Sudán/Darfour: malas respuestas a buenas preguntas [Gabriel Trujillo - entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Mayo 3 17:46:43 GMT+3 2007


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boletín informativo - red solidaria de revistas
Correspondencia de Prensa
Año IV - 3 de mayo 2007 - Redacción: germain5 en chasque.net

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Sudán/Darfour

Entrevista con Gabriel Trujillo (Médicos Sin Fronteras)
 
Malas respuestas a buenas preguntas


Revista A l´encontre (Suiza) 
http://www.alencontre.org/
Traducción de Faustino Eguberri para Correspondencia de Prensa

 
Gabriel Trujillo, responsable adjunto de los programas de MSF (Médicos sin fronteras) en el oeste de Darfour, vuelve de una visita de varias semanas en la provincia sudanesa. Mientras los llamamientos a una intervención armada se multiplican, describe una situación de las poblaciones civiles muy diferente de la imagen que dan de ella las descripciones que ha hecho el colectivo "Urgence Darfour" y algunas personalidades políticas. Informa también sobre las operaciones en marcha de MSF en la región. 
 
¿Qué piensas de la campaña lanzada en Francia y otros países que pide una intervención armada y la puesta en marcha de corredores humanitarios?
 
El hecho de que la atención de la opinión pública sea atraída sobre Dafour es una muy buena cosa. Las cuestiones de protección y de asistencia de las poblaciones se plantean de forma aguda, desgraciadamente las respuestas propuestas por "Urgence Darfour" y un cierto número de personalidades políticas (francesas) son malas. 
 
Para empezar, la descripción que hacen de la situación no se corresponde con la realidad que he observado sobre el terreno. Y la intervención armada, a menudo presentada como una solución milagrosa, plantea de hecho numerosas cuestiones. Frente a la negativa del régimen sudanés, se traduce en declararle la guerra. 
 
Intervenir militarmente, en nombre del bienestar de las poblaciones, se salda a menudo con un gran número de víctimas entre la población civil y hace por otra parte muy difíciles, incluso imposibles, la puesta en marcha de ayudas -como en Afganistán o en Irak. 
 
En cuanto a los corredores humanitarios, es una propuesta absurda: una ayuda masiva existe ya, puesta en marcha por una decena de miles de trabajadores humanitarios. Esta campaña, igual que la lanzada en los Estados Unidos, se realiza en el momento de una importante cita electoral (presidenciales francesas). Temo que la causa de Darfour no sea finalmente más que una estratagema en la campaña presidencial. 
 
¿En qué es errónea la descripción de la situación en Darfour hecha por el colectivo "Urgencia Darfour"?
 
Hoy, hablar de masacres de gran amplitud, de genocidio, de hambre y de epidemias masivas en una región privada de asistencia está desfasado. Hubo ciertamente masacres de gran amplitud en Darfour, pero en 2003-2004 en la campaña de terror lanzada por el régimen sudanés contra los rebeldes y las poblaciones civiles acusadas de apoyarles. No nos enfrentamos tampoco a una situación de hambruna, ni a epidemias masivas. 
 
Sin embargo, el contexto securitario es preocupante. Paradójicamente, la guerra conoce una recuperación de actividad desde los acuerdos de paz de mayo de 2006 y la situación evoluciona hacia una fragmentación de los actores en el conflicto: escisión de los grupos rebeldes, cambios de alianzas en el seno de las milicias, algunas de las cuales se han unido a los partidos rebeldes no firmantes de los acuerdos de paz. 
 
Esta fragmentación hace la lectura del conflicto muy compleja, con enfrentamientos esporádicos y una inseguridad generalizada que afecta a todo el mundo, humanitario incluido. Así, el número de agresiones contra el personal humanitario ha aumentado estos nueve últimos meses. Estos ataques que intentan intimidar o apropiarse de los medios logísticos de los voluntarios para sostener el esfuerzo de guerra son hoy, por otra parte, debidos a todas las partes del conflicto. 
 
¿Cuál es la situación de la población civil?
 
La situación no es homogénea de una región a otra en una provincia que es tan grande como Francia. Pero, globalmente, la guerra continúa produciendo un número elevado de muertos y una proporción muy importante de la población darfouriana sigue viviendo en una gran precariedad y continúa sufriendo la violencia. La misión de las Naciones Unidas en Sudán cuenta como media 200 muertos civiles violentas por mes desde mediados de 2006, con un pico de 400 personas muertas en septiembre, octubre y noviembre. 2 millones de personas siguen por otra parte instaladas en los campos de refugiados, sin esperanza de mejora a corto plazo, lo que es dramático. 
 
