<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META content=text/html;charset=iso-8859-1 http-equiv=Content-Type>
<META name=GENERATOR content="MSHTML 8.00.7601.17514"></HEAD>
<BODY style="PADDING-LEFT: 10px; PADDING-RIGHT: 10px; PADDING-TOP: 15px"
id=MailContainerBody leftMargin=0 topMargin=0 CanvasTabStop="true"
name="Compose message area"><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000
size=5>Correspondencia de Prensa<BR></FONT>boletín informativo - 8 de abril
2014<BR></FONT></STRONG><A href="germain5@chasque.net"><A
href="mailto:germain5@chasque.net"><STRONG><FONT
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
size=4>germain5@chasque.net</FONT></STRONG></A><BR></A><STRONG><FONT
color=#800000 size=5>A l'encontre - La Breche<BR></FONT></STRONG><A
href="www.alencontre.org"><A
title="http://www.alencontre.org CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.alencontre.org"><STRONG><FONT
title="http://www.alencontre.org/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
size=4>www.alencontre.org</FONT></STRONG></A></DIV></A>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>U</FONT></STRONG><STRONG><FONT
size=3>ruguay<BR><BR>Entrevista al geógrafo Pierre Gautreau<BR><BR>La ley
forestal ya tiene 25 años y todos los gobiernos la han impulsado<BR><BR>Árboles,
negocios y desarrollo</FONT></STRONG></DIV>
<DIV><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3><STRONG><FONT size=2>Pierre Gautreau nació en
Cognac, Francia, en 1977 y vivió 10 años en Uruguay. Actualmente es profesor de
geografía en la Universidad París 1 Panatheón Sorbonne. Su tesis de
doctorado en la Universidad de Ciencias y Tecnologías de Lille, fue sobre
la historia del bosque nativo uruguayo. En una consistente investigación acaba
de publicar como libro: "Forestación, territorio y ambiente. 25 años de
silvicultura transnacional en Uruguay, Brasil y Argentina" (Trilce, Montevideo).
Su mirada es crítica sobre un modelo de desarrollo que, en muchos aspectos, se
parece al de la megaminería que encara el gobierno del Frente Amplio. Habla de
las promesas incumplidas y de una política de Estado que excede al
neoliberalismo de la década de 1990.</FONT><BR></DIV></STRONG>
<DIV align=justify><BR></FONT><BR><STRONG>Fernán Cisnero<BR>Que Pasa,
Montevideo, 29/3/2014<BR></STRONG><A href="http://www.elpais.com.uy/"><A
title="http://www.elpais.com.uy/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.elpais.com.uy/"><STRONG
title="http://www.elpais.com.uy/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://www.elpais.com.uy/</STRONG></A></FONT></DIV></A><FONT
size=2 face=Arial>
<DIV align=justify><BR><BR><STRONG>-Es bastante crítico sobre el papel de la
forestación como modelo de desarrollo en Uruguay. ¿Este libro puede ser visto
como una advertencia sobre cómo debatir el tema de la
megaminería?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-El libro no pretende ser un manual de advertencias, sino
que junta evidencias aprovechando la distancia temporal de 25 años que nos
permite medir los efectos de un modelo que vino con muchas promesas de la cuales
muchas no se cumplieron. El modelo de la minería es semejante: se piensa que las
empresas transnacionales son las mejor posicionadas -por experiencia o capacidad
de inversión- para asumir el trabajo de valorizar los recursos naturales del
país. Hasta ese punto, la forestación, sí, sirve para pensar la megaminería.
