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<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>25 de febrero de 2014<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: <A
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=center>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Venezuela</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>¿Qué está
pasando?</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>El desastre económico y social ha disipado el
espejismo del proyecto chavista. La pretensión de superar los problemas
estructurales de nuestro país dentro del marco capitalista, apostando al rol
protagónico de burgueses nacionalistas, militares y un partido corporativo, ha
fracasado y se encuentra en una etapa de avanzada descomposición. A medida que
pasan los días, se extienden las expresiones de protesta, fundamentalmente a
través de los cacerolazos, a los sectores populares de Caracas y otras ciudades
del país, en barrios que durante mucho tiempo fueron bastiones del
chavismo.<BR></STRONG><BR></DIV><STRONG></STRONG>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Simón Rodríguez Porras *<BR>La Clase.info, Caracas,
23-2-2014</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><A
href="http://laclase.info/"><STRONG>http://laclase.info/</STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Las imágenes de miles de manifestantes en las calles de las
principales ciudades venezolanas, el despliegue militar y las acciones armadas
de grupos civiles, han sido difundidas internacionalmente durante las últimas
dos semanas, acompañadas de las altisonantes denuncias gubernamentales sobre el
desarrollo de un golpe de Estado, por un lado, y por el otro las acusaciones de
la dirigencia de la oposición patronal sobre la que consideran una nueva
confirmación de que el régimen político venezolano es dictatorial. Quien intenta
comprender la situación que atravesamos constata que la presentación de los
hechos está tan comúnmente mezclada con la propaganda de las facciones en
disputa, que resulta difícil asumir posición críticamente. Podría decirse que
dicha situación en sí misma no es nueva, a 12 años de un golpe de Estado que
cristalizó una aguda polarización política. No obstante, la distancia que separa
la situación actual de la vivida en el 2002 es tal, que realmente en muchos
sentidos es su antítesis.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La actual crisis viene antecedida por una victoria
electoral del chavismo. Apoyándose en una campaña contra la especulación en la
que intervino algunas cadenas de comercios, fundamentalmente del rubro de los
electrodomésticos, el gobierno ganó en diciembre el 71,64% de las alcaldías,
obteniendo aproximadamente el 49% de los votos, unos nueve puntos porcentuales
por encima de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición partidista de
la oposición patronal. La disidencia del chavismo alcanzó el 5%, el de la de la
MUD poco más del 2%, y una cifra similar las candidaturas independientes. La MUD
había hecho campaña adjudicándole una connotación plesbicitaria a la elección, y
fracasó. Sin embargo, fue una victoria chavista relativizada por el agravamiento
de la crisis económica. El año 2013 cerró con los índices más altos de inflación
y desabastecimiento del período inaugurado en 1999. La falsa promesa
gubernamental de que los llamados “precios justos” se consolidarían con las
intervenciones de comercios ejecutadas antes de las elecciones, se estrelló
rápidamente contra la realidad. Con el impulso del BCV, que aumentó la masa
monetaria en un 70% durante el año 2013, el índice de la inflación llegó al
56,2%, y nada más en los meses de noviembre y diciembre, en plena campaña por
los “precios justos”, la inflación fue del 7%. En cuanto al índice de
desabastecimiento, según el Banco Central de Venezuela (BCV) el promedio de los
años 2003-2013 fue de 13,3%, pero para enero de 2014, se registraba un
desabastecimiento del 28% (26,2% en el rubro de los alimentos). Entre 2012 y
2013 la sobrefacturación de importaciones sobrepasó los 20 millardos de dólares,
y Maduro se vio obligado a admitir públicamente que el gobierno no realizó un
control posterior a la asignación de divisas a las empresas importadoras. Las
reservas internacionales cayeron 8.017 millones de dólares durante el año 2013,
para abrir el año 2014 en 21.736 millones de dólares.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Ante esta situación, el gobierno empleó el capital
político de su victoria para impulsar negociaciones con la dirección de la MUD
con el objetivo de obtener apoyo para las medidas de ajuste que planeaba
implementar. Describiendo el zigzagueo característico del chavismo, diez días
después de las elecciones municipales y de su victoria contra el “fascismo”,
Maduro se reunía cordialmente en Miraflores con la mayoría de los alcaldes y
gobernadores de la MUD, y entre los planteamientos que hizo estuvo el llamado a
concertar la implementación de un aumento al precio de la gasolina, altamente
subsidiado. En un comunicado posterior, la MUD apoya el aumento y anuncia que
“pone a disposición del Ejecutivo sus recursos técnicos y políticos para
alcanzar el mayor consenso en una materia de tanta significación para la vida de
los venezolanos”. (<A
href="http://www.el-nacional.com/politica/MUD-dispuesta-participar-aumento-gasolina_0_321568006.html">http://www.el-nacional.com/politica/MUD-dispuesta-participar-aumento-gasolina_0_321568006.html</A>).
