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<DIV align=center><FONT size=4><U>boletín solidario de información<BR></U><FONT
color=#800000 size=5>Correspondencia de Prensa<BR></FONT><U>15 de febrero de
2014<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Colectivo Militante - Agenda
Radical<BR></FONT>Montevideo - Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: </FONT><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></A></DIV>
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<HR>
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<DIV align=justify>Brasil</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>Movimientos
sociales brasileños bajo espionaje</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT
size=3></FONT></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial>Empresas privadas de Brasil, de
sectores estratégicos como la minería o la infraestructura, espían e infiltran a
los movimientos sociales y sus actividades, determinó una misión de la
Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), que concluyó este viernes
14.</FONT></DIV></DIV>
<DIV align=justify><BR></DIV></FONT></STRONG></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Fabíola Ortiz
</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>IPS, Río de Janeiro,
14-2-2014</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://www.ipsnoticias.net/"><STRONG>http://www.ipsnoticias.net/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><BR><FONT size=2 face=Arial></FONT> </DIV><FONT size=2
face=Arial>
<DIV align=justify>Hace casi un año, el 24 de febrero de 2013, durante una
reunión de planificación de los líderes del Movimiento Xingú Vivo para Siempre
en Altamira, una localidad del norteño estado de Pará, se sospechó que una
persona estaba registrando las conversaciones y decisiones del encuentro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ese colectivo, que reúne a organizaciones sociales y
ambientales de zonas cercanas al proyecto de la megacentral hidroeléctrica de
Belo Monte, que sería la tercera del mundo cuando entre en operaciones, se opone
a la instalación de la represa sobre el río Xingú, en la Amazonia
brasileña.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las sospechas se confirmaron cuando se verificó que uno
de los participantes, recién sumado al movimiento, tenía en sus manos un
bolígrafo espía.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Todas las veces que alguien intervenía, el dirigía el
bolígrafo a donde se encontraba. Fue algo completamente inesperado”, dijo a IPS
la abogada Roberta Amanajás, de la Sociedad Paraense de Derechos Humanos, que
integra el Movimiento.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Esa reunión fue un momento muy estratégico, en que
intercambiamos informaciones privilegiadas, que solo tienen las organizaciones
del colectivo. Él era un espía contratado por el consorcio que construye la
obra”, explicó la activista, que participó en el encuentro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Al ponerlo al descubierto, el espía se identificó como
Antônio y confesó que se había infiltrado en el Movimiento para así vigilar las
actividades de su coordinadora, Antônia Melo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según Amanajás, el espía contó que iba a enviar el
material a la división de inteligencia del Consorcio Constructor Belo Monte y a
la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), que mantiene un agente en
Altamira.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Contó que tenía que seguir todos los pasos de la
coordinadora para el consorcio y que también había sido responsable del despido
de 80 trabajadores de la obra”, etalló la abogada.<BR></DIV>
<DIV align=justify>Otra función del infiltrado era detectar líderes sindicales
que pudiesen organizar huelgas en la obra, añadió.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“No tenemos dudas sobre el proceso de espionaje, solo no
sabemos cómo se realiza. El Movimiento Xingú Vivo es el que más representa la
resistencia al modelo de construcción de las hidroeléctricas, y más aún, al
desarrollo que se ha impuesto en la Amazonia”, argumentó.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El Movimiento crítica la expropiación de los recursos
naturales, que no garantiza los derechos de los pobladores naturales de la
región.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El espionaje a las organizaciones sociales de la Amazonia
no es un caso aislado en Brasil, denunciaron los activistas a la misión de la
FIDH, que desde el lunes 9 y hasta este viernes 14 dialogó con miembros de
organizaciones humanitarias, el Ministerio Público y directivos de empresas
acusadas de espiar.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La misión internacional se integra en las actividades del
Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos, un
programa conjunto con la Organización Mundial Contra la Tortura, y ha recorrido
