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<HR>
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<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000
size=6>Correspondencia de Prensa<BR></FONT>boletín informativo - 20 de marzo
2014<BR><A href="germain5@chasque.net"><A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG></DIV></A>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000 size=6>A l'encontre -
La Breche<BR></FONT><A href="www.alencontre.org"><A
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<HR>
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<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>México</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG>¿Estallará también
México?<BR> <BR>1988-2013: 25 años de crisis política
permanente<BR></STRONG> <BR></FONT></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Manuel Aguilar Mora *</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG>México, D.F. 19-3-2004</STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><BR>Con la batería de reformas constitucionales que aprobó el
Congreso en diciembre del 2013 en las más diversas materias, desde la energía
hasta la educación, el gobierno priista de Peña Nieto asestó un golpe
contundente a los trabajadores y a todas las masas oprimidas que representa una
derrota histórica a sus luchas, afanes y deseos ancestrales por una vida
mejor.<BR> <BR>Fue hace 25 años con motivo de la crisis del fraude de las
elecciones presidenciales de 1988, cuando se palpó con evidencia que sectores
muy amplios, en el centro y el sur del país claramente mayoritarios,
comprendieron el sentido del cambio de la política en todos los niveles
efectuado en la década de los años 80's para echar abajo prácticamente todas las
conquistas logradas históricamente por las luchas populares contra el capital
desde los tiempos revolucionarios. Fue un largo trayecto histórico que siguió a
la Revolución mexicana y que se expresó en la dominación durante gran parte del
siglo XX del partido nacionalista revolucionario en sus tres expresiones:
primero como PNR (Partido Nacional Revolucionario) de 1929 a 1934, después como
PRM (Partido de la Revolución Mexicana) de 1935 a 1945 y finalmente como PRI
(Partido Revolucionario Institucional) a partir de 1946. Fue un giro radical de
la larguísima trayectoria del apoyo a una burguesía que se fue fortaleciendo
bajo la protección y la promoción de un gobierno bonapartista, que cada vez se
subordinaba más al imperialismo norteño. Una burguesía que hoy es poderosisíma y
que en lugar de protección del Estado le impone a éste sus demandas y
estrategias.<BR> <BR>Lo que comenzó en 1988 fue lo que sabemos ha sido
también otro largo proceso de reversa con respecto a lo logrado las décadas
anteriores. Ha sido un trayecto de 25 años que llegó a su final después de un
largo rosario de crisis políticas con la aprobación de la batería de reformas
constitucionales en las dos cámaras en diciembre de 2013 que revierten
drásticamente la estrategia social y económica del Estado mexicano. Eso es lo
que significa la victoria arrolladora lograda por el PRI (con el apoyo del PAN y
el PRD) con esas votaciones que transforman los marcos constitucionales en los
que se desarrolló la industria energética estatizada, ahora en pleno camino de
privatización, la educación pública atacada directamente en su principal pilar,
los maestros normalistas -- descarada intervención gubernamental al encarcelar a
la principal dirigente del SNTE --, destinados a ser controlados estrechamente
y/o despedidos, las leyes laborales antisindicales y dirigidas a precarizar aún
más el mercado de la fuerza de trabajo, las telecomunicaciones al abrir el
espacio para nuevas grandes empresas.<BR> <BR><STRONG>Fin de
época</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Dichas (contra) reformas determinan y ponen en acción a
rajatabla las estrategias neoliberales que se venían dando desde el inicio de
los años ochenta cuando la crisis petrolera de 1982 y los espasmos sociales como
el producido por el terremoto de 1985, anunciaban nuevos tiempos políticos. Para
el grupo priista dominante en el Estado, el sacudimiento de 1988 fue la señal
inconfundible que el curso elegido para echar abajo todo lo que significaba el
"nacionalismo revolucionario" sería uno cuya realización supondría la superación
de una amplia y fuerte resistencia popular. La ruptura del PRI en 1987 y el
surgimiento de la "corriente democrática" encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas,
quien se lanzó como el candidato opositor de una amplia coalición de
centro-izquierda contra el candidato priista, Carlos Salinas de Gortari, ya era
un síntoma evidente de los fuertes vientos que arreciaban.<BR> <BR>El
periodo se inició con el "fraude patriótico" electoral que le dio el triunfo a
Salinas de Gortari en 1988, cuya presidencia fue la perfecta administración
insignia de esa dinámica explosiva de ofensiva capitalista-resistencia popular
que hizo de 1994, al final del sexenio salinista, un año de crisis en todos los
niveles: inicio de la puesta en práctica del Tratado de Libre Comercio con los
gobiernos de EUA y Canadá e insurrección campesina indígena del EZLN, todo ello
adobado con los asesinatos de de dos dirigentes centrales del PRI: Luis Donaldo
Colosio su candidato presidencial y de Ruiz Massieu su secretario general.