¿Cómo responde el sistema de ayuda internacional a las necesidades de la población civil?
 
La mayoría de los grandes campos de refugiados, que acogen a la mayor parte de las poblaciones desplazadas, están situados en zona gubernamental. Reciben las ayudas desde hace tres años a través de una de las operaciones de ayuda internacional más importantes de estos últimos veinte años. Los 13.000 trabajadores humanitarios (de ellos 2000 MSF) empleados de las 80 ONGs y 12 agencias de las Naciones Unidas presentes en Darfour trabajan principalmente en estos sitios. Así, en los campos del oeste de Darfour como Mornay, o Zalingei y Niertiti, de donde vuelvo ahora, la situación sanitaria y nutricional es correcta y las tasas de mortalidad claramente por debajo de los umbrales de urgencia. Como en todas las situaciones de guerra y desenraizamiento, esto no significa evidentemente que las condiciones de vida de las personas desplazadas sean buenas: viven en una gran precariedad, no circulan fuera de los campos pues corren el riesgo de ser atacados. Pero digamos que las ayudas cumplen con su primer objetivo: proporcionar una asistencia vital a más de dos millones de personas y evitar una catástrofe en términos de mortalidad. 
 
¿Qué ocurre con las otras poblaciones que no viven en estos grandes campos de refugiados?
 
Otras personas desplazadas viven en campos de menor tamaño que acogen a unas 10.000 -15.000 personas, situados en zonas "grises", es decir, en las que no existe delimitación clara de quién controla la zona. Estas poblaciones sufren la violencia debida a los enfrentamientos entre los diferentes actores del conflicto. La fuerte inseguridad que reina en ellas limita la presencia de actores humanitarios y la ayuda no puede ser llevada de forma continua. Las zonas rebeldes son también inaccesibles, salvo en el sur del Djebel Marra, donde podemos intervenir en la región de Kutrum (oeste de Darfour) y en la de Muhajiria (sur de Darfour). Igualmente, las zonas en las que se desarrollan enfrentamientos no son accesibles a los trabajadores humanitarios. Es por tanto muy difícil saber precisamente lo que ocurre en ellas. Sin embargo, estas regiones son zonas rurales poco pobladas y en gran parte vaciadas de sus poblaciones por la política de tierra quemada llevada a cabo en 2003-2004 por las fuerzas gubernamentales. En fin, cuando muy frecuentemente son presentados como los principales culpables de las exacciones, los nómadas, que también son víctimas de conflictos intercomunitarios, están fuera de los circuitos de ayuda. Nosotros mismos hemos tenido que detener nuestras actividades, a partir de El Geneina y de Zalingei a causa de la fuerte inseguridad que reina allí. 
 
¿Cuál es la perspectiva para los programas de MSF?
 
Desde el fin de 2003, trabajamos para los desplazados de tres grandes campos de desplazados del oeste de Darfour, en Mornay, Zalingei y Niertiti. Vamos también a Kutrum, en el sudoeste del Jebel Marra. Pero la inseguridad dificulta nuestra ayuda. El pasado septiembre, uno de nuestros equipos ha sido víctima  de un ataque muy serio en zona bajo control gubernamental, y la reacción de las autoridades no ha estado hasta ahora a la altura de la gravedad de los hechos. Consiguientemente hemos decidido detener nuestros movimientos por carretera. Solo nos desplazamos en helicóptero, lo que limita nuestra acción y hace muy difíciles, incluso imposibles, las evacuaciones sanitarias. Hoy, queremos readaptar nuestra intervención reduciéndola en los campos en los que otros actores están presentes. En Mornay por ejemplo, otras 4 organizaciones de socorro aportan cuidados médicos. Hemos cerrado ya las consultas externas y hemos comenzado a reducir las hospitalizaciones, para, a medio plazo, cerrar nuestra intervención en este campo de refugiados. Igualmente en Zalingei, el hospital gubernamental funciona ya mejor, médicos del ministerio de Salud están presentes en el conjunto de los servicios. Allí también nos planteamos una disminución progresiva de nuestras actividades. En cambio, en Niertiti y los alrededores, vamos a intentar desarrollar nuestras actividades pues somos la única organización médica presente. Reduciendo nuestra presencia en las zonas que concentran un gran número de actores de socorro, nos damos la posibilidad de lanzar misiones exploratorias en las regiones aisladas, fuera de los circuitos de la ayuda, para evaluar las necesidades de las poblaciones e intentar responder a ellas.  
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