Después, y es lo que intento hacer como geógrafo en el libro, los procesos, la
forma de instalarse y la relación con el vecindario son completamente
diferentes.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-¿Quién nos convenció de la forestación como un
modelo de desarrollo?<BR></DIV></STRONG>
<DIV align=justify>-Fue un impulso de los organismos mundiales -el Banco Mundial
en particular- aceitándoles los proyectos a los empresarios del norte que
querían invertir en la región. Lo importante era aportar financiación a esas
empresas para que puedan invertir en el sur y, con la ley forestal darles
seguridad jurídica a las empresas. Enviar una señal política de que el país
estaba pronto para recibir a esas empresas.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-Por la misma razón que el actual gobierno necesita
una ley de minería.<BR></STRONG><BR>-Exactamente. Hay un debate muy interesante
que en el libro lo abordo aunque hay material para profundizarlo más adelante
sobre si esos incentivos fueron fundamentales para atraer a los inversores. Hoy
el gobierno y las empresas madereras dicen que sin esa ley y el subsidio que
ofreció no se hubiera creado el sector. Yo argumento que Uruguay en las décadas
de 1990 y 2000 era un país de destino de la industria y hubieran venido sin
subsidio o con una ley menos favorable que la que resultó. Pero lo fundamental
de esa ley es que marcó un compromiso férreo de todos los gobiernos desde
entonces con el proyecto de establecer un sector maderero. La ley forestal tiene
más valor político que económico: manda una señal de que el Estado respalda esos
proyectos.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-¿Cómo es eso?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-Porque apenas 10 años después de implementada, o sea en
1998, ya empieza a haber atrasos en los pagos de los subsidios e igual las
empresas siguieron plantando. Los atrasos en los pagos del Estado mataron a
muchos pequeños inversores forestales pero no a las grandes empresas. Esa es la
prueba de que para esas empresas el subsidio no fue clave.</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR><STRONG>-¿Los gobiernos
podían haber dicho que no?<BR></STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>-Todo se arma bajo una opción neoliberal clara pero hay que
ubicarse en esa época en la que la productividad agrícola y ganadera del país
era muy baja -es antes de 2000, no había entrado la soja- y por eso fue más
fácil argumentar que la forestación iba a ser una alternativa a ese modelo
productivo que no daba los réditos esperados. Además, la esperanza era crear un
sector más diversificado de medianos y pequeños productores forestales. Algo que
no se dio.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-Por los atrasos en los subsidios que recién
mencionaba.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-Entre otras cosas. La ley permitió a pequeños
propietarios entrar al sistema forestal pidiendo créditos blandos al BROU (Banco
de la República) y beneficiando con un subsidio de plantación. Así mucha gente
se abocó a plantar pero ese segmento desapareció porque además cuando salió la
primera cosecha (10 años después de iniciada la inversión), los precios
internacionales habían caído y Uruguay entraba en crisis por lo que tuvo que
vender a precios bajísimos. Así la concentración aumentó.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-La explotación forestal, está claro en el libro,
trajo cambios sociales, económicos y territoriales en el
Uruguay...</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-La agricultura y la ganadería cambiaron mucho y hay que
evitar concentrarse en la forestación como el único factor de esos cambios. La
forestación lo que hizo fue profundizar un modelo de cambio territorial en el
que se vacía el espacio rural disperso a favor de pequeños pueblos y ciudades.
En Uruguay crecen los pueblos de campaña (los de 500, 600 habitantes) y crecen
capitales departamentales. Hay quienes dicen que el campo cambia y esa migración
hacia centros poblados es positiva ya que significa mejor acceso a los
servicios.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Y eso no estaría mal...<BR></STRONG></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>-El tema es qué proyecto tiene el país en cuanto a
permanencia de población en el campo y qué significa eso. A mi como francés me
choca que se apueste a un modelo de segmentación espacial entre lugar de
producción (al que llegan tipos de mañana, cosechan y se van) y zonas de vida
puramente urbanas. Se pierde muchísimo del conocimiento íntimo de lo que es el
ambiente al no haber más gente con apego al lugar y atenta a los temas
ambientales. Eso se termina perdiendo.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-O sea que el medio rural se vacía de
gente.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-Sí, hay una ausencia de presencia humana en el campo. La
forestación aumenta eso en Uruguay porque la forestación llega a espacios donde
no llega ni la agricultura. La soja, por ejemplo, ganó espacios sobre la pradera
pero eran lugares que en la década de 1940 y 1950 se dedicaban, no sé, al trigo.
No hay avance brutal de la frontera agrícola en Uruguay. Lo que sí hay es mucha
parte de pradera natural que se convierte en pradera artificial y está la
forestación que llega aún más lejos en suelos que nunca se cultivaron.
<BR></DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Todas las sierras del este, por ejemplo, en Cerro Largo,
Treinta y Tres, Lavalleja y Rocha. La forestación no es un factor decisivo pero
sí adicional que ayuda al vaciamiento.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-¿Quiénes se van?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-El vaciamiento toca mucho a los productores que
arrendaban un campo porque antes, en la zona de sierras, los pequeños
productores se mantenían arrendando tierra en la vecindad pero cuando llegó la
forestación, subieron las rentas y se taparon los campos de árboles.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-¿Alguien se hizo rico con la forestación?
Pregunto porque, en la década de 1990, destinar su campito a la forestación fue
una opción de muchos uruguayos. Algo así como poner una cancha de padel. ¿Fue un
buen negocio?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-Está todo el mundo de los contratistas. UPM es un grupo
gerencial que mantiene el control directo de las cuestiones estratégicas (como
la genética, gestión de tierras, algunos elementos de logística) pero todo el
resto está tercerizado. Las empresas son coordinadores de otras empresas que hoy
en Uruguay serían unas 800. Dos tercios de los empleados de UPM son a través de
contratistas. Y a algunos contratistas les va muy bien y sí deben haberse hecho
ricos.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-Claramente la forestación cambió el paisaje uruguayo
pero eso de llegar a lugares donde antes no había llegado la agricultura debe
haber influido en los ecosistemas, en el medio ambiente.</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-No está medido el cambio medioambiental y la pregunta es
por qué no se mide. Lo que se sabe es que la forestación reduce los caudales de
los cursos de agua, sobre eso no hay controversia científica. En Brasil, las
empresas decían que el eucalipto no hacía nada, hoy reconocen que hay un impacto
sobre la biodiversidad y sobre el agua. En Uruguay aún no se dice abiertamente
de parte del gobierno y las empresas que haya impacto. Y otra vez, hay que ver
qué parte de ese impacto es culpa de forestación. El río Tacuarembó claramente
se vio afectado, el tema es cómo se mide. Y que además se debe hacer un
seguimiento a largo plazo y con datos anteriores. </DIV>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>Para mí, una consecuencia de la forestación es la retracción
de los campos nativos y ese impacto se mide a lo largo de muchos años en
términos de dinámica poblacional de animales o de flora. Y eso no se está
midiendo. Uruguay es un anti-Amazonas: un frente de árboles que se plantan sobre
un ecosistema nativo que es la pradera. Las praderas templadas como las que
tiene Uruguay son un ecosistema muy escaso en el mundo.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-Entiendo, pero ¿qué hay que hacer entonces? ¿No
forestar?<BR></DIV></STRONG>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify>-Uruguay ya tiene suficiente superficie forestada y las
dinámicas de transformación de las praderas ya fueron bastante lejos. Se puede
regular y mejorar el impacto ambiental.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Usted habla de promesas incumplidas por la
forestación. ¿Una de ellas es el impacto ambiental?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>-Una promesa era "vamos ser ejemplo de una gestión
responsable del medio ambiente". Pero las empresas forestales no mejoraron la
capacidad de Uruguay de controlar los efectos ambientales. En el libro menciono
un "memorándum secreto" entre el gobierno y Montes del Plata. Eso surgió en 2011
y es un contrato por el que Uruguay se compromete a ayudar a la empresa a
maximizar su ganancia. El problema era que las plantaciones estaban en el norte
y las plantas de celulosa en el sur. Montes del Plata le dice al gobierno "esta
situación se heredó por el conflicto en Fray Bentos, yo no tengo la culpa, así
que usted debe ayudarnos a acercar las plantaciones a la planta de Conchillas".
El gobierno acepta pero al hacerlo estuvo dispuesto a crear una nueva categoría
de suelo forestal para cumplir con eso. La política ambiental del gobierno es
errática, no responde a criterios pre-establecidos sino que se adapta, por
ejemplo, a un pedido específico de una empresa. No hubo aprendizaje colectivo en
cuanto la capacidad de controlar socialmente los efectos medioambientales. Esa
es la conclusión más pesimista que saco del libro.</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG>-Antes se había dado algo de eso con
Botnia.</STRONG></DIV><FONT size=3 face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><BR>-Sí, pasó un poco lo mismo. Hasta el conflicto de Fray
Bentos, había en Uruguay una discusión muy interesante sobre forestación. Uno
puede pensar lo que quiera sobre las ONG ambientalistas pero habían logrado
instalar el tema en la agenda. Pero después del conflicto todo Uruguay cierra
filas detrás del presidente Vázquez porque pasó de ser un conflicto local a uno
entre dos países y mucha gente en Uruguay se sentía como agredida por Argentina
y todo eso para el sector forestal fue muy interesante. Vázquez empezó a
defender la planta y a todo el sistema forestal como la bandera de la actividad
que nos paraba como paisito frente al agresor argentino. Y fue contraproducente
para un debate serio.<BR></DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>-En la introducción del libro usted cuenta una
anécdota en la que una ingeniera de una forestadora se refería al sector como
"los malos de la película". ¿Son realmente los villanos?</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>-Son uno de los malos de
la película. Ellos sienten, y tienen algo de razón, que fueron el foco de las
críticas al modelo global neoliberal y se quejan, con cierta razón, que hubo
épocas en Uruguay que se pensaba que los únicos problemas eran la forestación y
la soja cuando la agricultura tiene otros problemas. Pero en donde comparto que
son los malos de la película es en el modelo de enclave que desarrollan.
¿Quiénes sacan el mayor provecho del sector? UPM y pronto Montes del Plata y
toda la plusvalía que se genera que es la producción de celulosa que se produce
en zonas francas. El gran tema, más que el subsidio que se les dio, que fue un
gasto social muy importante, es que se produzca en zonas francas y que el Estado
uruguayo no tenga ninguna perspectiva de lograr levantar impuestos sobre esas
ganancias que son increíbles. UPM empezó a pagar dividendos a sus accionistas a
los dos años de haber instalado la planta en Fray Bentos y amortizó en tres años
lo que había aportado a la multimillonaria inversión. Uruguay de eso con lo que
único que se queda es con el impacto ambiental negativo. Es un sistema desigual.
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>