<BR> <BR>El nuevo gobierno priista de Ernesto Zedillo, quien sustituyó a
Colosio, de entrada, en diciembre de 1994 debió confrontarse con una tremenda
crisis que hundió económicamente al país. El endeudamiento creció a niveles
colosales y fue la causa de un gigantesco fraude bancario que inauguró en México
con el Fobaproa (Fondo bancario para la protección del ahorro) los rescates
multimillonarios a las finanzas privadas con dinero público que la crisis de
2008 puso de moda en EUA y en la Unión Europea.<BR> <BR><STRONG>Transición
pactada del 2000</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Políticamente la población expresaba con cada vez más
vigor su oposición al priismo, para ellos identificado con las políticas
neoliberales puestas en práctica a quemarropa. En 1989 se fundó el partido de la
Revolución Democrática (PRD) bajo la hegemonía de la llamada "corriente
democrática" del PRI encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo,
que contó con el apoyo de las organizaciones de la izquierda tradicional, como
fue la proveniente del viejo partido comunista mexicano y de grupos
nacionalistas, unificados en el Partido Mexicano Socialista y también de grupos
de la izquierda radical maoístas, guevaristas e incluso trotskistas. Durante el
gobierno de Salinas la represión contra las bases populares del PRD y el amplio
movimiento que se reivindicaba neocardenista fue especialmente fuerte y
violenta. Se calcula en 500 los perredistas muertos por la represión de los seis
años del salinato. <BR>.<BR>La lucha también se dio en el terreno social y
clasista. El sindicato de más tradición, fundado en los mismos años de la
Revolución mexicana, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), organizó en
1995 una poderosa protesta popular contra los planes privatizadores de la
energía eléctrica que logró, a través de enormes movilizaciones detenerla
parcialmente.<BR> <BR>El grupo en el poder entendió el mensaje de las
crisis de 1994: el caldero estaba muy caliente y podía reventar. La
impopularidad del PRI era manifiesta y por primera vez desde su fundación perdió
la mayoría en la Cámara de Diputados en 1997. En un panorama en que todo
indicaba la derrota del PRI en las elecciones presidenciales del 2000, el grupo
gobernante estaba preparando una "transición democrática" pactada con el Partido
Acción Nacional (PAN) que, a raíz de 1988, llamado por Salinas cumplió
cabalmente su fama como una oposición leal, sistémica. Fue una maniobra perfecta
que llevó, vía una victoria electoral contundente que incluía buena cantidad de
votos de seguidores y miembros del PRD, a Vicente Fox a la presidencia. El
primer presidente panista siguió fielmente el curso trazado desde los años
ochenta por el PRI, sólo que con menos capacidad política y con prácticas de
corrupción y nepotismo que no tenían nada que envidiarle a las priistas. Lo que
podría considerarse como un vergonzante gobierno del PRIAN se gastó por completo
durante los dos sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón que prepararon la
vuelta triunfal del PRI en el 2012.<BR> <BR><STRONG>Contención del
2006</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero hay que entender el conjunto de la situación entre
los de arriba y los de abajo. La restauración priista de 2012 no se hizo en
frío, sin resistencia popular. En 2006 el PRD, ahora encabezado por Andrés
Manuel López Obrador (AMLO), fue el partido que se confrontó con grandes
posibilidades de triunfo al PAN y al PRI. AMLO como jefe de gobierno del
Distrito Federal en el periodo de 2000-06 conquistó un enorme apoyo popular
debido a varias medidas de distribución de prerrogativas a los sectores más
empobrecidos, a las personas de la tercera edad y ejerciendo una práctica
arropada en un discurso claramente dirigido contra la oligarquía política del
PRIAN, aunque sin mencionar ni tocar jamás al sector de los grandes
capitalistas. Se convirtió en el dirigente idóneo para ser el candidato de los
amplísimos sectores populares que, desilusionados del foxismo-panismo, se
percataron de que tanto el PRI como el PAN eran lo mismo.<BR> <BR>En 2006
AMLO rasguñó la victoria, que le arrebataron por la escasa cantidad de menos de
60 mil votos en unas elecciones en que participaron más 35 millones de votantes.
El pequeñísimo margen que le daba la victoria al candidato panista, Felipe
Calderón, era el resultado de la manipulación electrónica de las cifras
electorales, de la realización de un nuevo fraude electoral. En julio y junio
del 2006 se registraron las manifestaciones más grandes jamás habidas en la
historia de México contra las decisiones de las autoridades electorales.
Millones se movilizaron en manifestaciones contra el fraude en todo el país.
Hubo una en la capital de la república que reunió a cerca de dos millones
de personas que decidieron realizar un gigantesco plantón a lo largo de varias
de las avenidas más importantes de ciudad de México durante más de una semana.
Al finalizar el mismo, AMLO se congratuló que "no se había roto ni un vidrio" en
tamaña protesta ciudadana y que ahora había que luchar para ganar las elecciones
presidenciales del 2012. La táctica electoralista de contención de la
impresionante protesta popular fue evidente: ni de lejos se llamó por parte de
AMLO a un paro nacional, a una huelga política o a alguna otra acción
contundente parecida. El gigantesco plantón dio paso meramente a las numerosas
giras por la república que AMLO realizó para preparar su candidatura
presidencial del 2012.<BR> <BR><STRONG>Derrotas del pueblo y los
trabajadores</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>El gobierno de Calderón carente del todo de legitimidad y
popularidad decidió inclinarse y apoyarse ante todo en las fuerzas represivas y
emprendió una "guerra contra la delincuencia" y sacó al ejército de sus
cuarteles el cual sembró el terror en los campos y ciudades de los estados del
norte, del sur y muchos del centro de la república. Sólo el Distrito Federal
permaneció relativamente al margen de esta orgía de violencia entre las bandas y
los efectivos militares Hoy en el país operan más de medio millón de efectivos
militares, 250 mil policías federales y varios cientos de miles de policías
estatales que han convertido al aparato represivo de México en uno de los más
grandes de América Latina. El país se ensangrentó. En esta "batalla" del sexenio
de Calderón se calcula que murieron más de 70 mil personas, aunque hay
estimaciones mucho mayores, la mayoría de ellas civiles sin ninguna relación con
las bandas de narcotraficantes. Y en el presente gobierno de Peña Nieto la
cuenta macabra sigue cosechando víctimas..<BR> <BR>Las labores policiacas
fueron emprendidas por el ejército y la armada, persiguiendo a los capos de las
bandas del narcotráfico que venían creciendo cada vez más poderosas ante el
incremento de la venta de sus productos al mercado de drogas más grande del
mundo, convirtiendo a dicho tráfico de estupefacientes en uno de los negocios
más lucrativos de México, que ante la necesidad de "lavar" los miles de millones
de dólares que produce induce inevitablemente a la intervención del sistema
bancario. Las ganancias extraordinarias de este negocio hicieron que uno de los
capos mexicanos más famosos, el Chapo Guzmán, fuera incluido en la lista de
Forbes de los 500 hombres más ricos del mundo. <BR> <BR>La derecha política
estrechamente vinculada al imperialismo y a los sectores más reaccionarios, como
la Iglesia católica, llegó al poder con Fox y Calderón convirtiendo a sus
gobiernos en crudamente represivos, antidemocráticos y corruptos. Los
trabajadores sufrieron derrotas históricas en Oaxaca con la intervención de las
fuerzas federales y estatales que reprimieron el levantamiento popular que
representó el surgimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO)
en 2006. Después en octubre 2009 con la intervención directa de la policía
federal y de soldados vestidos de policía en las instalaciones de la compañía de
Luz y Fuerza del Centro, el gobierno de Calderón declaró el finiquito de la
segunda compañía eléctrica estatal, la empresa en donde laboraban los más 40 mil
trabajadores del SME, el cual consiguientemente recibió un golpe
mortal.<BR> <BR>Durante los dos sexenios panistas no se pudieron aprobar
las reformas constitucionales pues el PRI escatimó su apoyo para, con la astucia
ganada en sus largos años en el poder, dejar que el descontento popular creciera
en la medida en que la derecha se descaraba con su cruda política favorable a
los capitalistas. Sería el PRI, quien debería realizar dichas reformas con su
