Colombia/ "no hemos venido a La Habana a negociar impunidad" [Iván Márquez]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Abr 8 22:30:27 UYT 2014


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Correspondencia de Prensa
boletín informativo - 8 de abril 2014
germain5 en chasque.net
A l'encontre - La Breche
www.alencontre.org

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Colombia

Entrevista a Iván Márquez, jefe del equipo negociador de las FARC

"No hemos venido a La Habana a negociar impunidad"

 "Estamos dispuestos a un acto de contrición, incluso hay una propuesta que ya hicimos pública en el sentido de escoger un día en el que todos los actores del conflicto sin excepción  hagamos ese gran acto de contrición y nos comprometamos a un ¡nunca más!" 


Rodrigo Pardo
Noticias RCN
http://www.noticiasrcn.com/node/158821


El guerrillero 'Iván Márquez', jefe del equipo negociador de las Farc, habló en La Habana, Cuba, con el director de Noticias RCN, Rodrigo Pardo, sobre los diálogos de paz, los uniformados de la Policía Nacional que fueron torturados y asesinados en Tumaco, Nariño, y el impacto de las elecciones en el proceso de paz, entre otros temas. 


RP: Buenas noches. Hoy hemos cambiado nuestro formato habitual, y estamos en la Habana Cuba donde se llevan a cabo los diálogos entre el Gobierno y las Farc, diálogos que deberían conducir a un acuerdo de paz. Nos acompaña Iván Márquez, el jefe de la delegación de las Farc para estos diálogos de paz. Señor Márquez, en las últimas horas ustedes hicieron un durísimo pronunciamiento contra la impunidad, dicen ustedes que no puede haber impunidad sobre los delitos que, según ustedes, ha cometido el expresidente Alvaro Uribe. Yo le pregunto ¿Eso significa que también ustedes están dispuestos a que no se otorgue impunidad por los delitos que hayan cometido las Farc?

IM: Bueno, en primer lugar, quien dice que no pueda haber impunidad, para el caso de los guerrilleros es el propio expresidente Uribe. Y si nos atenemos a esas lógica, que es lo que pretendemos decir, pues vamos a tener muchos obstáculos en el momento que estemos abocando  el tema de víctimas, justicia  de máximos responsables. Nosotros hemos señalado con mucha precisión que no hemos venido a La Habana a negociar impunidades, no, somos conscientes que en Colombia hay un conflicto. Que las víctimas son víctimas del conflicto, que el estado también es responsable por acción o por omisión, que es urgente, muy necesario conocer el relato de la historia sobre cómo se originó el conflicto, quiénes son sus responsables, para sobre esa base, iniciar una discusión que nos permita dilucidar este aspecto y luego vemos cómo abordamos el tema de justicia.

RP: ¿Pero eso significa que las Farc si están dispuestos a pagar por los delitos que la justicia eventualmente les comprueben? 

IM: Mire, nosotros hemos sugerido iniciativas para abordar tan espinoso asunto que consideramos puede abrirle un camino al entendimiento con el Gobierno, que deje al mismo tiempo satisfacciones a las víctimas, a las mismas  partes contendientes y a la opinión pública, y si nos vamos por esa senda creo que todo tiene solución. Tal vez usted recuerde que nosotros ya hemos hablado de ese tema, estamos dispuestos a un acto de contrición, incluso hay una propuesta que ya hicimos pública en el sentido de escoger un día en el que todos los actores del conflicto sin excepción  hagamos ese gran acto de contrición y nos comprometamos a un ¡nunca más!  Si eso se da estaríamos nosotros dando pasos muy importantes, unos pasos que van a rodear de mucha confianza a este proceso y sobre todo va a provocar una tranquilidad interior de todos los colombianos.  

RP: Ya que habló sobre ese tema y sobre todos los actores del conflicto, y entiendo que ese punto todavía no se ha empezado a tratar aquí en La Habana, en la mesa de negociaciones, pero si se acuerdan fórmulas al pago de los delitos cometidos por las Farc ¿estaría usted de acuerdo que las mismas fórmulas se apliquen a militares que estén involucrados en procesos judiciales?

IM: Eso hay que analizarlo muy bien. Se pueden estudiar fórmulas, repito, que arrojen satisfacciones a las dos partes, pero fundamentalmente, que dejen tranquilas a las víctimas, que digamos es el aspecto que las delegaciones de paz estamos intercambiando en La Habana, debemos tener en cuenta, primero las víctimas.  Y también que el país entienda, esté de acuerdo, que digamos el país rodee con su apoyo lo que se convenga en ese aspecto.

RP: Ahora, volviendo al expresidente Álvaro Uribe, el hecho es que acaba de obtener una amplísima votación en las elecciones parlamentarias, de 100 curules que hay en el Senado su bancada obtuvo 20, y ese Senado va a tener que estudiar algunos de los acuerdos que eventualmente ustedes alcancen con el Gobierno Nacional aquí en La Habana, ¿cómo ve esa situación?

IM: Si es posible. Nosotros no es que estemos muy satisfechos con la confirmación de este Congreso, ahí se ha producido así como una reedición del Congreso anterior que arrastra toda una estela de problemas, de corrupción, de narcoparamilitarismo  que hacen que la opinión del país pierda confianza en este tipo de instituciones, pero también hay unos señores congresistas que tienen unas calidades morales y éticas muy importantes que seguramente van a jugar en ese Congreso un gran papel, si habrá que hablar con este Congreso, y si el país quiere la paz yo creo que ningún Congreso se puede oponer, es como algo lógico que encontremos un curso de entendimiento para resolver hipotéticos escoyos en este sentido.

RP: ¿Usted considera que este Congreso es legítimo para abordar la agenda que se acuerde acá en La Habana?

IM: Nosotros decimos que toca hablar con este Congreso de todas maneras, porque para darle una salida que genere confianza, certezas a todos los colombianos, necesitamos mirar un poco más allá del Congreso. Nosotros estamos planteando la realización  de una asamblea nacional constituyente, pero una constituyente que sea el resultado de un acuerdo político entre todos los actores sociales, los mismos partidos, entorno a la necesidad de involucrarnos en el esfuerzo de una constituyente que tenga como propósito la paz. Y en este sentido habrá que convenir aspectos relativos a contenido, relativos a la configuración y al periodo y esas cosas, se tiene que hablar con el Congreso inicialmente. Es necesaria la realización de una asamblea nacional constituyente para darle un piso solido a lo que se acuerde eventualmente en La Habana, que no sería otra cosa que la terminación del conflicto. Es muy  importante darle al acuerdo de paz ese manto de legitimidad que requiere para que se convierta en un propósito, que es salir adelante.   
 
RP: Pero mire usted estas paradojas, el expresidente Álvaro Uribe dice que este Congreso es ilegítimo, usted lo considera un interlocutor. La otra paradoja todavía mayor, es que el expresidente Uribe también quiere una constituyente.¿En qué se diferencia la propuesta de las Farc  de una constituyente y de la del expresidente Álvaro Uribe?

IM: Algunos nos han comentado que hay diversos sectores que están por la constituyente, quieren la constituyente, pero que andan con una carpeta de intereses muy particulares bajo el brazo.   Es posible que Uribe esté pretendiendo un constituyente para blindarse jurídicamente a futuro, es posible, pero lo importante es que los que queremos la paz  y ligamos esta aspiración a la constituyente lo hacemos  por unas motivaciones distintas  de humanidad, sobretodo y porque realmente este país, que lleva tantos años de confrontación, requiere que se haga una pausa en la guerra, tengamos muchos pero muchos años de paz con justicia social,  con democracia verdadera, con soberanía, eso es lo importante y no creemos que en Colombia haya gente o sectores que no quisieran que esto tuviera digamos un desenlace sobre bases de justicia. 

RP: Ahora, esta no es la primera vez que hay una negociación de paz entre las Farc y un Gobierno, pero si es la primera vez que hay unas negociaciones de paz al mismo tiempo que se lleva a cabo una campaña electoral, ¿la campaña ha afectado el proceso?

IM: Yo creo que sí, la campaña electoral no deja de emitir ruidos, sonoridades innecesarias, inoportunas en este esfuerzo por construir la paz, cualquier cosa que digamos las  delegaciones en torno a los avances en la mesa van a encontrar cuestionamientos entre los distintos opositores o entre los distintos candidatos que aspiran a la Presidencia de la República, pero así están las cosas, nosotros en medio de esta circunstancia electoral continúanos desarrollando las conversaciones en búsqueda de un acuerdo para ver si es posible agregarle a los dos ya logrados, aunque son acuerdos parciales, un nuevo acuerdo parcial, esa es nuestra disposición. Lo importante es avanzar en dirección a la paz, crear las condiciones para restar distancia entre lo que vivimos hoy en Colombia, con ese gran futuro que anhelamos que  es el de la paz.    

RP:  ¿Y ese futuro de la paz se pone en peligro o en juego, dependiendo del resultado de las elecciones?   

IM: Pues lo ideal aquí es que exista más bien una política de paz de Estado, no de candidatos, que la paz no dependa de partidos ni de caprichos de ningún líder político en Colombia. Lo que necesitamos para que este empeño, para que el logro de este propósito  superior sea el de la paz y llegue a buen puerto, es que esta sea una decisión de Estado y que cuente al mismo tiempo con el respaldo de la gran mayoría.

RP: Yo estoy totalmente de acuerdo que eso es lo ideal, pero lamentablemente el tema de la paz está dividiendo a la opinión pública y eso se está viendo en esta campaña electoral.

IM: Bueno, yo no creo que las voces del guerrerismo estén ganando espacio, pero como dijimos hace muy poco en otro intercambio, quien promueva la guerra debe estar loco. Colombia necesita la paz, la inmensa mayoría de los colombianos, si nos atenemos a las encuestas, claman por la paz y creo que vamos a contar con ese respaldo de la Nación en masa para alcanzar la paz.

RP: Un proceso de paz no es fácil, y en la actualidad además de la campaña electoral hay otros hechos que han afectado la credibilidad del proceso. El asesinato de dos policías en el sur del país de una manera muy brutal por aparte de milicianos de las Farc, por ejemplo, ha sido recibido con indignación por la opinión pública, ustedes han dado una explicación que está determinada en términos digamos de guerra, ¿pero no cree usted que ante la opinión pública esa explicación afecta la credibilidad del proceso?    

IM: Lo acontecido en el sur del país con estos policías es un hecho lamentable. Efectivamente la responsabilidad está en manos de un grupo de milicianos, no participaron guerrilleros, pero  esto no nos exime a nosotros de dar la cara frente a lo sucedido. Si, puede generar una cantidad de inquietudes un hecho de esa naturaleza, pero si lo analizamos en su contexto, si vemos que este desenlace fatal tuvo ocurrencia en una zona de confrontación intensa, de guerra, de patrullajes militares, paramilitares,  de presencia insurgente, y en esas circunstancias se aparecen estas dos personas vestidas de civil, de pronto con un arma, hay razones suficientes para actuar. Cualquiera puede pensar que se trata de unos espías, y entonces ahí se conforma una situación que es bueno sopesarla. 

Y si a esto se le suma que hubo una fuerte presión militar sobre estos muchachos, pues que esto precipitó, puede uno decir, contribuyó a precipitar este desenlace. Y  pensamos, que tal que hubiese existido un mecanismo de comunicación entre el Gobierno y la delegación de paz en La Habana, que nos comunicaran oportunamente, y mire, acaba de suceder este hecho en las adyacencias de Tumaco, ¿ustedes qué pueden hacer?, con toda seguridad nosotros hubiéremos actuado y nos habríamos dirigido a nuestras instancias de conducción nacional para buscarle una pronta salida a este caso que seguramente debería desembocar en la libertad inmediata. Pero lo que ocurrió fue un hecho de presión militar. Muy lamentable que no hayamos tenido ese mecanismo que nos hubiese permitido a través de una comunicación ágil haber tenido un desenlace distinto. 

Por otra parte Rodrigo, a mí me parece  que le suben el volumen a algunos hechos, si, repito lamentables, no hubiésemos querido que hubiesen tenido lugar, pero ha hechos mucho más graves y nos parece que en ocasiones a estos se les sube el volumen para tapar otros hechos, como el caso de lo que está ocurriendo en Buenaventura con los picaderos de gente, son descuartizamientos de personas, que yo creo esto si dice mucho de la degradación en que hemos caído.    

RP: Pero son hechos. Tal vez si las Farc tuvieran hechos de paz la opinión pública las recibiría muy bien y mejoraría la credibilidad del proceso. Le quiero preguntar  por ejemplo por una propuesta que hizo la semana pasada el viceprimer ministro de Irlanda, quien contó que en el proceso de su país hubo un cese al fuego unilateral del IRA que facilitó sobretodo dentro de la opinión pública la firma posterior de un acuerdo, ¿porque las Farc no consideran esa posibilidad?   

IM: Bueno, como usted sabe nosotros hemos decretado dos treguas unilaterales para tratar de rodear las conversaciones de un ambiente sosegado, necesario para avanzar en la construcción de acuerdos.  Es que la confrontación en Colombia tiene unas características especiales y para rodear de un ambiente de verdad favorable para el avance de los acuerdos, nosotros pensamos que es necesario un cese bilateral de fuego, sería lo mejor.  El Gobierno nos ha dicho que no, y aduce unas razones tal vez, que no las tenemos muy claras pero nos da la impresión  que lo que se busca es presionar atreves de operaciones militares  en Colombia  resultados en la mesa, y consideramos que esa es una rotunda equivocación, eso no sirve para nada. Las Farc tienen sus proyectos en la cabeza y en el campo de las operaciones militares, pues creo que nos sabemos defender un poco, de modo que eso sería algo inútil. 

Ante la negativa del Gobierno les decimos si no es posible que acordemos un pacto de cese bilateral de fuego, intentemos entonces alcanzar un tratado o un acuerdo sobre regularización de la guerra, para amainar los efectos sobre la población civil fundamentalmente y también para los mismos combatientes, porque caen muertos, se requiere recuperar del campo a los caídos, hay heridos, es necesario brindarles urgentemente atención, hay prisioneros, y entonces hay que atender también a los prisioneros, y ojalá existieran unos mecanismos convenidos entre las dos fuerzas para que una vez ocurra esto los prisioneros de guerra, nosotros los llamamos así porque son capturados en combate, puedan obtener rápidamente su libertad.  

Quisiéramos de corazón que este diálogo que estamos desenvolviendo aquí en La Habana tuviera ese complemento definitivo que es el de una suerte del silenciamiento de los fusiles, para que el ruido no nos distraiga y podamos avanzar en la construcción de los acuerdos que es lo más importante.

RP: ¿Pero como rompemos ese círculo vicioso?, el Gobierno culpa a las Farc de que con sus acciones la opinión pública pierde credibilidad en el proceso y ustedes dicen que el Gobierno no acepta algunas de las propuestas de las Farc, ¿por qué no hacer un acto unilateral para romper ese círculo vicioso y lograr  un salto cualitativo hacia un acuerdo?

IM: Tal vez se le podría hacer la pregunta al Gobierno, de que cese tanta belicosidad, no solamente con las armas sino verbal, sobretodo el señor ministro de Defensa que se ha convertido lamentablemente en un franco tirador de este proceso de paz y que casi nadie en el país entiende por qué.  Cuando lo ideal y de sentido común es buscar impulsar con manifestaciones que ayuden  este proceso de paz. Si, puedo decir esto, ojalá pudiéramos con el Gobierno llegar a un acuerdo.

Rodrigo, para resolver este asunto de la mejor manera es el cese bilateral de fuego, digo esta por ahora, no sé si más adelante surjan unas condiciones que nos coloquen ante esa posibilidad.

RP: Ahora, ya que menciona al ministro de Defensa, ¿qué tanto afectó al proceso aquí en La Habana el escándalo que surgió a raíz de una publicación de la revista Semana sobre las chuzadas en una base de inteligencia del Ejército?  

IM: Sí. No un malestar  total que es un espionaje injustificado a unas partes que están conversando es de paz, y lo que nos parece a nosotros mucho más grave es que se haya hecho a través de una fachadas de inteligencia desde Colombia en territorio cubano, es decir, con el país anfitrión, con Cuba que nos está ayudando a hacer la paz, no se debiera actuar de esa manera, violar un poco, no sé,  la soberanía de un país para acceder, no sabemos con qué propósitos, a una información que nosotros pensamos no podría existir ningún interés distinto a generar una cantidad de obstáculos al proceso de paz. 

Si, confieso que eso ha molestado demasiado, afortunadamente  como que hay ya en curso algunas investigaciones  que pueden dilucidar el asunto y darle a los colombianos una información concreta sobre todo, de quién ordenó eso, ¿quiénes son los responsables? Para nosotros, sospechamos que puede ser la CIA la que este en el fondo de todo esto. 

RP: Ya que menciona usted a uno de los organismos de los EE.UU., algunos analistas hemos dicho que la declaración del Gobierno de Colombia, que está considerando recibir algunos presos de la cárcel que están en Guantánamo  por solicitud del presidente de EE.UU., Barack Obama, significa que el Gobierno de Colombia podría utilizar eso para negociar la repatriación de 'Simón Trinidad', ¿usted lo ve así?   

IM: Ojalá, es nuestro deseo. Por eso cuando el presidente (Ernesto) Samper dirigió una nota al Gobierno en ese sentido nosotros inmediatamente respaldamos ese gesto que consideramos lleno de mucho sentido humanitario.  Pero sobre 'Simón Trinidad', ustedes saben que él es uno de los plenipotenciarios  de las Farc para la mesa de negociaciones, fue designado desde el comienzo de las conversaciones como delegado de paz de las Farc, y nosotros quisiéramos que él estuviera presente aquí en la mesa de La Habana. Hemos sugerido que se aplique por ejemplo el recurso jurídico del S4, de tal manera que 'Simón' Pueda pagar su condena en Colombia, y que una vez en Colombia, el Gobierno proceda a excarcelarlo para que pueda venir a La Habana a sumarse a este esfuerzo  de  paz, no habría ningún problema porque entre estados deben surgir algunos compromisos. 

Colombia y Cuba acordarán qué hacer  si no logramos llegar a un acuerdo de paz; lo cual no creo porque nosotros vamos para la paz. Si estamos aquí en La Habana es porque queremos, toda las Farc quieren y anhelan la terminación del conflicto, para tener luego de 60 años de confrontación a una Colombia en paz.

RP: La presencia de 'Simón Trinidad' aquí en La Habana sigue siendo un imperativo, ¿es un imperativo?   

IM: Sigue siendo, es necesaria la presencia de 'Simón'.  'Simón' es un hombre que puede aportar con intereses, es un hombre que tiene experiencia en los diálogos anteriores y pensamos que puede sernos de mucha utilidad y ojalá en este momento donde discutimos el tema del narcotráfico con el que calumniosamente fue extraditado hacia los EE.UU.

La Constitución colombiana prohíbe la extradición de nacionales por razones políticas, pero Uribe, otra vez volvemos a señor Uribe, con el señor fiscal de ese entonces, creo que era Camilo Osorio, se inventaron una, hicieron un montaje para poderlo extraditar y salieron con el absurdo que había extraditado hasta cinco kilos de cocaína hacia los EE.UU., eso no tiene sentido, eso no es serio, y todavía que se permita, que se tolere a un presidente recurrir a estas maniobras rastreras para extraditar a un ciudadano. 

RP: Uno de los últimos hecho que han ocurrido en la mesa de negociaciones en La Habana es la llegada de Fabián Ramírez del bloque sur de las Farc, ¿qué significa esa presencia?  

IM: Significa, en primer lugar, la cohesión de las Farc en torno al proceso de paz. Digamos que esa es la interpretación fundamental de este hecho, tanto el estado mayor central de las Farc, como los estados mayores de bloque, como los estados mayores de los frentes, como los combatientes, todos ahora estamos resueltos a buscar en esta ocasión la definición política de este conflicto. 

Creo que nos ilusionamos Rodrigo con la posibilidad de una Colombia distinta, pacifica, y que juegue también en este aspecto un rol importante para que el sentimiento de paz esté por todo el continente. Recordamos mucho unas palabras del señor presidente de Uruguay, Pepe Mujica, que decía que la paz de Colombia es la paz del continente. Y digo en ese sentido, para llegar a esas lejanías, como es el escenario continental, es que estamos aquí en La Habana, y para eso llegó también Fabián, y para eso llego también Jairo y para eso también llego Fidel; a aportar con su experiencia y conocimientos para lograr definitivamente la paz que reclama el país. 

RP: ¿Hay alguna relación entre el tema de la agenda que se está tratando, el narcotráfico y el hecho de que la mayor parte del narcotráfico o de los cultivos ilícitos en Colombia en este momento ocurren en la zona sur?  

IM: Ninguna, pero es una coincidencia feliz que haya llegado Fabián que viene de una zona donde se dan cultivos de uso ilícito por parte de los campesinos, y debo decir que como consecuencia de un gran problema social que hay en Colombia, una política neoliberal que deja muy pocas oportunidades a la gente para subsistir. Entonces Fabián conoce mucho del detalle, de estas cosas y de hecho ha dado iniciativas brillantes en la mesa que nos han permitido encontrar el camino del entendimiento.

RP: ¿Por qué se ha demorado tanto la negociación del punto de narcotráfico?    

IM: Pues estamos realmente discutiendo un tema nodal, que es la concepción de la política antidrogas. Nosotros queremos que sea una política soberana, propia de los colombianos que no dependa de los EE.UU., la política  antidrogas ha fracasado y lo reconoce el propio presidente Obama, lo reconoce la academia mundial, ¿para qué insistir en el prohibicionismo, para qué insistir en las medidas de erradicación, para qué insistir por ejemplo en ligar la solución de un problema tan elemental, tan sencillo de resolver como es el de la sustitución con planes militares de consolidación? Pues eso realmente aporta obstáculos, mientras que si pensamos de una manera sencilla  sobre cómo resolver este asunto y vemos que el camino es la sustitución gradual y al mismo tiempo con la puesta en marcha de planes alternativos para los campesinos y de presencia del Estado en estas áreas olvidadas con obras, con infraestructura, esta gente ha estado abandonada durante muchos años, por décadas en Colombia, si se hace esto y desde luego teniendo en cuenta que aquí lo fundamental para llegar al acuerdo es la consulta directa con las comunidades campesinas, todo lo que se haga por esa vía nosotros lo respaldamos. Es fundamental que el acuerdo sea el producto del consenso entre el Gobierno y las mismas comunidades campesinas. 

RP: La semana pasada el presidente Juan Manuel Santos habló de la posibilidad de volver a convocar el Concejo Nacional de Paz, una figura contemplada en la legislación desde hace unos 20 años para vincular a la sociedad, a los distintos sectores de la sociedad, en una política de paz y convertir en una política de Estado. ¿Le parece a usted que en este momento esa pueda ser una fórmula adecuada para enfrentar las dificultades que ha enfrentado el proceso de paz?

IM: Muy buena la determinación, muy buena, que resurja desde las cenizas, como el ave Fénix este Concejo. Es importante porque podría articular a muchos colombianos, a muchos sectores, a rodear este esfuerzo. Pero de todas maneras nos queda como una pequeña duda, porque también puede interpretarse que una decisión de esas en la recta final de un proceso electoral pueda vinculársele con intenciones electorales. Nosotros no quisiéramos que eso fuera así, pero es lo que está planteado en el debate y en el análisis de esta determinación. 

RP: Lo que pasa es que la opinión pública, vuelvo otra vez casi obsesivamente, es partidaria de la paz, quiere la paz, pero está un poco cansada de que siguen produciéndose actos de guerra  y de que se demora mucho el proceso. ¿Usted nos podría decir que el 2014 es el año de la paz?    

IM: Ojalá, ojalá sea el año de la paz. Y que del horizonte futuro desaparezcan todos esos escollos que se ven. Aquí todavía quedan temas muy difíciles como lo mencionamos al comienzo de esta conversación Rodrigo, que es el tema de justicia, de víctimas,  es el tema de fin del conflicto, el tránsito de una organización armada a movimiento político legal, tal vez habrá que hablar de cese de fuegos bilaterales y definitivo ¿Cómo va a hacer eso?, habrá que hablar de un tema que es un poco complicado, que sería el de la dejación de las armas y esto nos está diciendo que lo que sigue no va hacer fácil. 

La paz, a la paz Rodrigo tenemos que dedicarle todo el tiempo que sea necesario, nos hemos aguantado 60 años de guerra en Colombia a la espera de la paz, porque no podemos ser un poco más, digamos, compresivos para que la construcción de la paz se le dé todo el tiempo necesario para que al final esta resulte una paz estable.

RP: Lo que pasa es que cada día de guerra es un día con más sangre, con más muertos y con más violencia. Pero quiero terminar esta entrevista, señor 'Iván Márquez', con la siguiente pregunta, creo que esta es la primera entrevista que usted le concede a un canal privado de televisión ¿por qué lo hace en este momento?   

IM: No, pues no lo había pensado previamente, pero se de Rodrigo, es un hombre que tiene el corazón puesto y de una manera vibrante a favor de la paz. A mí personalmente me gusta hablar con personas que estén por la paz. Nosotros lo que queremos es suscitar el entusiasmó del pueblo colombiano en torno al proceso de paz. Aprovecho para hacerle un llamado a los colombianos y sobre todo a las organizaciones sociales, a los movimientos políticos, a todos en general, para que apoyemos sin reserva este esfuerzo, esta es una oportunidad muy grande que tenemos y no la podemos dilapidar, aquí tenemos que entendernos y para entendernos nos toca hablar con los adversarios. 

A veces nos toca debatir, pero bueno, si se abren las compuertas de la democracia verdadera, de participación política y hay democracia de verdad, si realmente el estado resuelve alejarse de la aplicación de las doctrinas foráneas, como aquella de la seguridad nacional, si cesa esa concepción de enemigo interno y  finalmente se le pone fin al paramilitarismo, pensamos nosotros que ya en un escenario sin guerra sucia se generan condiciones propicias para poder darle posibilidades a la incorporación de la insurgencia a la vida nacional, abierta y legalmente. 
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