las tensiones “identitarias”
que eso genera. A la inversa, una situación como la de Túnez o incluso la de
Libia no me parecen en absoluto desesperadas, ni mucho menos. Al salir de la
larga secuencia autoritaria, el proceso de construcción institucional es
necesariamente lento. No se puede evitar una fase de debilidad del estado
central y de reafirmación de los poderes locales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando el cemento autoritario central se hunde, antes de
que un nuevo Estado tome el relevo, las solidaridades infranacionales, tribales,
comunales, recuperan lógicamente un poco de vitalidad. ¡Pero hay también en
Libia manifestantes que no tienen miedo con riesgo de su vida, a salir a la
calle para hacer acelerar el desarme de las milicias! La capacidad de los sirios
para superar las barreras confesionales y étnicas está inscrita en su sociedad y
sigue siendo portadora de esperanza. Pienso efectivamente que a medio plazo, las
sociedades de esta región del mundo van a conocer el derecho a gozar de la
funcionalidad de sus instituciones políticas. Ese estadio no me parece fuera del
alcance, incluso si el camino que conduce a él se anuncia aún largo y
doloroso.</DIV>
<DIV align=justify><BR>* François Burgat, politólogo, director de investigación
en el CNRS en Aix-en-Provence. Especialista del mundo arabo-musulmán. Algunos de
sus artículos se pueden encontrar en <A
href="http://www.cetri.be/spip.php?auteur653&lang=fr">http://www.cetri.be/spip.php?auteur653&lang=fr</A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>