restauración presidencial que sus dirigentes sabían que caería como manzana,
como efectivamente sucedió, en 2012. No obstante durante los dos sexenios
panistas se incrementaron los métodos, los procedimientos y las prácticas para
privatizar a Pemex, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para
desmantelar a los dos institutos de seguridad social solidarios y a atacar la
educación pública y gratuita. También durante el panismo se avanzó en la
adecuación de las finanzas públicas a las necesidades de los capitalistas y,
repetimos, en la corrupción y el nepotismo los cuales llegaron a niveles
insuperados: la familia de Fox comprometida en escándalos de fraudes en Pemex
como el que actualmente hace furor relacionado a los fraudes multimillonarios de
la empresa Oceanografía vinculada a su familia. La danza de miles de millones de
dólares de programas al vapor y el auge del "capitalismo de compadres" junto a
tantas otras maniobras sucias y fraudulentas mancharon irremediablemente el
prestigio del panismo, preparando su derrota electoral contundente del
2012..<BR> <BR><STRONG>La política conciliadora del PRD</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Un proceso social como el que ha dado en México durante
los últimos 25 años no se puede entender sin las formaciones que lo expresan
políticamente. La burguesía a través de sus partidos políticos ha proyectado las
acciones gubernamentales de sus programas de (contra) reformas que exigía la
situación del capitalismo a partir de la gran crisis petrolera de 1982 y de la
reestructuración de la economía capitalista mundial. Tanto la influencia
internacional como las necesidades internas hicieron de las políticas
neoliberales las adecuadas para enfrentar los retos que planteaba el agotamiento
de los modelos keynesianos prevalecientes a partir del fin de la segunda Guerra
Mundial.<BR> <BR>El "nacionalismo revolucionario" durante los años
inmediatamente posteriores a la Revolución mexicana, llevado a su culminación
durante el sexenio cardenista, cedió su lugar al "nacionalismo" a secas de los
gobiernos de la "institucionalización revolucionaria" a partir de los gobiernos
de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán. Fue la ideología que envolvió la acción
política de los gobiernos priistas hasta los años 80's. El cambio radical que se
dio en 1982-88 provocó realineamientos políticos en todos los grupos y clases
sociales. La "corriente democrática" del PRI era el eco tardío de la política
del "nacionalismo revolucionario" de los años 30. La misma posición
preponderante de Cuauhtémoc Cárdenas en el PRD, hijo del gran presidente
nacionalista revolucionario que fue Lázaro Cárdenas, expresaba físicamente esa
continuidad. Pero los tiempos de los años treinta no eran los de los noventa.
Los burgueses "nacionalistas" de los años noventa ya no eran, ni podían ser lo
que habían sido sus padres y sus abuelos. En la burguesía mexicana ya no había,
ya no hay ningún sector que sea revolucionario, ni que tenga el interés de
confrontarse directa y decididamente con el predominio creciente de los
capitales imperialistas en México.<BR> <BR>La ruptura del PRI en 1987 fue
un acontecimiento que opacó prácticamente a los demás cambios del momento, entre
los cuales existía uno que se estaba realizando promisoriamente con la
concentración de fuerzas de izquierda socialista representada por los partidos
como el PSUM, el PMT y el PRT entre los casos más importantes. La tradición
estalinista frentepopulista de confiar, como lo decía abiertamente Lombardo
Toledano y en forma más discreta el viejo Partido Comunista (PCM), en una
"burguesía nacional" supuestamente antiimperialista, permeó durante décadas a la
mayoría de la izquierda mexicana. Durante la ruptura del inicio de los
años 80's, la izquierda revolucionaria, abiertamente contraria a los dogmas
estalinianos, en especial la corriente trotskista agrupada en el PRT de
entonces, no tenía una década de haber nacido como partido y fue por completo
desbordada y vapuleado por el ímpetu neocardenista de la izquierda de
orientación estalinista o sea reformista.<BR> <BR><STRONG>La contención de
AMLO</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>Cuando se fundó el PRD en 1989 bajo la hegemonía de
Cuahtémoc Cárdenas y Muñoz Ledo, esa dirección de origen priista contó con la
adhesión de prácticamente toda la izquierda socialista de esos años. Durante las
pasadas dos décadas y media, el PRD primero bajo la tutela de Cárdenas y a
partir del 2001 de López Obrador, dominó con su política conciliadora,
negociadora y básicamente electorera al amplio y a veces muy poderoso torrente
de masas oprimidas y explotadas que luchaba contra el curso de los gobiernos
priistas y panistas. En dicho proceso, a partir de 1988 el PRD, con la fuerza
que le daba el poderoso apoyo popular que logró, se fue integrando dentro del
sistema político, hasta convertirse en lo que hoy es, el soporte sistémico de
izquierda del estado mexicano.<BR> <BR>Desde 1997 el PRD entró a las
cumbres de la dirección del estado mexicano con su victoria electoral por la
jefatura de gobierno del Distrito Federal, la posición política más importante
del país después de la presidencia de la República. Durante el foxismo, la torpe
impericia demostrada con el intento de desaforar de sus derechos ciudadanos a
López Obrador como jefe de gobierno del DF, elevó a éste hasta alturas
inimaginables en el favor popular, el cual en 2006 le ofreció la victoria
electoral que él no defendió, precisamente por su conciliacionismo y respeto a
la institucionalidad estatal burguesa de la cual él mismo formaba parte. Su
papel fue el de contención de un torrente popular que tenía la potencialidad de
haber reventado al dominio del PRIAN. Pero en lugar de impulsar una coalición
del multimillonario movimiento democrático contra el fraude de 2006 con la
insurrección oaxaqueña de APPO que se dio precisamente en esos momentos,
prefirió.¡prepararse para las elecciones presidenciales de
2012!<BR> <BR><STRONG>La difícil situación actual</STRONG></DIV><FONT
size=3 face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR>En el 2013 el Pacto por México del PRI, el PAN y el PRD
impulsado por Peña Nieto hizo evidente incluso para amplios sectores que todavía
mantenían ilusiones en el PRD que el curso iniciado en 1988 bajo la dirección
neocardenista y después continuado por AMLO había conducido a una situación
desastrosa. Los más de 16 millones de votos conseguido por la coalición del PRD
en 2012 acabaron fortaleciendo a su corriente más derechista y conciliadora, los
llamados Chuchos, quienes controlan el partido. López Obrador se ha separado de
los Chuchos y convocado a la fundación de un nuevo partido el Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena), sin hacer un balance crítico de las dos décadas
turbulentas en que dirigió al PRD y simplemente repitiendo que se compromete a
una lucha "pacífica, patriótica y de desobediencia civil" que tiene una cuesta
muy empinada frente a sí. Parece que la experiencia del PRD ha pasado en vano
para él e intenta repetirla nuevamente.<BR> <BR>Por lo que toca a
Cuauhtémoc Cárdenas, junto con los Chuchos, también se compromete a crear un
"frente patriótico" contra las reformas energéticas que impidan la recuperación
del petróleo mexicano por parte de las transnacionales que la nacionalización de
Lázaro Cárdenas les arrebató en 1938. O sea las dos tendencias que reivindican
la herencia del "nacionalismo" burgués de la tradición cardenista están tan
devastadas que ni siquiera son capaces de unificarse para enfrentar los retos
del neoliberalismo salvaje del PRIAN.<BR> <BR>Muchos activistas sindicales,
estudiantes, jóvenes y trabajadores en general conscientes de la gravedad del
momento histórico que atravesamos están en el centro de una situación compleja
que requiere una gran dosis de reflexión y de capacidad de análisis. Todavía no
se agotan del todo la influencia del PRD y ante todo de Morena entre muchos de
ellos. La batalla política e ideológica con el frentepopulismo y el nacionalismo
debe profundizarse. Las burocracias sindicales "independientes", en especial las
reunidas alrededor de lo que queda de lo que fue la poderosa burocracia del SME
y amplios sectores de la CNTE, siguen estando subordinadas políticamente a los
partidos burgueses como el PRD y Morena. Es necesario insistir más que nunca en
un sindicalismo democrático e independiente.<BR> <BR>El EZLN se mantiene
con sus bases (los Caracoles) en Chiapas. Es una hazaña de los pueblos indígenas
que representa. Pero la política que su dirección expresa por conducto del sub
Marcos es absolutamente contraproducente para el fortalecimiento de su lucha.
Marcos representa una política que se podría llamar del avestruz. Su
aislamiento, producto del sectarismo de sus posiciones contra "las vanguardias"
y los partidos, sólo expresa la carencia de un programa que confronte la
situación compleja actual. Ciertamente el EZLN es una organización indígena y
campesina y sus objetivos no pueden ser los de un partido revolucionario de los
trabajadores, pero la autoridad enorme que logró hace veinte años con su
levantamiento era un capital revolucionario enorme capaz de contribuir de manera
importante a la solución del problema crucial que deben resolver los
trabajadores y sus aliado populares: la fundación y el fortalecimiento de una o
varias organizaciones independientes, democráticas, socialistas y
revolucionarias. Las posiciones expresadas por Marcos de ninguna forma ayudan al
movimiento revolucionario que se está gestando lenta pero firmemente hoy el
país.<BR> <BR>La situación para los escasos sectores que se mantienen
firmes dentro de las posiciones de clase, socialistas, democráticas e
internacionalistas no es nada fácil frente a los recursos millonarios que
disponen todavía el PRD y Morena. Nuestra fuerza son las ideas poderosas del
marxismo revolucionario y su capacidad de dar respuesta a las necesidades de los
trabajadores y sus alaidos los sectores de las masas explotadas y
oprimidas.<BR> <BR>El país es hoy un volcán en estado de ebullición antes
de la explosión de la lava ardiente. ¿Cuándo estallará? Comienzan a haber signos
muy claros de exasperación e ira de sectores masivos hartos de la corrupción, de
la inseguridad y del cinismo de los gobiernos federal y estatales y de la
situación política y socioeconómica prevaleciente. Los dos procesos de las
policías comunitarias de Guerrero principalmente, aunque con casos parecido
en Oaxaca y ante todo el surgimiento de las "autodefensas" en Michoacán
son más elocuente que cualquier discurso incendiario.(Ver el artículo que sigue
a continuación).<BR> <BR>La portada de La Jornada del día que se escriben
estas líneas es devastadora. El titular principal en letras gruesas de 100
puntos dice: Superan 10 ricos mexicanos ingresos de toda la población y los
subtítulos que acompañan a este titular principal señalan: "Poseen una fortuna
de 132 mil millones de dólares según la revista Forbes" y más adelante añade:
"Su riqueza equivale a una décima parte del valor de la economía". Y en la misma
página en los titulares más pequeños que acompañan al titular en las faldas, se
dice: "En México 4 de cada 10, sin dinero para comida: OCDE". Y en subapartados
siguientes se escribe: "Subraya en su reporte que es la nación con el mayor
nivel de desigualdada" y rematando agrega "El gasto social es el menor entre los
integrante de esta organización". Y en la misma portada, debajo de los textos
mencionados una gran foto de Peña Nieto con el título en grandes letras: "El
país listo para una 'revolución energética': Peña".<BR> <BR>Y todo ello
está acompañado por los grandes escándalos que llenan las páginas de la prensa y
son el tema de los noticieros electrónicos. Los fraudes de cientos de millones
de dólares de la empresa Oceanografía cometidos bajo el amparo de la familia y
los compadres del ex presidente Fox y las instalaciones defectuosas de la
construcción de la línea 12 dorada del tren urbano (el "Metro" en la voz
popular) inaugurada en 2012 en la ciudad de México. El primer escándalo salpica
al PAN y señala los niveles de corrupción y nepotismo alcanzados durante los
gobiernos panistas y el caso de la línea 12 afecta directamente al gobierno
anterior perredista encabezado por Marcelo Ebrard y afecta a lo que fue la obra
pública más importante del sexenio anterior. Se calcula que hay mil millones de
dólares que no son avalados en los informes de los gastos de la construcción
deficiente del tren cuyo servicio debió ser suspendido en la mitad de la
línea.<BR> <BR>Peña Nieto tiene también que dar explicaciones de los
enormes gastos, muy por arriba del límite señalado por la ley, en que incurrió
durante su campaña electoral, pero mientras tanto su posición predominante le da
márgenes de maniobra muy amplios (aún más teniendo en cuenta la corrupción de
las autoridades electorales). Por el momento es quien aprovecha el desprestigio
enorme que se da actualmente en la opinión pública del comportamiento y la
corrupción tanto del PAN como del PRD.<BR> <BR>Este es el panorama tan
complejo y contradictorio que debe confrontar el auténtico movimiento que debe
fortalecerse para actuar y construir la alternativa verdaderamente de
izquierda revolucionaria, socialista e internacionalista que evidentemente es
tan necesaria en estos momentos en México para superar la situación difícil en
que se encuentran hoy los trabajadores y sus aliados los sectores populares
empobrecidos.</DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>* Militante de la Liga de Unidad Socialista (LUS).</DIV>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR></DIV></FONT></BODY></HTML>