<html xmlns:v="urn:schemas-microsoft-com:vml" xmlns:o="urn:schemas-microsoft-com:office:office" xmlns:w="urn:schemas-microsoft-com:office:word" xmlns:m="http://schemas.microsoft.com/office/2004/12/omml" xmlns="http://www.w3.org/TR/REC-html40"><head><meta http-equiv=Content-Type content="text/html; charset=iso-8859-1"><meta name=Generator content="Microsoft Word 14 (filtered medium)"><!--[if !mso]><style>v\:* {behavior:url(#default#VML);}
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La semana pasada el huracán Matthew barrió desde Colombia a Estados Unidos, pasando por República Dominicana y Cuba. A Cuba la arrasó, provocando graves daños. Pero no hubo ningún muerto en la isla. Así sucede cada vez que una “calamidad natural” afecta la zona: Haití es un extremo, Cuba, el otro. Haití está más expuesta que Cuba a estas “calamidades”. Por su ubicación geográfica, pero sobre todo por las infraestructuras disponibles. “El paso del huracán Matthew por el Caribe dejó patente la efectividad de la Defensa Civil cubana, una estructura gigantesca que va desde la dirección nacional hasta cada municipio”, cuenta el corresponsal en La Habana del diario digital español público.es, Fernando Ravsberg. “La solidaridad es clave en la protección ciudadana pero no se deja al azar, cada familia sabe de antemano a qué casa dirigirse. Estas viviendas se convierten en improvisados campamentos, con colchones en el suelo y la mesa del comedor llena de electrodomésticos que las familias acogidas traen consigo. Para los niños es casi una fiesta y a veces también para los adultos que pasan las horas jugando dominó a la luz de las velas. Quienes no tienen espacio en casas particulares son instalados en cualquier institución que pueda soportar los vientos, cines, escuelas, casas de la cultura e incluso en el Capitolio de La Habana. Al llegar las familias encuentran colchones, agua, alimentos, atención médica y todo lo necesario para poder sobrevivir un par de días. Nunca los cubanos se organizan tan bien como cuando un ciclón apunta a la isla”, dice el periodista.</span><o:p></o:p></p><p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'>Nada de eso sucede en Haití.<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'>***<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'>“La tragedia haitiana tiene un nombre: pobreza. Y abandono, a pesar de que el país supuestamente ha recibido cientos de millones de dólares en los últimos años que nunca van a donde deben ir, porque son desviados por un gobierno instalado y tolerado por las grandes potencias”, dijo por estos días Moise Jean Charles, dirigente opositor al gobierno haitiano. Raoul Peck, ministro de Cultura entre 1995 y 1997 y director de cine, protestó, en una entrevista publicada la semana pasada por el diario parisino Le Monde, contra la “reputación de Haití como país maldito”, reforzada tras la devastación del huracán Matthew. “Es una manera rápida y práctica de ocultar la verdadera historia de este país, las fuentes reales de la situación actual, así como las responsabilidades de unos y otros en esta historia. (…) Lo que yo veo es un país debilitado, abandonado, ignorado.”<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'>***<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'>Todavía hoy, seis años después del terremoto que en 2010 provocó un cuarto de millón de muertos, decenas y decenas de miles de haitianos viven en carpas e infraestructuras del país, ya extremadamente frágiles, que no han sido reconstruidas. Matthew vino a empeorar todo: las cifras oficiales hablan de unos 400 muertos y desaparecidos, pero algunos rescatistas elevan el total al doble e incluso a mil. Los desplazados son más de 175 mil. Naciones Unidas dijo que hay 1,4 millones de damnificados y que se necesitan unos 120 millones de dólares en los próximos tres meses para atenderlos. En algunas zonas del país, sobre todo del sur, la más afectada por el huracán, no sólo fueron destruidas las viviendas, también los cultivos, y eso, junto con el peligro de la expansión del cólera, es lo que más preocupa a la población y a algunas autoridades. “Por varios días de lo único que nos alimentamos fue de los cocos que caían de los árboles”, dijo a la agencia Afp un habitante de la ciudad de Groteaux. “No tenemos dinero para comprar arroz ni para las chapas que necesitamos para cubrir nuestras viviendas que han quedado al descubierto, sin techo”, porque el huracán ha provocado, entre sus efectos, el alza de los precios de todo lo que necesita la gente, en especial los más pobres. La destrucción de los cultivos “es terrible, porque esta gente se va a quedar sin nada en pocos días”, afirmó un ingeniero agrónomo que trabaja para una Ong en el departamento de Grand’Anse, donde se concentra el mayor número de muertos y desplazados.<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'>La Organización Mundial de la Salud (Oms) dijo que otro de los “grandes enemigos” de la población es el cólera, por las inundaciones, la falta de acceso a agua potable y la destrucción de hospitales y otros centros sanitarios. Reintroducido en el país en 2010 por soldados nepaleses que forman parte de la Minustah, la misión de paz de Naciones Unidas que también integra Uruguay, el cólera causó desde entonces 10 mil muertos. En agosto pasado, la Onu terminó admitiendo su responsabilidad en la propagación de la epidemia, pero no ha aceptado indemnizar a ninguna de las familias contaminadas.<o:p></o:p></span></p><p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'>Hay en el país desde entonces 500 nuevos casos de cólera por semana. En los últimos días, a raíz de Matthew, sólo en Grand’Anse se registraron 150 y en el departamento del Sur otros 50. La Oms dijo que se requieren alrededor de un millón de dosis de la vacuna contra el cólera y pidió a la “comunidad internacional” que las ayudas sanitarias que lleguen del exterior vayan a reforzar las infraestructuras ya existentes en el país. “Las personas más adecuadas para ayudar a los haitianos son los propios haitianos”, dijo Jean Luc Poncelet, representante de la Oms. Lo que no se necesitan, en cambio, son más militares, afirmó Jean Luc Moise. Estados Unidos y Francia han despachado hacia Haití más soldados, mientras la ayuda humanitaria (fundamentalmente sanitaria) que han hecho llegar a la isla ha sido proporcionalmente menor a la venezolana.</span><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif";mso-fareast-language:ES-UY'><o:p></o:p></span></p><div class=MsoNormal align=center style='text-align:center'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif";mso-fareast-language:ES-UY'><hr size=2 width="100%" align=center></span></div><p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:10.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"'><o:p> </o:p></span></p></div><br /> <table style="border-top: 1px solid #D3D4DE;">
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