<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META content="text/html; charset=iso-8859-1" http-equiv=Content-Type>
<META name=GENERATOR content="MSHTML 8.00.6001.23501">
<STYLE></STYLE>
</HEAD>
<BODY background="" bgColor=#ffffff><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><U>boletín solidario de
información<BR></U><FONT color=#800000 size=5>Correspondencia de
Prensa<BR></FONT><U>1º de marzo de 2014<BR></U><FONT color=#800000
size=5>Colectivo Militante - Agenda Radical<BR></FONT>Montevideo -
Uruguay<BR>Redacción y suscripciones: </FONT></STRONG><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A></DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Venezuela</FONT></STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG><FONT size=3>Todo
igual <BR></FONT></STRONG> <BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG></STRONG></FONT> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><STRONG>Brecha, Montevideo,
28-2-2014</STRONG></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><A
href="http://brecha.com.uy/"><STRONG>http://brecha.com.uy/</STRONG></A></FONT></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=2 face=Arial><BR><BR>El miércoles debía iniciarse
el diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición. Para ese día el
Ejecutivo había convocado a una “conferencia de paz” a la que había invitado a
gobernadores de todo signo y representantes de organizaciones sociales
(sindicales, empresariales, movimientos varios) y de la Iglesia. Henrique
Capriles, el líder de la oposición, amagó primero con asistir, pero luego
rechazó la oferta. “No vamos a contribuir a una comparsa, y menos mientras haya
compañeros presos”, dijo, aludiendo fundamentalmente a Leopoldo López, uno de
los dirigentes más duros de la oposición, detenido desde la semana
pasada.</FONT></DIV><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR>Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa
de Unidad Democrática (mud), afirmó más o menos lo mismo en una carta que envió
al vicepresidente Jorge Arreaza: “no nos prestaremos para lo que derivará en un
simulacro de diálogo que desemboque en una burla a nuestros compatriotas”.
“Confirmado: la mud no quiere paz, decidieron no asistir a la invitación del
compañero presidente, sólo los mueve el cálculo politiquero”, respondió en su
cuenta de Twitter el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Y las
cosas volvieron a fojas cero. Para aceptar un diálogo institucionalizado la mud
exige que haya una agenda previa de temas a discutir y la designación de “un
tercero” que “facilite, garantice, y de ser necesario medie”. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En las calles siguieron las manifestaciones de un lado y
otro. Hubo marchas de organizaciones sociales de campesinos y mujeres hacia el
Palacio de Miraflores el miércoles, en apoyo del gobierno, y otra, el día
anterior, de “motoqueros” chavistas. También el miércoles, otras mujeres
manifestaron en barrios de clase media alta de Caracas, lideradas por dos
opositoras duras, la diputada María Corina Machado, que tuvo participación en el
golpe de 2002 contra Hugo Chávez, y la esposa de Nicolás López. Y continuaron
las protestas contra la escasez de productos básicos, la inflación y la
inseguridad. Las más de las veces en zonas acomodadas, pero también en otras más
populares, como en algunos bastiones chavistas de Táchira.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Gobierno y oposición se echan mutuamente las culpas sobre
las muertes ocurridas desde la manifestación del 12 de febrero. Y discrepan
sobre el número de víctimas. Maduro habló el miércoles de “más de 50”, mientras
la oposición las limita a 16. El gobierno dice que buena parte de las muertes
fueron causadas por “bandas fascistas” presentes entre los manifestantes o
derivaron de enfrentamientos en las barricadas, aunque reconoce que otras fueron
obra de sus propios agentes. El miércoles, la fiscalía acusó a cinco
funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y a dos
policías de “homicidio calificado con alevosía y motivos innobles, uso indebido
de arma orgánica, quebrantamiento de pactos y convenios internacionales
suscritos por el país, asociación para delinquir y obstaculización a la
administración de justicia a favor de un grupo de delincuencia organizada” por
la muerte de dos estudiantes, el mismo 12. La policía dice a su vez disponer de
evidencia de que otras dos víctimas, dos jóvenes reconocidos como chavistas,
fueron asesinadas con la misma arma, una pistola 9 milímetros, y la oposición
acusa a “motociclistas armados simpatizantes del gobierno” de “sembrar el
terror” entre los manifestantes.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En paralelo, Washington y Caracas se envían dardos y
flores. Estados Unidos echó el miércoles de su país a tres funcionarios
venezolanos, en respuesta a una medida idéntica del gobierno de Maduro de la
semana anterior, y luego de que Venezuela designara a un nuevo embajador ante
Washington (desde 2010 no hay representación diplomática al más alto nivel entre
los dos países), el secretario de Estado John Kerry se declaró “contento de que
las cosas se estén moviendo hacia adelante”. “Estamos preparados para tener un
cambio en estas relaciones. Las tensiones entre los dos países ya han durado
demasiado. Pero no vamos a permanecer sentados cuando somos responsabilizados
por cosas que nunca hemos hecho”, dijo el canciller estadounidense. </DIV>
<DIV align=justify><BR>Días antes el diario británico The Guardian había
denunciado en un editorial “la campaña de desestabilización” lanzada por el
gobierno de Estados Unidos contra Venezuela. Mark Weisbrot, uno de sus
periodistas estrella, publicó en esa nota datos sobre la financiación del
Departamento de Estado a “actividades subversivas” de diverso tipo desarrolladas
por grupos integrantes de la mud. Según el diario, la Casa Blanca destinó en lo
que va del año 5 millones de dólares de su presupuesto de gastos reservados a
financiar a la oposición venezolana. “Son casi seguro la punta del iceberg,
sobre todo si se los suma a los cientos de millones de dólares de apoyo abierto
en los últimos 15 años”, dice el diario. Y agrega: “Cuando el secretario de
Estado, John Kerry, dice que Estados Unidos está ‘particularmente alarmado por
los reportes de que el gobierno de Venezuela arrestó a quienes protestan contra
el gobierno’, está tomando una posición política. Porque hay muchos en la
oposición que cometieron delitos de todo tipo: atacaron a la policía con bombas
molotov, quemaron automóviles y prendieron fuego a edificios del gobierno,
además de cometer otros actos de violencia y vandalismo”. La “intervención
estadounidense contra Venezuela”, señalaba el diario, comprende también
operaciones de “guerra informativa”.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La semana pasada la embajada venezolana en España exhibió
ejemplos de manipulaciones groseras: imágenes de represiones sangrientas que
supuestamente habían tenido lugar en Venezuela (pero que en realidad habían
ocurrido en Chile, Siria, Honduras y otros países) fueron repetidas miles de
veces a través de Twitter. Una marcha multitudinaria por la independencia de
Cataluña fue presentada por un twitero opositor como correspondiente a una
manifestación antichavista en Táchira; la imagen de un niño ensangrentado y
gritando víctima de la guerra en Siria apareció como la de “un niño agredido por
las huestes bolivarianas”; la de una estudiante maltratada por la policía
chilena se convirtió en una “muestra de la barbarie chavista contra los
jóvenes”; Clarín de Argentina presentó como “paramilitares chavistas” atacantes
a policías atacados el 13 de febrero. Y bajo la leyenda de “Esto fue hecho por
los humanistas pacíficos del criminal fascista psuv, ¿merecen perdón?”, otro
twitero reprodujo en realidad fotos correspondientes a 2001 de un vasco
sospechado de pertenecer a eta que había publicado un medio español. Y así.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>