Uruguay/ el nuevo despliegue de la guardia republicana [Rodrigo Abelenda]

[Ernesto Herrera]

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boletín solidario de información
Correspondencia de Prensa
12 de abril 2013
Colectivo Militante - Agenda Radical
Montevideo - Uruguay
redacción y suscripciones: germain5 en chasque.net

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Uruguay


El nuevo despliegue de la Guardia Republicana

Mientras tanto, la fuerza 


Si bien los megaoperativos se han agotado desde que se presentaron las 15 medidas para la convivencia, en las últimas semanas la Guardia Republicana ha tenido una mayor presencia en tareas de apoyo en zonas complejas. Todo como parte de un nuevo despliegue operativo acordado por el sistema político, con el objetivo de crear un "clima hostil" a una delincuencia que se percibe mejor armada. Sobre cómo funciona, cómo se articula con la "estrategia de la convivencia" y cuán necesario es el modelo de policía militarizada, versa este informe. 

 
Rodrigo Abelenda 
Brecha, Montevideo, 12-4-2012
http://www.brecha.com.uy/

 
El pedregullo comienza a crujir mientras un blindado -denominado Tiger- se aproxima. De las entrañas de este mastodonte bajan casi en cuclillas dos policías con el rifle a la altura de la barbilla. Emergiendo de una ventanilla ubicada en el techo del tigre metálico, otro policía cubierto con pasamontañas los cubre desde las alturas. Llegan al primer obstáculo. Miran una, dos veces hacia el enemigo y se vuelven a cubrir. De repente, la orden es cubrirse los oídos. Los policías lanzan una granada de humo y sortean el primer obstáculo. Unos pocos disparos y el segundo "enemigo" cae. El primer policía corrobora que la amenaza fue reducida y ordena a su compañero seguir avanzando. El tercer y el cuarto obstáculo no demoran en caer. En segundos el peligro se disipa. El enemigo, que no existe, ha caído. Todos resultan ilesos, y contentos.

El ejercicio que Brecha presencia en la mañana del miércoles es una simulación de "ingreso" y "toma" de un lugar, y es la parte final del entrenamiento que efectivos de diversas unidades de la Policía (e incluso algunos invitados del Ejército) realizaron para pertenecer a la Unidad Nacional de Operaciones Especiales (unoe), un grupo que forma parte de la reperfilada Guardia Republicana Nacional. La unoe es la crema de la crema de este cuerpo policial militarizado y el curso procura captar a los pocos que logran ser elegidos para este selecto grupo. Lo mismo sucede con los francotiradores: sólo los más capacitados pueden ingresar.

La práctica incluye además una demostración de tiro de precisión con munición real, en la que un superior señala un globo que un subalterno frente a él se encarga de reventar con sendos disparos de fusil y pistola. Las balas pasan a centímetros del jefe, que sale campante. El objetivo es lograr una confianza ciega entre el jefe y el subalterno, fundamental dentro de cualquier operativo. "Lo complicado es cuando el que no tiene que ser disparado (en la vida real, los civiles) se mueve", explica uno de los instructores. "Yo puedo matar a Bin Laden, pero si salen civiles heridos, el operativo se recuerda por los que salieron heridos", instruye. Es fundamental, además de la confianza entre compañeros, que uno chequee que la amenaza haya sido neutralizada para que el otro avance. "Hay personas alcoholizadas que por más que estén heridas pueden seguir tirando", asegura el instructor.

El simulacro de "toma" de un lugar parece, a los ojos del visitante, un ejercicio de precisión y limpieza quirúrgica. Pero en páginas de Facebook no oficiales de la Guardia Republicana (gr) y en otras páginas de esa misma red social aparecen fotos donde los aspirantes a ingresar son sometidos a condiciones un tanto más duras. Los entrenamientos incluyen por ejemplo tareas a campo abierto en las que los "cadetes" son reunidos y expuestos a gas lacrimógeno. "En los procesos de formación hay actividades que son exigentes para llevar a la mujer o al hombre que se está preparando a lo más cercano a la realidad. Es parte normal del entrenamiento", dice el nuevo director de la Guardia Republicana, Rovert Yroa. "¿Cómo puede un hombre prepararse para usar los gases si no sabe qué efectos tiene o qué es lo que le pasa cuando está afectado", explica a Brecha. El lema es que "cuanto más se suda en la instrucción, menos se sangra en combate", dice Yroa frente a los que lograron pasar la instrucción. A quienes perdieron el curso, que miran sobre un terraplén, tiesos, mientras los otros son felicitados, los insta a "agradecer a sus instructores que les hicieron el favor de no aprobarlos" (y a seguir enrolándose en los cursos de capacitación).