En posteriores reuniones con Maduro y el ministro del Interior, en las que
participa el principal dirigente de la MUD, Henrique Capriles, las autoridades
regionales y locales intercambian sobre planes de seguridad conjuntos. En los
hechos se cierra el impasse abierto con la elección presidencial de abril de
2013, cuyo resultado no había sido reconocido por la MUD. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El 22 de enero, el gobierno anunció una devaluación del
79% para los rubros de importación considerados no esenciales, así como los
cupos de divisas para viajeros y compras electrónicas, y de esa manera arrancó
el ajuste. Pese al apoyo recibido de la patronal y la MUD para el aumento de la
gasolina, el gobierno aplazó la ejecución de la medida, preocupado por la
reacción social que podría desencadenar. Antes, el liderazgo ejercido por Chávez
permitía imponer medidas antipopulares con mucha menor resistencia, por su
carisma y prestigio personal ante grandes sectores de la población. Maduro
adolece de grandes carencias en este sentido, y tanto las negociaciones con la
MUD como la devaluación recibieron grandes críticas entre los activistas de la
base chavista. En las pugnas entre sectores burocráticos del Psuv empezaron a
salir públicamente acusaciones de “derechización” del gobierno. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En cuanto a la MUD, producto de su derrota electoral, se
agudizaron las confrontaciones entre facciones. Mientras el ala mayoritaria,
encabezada por Capriles y los partidos tradicionales, entró en el carril de la
negociación y las exigencias al gobierno, el ala encabezada por Leopoldo López
del partido Voluntad Popular (VP) y la diputada María Corina Machado, lanzó el 2
de febrero una campaña bajo la consigna "la salida está en la calle", con un
acto en la Plaza Brión de Caracas. Es interesante notar que la mayoría de las
menciones de López en los cables diplomáticos yanquis publicados por Wikileaks
se refieren a los conflictos que el dirigente de VP ha entablado con otros
dirigentes de la oposición patronal, conocida por sus vínculos con el gobierno
de EEUU. También participaron en el acto del 2 de febrero el partido ex maoísta
Bandera Roja, el alcalde metropolitano Antonio Ledezma, y el presidente de la
Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela,
Juan Requesens. Allí anuncian la realización de una marcha el 12 de febrero en
Caracas. Simultáneamente, en la isla de Margarita, un grupo de activistas
ligados a esta tendencia, realizaba una protesta de contenido xenofóbico contra
el equipo de beisbol cubano que participó en la Serie del Caribe. Como parte de
esta campaña impulsada por VP, a partir del 4 de febrero se realizan las
primeras protestas estudiantiles en San Cristóbal y Mérida, ciudades ubicadas en
los Andes venezolanos. Presentándose como un sector más intransigente y radical,
VP y sus aliados dentro de la MUD pretenden ganarse la dirección de la
coalición, capitalizando al mismo tiempo la desastrosa situación económica y
social del país para ganar adeptos para una salida por la derecha.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las primeras protestas son acciones en las que participan
unas pocas decenas de activistas, y de claro corte provocador, como la acción
contra la residencia del gobernador de Táchira o algunas acciones armadas en
Mérida. También hubo excesos policiales, por ejemplo, en Mérida la policía hirió
de gravedad a un estudiante que no formaba parte de las protestas. Algunos
detenidos en San Cristóbal fueron trasladados a la cárcel de Coro, a 500
kilómetros de distancia. Las principales consignas de esas protestas eran contra
la inseguridad, pero en los días cercanos al 12 de febrero, empiezan a plantear
directamente la renuncia de Maduro. Por su parte, el Psuv comienza a emplear
grupos de choque parapoliciales para disolver las manifestaciones,
independientemente de su carácter pacífico o violento, y atacar zonas
residenciales. Un ejemplo de estas acciones es la agresión a las residencias
Monseñor Chacón en Mérida, lugar en el que se realizaba un cacerolazo,
resultando heridas dos personas. Las marchas del 12 de febrero, realizadas en 18
ciudades del país, cambiaron de contenido con respecto a su convocatoria
original, convirtiéndose en movilizaciones por la liberación de los estudiantes
detenidos y en rechazo a las actuaciones represivas policiales y parapoliciales.