Brasilia, Belém, capital de Pará, y Río de Janeiro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Lo que nos preocupa es la relación entre los organismos
públicos y las empresas. Hay pruebas de una articulación con agentes del
Estado”, afirmó Jimena Reyes, jefa de la FIDH para América, al presentar las
primeras conclusiones de la visita.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Es una situación muy preocupante, se utilizan esquemas
públicos para actuaciones ilegales e ilegítimas, para espiar a movimientos
sociales”, subrayó.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La connivencia de los funcionarios públicos con las
empresas fue comprobada por la misión, al constatar que hay compañías que tienen
acceso a datos secretos del gobierno, a través de Infoseg, una red que aglutina
la información de seguridad pública recabada por más de 400 agencias brasileñas
de investigación.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Alexandre Faro, integrante del Observatorio, opinó que
debido a que se destinaron grandes recursos, las empresas tienen mucho interés
en saber que harán las organizaciones sociales sobre sus proyectos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Pienso que es una cultura que las empresas tienen hace
mucho tiempo. Lo descubrimos el año pasado, no tenemos pruebas, pero supongo que
son prácticas generalizadas en sectores sensibles como minería y energía”, dijo
Faro a IPS, sobre la actividad de espionaje de los grupos empresariales contra
activistas en América Latina.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las acusaciones de espionaje recaen también en el gigante
minero Vale.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Miembros de Justiça Nos Trilhos, una organización que
defiende a las comunidades perjudicadas por proyectos mineros, relataron que son
espiados desde 2008, poco después de iniciar su labor.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los delegados de la FIDH hablaron con un exempleado de
Vale, identificado como André Almeida, que aportó datos sobre las relaciones de
la empresa y el gobierno, durante una audiencia pública de la Comisión de
Derechos Humanos del Senado, que se realizó el 24 de octubre de 2013.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Entre las acusaciones, destacaron el espionaje a
periodistas, funcionarios públicos y líderes sociales, además de la infiltración
de espías en las organizaciones sociales y los sindicatos, para obtener
información privilegiada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Estás actividades ilegales contaron con la participación
o el apoyo de agentes de la ABIN para actividades de entrenamiento, incluyendo
pagos a agentes del Estado.<BR>Según estas revelaciones, se estima que Vale
destinó cerca de 200.000 dólares mensuales a espionaje, informó Faro.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Lo que está en juego en Brasil es el valor de la
democracia, se trata de privatizar la inteligencia”, planteó el integrante de la
misión internacional. “Lo que no es usual es que informaciones así lleguen a
conocimiento del público. Revela que están completamente desinhibidos respecto a
todo lo ilegal que hacen”, añadió.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A su juicio, “las empresas privadas creen que tienen
suficiente legitimidad para adentrarse en la vida de las personas e investigar a
sus hijos, sus esposas y sus antecedentes”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Danilo Chammas, abogado de Justiça nos Trilhos, dijo a
IPS que el primer indicio de que eran espiados lo tuvieron ya en 2008, en enero
de 2012 su oficina fue destrozada y en octubre de ese año y enero de 2013 su
página digital fue hackeada.</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Esperamos que la misión de la FIDH impulse cambios
profundos y que las investigaciones tomen mayor ritmo y las propias empresas
modifiquen sus prácticas”, afirmó.<BR>“El objetivo de todo esto es que desistan
de actuar así”, sentenció.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Los delegados de la FIDH presentarán el informe con sus
conclusiones, informaciones y recomendaciones en dos meses.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La abogada Amanajás recordó que la visita de la misión
que protege a los defensores de derechos humanos se produce tras la polémica
generada al conocerse que el gobierno brasileño fue espiado por la
estadounidense Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en
inglés).</DIV>
<DIV align=justify><BR>“Igual que al gobierno no le gusta que le espíen, a los
movimientos sociales tampoco nos gusta”, criticó.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A preguntas de IPS, Vale indicó que no se pronunciaría
sobre un caso que se encuentra en la justicia y bajo secreto procesal, mientras
que el consorcio de Belo Monte no brindó respuestas.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>