Alemania: derrotado en Berlín el referéndum a favor de la religión [Justus Leicht ]

[Ernesto Herrera]

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12 de mayo 2009
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Alemania

Berlín: El referéndum a favor de la religión sufre una contundente derrota  

Las iglesias y el principal partido conservador de Alemania han sufrido una rotunda derrota   


Justus Leicht 
World Socialist, 7-5-09
http://www.wsws.org/
Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre]
La Haine
http://www.lahaine.org/


La campaña organizada por las iglesias y la Democracia Cristiana (CDU) para hacer obligatoria la enseñanza de la religión en las escuelas de Berlín, conocida como "Pro-Reli", fue rechazada rotundamente por los habitantes de Berlín en un referéndum popular realizado el 26 de abril.

Para que la campaña "Pro-Reli" tuviese éxito era necesario no sólo el apoyo de la mayoría de los votantes. Las condiciones del referéndum exigían también que al menos una cuarta parte de los ciudadanos de Berlín, es decir 611.422, votaran a favor de la iniciativa. La campaña fracasó en ambas exigencias. Con una participación del sólo el 29,2 por ciento, una mayoría del 51,3 por ciento votó contra la introducción obligatoria de la religión en las escuelas y sólo el 14,2 por ciento de los votantes, es decir 345.119, apoyaron la iniciativa.

Antes del referéndum, la CDU y el Free Democratic Party (FDP)-partidario del libre mercado-, unidos a las iglesias protestantes y católica, llevaron a cabo una enorme campaña propagandística en la que participaron estrellas mediáticas como el moderador de televisión, Günther Jauch. Se calcula que en la campaña "Pro-Reli" se gastaron entre varios centenares de miles de euros hasta más de un millón.

En esa cantidad no se han tenido en cuenta las intervenciones de famosos que prestaron gratis su colaboración para carteles y anuncios de radio en apoyo de la campaña. Durante los meses anteriores al referéndum, pastores y sacerdotes, se sirvieron de sus púlpitos para difundir su apoyo al referéndum Pro-Reli. Entre otras personalidades que expresaron su poyo al sí, se encontraban la cancillera Angela Merkel (CDU), el vicepresidente del Parlamento, Wolfgang Thierse, y el ministro de Asuntos Exteriores, Walter Steinmeier (ambos del Partido Socialdemócrata, SPD).

En su propaganda, los eclesiásticos y sus fieles, abierta y demagógicamente, utilizaron medias verdades y mentiras, ya que no podían hacer otra cosa.. Si hubieran sido honrados, deberían haber dicho: "Hasta ahora la asistencia a las clases de religión de los escolares de Berlín ha sido voluntaria. Ahora queremos que la educación religiosa sea obligatoria para todos y quienes se nieguen deberán recibir en su lugar formación ética. Pero, aquellos que estudien religión no tendrán ética".

En lugar de admitir los verdaderos motivos de su campaña "Pro-Reli", sus partidarios afirmaban con todo descaro que de lo que se trataba era de "libertad". Deliberadamente, la campaña trataba de dar la impresión de que el Senado de Berlín, constituido por una coalición del Left Party [Partido de la izquierda] y el SPD, estaba intentando suprimir la libertad religiosa y adoctrinar en el ateísmo a los ciudadanos de Berlín. No fue una casualidad que los eslóganes utilizados por los "Pro-Reli" repitieran un lema de la lucha durante de la Guerra Fría: "Libertad en lugar de socialismo".

El obispo Bernard Felmberg, representante del la iglesia protestante en Alemania (EKD) explicaba en una entrevista que "él había tenido la impresión de que sectores del SPD no habían digerido totalmente el programa establecido en Godesberg", refiriéndose a la política adoptada en 1959 por SPD en la que oficialmente rompió con el socialismo y cesó en su oposición a la religión institucionalizada.

El obispo Huber llegó más lejos, incluso, al declarar que el actual sistema de educación escolar en Berlín era inconstitucional: "En contra de lo establecido en la Constitución (Ley Fundamental), y en lo que ocurre en casi todos los demás estados alemanes, la religión no es obligatoria en las escuelas de Berlín".

En realidad, la Ley Fundamental tiene en cuenta esa excepción en su artículo 141. Además, el Tribunal Constitucional Federal hace dos años decidió que la enseñanza de la ética como alternativa a la formación religiosa no violaba los derechos fundamentales de los padres ni de los alumnos. Una victoria del lobby "Pro-Reli"en Berlín, por el contrario, hubiera planteado graves asuntos constitucionales.

