Centroamérica/ historias de migrantes: cuando despertó, la Bestia seguía su marcha [Alejandra Gutiérrez]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Feb 2 18:53:27 UYST 2013


--------------------------------------------------------------------------------

boletín solidario de información
Correspondencia de Prensa
2 de febrero 2013
Colectivo Militante - Agenda Radical
Montevideo - Uruguay
redacción y suscripciones: germain5 en chasque.net

--------------------------------------------------------------------------------


Centroamérica


Historias de migrantes 

Cuando despertó, La Bestia seguía su marcha *



Alejandra Gutiérrez 
Brecha, Montevideo, 1/2/2013
http://www.brecha.com.uy/


Tenía 17 años y se le había metido en la cabeza que debía irse a Estados Unidos. Sólo allí, en el norte, veía la solución. Ya había hecho un intento a los 16; ahora confiaba en que lo lograría. Tomó todas las precauciones, logró sobrevivir a los asaltos, a las carreras por tomar el tren; fue testigo de las tragedias de otros, y casi logró salir indemne. José Luis Fernández nunca imaginó que sería un desmayo provocado por el calor el que le truncaría los sueños y el cuerpo. 

"Esto es como la guerra, y en la guerra hay hombres caídos. En nuestro caso, nuestra guerra es la pobreza y la falta de oportunidades y el desempleo. Los caídos somos nosotros." 

José Luis Fernández Cruz cerró los párpados por unos segundos. Cuando despertó, el tren lo arrastraba y luchaba cuerpo a cuerpo para evitar ser destrozado. La Bestia (1) casi lo logra, él perdió un brazo, una pierna y parte de la otra mano. Ahora, en Honduras, donde nació, y de donde huía hacia el norte para buscar trabajo, coordina una organización que reúne a cientos de personas con discapacidades provocadas por el mismo viaje que él intentó hacer. 

El joven hondureño, músico, guitarrista y bajista, pasó dos años en hospitales mexicanos, entre cirugías y terapias de rehabilitación. Si no hubiera sido por los vecinos de Delicias, en Ciudad Juárez, el poblado más cercano al sitio donde dejó su cuerpo en piezas, hubiera sido deportado aun con las heridas abiertas. Fueron esos seres anónimos los que buscaron ayuda para que recibiera atención médica y le pudieran dar la prótesis de la pierna.

Ahora, en Honduras, sin trabajo, mantenido por sus padres ("Soy un mantenido, no me queda más", dice con amargura), coordina el Comité del Migrante Retornado Discapacitado, un colectivo de migrantes que nunca lograron llegar a su destino, y que fueron destrozados por el viaje.

-¿Cómo llega a formarse un colectivo de discapacitados por la migración?

-Cofamipro es una organización de madres buscando a sus hijos desaparecidos, y ellas se dieron cuenta de que existían personas como nosotros: Se interesaron incondicionalmente y nos fueron a buscar a nuestras casas; y apareció uno y otro, luego otro. En la ciudad había 30 personas como yo.

Ellas decidieron que nos uniéramos, que nos organizáramos, siempre nos dan el acompañamiento. Estamos tratando de salir adelante con proyectos, como por ejemplo un plan de vivienda, de seguridad alimentaria. 

Yo analizo esto de las migraciones. En Honduras, al año ingresan 2.400 millones de dólares en remesas, son la columna vertebral de la economía del país. Miles de familias se mantienen gracias a ellas. Son casi 2 millones de hondureños que están en Estados Unidos y que igual que nosotros han emprendido ese viaje. Lo justo sería que el gobierno nos apoyara, al menos en planes de vivienda o de seguridad alimentaria, porque justo por eso nos fuimos, por no tener ni siquiera una casa donde vivir. La meta o el propósito por el que uno migra no es tanto por el famoso "sueño americano" sino por una necesidad. Lamentablemente a muchos esa ilusión o ese sueño se nos convierte en una pesadilla. Calculamos que en Honduras hay unas 600 personas discapacitadas por la migración.

-Un viaje cada vez más complicado y peligroso.

-Son tantas las cosas que se ven en ese camino, en el tren. Muchachas que las violan, maras que llegan a asaltarlo a uno y uno se queda allí preguntando quiénes eran, sin saber si son policías o maras, o si son (del cártel) de Los Zetas. Son tantos los peligros.

Ahorita van miles de migrantes cruzando México, algunos van en el tren, otros van rodeando las garitas, tal vez ahorita están violando a una muchacha o están secuestrando a alguien, y esa es la dura realidad de la migración y los migrantes.

Me acuerdo de una vez que un guatemalteco quiso agarrar el tren, y pues llevaba una mochila y le pesaba, y en lo que logramos subirnos, le gritamos que tirara la mochila para que no cargara peso y pudiera correr bien. Pero en ese trayecto el tren iba acelerando más, y cuando él tiró la mochila y se agarró de las escaleras, el tren lo jaló y cayó entre las vías. El tren prácticamente lo partió en pedazos y nosotros sólo vimos que temblaban algunas partes del cuerpo. Recuerdo que hubo un silencio como de cinco horas, todos quietos, pensando lo que le había pasado al pobre muchacho. Una vez estaban violando a una muchacha y escuchábamos sus gritos. Era hondureña, y nosotros como paisanos deseábamos ser como Superman y ayudarla, pero no podemos hacer nada porque son grupos que andan muy bien armados. Si uno quiere hacer algo, lo matan y lo entierran en una fosa común y no pasa nada.