Sobre todo en el interior del país, donde el desabastecimiento y la crisis de
los servicios públicos es mucho más severa que en la capital, las movilizaciones
visibilizaron reclamos relacionados con estos temas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Las dos facciones de la MUD fueron claramente rebasadas
por las dimensiones de las movilizaciones, a las que subyace el descontento de
grandes sectores de la población por la crisis económica y las medidas de ajuste
aplicadas por el gobierno. El Psuv realizó algunas concentraciones y marchas el
mismo día, de menor magnitud. En Caracas se registraron los hechos que
conducirían a un cambio importante en el desarrollo de las protestas. En los
alrededores de la Fiscalía General, una vez dispersada la marcha que había
partido de Plaza Venezuela, quedaron grupos de estudiantes y activistas que
enfrentaron a la policía con piedras y realizaron daños a la fachada del
edificio gubernamental. A través de la policía política, el Servicio Bolivariano
de Inteligencia Nacional (Sebin), la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), y
grupos parapoliciales, se les reprimió a tiros, con el saldo de dos personas
asesinadas, un joven que recibió un disparo por la espalda, Bassil Da Costa, y
Juan Montoya, un policía del municipio Libertador que formaba parte de uno de
los grupos parapoliciales que intervenía en la protesta. Según familiares y
allegados a Montoya, un “funcionario” le disparó. Posteriormente, en otra zona
de la capital, uno de los manifestantes que auxilió a Da Costa, Roberto Redman,
fue asesinado. Desde una motocicleta, civiles dispararon una ráfaga que alcanzó
a Redman y a cinco personas más que resultaron heridas. Esa misma noche, el
coordinador de medios de Provea, una organización de defensa de los derechos
humanos, fue secuestrado en un retén policial en una calle del oeste de Caracas,
por hombres armados sin uniforme que se presentaron como agentes del Sebin,
quienes le quitaron el teléfono móvil, y luego de golpearlo y amenazarlo de
muerte durante un par de horas lo liberaron. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El diario Últimas Noticias, cuya línea editorial es
favorable al chavismo, publicó un trabajo de investigación en el que documenta
ampliamente la actuación del Sebin en los alrededores de la Fiscalía y la
realización de disparos contra un grupo de manifestantes que corre alejándose de
los agentes, en el momento en que cae Da Costa (<A
href="http://laclase.info/nacionales/tiro-limpio-repelieron-manifestacion-del-12f">http://laclase.info/nacionales/tiro-limpio-repelieron-manifestacion-del-12f</A>).
Inicialmente el presidente Maduro responsabilizó a los manifestantes de las
muertes, y aseguró que en el país se estaba aplicando un “libreto” similar al
golpe de Estado de 2002, pero luego aseguró que los agentes del Sebin actuaron
motu proprio, y destituyó al jefe del cuerpo represivo. Sin dudas, las
actuaciones del gobierno y los grupos parapoliciales el 12 de febrero marcaron
un punto de inflexión, desatando protestas a una nueva escala, a pesar de que
Maduro anunciara esa noche que no se permitirían las marchas que no contaran con
autorización del gobierno. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Al momento de escribir estas líneas, en las protestas
posteriores al 12 de febrero han muerto seis personas más, se estima que casi
doscientas personas han sido heridas de bala y perdigones, la mayoría como
resultado de las acciones de los grupos parapoliciales y la GNB, mientras que
unas cuarenta personas se encuentran privadas de libertad. Existen numerosas
denuncias relacionadas con torturas y tratos vejatorios por parte de los cuerpos
policiales y militares que están interviniendo en las detenciones. Pese a la
militarización de San Cristóbal y Mérida, las protestas continúan, y varias
zonas de estas ciudades han sido bloqueadas por barricadas.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La mayor parte de la información referida a las protestas
circula por medios electrónicos, mientras que los canales de televisión privados
y estatales observan un acuerdo con el gobierno de no transmitir informaciones
en directo sobre las protestas, ni imágenes que la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (Conatel) considere que incitan a la violencia. Por
dificultades para acceder a las importaciones de papel, la mayoría de los
diarios privados han reducido de manera importante el número de páginas, y
algunos diarios regionales han salido de circulación, además de ello los
propietarios de muchas publicaciones privadas se han alineado con el gobierno,
lo que ha llevado a trabajadores de la prensa, como en el caso de la Cadena
Capriles, a realizar asambleas para oponerse a las líneas editoriales de los
dueños de los periódicos y la restricción del derecho a la información. El
gobierno incluso ha sacado de los servicios de televisión por cable y satelital
a canales internacionales que informan sobre la situación venezolana.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El gobierno apela al expediente de presentarse como
víctima de un golpe de Estado en curso y compara la situación actual con la de
abril de 2002. Sin embargo, esta comparación no se puede sostener racionalmente.
No hay pronunciamientos contra el gobierno ni deserciones en las fuerzas
armadas, cuyos mandos medios y superiores se encuentran cohesionados alrededor
del gobierno y del sector burgués que dirige el Estado, constituido
fundamentalmente por los nuevos ricos conocidos popularmente como
“boliburgueses”, una buena parte los cuales son a su vez militares. La mayor
parte de la dirigencia de la MUD no acompaña la campaña de “la salida” impulsada
por VP, y ha polemizado públicamente con López. La agremiación patronal
Fedecámaras no está llamando a paralizaciones, tampoco la burocracia sindical
adicta a la MUD. En plena crisis, el mayor capitalista del país, Gustavo
Cisneros, anunció su apoyo al gobierno, mientras que la transnacional Repsol
firmó un acuerdo de financiamiento a Pdvsa por 1200 millones de dólares. La
dirigencia de la Iglesia Católica no ha tenido un rol beligerante, más bien
viene apoyando los planes de “pacificación” del gobierno. Maduro ha venido
acercando posiciones con el gobierno de EEUU y hace menos de un año se reunían
el canciller Jaua y el Secretario de Estado John Kerry, para anunciar la
intención de recomponer las relaciones diplomáticas entre los dos países. La
entrega de López a las autoridades, que ordenaron su captura responsabilizándolo
por los muertos del 12 de febrero, resulta difícil de inscribir en la lógica de
un inminente asalto militar del poder. Más allá de que toda la dirigencia de la
MUD, tanto el ala de Capriles como la de López, estuvo involucrada en el golpe
de 2002, y que la burguesía opositora cuenta con el golpe de Estado como parte
de su repertorio, objetivamente no existe ningún indicio de que se esté llevando
a cabo en estos momentos. En cambio, hoy son verificables los recortes a las
libertades democráticas por parte del gobierno, con la coartada que le
proporciona la propaganda antigolpista. De ahí que la principal tarea de la
izquierda y las organizaciones sociales sea oponerse a este ataque a las
libertades democráticas, sin dejar por ello de advertir que la MUD no representa
una alternativa política que conduzca a la superación de los problemas que
aquejan a la mayoría de la población.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El empleo de fuerzas parapoliciales por parte del
gobierno para disolver protestas es un recurso en extremo reaccionario que debe
ser enfrentado. Los mecanismos de la censura, por la vía de acuerdos entre el
gobierno y los propietarios de medios o de la coacción, implican igualmente un
ataque al derecho a la información. Se evidencia claramente la incompatibilidad
de este derecho con la propiedad privada de los medios de comunicación y con la
administración burocrática de los medios estatales. El Sebin, cuerpo represivo
con un largo historial de violación de los derechos humanos, desde su creación
bajo las siglas de la Disip en 1969, debe ser disuelto y abiertos los archivos
de la represión para su conocimiento público. Todas las personas detenidas por
protestar deben ser liberadas, y se debe realizar una investigación con
participación de organizaciones de derechos humanos sobre la represión y los
asesinatos perpetrados por grupos policiales, militares y parapoliciales en el
marco de las protestas. Más allá de las protestas, los juicios abiertos a más de
trescientos trabajadores, campesinos e indígenas por protestar deben cerrarse.
Estas son reivindicaciones democráticas que todo aquel que se reivindique
demócrata o revolucionario debe levantar, y contraponerlas a la doctrina de
seguridad nacional esgrimida por Maduro para colocar los intereses del Estado
por encima de los derechos sociales.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A medida que pasan los días, se extienden las expresiones
de protesta, fundamentalmente a través de los cacerolazos, a los sectores
populares de Caracas y otras ciudades del país, en barrios que durante mucho
tiempo fueron bastiones del chavismo. Ello da cuenta de que el malestar con el
ajuste que el gobierno aplica y que pesa sobre las mayorías empobrecidas, rebasa
nuevamente a una dirección de la MUD que no dice nada al respecto.
Evidentemente, la MUD no puede proponer nada en este sentido, por sus
compromisos con la patronal, con el capital transnacional, y con los gobiernos
imperialistas de EEUU y Europa.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Levantar una agenda de reivindicaciones sociales y
económicas, además de las de corte democrático, es una tarea que solo pueden
cumplir las organizaciones sociales y de izquierda no alineadas con el gobierno
o la MUD. En un artículo titulado “Venezuela”, el cantautor panameño Rubén
Blades llamó a los estudiantes venezolanos a “que se organicen al margen de la
división estéril creada por gobierno y oposición” y “aclaren que no aceptarán
como únicas alternativas, las propuestas por los dos bandos en disputa”.
Tristemente, hoy el movimiento estudiantil ha sido copado por la oposición
patronal al gobierno, sin embargo existen organizaciones políticas, entre ellas
el Partido Socialismo y Libertad (PSL), que a contracorriente intentan
visibilizar una perspectiva autónoma ante la crisis, tanto en el movimiento
estudiantil como en el movimiento obrero y popular. </DIV>
<DIV align=justify><BR>El desastre económico y social ha disipado el espejismo
del proyecto chavista. La pretensión de superar los problemas estructurales de
nuestro país dentro del marco capitalista, apostando al rol protagónico de
burgueses nacionalistas, militares y un partido corporativo, ha fracasado y se
encuentra en una etapa de avanzada descomposición. Los programas de asistencia
social implementados luego de la derrota del golpe de 2002, tocaron techo y
entraron en una dinámica recesiva a partir de 2007. Avanza la corporativización
de las organizaciones sociales, se fortalece un entramado legal que restringe el
derecho a la huelga y a la protesta, y se aprecia un empleo cada vez mayor del
aparato represivo y administrativo para dirimir los conflictos sociales,
política de la cual han sido claros ejemplos el encarcelamiento del cacique
yukpa Sabino Romero y del sindicalista Rubén González entre 2009 y 2011, y la
reciente detención de diez trabajadores petroleros que participaban en una
asamblea en la Refinería de Puerto La Cruz, incluyendo al secretario general de
la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros (Futpv), José Bodas. A ello se
suma una debacle económica de la que no obstante salen bien librados los
sectores transnacionales enclavados en la industria petrolera, la banca privada
y el comercio importador, de todo esto el corolario es que la utopía
reaccionaria de un “socialismo con capitalistas”, ha rodado por el suelo.
Corresponde a la izquierda revolucionaria rescatar las banderas del socialismo
que el chavismo utilizó para sus propios fines.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Según las cifras oficiales, más de nueve millones de
personas, la tercera parte de la población, viven en condiciones de pobreza.
Casi tres cuartas partes de los trabajadores del sector público ganan salarios
por debajo del costo de la canasta básica, y se requieren más de dos salarios
mínimos para cubrirla. Únicamente en el sector militar los aumentos salariales
son superiores a la inflación. Indudablemente, la clase trabajadora puede jugar
un rol decisivo para enfrentar la política económica del gobierno, derrotar la
regresión democrática y levantar exigencias como un aumento general de sueldos y
salarios, un salario mínimo igual a la canasta básica, la eliminación del IVA,
la nacionalización de la industria petrolera, sin empresas mixtas ni
transnacionales; una reforma agraria que garantice el aumento de la producción
agrícola y el acceso a la tierra para quienes la trabajan, el rescate de las
empresas básicas de Guayana y las industrias adquiridas por el Estado, apoyar
las exigencias territoriales de los pueblos indígenas, que se declare la
suspensión de los pagos de la deuda externa, y la derogación de los tratados
contra la doble tributación suscritos con EEUU y otros países, instrumentos que
permiten a las transnacionales evadir más de 17 millardos de dólares en
impuestos anualmente. El PSL está impulsando un encuentro de organizaciones
sindicales y populares para discutir en Caracas durante los primeros días de
marzo una agenda unitaria de reivindicaciones, así como un plan de movilización.
Los trabajadores, los estudiantes y los sectores populares tienen la posibilidad
de elevar su propia voz y resistirse a ser carne de cañón del gobierno o la
MUD.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Dirigente del Partido Socialismo y Libertad (PSL)
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>