La campaña a favor de la religión obligatoria, también de forma demagógica, advirtió del peligro del "fundamentalismo", que supuestamente estaba emergiendo a consecuencia de la educación religiosa voluntaria, organizada por las propias comunidades. Y en primer lugar, la comunidad religiosa a la que se referían eran los musulmanes, que constituyen alrededor del 6% de la población de Berlín. Sin embargo, no existe una "iglesia" islámica comparable a la de la cristiandad. En su lugar, hay una variedad de grupos islámicos, asociaciones y corrientes, que difícilmente podrían ofrecer educación religiosa comparable a la de las instituciones cristianas. Resulta significativo que sólo la DITIB1 turca, dependiente del Estado turco, haya apoyado la "Pro-Reli".

El obispo Huber explicó en una entrevista en la radio alemana, inmediatamente después de la votación, lo que las iglesias entienden por libertad: "Nuestra iglesia ha intentado durante 15 años, desde que yo soy obispo, cambiar la situación de la educación religiosa en las escuelas de Berlín porque los alumnos tienen que elegir entre formación religiosa y tiempo libre, lo que no nos parece el procedimiento correcto para la libertad de los estudiantes". 

La demagógica campaña montada sobre la iniciativa "Pro-Reli" ha incomodado también a muchos cristianos, que suponen alrededor de un tercio del electorado de Berlín. Más de la mitad de la población berlinesa no está adherida a ninguna religión. Incluso algunos ministros- en particular procedentes de barriadas no cristianas- se implicaron en la campaña cristiana "Pro-Reli", porque consideraban de gran importancia la formación en unos valores comunes para los jóvenes sobre la base de una formación ética. Según se dice, los dirigentes eclesiales trataron de silenciar esas voces críticas.

Todos los distrito del este de Berlín (que con anterioridad a 1989 se encontraba en la antigua Alemania Oriental stalinista) votaron mayoritariamente en contra, y hubo un gran número abstenciones en los distritos del centro de la ciudad. Sólo en las ricas zonas residenciales de los alrededores se obtuvo una mayoría clara.

En una entrevista en el Berliner Morgenpost, el obispo Huber maliciosamente atacó al Senado de Berlín: "En la zona oriental los partidarios de una de las posturas que no tenían nada en común con el hecho de ser cristianos, se movilizaron... Esta coincidencia nos obliga a referirnos a la política que se desarrolla en Berlín. A mi juicio, los partidos gobernantes han fracasado en asumir la responsabilidad de toda la ciudad. Si se comparan los resultados, por ejemplo en Spandau y Steglitz (distritos ambos del Berlín occidental), entonces se ve claro que aquí se han planteado cuestiones políticas".

La actitud adoptada por este eclesiástico hacia las decisiones democráticas que se oponen a su punto de vista quedaba clara en su respuesta a la pregunta sobre si el asunto de la educación religiosa obligatoria quedaba saldado. Huber contestó que ahora "por nuestra parte, seguirán las negociaciones con el Senado". Y añadió: "El gobierno electo debe explicar a las iglesias"- que ya han sufrido una enorme derrota- "cómo se van a establecer exactamente los contenidos de la formación ética. Yo todavía creo que se puede llegar a algún tipo de compromiso" para estar seguros de que el Senado garantice "una formación orientada a valores". En 2006, Huber había apoyado una campaña organizada por la iglesia protestante que se oponía la formación ética, denominada "Los valores necesitan a Dios". El obispo, además, amenazó "De todos modos, podría haber cambio de fuerzas políticas en la ciudad en otra ocasión".

El alcalde de la ciudad, Wolfgang Wowereit (SPD) acusó a las iglesias de dañarse a sí mismas con su campaña. Pero más tarde declaró: "Respaldamos las religiones, estamos al lado de las iglesias en esta ciudad". Él sería el último en alegrarse, declaró, si los creyentes cristianos ya no acudiesen a las clases de religión. Hablando en nombre de su coalición en el Senado con su socio Wowereit, Dieter Bartsch, director del Left Party, aconsejó a su propio partido que buscara el diálogo con las iglesias respecto a la enseñanza de la ética.

Durante siglos, las iglesias de Alemania han funcionado como apoyos fiables de las élites privilegiadas respectivas. El SPD y el Left Party quieren mantener la actual situación. Pero, mientras se profundizan las diferencias sociales, ese statu quo cada vez resulta más difícil de conservar en un momento en que las iglesias están perdiendo influencia. Esta tendencia se ha confirmado, una vez más, con la rotunda derrota del referéndum "Pro-Reli".

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