-Además de los peligros del crimen organizado, está el del tren.

-El último tren al que me subí fue uno de Torreón a Ciudad Juárez. La noche antes estaba bajo un puente, íbamos tres, estábamos acampando y llegó un señor y nos llevó a su casa y nos dio comida y donde dormir. Habíamos comido bien, dormido bien, y al siguiente día a las seis de la mañana tomamos el tren en un lugar que se llama Delicias. Yo iba en la parte donde van acoplados los vagones, iba sentado y no aguantaba mis pies, me estaban apretando los zapatos, se me hincharon los pies de tanto que había caminado. En ésas estaba cuando de repente quedé en oscuras y me caí. Fue como un desmayo, imagínese, yo me cuidé para no dormirme, para que no me vieran los de migración, para que no me asaltaran, pero jamás pensé que me iba a desmayar, y más en el calor insoportable que hace en Chihuahua. El tren me jaló y el mismo golpe me despertó, caí embrocado. El tren me cortó una pierna y yo del dolor quise agarrar mi pierna con mi brazo y también me agarró el brazo, y quise sacar mi brazo con mi otra mano y también me arrancó la otra mano. En ese momento lo único que quería era morirme, por todo lo que pasaba por mi cabeza, porque ni siquiera perdí el conocimiento y ni siquiera pude tirarme a que me matara el tren, porque no podía ya moverme. Pasaron los vagones y los amigos con los que iba no pudieron hacer nada, porque ni se dieron cuenta de que yo me caí, por el ruido insoportable que hace el tren. Luego notaron que yo no estaba y pues me buscaron entre los vagones y miraron adentro del tren. Lo que vieron fueron unas manchas de sangre y pensaron que yo me había muerto. Se entregaron a migración en Juárez y les comentaron que me había caído y que el tren me había matado en tal parte. Los agarraron y los mandaron para su lugar de origen, eran un guatemalteco y un hondureño.

Cuando pasaron los vagones yo pude sentarme, y miraba mi pierna y mis brazos deshechos y cómo había quedado; me decía: "Qué barbaridad, cómo me pudo pasar esto a mí, tanto que me cuidé y cómo es posible". 

Un señor que iba pasando enseguida llamó a la Cruz Roja. Es un milagro de Dios que yo esté con vida. En el hospital lo que hacía era llorar y llorar, como los niños. Pensaba en mi familia. Me fui con la ilusión de ayudarlos a ellos. Pensaba en mi papá, que me decía: "José Luis, no te vayas porque te puede pasar algo". Y pues esa es la dura realidad de la migración, que no sólo afecta a uno sino a toda la familia y a tantas personas.

Lamentablemente la gente sigue migrando, son miles y miles todos los días, y sigue cayendo gente del tren. Hay unos que dicen: "Prefiero morir en el camino que morirme aquí de miseria". Cuando mataron a las 72 personas en Tamaulipas (2) fuimos con unos amigos a unos buses donde viajaban migrantes de Honduras, y esa misma semana se seguía yendo más gente. Yo le preguntaba a un amigo: "¿Qué es lo que tiene que pasar para que la gente deje de migrar? Si no les da miedo esto, no sé qué más tiene que pasar". Yo les digo a los jóvenes: no se vayan para Estados Unidos, pueden salir adelante en su propio país. Y me responden: "¿En dónde encuentra uno trabajo, pues?". Entonces como que me noquean y no encuentro qué decir.

-¿El Estado hondureño les da algún tipo de apoyo?

-Lamentablemente no, es la indiferencia, como que hace la vista gorda. 

-¿Y el mexicano? Las autoridades saben lo que sucede en el tren.

-Todos los centroamericanos tenemos a México de paso, nosotros no tenemos ni una intención de quedarnos en México. Sólo que nos dieran libertad de cruzar sin tanto retén, sin tanta inseguridad, y pues esa sería la solución. O que nos den un permiso especial o una visa especial para que podamos pasar, pero es más fácil sacar una visa estadounidense que mexicana. Otro gran peligro es que el mismo gobierno no puede lidiar con los narcos, el crimen organizado, Los Zetas, las maras. Aunque lo primero debería ser que no nos viéramos obligados a migrar.

-Otro asunto es que se desconocen las cifras, las dimensiones de la migración y de las historias de fracaso.

-Imagínese que sólo en El Progreso hay identificadas 420 personas desaparecidas desde hace 20 años. Son 420 familias que están en zozobra sin saber nada, si sus familiares, si su hijo, están muertos o están vivos. 


* Tomado de www.plazapublica.gt, por convenio. En Uruguay exclusivo para Brecha, que reproduce fragmentos de esta nota.

Notas

1) La Bestia es un tren que recorre México de sur a norte, el "preferido" por los migrantes centroamericanos y mexicanos para llegar clandestinamente a Estados Unidos. Véase Brecha, 5-VIII-11.
2) Una masacre de inmigrantes atribuida a Los Zetas, un cártel formado originariamente por ex militares.

--------------------------------------------------------------------------------


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20130202/b8df292b/attachment.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa