<!DOCTYPE HTML PUBLIC "-//W3C//DTD HTML 4.0 Transitional//EN">
<HTML><HEAD>
<META content=text/html;charset=iso-8859-1 http-equiv=Content-Type>
<META name=GENERATOR content="MSHTML 8.00.7601.17514"></HEAD>
<BODY style="PADDING-LEFT: 10px; PADDING-RIGHT: 10px; PADDING-TOP: 15px"
id=MailContainerBody leftMargin=0 topMargin=0 CanvasTabStop="true"
name="Compose message area"><FONT size=2 face=Arial>
<DIV align=justify>
<HR>
</DIV>
<DIV align=center><STRONG><FONT size=4><FONT color=#800000
size=5>Correspondencia de Prensa<BR></FONT>boletín informativo - 8 de abril
2014<BR><A href="germain5@chasque.net"><A
title="mailto:germain5@chasque.net CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="mailto:germain5@chasque.net">germain5@chasque.net</A></FONT></STRONG></DIV></A><STRONG><FONT
size=4>
<DIV align=center><FONT color=#800000 size=5>A l'encontre - La
Breche<BR></FONT><A href="www.alencontre.org"><A
title="http://www.alencontre.org/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.alencontre.org">www.alencontre.org</A></DIV></A>
<DIV align=center></FONT></STRONG>
<HR>
</DIV>
<DIV align=justify><BR><STRONG><FONT size=3>Marx y Ucrania</FONT></STRONG></DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3></FONT></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><FONT size=3>Contra la "Realpolitik"
infantil<BR></DIV></FONT></STRONG>
<DIV align=justify> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG>Nicolás González Varela<BR>Viento Sur<BR></STRONG><A
href="http://www.vientosur.info/"><A
title="http://www.vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo"
href="http://www.vientosur.info/"><STRONG
title="http://www.vientosur.info/ CTRL + clic para seguir el vínculo">http://www.vientosur.info/</STRONG></A></DIV></A>
<DIV align=justify><BR><STRONG></STRONG> </DIV>
<DIV align=justify><STRONG><EM>"Jamás olvidaremos que los trabajadores de todos
los países son nuestros amigos y los déspotas de todos los países nuestros
enemigos."<BR></EM>(Primer Manifiesto del Consejo General de la Iª
Internacional sobre la Guerra Franco-Alemana, 19 de julio de
1870)</STRONG></DIV>
<DIV align=justify><BR>En las revoluciones burguesas europeas de 1848-1849, que
removieron e hicieron salir al escenario de la Historia a muchas nacionalidades
oprimidas, resultaba característico que, siempre que el movimiento ucraniano se
incrementaba en fuerza y voz, lo declarasen de inmediato como "invención" de
cualquier "potencia foránea" o del mismísimo maquiavélico Metternich; incluso en
la Rusia prerrevolucionaria se consideró entre los socialdemócratas que la
cuestión nacional ucraniana era una "quimera" o bien de Bismarck, o bien del
"Estado Mayor alemán", o incluso del Vaticano. Ucrania era una falsa tierra
irredenta. En la prensa burguesa revolucionaria se etiquetaba a los ucranianos
como un pueblo ahistórico, contrarrevolucionario de "campesinos y popes". Cuando
en 1890 Engels escribió en Ginebra para el diario Sotsialdemokrat ruso su
estudio sobre "La política exterior del Zarismo" (por cierto, puesta en el index
por Stalin), los editores Vera Zasúlich y el padre del marxismo ruso, Plejanov
protestaron escandalizados contra un pasaje en el cual Engels designaba a los
ucranianos como nacionalidad "especial, diferente de los rusos" y que habían
sido anexionados "por la fuerza" en 1772. El marxismo ruso ortodoxo, del cual
evolucionó el nacionalbolchevismo stalinista, consideraba a los ucranófilos
(antiguos "rutenos" bajo la nobleza polaca y el zarismo) con desprecio y
hostilidad. No era raro que entre 1918-1919 el Ejército Rojo fusilara a gente en
Ucrania meramente por hablar ucraniano, lengua que se consideró
"contrarrevolucionaria" en la época de Stalin.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La teoría de Lenin de las nacionalidades intentó poner
paños fríos sobre el asunto. La incomprensión de la nación ucraniana (o de la
polaca o de la finlandesa o de la letona o de la bielorrusa o de la georgiana o
de la armenia) al Partido Bolchevique le costó tres años de cruenta guerra civil
y una sangrante división en su interior. Ucrania finalmente perdió su
independencia en 1922, en el anticlimax de la represión de Kronstadt, las
revueltas de Tambov y la restauración capitalista de estado de la NEP (Nueva
Economía Política). Hasta tal punto llegó la incomprensión que Lenin tomó
medidas radicales contra el chauvinismo ruso bolchevique en el aparato del
Estado y del partido en su sección ucraniana (creada luego de la Revolución
de Octubre, en abril de 1918, compuesta en su mayoría por ¡rusos! y que
representaba al 0,2% de la población ucraniana), las llamadas medidas de
"Indigenación" o Korenizatsiia. Hubo que esperar a finales de los años 1920 para
que Ucrania tuviera por fin en la estructura del PCU (Partido Comunista de
Ucrania) y en las del Estado, a ucranianos. En aquellos años dentro del
mismo PCUS se alzaban voces contra las relaciones "colonialistas" de Moscú sobre
Kiev. Por supuesto la Korenizatsiia pensada por Lenin, se detuvo y se invirtió a
partir del dominio de Stalin en 1929. Las sangrientas purgas comenzaron en el
PCUS en 1933, los detenidos (ejecutados) eran acusados, ironía de la Historia,
como criptofascistas y terroristas "nacionalistas degenerados". Se prohibió la
lengua ucrania y se impuso como lengua oficial el ruso. Por eso puede decirse
que la cuestión ucraniana debe considerarse como el "punto neurálgico" del
Socialismo y del Comunismo ruso, ayer y hoy.</DIV>
<DIV align=justify><BR>En la mayoría de los análisis y comentarios de autores de
izquierda sobre Ucrania y la crisis en Crimea -pero puede aplicarse a cualquier
análisis de crisis mundiales similares (Libia, Siria, etc.)- planea la forma
esquemática, las "malas abstracciones", los abstractos defectuosos, en el
sentido de que no son vehículos conceptuales adecuados para comprender la
concreción real que puede sintetizarse así: "El enemigo de mi enemigo es mi
amigo". El Gran enemigo es el único déspota del mercado mundial, Estados Unidos.
Se trata de una lógica binaria, maniqueísta, teológica, que no se encuentra
necesariamente anclada en la lucha de clases sino en un mecánico
antiimperialismo de una sola cara. Es Napoleón o la Santa Alianza, así de brutal
e irracional. Antidialéctico, incapaz de imaginar que "El enemigo de mi enemigo
también puede ser mi enemigo". Aquí ya no hay "análisis concreto de la situación
concreta", ni complejidades de la Historia, ni los matices e interrelaciones que
imprime la propia totalidad. Aunque en nuestra propia tradición revolucionaria
tenemos líneas de acción materialistas en política exterior (la experiencia
democrático-burguesa de Engels y Marx en la cuestión de las nacionalidades entre
1849-1850; la experiencia frente a conflictos internacionales en la Iª
Internacional, Zimmerwald, etc.) nuestros estrategas antimperialistas las
obvian, las ignoran o peor: nunca las han leído. Todo es una contradicción
fantasiosa, simple y burda. Nada de sutilezas: hay blanco o negro desde una
infantil "Realpolitik".</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Hay una revolución democrática casi clásica en Kiev que
derriba a un gobierno autocrático y corrupto? Se la reduce conspirativamente,
como a los rutenos en 1848-1849, a una "invención", a un producto artificial de
EEUU, "golpe de estado" del Pentágono, un putsch "supervisado" por la Unión
Europea, etc. Los colores de la Historia aquí se vuelven blanconegros
estridentes. Que el imperialismo (el de EEUU o el de cualquiera otra nación) va
a intervenir efectivamente en un mundo multipolar y globalizado para orientar
una rebelión popular hacia sus intereses mezquinos y sus fines canallescos es
una obviedad, pero uno podría reflexionar que a nosotros, "marxistas", nos
interesan no las sutilezas de la "Realpolitik" burguesa a lo Kissinger, ni el
juego de ajedrez de cancillerías a lo Richelieu, sino el auténtico motor de la
Historia: las masas trabajadoras ucranianas, su cuestión nacional, sus
organizaciones, sus consignas, sus innovaciones organizativas (grupos de
autodefensa, formas de consejo y autogestión), su rol en el movimiento "Maidan",
sus liderazgos, su relación con el sistema de partidos, la situación de doble
poder en Kiev, el contenido de las demandas populares (porqué exigen separarse
definitivamente de Rusia, ir hacia Europa, etc.), las contradicciones inherentes
a toda revolución democrática y el rol de las oligarquías, el porqué de su
carácter insurreccional, el congelamiento revolucionario en un mero cambio de
elites, la propia historia socioeconómica de Ucrania ligada indisolublemente a
la opresión rusa, etc. ¿Y es que el tipo de investigación materialista no ha de
cambiar a tono con el objeto? ¿No se refiere a esto la máxima metodológica
leniniana? En esta caricatura marxista el carácter del objeto no ejerce
absolutamente ninguna influencia sobre la crítica investigación materialista. Se
quiere, se desea, que la investigación sobre una crisis internacional sea seria,
aunque el objeto ría, como decía Marx. Se enfoca a la verdad de un modo
abstracto, convirtiendo al arma de la crítica en un mero juez de instrucción
externo, que se limita a levantar un atestado escueto y binario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Un levantamiento popular (con millones de personas
participando durante meses) exigiendo menos pobreza y corrupción y más
democracia se reduce de un plumazo a un orquestado <EM>"</EM>golpe de Estado
nazi" de Obama o Cameron o la OTAN (da lo mismo), un "script orquestado", cuando
en realidad se respetaron todos los mecanismos constitucionales que preveía la
propia constitución ucraniana (un "Impeachment" que votaron ¡los propios
diputados del partido del depuesto Yanukovich!). El movimiento "Maidan",
pluriétnico (ucranianos, rusos, polacos, tártaros, judíos, inspirado en el
activismo de un estudiante afgano y musulmán, Mustafa Nayem) y transversal,
socialmente complejo y contradictorio, con amplia representación juvenil y
estudiantil (38% de los participantes tenían una edad comprendida entre 15 y 29
años), como todo movimiento social, con una amplio apoyo popular (en algunas
regiones de Ucrania llega al 84%) se lo embotella en cómodos envases fascistas
reduciéndolo a una ultraminoría fascista reunida en torno al Pravyi Sektor. Una
caricatura digna de un realista burgués.</DIV>
<DIV align=justify><BR>La ultraderecha ni la derecha euroescéptica, el partido
Svodoba, que obtuvo 10.4% de los votos en 2012, muchos menos que muchos partidos
de extrema derecha en Francia o Italia (ideológicamente muy similar al Partido
Republicano de EEUU), ni fueron ni son dominantes en Maidan. El Pravyi Sektor,
que presentará por primera vez candidatura presidencial en las elecciones
convocadas el 25 de mayo de 2014 (el curioso "golpe de Estado nazi" con un
partido judío y aplicando recetas neoliberales, paradójicamente convoca
elecciones libres sin ninguna interdicción ideológica, en las cuales participará
libremente el prorruso Partido Comunista de Ucrania), no alcanzaría según las
encuestas electorales ni siquiera el piso mínimo del 2%. En cuanto a Svodoba su
intención de voto ronda el 4%.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El gabinete del gobierno de transición, calificado por
Rusia como "neonazi", que se compone de veinte cargos, por votación
parlamentaria le ha otorgado cuatro carteras al partido "Svoboda", pero hay que
señalar que partes importantes del movimiento Maidan y el partido del exboxeador
Klitcho (ADUR, "Alianza Democrática Ucraniana por la Reforma", al que las
encuestas otorgan un 23% de intención de voto) se han negado a integrar el
interinato. Por supuesto que tenemos que exigirle al movimiento "Maidan" que se
depure de estos falsos aliados, estos peligrosos compañeros de ruta, que se
separe de esta deriva nacionalista y supere el Estado naciente.. No nos
extrañemos que con esta misma cosmovisión mecánica inspirada en el Dia Mat
stalinista, muchos socialistas y comunistas de aquella época justificaran la
guerra contra Polonia (y la ocupación de la Ucrania occidental repoblada de
rusos étnicos, de la cual se deportaron alrededor de un millón de polacos,
ucranianos y judíos a Siberia y Asia Central), la guerra contra Finlandia de
1940, la represión a los obreros alemanes en Berlín en 1953, la invasión a
Hungría en 1956, la invasión a Checoeslovaquia en 1968, etc., etc. </DIV>
<DIV align=justify><BR>En la tribu prorrusa (¿sabrán que Rusia no es ya la
URSS?) a partir de la falsa dicotomía se reduce todo a un fantasmagórico
"neonazismo" sin demostrar, repitiendo la retórica chauvinista del Kremlin y de
Russia Today, se imponen vacías categorías de un curioso "antifascismo sin
fascismo", una vuelta grosera a los análisis de la Guerra Fría, que incluso
llega a la desinformación grosera y a la ignorancia supina. Se le suma un
aparente dato empírico: en Kiev hubo un "Golpe de Estado", una aserción sin
demostrar salvo las referencias del depuesto corrupto expresidente Yanukovich y
en los toscos clichés de la propaganda rusa, con lo que se recarga la malformada
ecuación. Un "Golpe de Estado" se puede definir, tomado un manual de politología
escolar, como una rápida y decisiva toma ilegal del poder gubernamental por un
grupo relativamente pequeño de políticos y militares (con mayor frecuencia, se
inician y son dirigidos golpes por altos oficiales militares), típicamente por
medio del arresto, prohibición o muerte del jefe del ejecutivo actual y sus
principales partidarios en el gobierno. ¿Hubo un "Golpe de Estado contra
Yanukovich el 22 de febrero de 2014?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Podemos ver algo de esta lógica en la Verkhovna Rada de
Kiev. Yanukovich sufrió su destitución por el mecanismo constitucional de
"Impeachment", tal como lo recoge la Constitución de Ucrania, tanto la versión
de 1996 como la de 2004 (Artículo 111) , y es más: el propio Partido de las
Regiones de Yanukovich votó por su destitución legal, la votación fue de 328 a
favor y cero en contra (sobre 447 diputados nominales, votaron a favor de la
medida los tres partidos mayoritarios). Clinton sufrió un "Impeachment",
¿también fue un "Golpe de Estado"?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Otro elemento que se introduce para banalizar y
despreciar al movimiento Maidan es el de acusarlo automáticamente de
"neofascista", con lo que se suma al paradigma "realista" un curioso
"antifascismo sin fascismo", que permite las más maravillosas torsiones y
manipulaciones de la Historia real. Pero: ¿qué entendemos entonces por
fascismo?, ¿qué se entiende por "Golpe de Estado" nazi? Fascismo, como una
categoría política con su diferencia específica en la teoría marxista,
puede definirse a grandes rasgos como una forma extremadamente reaccionaria de
gobierno capitalista basada en un nacionalismo populista militarista,
anticonservador, antiliberal y antimarxista, forma que generalmente instala una
dictadura de partido único. ¿Puede definirse con estos rasgos el gobierno
interino ucraniano, lleno de viejos políticos, neoliberales y oligarcas
conservadores? Por cierto: se trata de un peculiar "gobierno neonazi" ya que lo
encabeza como Primer Ministro a Arseniy Yatseniuk. ¡un judío-ucraniano!,
mantiene en la legalidad al PCU y persigue los líderes neofascistas ucranianos
hasta la muerte.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Lo curioso es que si existe una deriva fascista real y no
fantasiosa, ella se está produciendo no en Kiev sino en el Este, en Moscú. La
ideología imperial de Putin, y sus aliados nacionalbolcheviques como "esencia
del tiempo", casi cumplen todas las condiciones de una auténtica deriva hacia
formas fascistas. Ni hablar de sus apoyos incondicionales dentro el espectro de
la ultraderecha europea, de Hungría a España pasando por Holanda. No nos
detendremos aquí a analizar las metas imperiales de Putin, su intento de
reconstruir una Rusia-URSS capitalista. Las instrucciones de uso son
elementales: se reemplaza en la dogmática ecuación del antiimperialismo
unilateral el término "URSS" por el término "enemigo de nuestro enemigo" y
listo. Como decía irónicamente Marx de Urquhart: estos comentaristas si no
fuesen españoles querrían ser rusos; si ya no fueran ateos, desearían ser
ortodoxos rusos.</DIV>
<DIV align=justify><BR>A los indignados analistas para los que el "Imperialismo"
(yanqui) es lo único importante en una crisis geopolítica y el sujeto negativo
central en la crítica, y ya no las clases proletarias ni su emancipación, hay
que decirles que en éste caso fueron el imperialismo ruso de Putin y el
Estado-Mafia capitalista ruso (y sus oligarcas aliados en el Este de Ucrania),
su militarismo sin fin, su democracia de baja intensidad, los que colocaron y
sostuvieron al régimen Yakunovich en el poder, política y económicamente.
Imperialismo "putinesco" que tiene una serie de intervenciones militares con el
mismo modelo de Crimea (Chechenia, Nagorno-Karabakh, Georgia) y la creación de
estados fallidos satélites (Abkhazia, Osetia del Sur, Transnistria) no
reconocidos por la comunidad internacional. Sí, camaradas, hay más de un
imperialismo operando en Ucrania.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Es este Imperialismo real y concreto al que hay que
visualizar y criticar en primer lugar. Ni hablar del pseudoreférendum
"Kalashnikov" que viola la propia Constitución ucraniana (Art. 73), realizado
bajo una grosera invasión militar a Crimea de tropas rusas sin insignias,
escudada irónicamente en una cínica "intervención humanitaria" de los amenazados
rusos-ucranianos (cuando el único ruso muerto en la revolución ucraniana,
recordemos su nombre: Igor Tkachuk, era militante del movimiento Maidan y lo fue
en Kiev de manos de los francotiradores de los temibles "Berkut"), violando el
acuerdo de integridad de fronteras de Alma-Ata (1991), el propio acuerdo firmado
por Rusia en 1994 para "desnuclearizar" Ucrania ("Budapest Memorandum"), el
acuerdo sobre la Flota rusa del Mar Negro, violando al propia Carta de las
Naciones Unidas, y la propia legalidad que rige la comunidad de naciones y las
relaciones internacionales de facto, legalidad que defendemos en toda ocasión,
¿no lo enarbolamos en Irak, en Afganistán, etc.?</DIV>
<DIV align=justify><BR>Esta legalidad que se conforma a partir de la
constitución de la ONU puede sintetizarse en siete puntos: 1) Existe una
comunidad internacional de estados independientes, 2) Esta comunidad tiene una
Ley que establece los derechos de sus miembros (en especial en dos ámbitos
existenciales: integridad territorial y soberanía política); 3) Cualquier uso de
la fuerza o amenaza inminente de la fuerza por un estado contra la soberanía
política o la integridad territorial de otro constituye una agresión y un acto
criminal; 4) La agresión justifica dos clases de respuesta violenta: a) una
guerra de defensa propia de la víctima y b) una guerra de defensa de la Ley de
convivencia internacional, tanto de parte de la víctima como de cualquier otro
miembro de la sociedad internacional; 5) Nada fuera de la agresión puede
justificar la guerra; 6) Una vez que el estado agresor ha sido rechazado
militarmente, puede también ser castigado; 7) Si los estados son miembros de una
comunidad internacional, sujetos de derecho, también deben ser objetos de
castigo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>Pero acompañando la lógica primitiva y binaria, el
antiimperialismo unilateral, la gastada cantinela de "el enemigo de mi enemigo
es mi amigo" nos depara otra sorpresa. Como soporte al antinorteamericanismo
radical y abstracto (que coincide en muchos aspectos de sus tópicos con la
extrema derecha europea) y a la falsa dicotomía subyace otra idea ya ni siquiera
premarxista, sino preburguesa, anterior a la democracia, y es que nuestros
críticos e incluso la línea oficial de muchos partidos de izquierda se mueven
cómodamente dentro del paradigma "realista" de las relaciones internacionales.
¡Reemplazamos a Lenin por De Gaulle!</DIV>
<DIV align=justify><BR>El "paradigma realista" (PR) -que tiene en la tradición
europea una existencia de más de cinco siglos- supone como sujeto central al
Estado, y es para este enfoque la entidad principal. Se trata de una ideología
"estatocéntrica" que se fundamenta en Maquiavelo, Hobbes y Spinoza, basada en la
Macht Politik alemana, la doctrina del Estado-Potencia que presupone al Estado
como una organicidad plena. En el PR, nacido antes de la democracia moderna,
aunque se considera que dentro o abajo del Estado existe algo así como una
comunidad con ciudadanos-miembros, no se considera la figura de una "sociedad
civil" y es indiferente al juicio realpolitiker si esta sociedad civil es libre,
autónoma, elige a sus dirigentes, la comanda un sátrapa, etc. El Estado es la
organización territorial que monopoliza los instrumentos de violencia en el
interior (soberanía interior) y quienes detentan el poder (sea por golpe de
Estado o elecciones libres) son los detentores en última instancia de la
decisión en materia de relaciones con el ambiente exterior (soberanía externa).
El Estado persigue sus propias metas y estructura su propia agenda con
independencia de las clases dominantes y las relaciones de dominio internas. En
segundo lugar, en el PR lo que domina la relación entre estos estados es la ley
de la selva, la anarquía, entendida no como falta de orden (para los "realistas"
existen potencias hegemónicas, alianzas y relaciones jerárquicas claras) sino
como una falta de autoridad central. Es obvio que la ideología del PR se ha
generado en la Europa "anárquica" del 1700, realizando la transición entre el
Absolutismo y el nuevo Estado burgués, sin redes institucionales ni acuerdos que
fueran más allá de la unilateralidad. El PR es una visión estática, incluso
reaccionariamente cíclica de la Historia (una perenne alternativa entre paz y
guerra, entre fuerte y débil, entre enemigo mayor y enemigo menor, entre
integración y desintegración, etc.). La anarquía como supuesto absoluto es la
que induce al uso de la fuerza, es un componente irrenunciable para los
"realistas" de las relaciones entre Estados que deben atenerse como ley de
bronce al "Self-Help", a preocuparse en todo momento exclusivamente por su
supervivencia, por ello las relaciones internacionales siempre están a la sombra
de la guerra. El tercer elemento fundamental del PR es la idea de que el Estado
es considerado siempre como una "actor unitario", que actúa racionalmente sobre
la escena internacional, evaluando costos y beneficios, su conducta para
proteger su supervivencia y sus "intereses vitales" en el ambiente salvaje y
anárquico del mundo globalizado. La política internacional es una "Power
Politics", cínica y ligada a la lucha por la existencia (estatal). La rapidez
con que la URSS, en especial bajo el dominio de<EM> </EM>Stalin, adoptó
acríticamente el PR nos dice mucho de manera indirecta sobre su ideología
nacional rusa y el abandono del internacionalismo de clase.</DIV><FONT size=3
face=Calibri></FONT><FONT size=3 face=Calibri></FONT>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><FONT size=3
face=Calibri></FONT><BR>A esta ideología decimonónica y absolutista de la
política exterior con el ascenso de la burguesía le respondió lo que llamaremos
el "paradigma liberal", ya que la doctrina realista ya no se correspondía con la
propia lógica del Capital ni con su forma Estado nacional y supranacional. El
paradigma liberal (PL) parte ya no de los Estados como los "realistas" sino de
los individuos, su base es el individualismo posesivo y entiende la política
internacional no como una decisión estatal, sino de una negociación compleja, de
un efecto de composición de agentes individuales, ya que para ellos el Estado es
una organización más, importante pero una más, entre las variables organizativas
(horizontales y verticales) y la superestructura de normas e instituciones
nacionales e internacionales que componen la resultante "política exterior". Si
los "realistas" atribuyen importancia decisiva y desmesurada a la fuerza
militar, los "liberales" revalúan la "Low Politics", la Baja Política, como la
política comercial, la financiera, la cooperativa, etc. y le atribuyen un
importancia al poder económico igual a la del poder militar. El PL tiene una
visión dinámica de la Historia por la cual, por un lado, los actores aprenden de
errores pasados, y heredados de la fase "heroica" del ascenso burgués, se asocia
con una visión optimista enlazada con la idea de progreso indefinido.
Obviamente, para un marxista el PL no es otra cosa que el producto más genuino
del propio desarrollo capitalista y de la lenta imposición global de la Ley del
Valor, motor impulsor del militarismo y el imperialismo.</DIV>
<DIV align=justify><BR>El problema es que, inconscientemente, al sostener esta
ideología del paradigma "realista" se abraza sin saberlo una tesis antropológica
negativa y otra de carácter estructural que se oponen radicalmente tanto al
liberalismo como al propio marxismo. Marx rompe simultáneamente con las dos
"Weltanschauung" sobre Política Exterior, manteniendo postulados de lo que
llamamos "Paradigma Legalista": ni la conservadora ni la burguesa (incluso
siendo más progresiva). Nuestros "realistas" de izquierda son "estadocéntricos"
en sus análisis, en contraposición con la tradición marxista. Para Marx no hay
"Estados" unitarios frente a "Estados" unitarios, sino "Estados" con sociedad
civil (Ay! Hegel!), con contradicciones sociales, con luchas económicas y
sociales, Estados con. lucha de clases. Pero la complejidad en estos "marxistas"
es una barrera infranqueable para el conocimiento. Lo único que importa es el
razonamiento tosco sobre el imperialismo yanqui y posicionarnos en apoyo de sus
enemigos coyunturales. Da igual que sea un día el dictador teológico Assad o el
nepotismo de Corea del Norte. ¡Eureka! Ya está: no necesitamos nada más, ni
siquiera saber la historia de Ucrania, ni analizar las relaciones de clase,
muchos menos leer en ucraniano o ruso. Esto no es análisis materialista, y esto
no es Internacionalismo proletario.</DIV>
<DIV align=justify><BR>¿Qué diría hoy Marx de Ucrania y la anexión de Crimea por
Rusia? Para Marx el establecimiento correcto de una Política Exterior
"proletaria" era fundamental, algo que se derivaba de su idea de emancipación:
si la emancipación de las clases trabajadoras requiere unión fraternal y
cooperación entre naciones, se preguntaba, hablando del reparto de la anexión de
Polonia por Rusia, "¿cómo va a poderse alcanzar esta gran meta con una política
exterior que persigue fines canallescos, que especula con prejuicios nacionales
y dilapida en guerras de piratería la sangre y las riquezas del Pueblo?". Su
visión crítica se basaba en considerar el Capital como una Totalidad concreta,
en el cual Naciones y Estados se encontraban inextricablemente interconectados e
interdependientes tanto hacia arriba-abajo como horizontalmente, cuyo
epifénomeno era la incipiente globalización. La lógica histórica transnacional
de la Ley del Valor haría añicos las ilusiones de Naciones y Estados
"separados", ilusión creada tanto por las fronteras geográficas pasadas que
separan a los pueblos gobernados por diferentes sistemas políticos como por los
intereses de dominio de las propias burguesías nacionales. </DIV>
<DIV align=justify>Por ello, Marx niega el reduccionismo tosco del PR ya que la
fuerza de los Estados es una fuerza derivada, secundaria, incluso terciaria, en
los "asuntos humanos", en comparación con el modo de producción, el desarrollo
de las fuerzas productivas y oh!... la lucha de clases. La entera organización
de las Naciones y sus correspondientes relaciones internacionales, la misma
competición geopolítica, para Marx puede deducirse (es una "expresión") de una
determinada división del trabajo a escala mundial. Y si cambian, es porque se ha
modificado la división de trabajo básica en la Ley del Valor. La capacidad
explicativa del Marxismo en tanto materialismo se genera a partir de la
estructura de clases, no de la dominación nacional ni de la figura omnipresente
del Estado. La Política Internacional solo puede comprenderse en su riqueza y
complejidad en las Clases y en la Ley del Valor. La perspectiva total de la
lucha de clases, que entremezcla inevitablemente política interna con política
exterior, los graves errores de alineación de muchos partidos y dirigentes
obreros de la época, habían enseñado una lección, que las clases trabajadoras
tienen el deber de "iniciarse en los secretos de la política internacional, de
vigilar los actos diplomáticos de sus respectivos gobiernos, para enfrentarse a
ellos cuando sea necesario", y en los casos en que no puedan lograr impedirlos,
"unirse en una denuncia simultánea y hacer valer lo mismo las sencillas leyes de
la Moral y la Justicia, que deben regir las relaciones entre personas", e
imponer también, continúa Marx "su vigencia como Leyes Supremas del trato entre
las Naciones". </DIV>
<DIV align=justify><BR>La lucha por una política exterior "de izquierda", nueva
y que rompía tanto con los paradigmas realistas o liberales, de esta manera
formaba parte en Marx (y en la rica experiencia de la Iª Internacional) de la
lucha general por la emancipación de la clase obrera. Pero veamos cómo aplicó
esta "Política Exterior proletaria" Marx en un caso concreto, aunque hay más.
Tomemos el ejemplo de la Iª internacional en una guerra interimperialista entre
la Francia de Napoleón III y la Prusia de Bismarck entre 1870-1871. Marx
incorpora en sus análisis (que no consistían en elucubraciones de gabinete ni en
repetir artículos periodísticos) ciertas ideas como la de la "guerra justa", la
de la "guerra defensiva" y "país agresor", y estas variables las combina con la
propia lucha de clases y la "causa de la democracia". Es interesante porque es
el caso de dos potencias subimperialistas no hegemónicas (Alemania y Francia)
que chocan en una guerra abierta, y el hegemónico tercia desde afuera
(Inglaterra); una situación bastante análoga a la crisis de Ucrania, en la que
dos subimperialismos no hegemónicos (Europa y Rusia) más el hegemónico (EEUU)
entran en conflicto sobre el territorio soberano de un Estado satélite
(Ucrania). En primer lugar, contra el paradigma "realista", Marx incorpora la
situación político-social "dentro" de cada Estado (separando el aparato de
estado "oficial" de las clases trabajadoras nacionales) analizando tanto la
forma de dominio como la utilización de guerras exteriores y el chauvinismo
(tanto en Napoleón III como en Bismarck) para "prolongar su dominación". En el
caso francés, definido por Marx como "país agresor", el complot bélico y el
militarismo eran la continuación del golpe de estado de 1851, por lo que la
Internacional recomendaba a los obreros franceses oponerse a su propio gobierno
y a toda anexión. Desde el punto de vista de Alemania, Marx señala que se trata
de una guerra justa, "estrictamente defensiva", recomendando a la clase obrera
alemana mantener este carácter y oponerse a Bismarck en cuanto se haga de
"conquista". Notemos que en el conflicto franco-alemán no participan
directamente ni el "déspota mundial", Inglaterra, ni su aliado natural, la
reaccionaria Rusia zarista, países a los que Marx observa con el rabillo del ojo
crítico. </DIV>
<DIV align=justify><BR>La regla del Internacionalismo proletario es clara: "está
naciendo una nueva sociedad, cuyo Principio Internacional será la Paz, porque en
ella todas las Naciones se regirán por el mismo principio: el Trabajo". Hasta
qué punto es abierto, antidogmático, universal concreto, dinámico y plenamente
dialéctico el marxismo lo demuestra el hecho que Marx intervendrá nuevamente en
un Segundo Manifiesto (¡menos de dos meses con respecto al anterior!), cuando la
evolución de la guerra perfilaba que Alemania pasaba de una "guerra defensiva y
justa" a otra de "agresión y conquista", anexionándose las provincias de Alsacia
y Lorena, llegando a París (donde explotaba la Comuna) y degenerando en una
guerra "contra el pueblo francés". En este manifiesto se critica el supuesto
ideológico del llamado "Derecho Histórico" como cobertura a guerras de
conquista, pero también un argumento que aparece en la crisis de Ucrania: el
supuesto de la "seguridad nacional" de las fronteras en la cuales una anexión
generaría una "garantía material" contra futuras agresiones. Marx sobre este
supuesto erróneo es categórico: "¿no es acaso un absurdo y un anacronismo eso de
elevar las consideraciones de orden militar al rango de un principio a tono con
el cual deben trazarse las fronteras nacionales?". Sin tapujos, Marx califica a
toda "Política de Conquista" territorial, sin considerar su alineamiento en el
ajedrez mundial que tanto aman nuestros "neorealistas" (el penúltimo ejemplo en
el conocido economista Vicenç Navarro), como "un crimen" de enorme magnitud.
Para los que todavía utilizan la perspectiva realista, la lógica tosca del
"enemigo de mi enemigo es mi amigo" Marx tiene duras palabras, calificando el PR
como "Ley del viejo sistema político" absolutista y definiéndolo como una cínica
lógica basada en "lo que uno gana lo pierde el otro", totalmente ajena a la
nueva conciencia de clase obrera internacional. En este Segundo manifiesto Marx
se preocupa dialécticamente tanto por la clase obrera alemana, ya inmersa en una
"Guerra injusta" y de conquista, como de la clase obrera francesa, ahora parte
de una nación agredida. Finaliza llamando a los obreros a cumplir su deber
internacional, y enfrentarse en cada nación "a los Señores de la Espada, la
propiedad de la Tierra y el Capital".</DIV>
<DIV align=justify><FONT size=3 face=Calibri></FONT><BR>¿Es posible condenar la
invasión de Putin y al mismo tiempo sostener que en Kiev y en el movimiento
Maidan no debe haber lugar para elementos neofascistas? Claro que sí. El
marxismo tiene una precisa teoría de las relaciones internacionales propia y
autónoma a las corrientes preburguesas y burguesas, una concepción propia de la
política exterior que nada tiene que ver con estos reduccionismos primitivos e
ideológicamente reaccionarios. Y es bastante sencilla. Para concluir con las
palabras de Marx en el "Primer Manifiesto" de la Iª Internacional a propósito de
la guerra interimperialista entre la Alemania de Bismarck y la Francia de
Napoleón III: "las sencillas leyes de la Moral y de la Justicia que deben regir
las relaciones entre personas tienen que imponer también su vigencia como leyes
supremas del trato entre las naciones."
<HR>
</FONT></DIV></BODY></HTML>