Para ingresar a la gr se cursan las mismas pruebas que un policía normal pasaría en la Escuela Nacional de Policía, sólo que en la escuela de formación de la gr. Pero la diferencia es que esta unidad -que ha sido la predilecta de los militares que optaron por entrar a la Policía después de que el Poder Ejecutivo alentara el pasaje de un cuerpo a otro para paliar la falta de personal- tiene materias específicas, como los operativos antidisturbios, cursos de caballería y manejo de agentes químicos. Hoy la Guardia Republicana está compuesta por la caballería de Guardia de Coraceros, el cuerpo de infantería, el grupo de motos Pumas y el unoe, que surgió del anterior Grupo de Operaciones Especiales (geo).

Los ex militares que recibieron capacitación cuentan con la ventaja de conocer una fuerza similar, pero "hay que dejar bien claro que es una unidad policial que tiene fines específicos, pero que no es una unidad militar" (el mismo énfasis hizo Bonomi al nombrar a Yroa como director). "Se nos ve como una fuerza represora pero somos en realidad la última etapa de una operación policial. Pretendemos que se utilicen los medios o que intervengan otras unidades intermedias antes de llegar a la fase final de la represión y entremos nosotros." Pero lo cierto es que hay similitudes en el entrenamiento, en las formaciones y la disciplina interna, e incluso en la utilización de escalafones militares. "Cuando se ven las técnicas de ingreso, el entrenamiento con armas, explosivos y material especial es lo más militar que hay", dice Yroa.

El armamento que tiene la unidad también es típico de las unidades militares: se cuentan escopetas, subfusiles, rifles de precisión para francotiradores, armamento contra agentes químicos y granadas. Hay tres vehículos blindados de incursión Gaz Tiger y se estima que se necesitarán más cuando se afiance el despliegue a nivel nacional. Cada vehículo tiene un costo aproximado de 270 mil dólares. Son de origen ruso y fueron evaluados por policías uruguayos en Brasil, cuando la Brigada de Operaciones Especiales (Bope) -la fuerza de policía militar retratada en la película Tropa de elite- también los probaba en medio de un estallido de violencia en las favelas.
 
Sin vista al mar

En el cuartel sobre la avenida José Pedro Varela -que también tiene muchas similitudes con los cuarteles militares con sus barracones, canchas de equitación y una plaza de armas donde los efectivos realizan trotes en formaciones típicas del Ejército- está además la sede de la caballería de Coraceros. Durante la visita se ven también algunos ensayos de caballería con formaciones destinadas a dispersar multitudes. Desde ese "cuartel" la gr se desplaza hacia el resto del país. 

Con la mayoría de la fuerza asentada en Montevideo, el despliegue no está en fase de desarrollo muy avanzada. Entonces, se apoya a algunas comisarías identificadas por el Observatorio de Criminalidad y Violencia del Ministerio del Interior (mi), que reúnen más del 50 por ciento de los delitos violentos. Concretamente se trata de las comisarías de las zonas III y IV, que actúan sobre la avenida Aparicio Saravia, en los barrios Marconi y Casavalle, y en la zona del Cerro respectivamente. Yroa bromea y dice que ninguna de esas comisarías tiene "vista al mar". 

Además de actuar en los espectáculos deportivos, también revisan a todo el personal que ingresa a la cárcel de Libertad y al Comcar, incluido el resto de los policías, con quienes los roces son muy comunes. En el Interior el despliegue depende de Policía Caminera, con la que ya se coordinaron operativos. El más reciente fue al finalizar la Semana de Turismo cuando se dispusieron puntos conjuntos de control y se incautaron armas sin permiso. En cuanto a la expansión en el resto del país la idea es que haya personal de la Republicana en destacamentos de Caminera, en ocasiones específicas. Así se ahorran gastos operativos de traslado y se agrega movilidad a la fuerza, lo que contribuye a un elemento intrínseco del grupo: el factor sorpresa. También está previsto un despliegue en las fronteras secas, en una fase futura en que la gr tendría un papel en la vigilancia del estatus sanitario y el control de la mercadería. Con otras unidades de la Policía también coopera: de hecho, en coordinación con la Dirección de Inteligencia y la de Represión del Tráfico de Drogas se participó (con los vehículos Tiger) en un allanamiento en Agraciada y Tajes (en pleno barrio de la Aguada), donde se tomó el lugar (en forma similar al ejercicio presenciado por Brecha), se allanó y se detuvo a 67 personas (y hubo dos procesados).

"En el 90 por ciento de los casos no es necesario aplicar todo el armamento que tenemos", apunta Yroa. "Pero pensamos que en cualquier momento puede darse una situación límite en donde hay que utilizar el armamento y aplicar la exigencia de los entrenamientos. Si no conocemos cómo responde a los entrenamientos una persona, el día que llegue una situación real posiblemente quede fuera de combate."

Previsto en el último programa del Frente Amplio, sugerido también por la oposición, y consensuado en los últimos acuerdos multipartidarios de 2010, el despliegue nacional de la Republicana no tuvo mucha resistencia política (y quizá allí resida la clave de su expansión). El senador Jorge Larrañaga (Alianza Nacional) había propuesto que la gr tuviera un despliegue nacional con base en Durazno, aunque la idea fue desechada por el mi porque el 94 por ciento de los delitos se concentra en el área metropolitana. El número de efectivos también fue acordado entre los partidos. Hoy tiene menos de 1.200 efectivos debido a las bajas voluntarias, pero a partir del 19 de abril se abren 300 cupos que se espera llenar antes de 2015.

Desde que las 15 medidas para la seguridad y la convivencia fueron anunciadas, la lógica de los megaoperativos "es un modelo que ha quedado superado", aseguraron a Brecha fuentes del mi Por eso es que la gr ha asumido, en las últimas semanas, tareas de apoyo a otras reparticiones de la Policía que no se enmarcan dentro de los famosos operativos de saturación de 2011 y 2012. "La lógica de que es una unidad que está encerrada a la espera de que estalle una bomba no tiene sentido", apuntaron desde el ministerio. "Es una unidad que puede apoyar en una cantidad de cosas, si bien también tiene entrenamiento para el caso de una situación de toma de rehenes, que en realidad no pasa acá", reconocen. Es así que durante esta semana la gr ingresó en Casavalle y detuvo a cuatro rapiñeros, y en coordinación con la Intendencia montevideana se realizaron operativos de incautación de motos (de los vehículos más utilizados en las rapiñas).

Lo que también contribuyó a una mayor presencia de la Guardia Republicana en las últimas semanas es que se produjo un cambio en la forma de trabajo, lo que generó resistencias y una interna compleja dentro de una fuerza que se destaca por cierta disciplina. En el régimen anterior se trabajaban 24 horas y se descansaban 48, pero en realidad se comprobó que nunca trabajaban esas 24 horas sino que los efectivos descansaban en el "cuartel". Eso fue sustituido por ocho horas de trabajo diarias y de corrido. Esa modificación implicó el retiro del anterior director, Bruno Nogueira, y la asunción de Yroa, que también buscó añadir cierta impronta "ejecutiva" (según fuentes del comando político del mi) que trae desde sus días en la Policía Caminera, cuando solía supervisar los operativos muy de cerca.

Modelo autóctono

Pero mientras la gr adquiere un cariz nacional, la pregunta que sobrevuela es ¿qué necesidades impulsan a tener una fuerza que no utiliza todo su potencial en el 90 por ciento de los casos? La senadora Constanza Moreira -sin mucho eco político- ha cuestionado la pertinencia de contar con fuerzas especializadas en toma de rehenes cuando es un fenómeno casi inexistente en Uruguay. Sobre todo porque además de la Guardia Republicana existe dentro de las Fuerzas Armadas un comando antiterrorista especializado en toma de rehenes (entrenado por la marina de Estados Unidos), que la propia Moreira propuso pasar a la órbita del mi formando un único cuerpo especializado en estos asuntos. 

Para el jefe de Policía Nacional, Julio Guarteche, "la Guardia Republicana tiene como propósito dar seguridad y crear un clima hostil a los grupos y delincuentes que tienen actividades en esa áreas donde el delito tiene mayor incidencia". La justificación para tener una fuerza policial con munición gruesa es "que estamos constatando que los delincuentes se arman para enfrentarse entre ellos. Eso no se ha volcado en contra de los efectivos del Estado, pero es posible que así suceda. Entonces es mejor que si aumenta ese poder no hagamos 'la uruguaya' de tomar medidas después de que pasan las cosas". Sin ir más lejos, señala Guarteche, en el último fin de semana se incautaron en Atlántida -en la casa donde fue asesinado en un copamiento un ex barrabrava de Peñarol- tres pistolas 9 milímetros, un revólver 357 y un subfusil. En otros operativos se han incautado rifles de asalto ak 47 y ha habido enfrentamientos donde aparecen cápsulas de carabinas M 1 y M 2, que eran utilizadas por el ejército de Estados Unidos. 

Con el fenómeno del narcotráfico avanzando en la región, este modelo policial parece permear en el resto de los países. "El marco internacional influye. Hay que observar las mejores y las peores policías de los demás países, como enseñanza de lo que debemos hacer. Nosotros estamos en un intermedio entre ambas situaciones", apunta Guarteche. 

El sociólogo Luis Eduardo Morás entiende que el modelo de policía militarizada es poco sustentable a largo plazo, cuando fuerzas que deberían ser utilizadas en situaciones circunstanciales se usan rutinariamente: "Frente a problemas cotidianos la apelación a una fuerza de choque da la sensación de que hay algo que se escapa de control y requiere un despliegue más ostensible. Y esas cosas son bienvenidas por la opinión pública y se tiene la apariencia de que volvió la autoridad, más allá de que sea un pasaje fugaz por los barrios. Por eso no es sostenible en el largo plazo". Un ejemplo de esa falta de sustentabilidad, a su criterio, es Brasil, que ha ocupado con policía militarizada varias favelas, que en el corto plazo eran retomadas por los narcotraficantes muchas veces en connivencia con la policía. Ahora Brasil intenta ocupar las favelas para luego instaurar servicios públicos, pero el plan también es criticado porque sólo se aplica, en el marco del Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos, en los asentamientos cercanos a los centros turísticos. En México la policía militarizada tiene piedra libre para actuar contra los cárteles de droga, y los abusos están a la orden del día. En Colombia también se debate el pasaje de la policía militar al Ministerio del Interior. 

El equilibrio del modelo, para el mi, está en el fortalecimiento -tanta veces sostenido como prioritario- de la Policía Comunitaria. Pero recién en 2011 se creó la Oficina Nacional de Policía Comunitaria que tendrá énfasis en las mesas ciudadanas, en tareas de prevención del delito y en materia de convivencia. Ya hay 150 policías comunitarios destinados a la custodia de liceos y locales de utu. "La Policía Comunitaria y la Guardia Republicana son las dos puntas de toda una gama de servicios. Este año recién se va a incrementar el servicio comunitario con el aumento de policías asignados a esas tareas. Cumplen un papel esencial para tener una atención personalizada, para dar más tranquilidad, y disminuir -en conjunto con otros organismos- la cantidad de personas que ingresan a la delincuencia año a año. Mientras tanto, hay una situación a resolver en la que se tiene que generar hostilidad a la delincuencia y crear condiciones de seguridad en las zonas más complejas", dice Guarteche. Ahí, en el mientras tanto, entra la Guardia Republicana 
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