Brasil/ "Marina es la tercera vía dentro del sistema" y "no tiene otro modelo de desarrollo" [Jose Correia Leite - entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Ago 23 20:19:18 UYT 2014


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 23 de agosto 2014

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A l’encontre – La Breche

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Brasil

Entrevista a Jose Correia Leite *

“Marina es la tercera vía dentro del sistema”

“No se visualiza otro modelo de desarrollo”

Valéria Nader y Gabriel Brito

Correio da Cidadania

http://www.correiocidadania.com.br/

Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa

Pasados los días de luto por la trágica muerte del ex gobernador de
Pernambuco y presidenciable Eduardo Campos, Brasil vuelve a la campaña
electoral. Con la novedad de la entrada de Marina da Silva en escena, la ex
ministra de Lula para el Medio Ambiente, que recibió 20 millones de votos en
2010, lo que, definitivamente, equilibra la disputa por el Palacio de
Planalto.  “Para un electorado difuso, los analistas la están presentando
como la candidata que mejor expresa las Jornadas de Junio (de 2013), el
clamor de las calles. Es una verdad parcial, porque si bien Marina consigue
atraer a un electorado difuso, ella también es una líder política integrada
al sistema, con contradicciones, principalmente en torno al modelo económico
y de desarrollo”, dice el cientista político Jose Correia Leite, en
entrevista a Correio da Cidadania.

-Correio da Cidadania: Marina es la gran “novedad” de la elección. ¿Qué
piensas del hecho en sí, de ser electa para sustituir a Campos como
candidata presidencial del PSB, luego de no poder ser la candidata de su
partido, la Rede?

José Correia Leite: Precisamos analizar el impacto que Marina provoca en la
coyuntura y analizar tres elementos. El primer elemento importante, que
marca la coyuntura política ya hace cierto tiempo, es la pérdida de
legitimidad de Dilma (por lo menos es lo que muestran los grandes medios de
prensa, aunque no sea así para las masas populares), y la dificultad de la
economía brasilera. Brasil creció en el boom de los commodities durante el
gobierno Lula, pero, con la coyuntura internacional desfavorable después de
2008, el impacto sobre la economía ya es muy fuerte. La economía brasilera
depende mucho de China y el precio de los commodities no ha crecido como
antes. 

El segundo elemento de la coyuntura, que considero fuerte desde el punto de
vista político, es la propia entrada en escena de Marina. Para tener un
parámetro: en esta semana salió una nota diciendo que el banco de inversión
BBH (Brown Brothers Harriman) evalúa que la chance de victoria de Marina en
la elección es de más de 50%. Obviamente, después de 20 años entre tucanos
(en alusión al PSDB de Fernando Henrique Cardoso) petistas en el gobierno,
ella tiene un impacto considerable. 

El tercer elemento en la coyuntura y el telón de fondo del proceso
electoral: el descontento con el sistema político, que vimos claramente
expresado en la manifestaciones de junio del año pasado. La población
percibe una polarización PT-PSDB y una pérdida de legitimidad de los poderes
legislativos, con aquella idea de que todo parlamentario es un ladrón. Por
tanto, tales elementos de desgaste del sistema político están asociados a la
función parlamentaria y a la polarización PT-PSDB. Allí es que se explica
porque Marina entra con tanta fuerza en la disputa electoral. La encuesta de
Datafolha la coloca por arriba de Dilma en una segunda vuelta, con 47% a 43%
en la intenciones de voto. Marina atrae un electorado difuso, que estaba
alienado del proceso electoral. Eran los votos en blanco, nulos e indecisos.
En relación a lo que tenía Campos, un 8%, ella pasó al 21%. A ese electorado
difuso, los analistas lo están presentando como el que mejor expresa las
Jornadas de Junio (de 2013), como el clamor de las calles. Parece ser verdad
solo parcialmente, porque si bien Marina atrae a ese electorado difuso, ella
también es una dirigente política integrada al sistema, con contradicciones
eso sí, principalmente en cuanto al modelo económico y de desarrollo.  

-Correio da Cidadania: ¿Ese potencial de Marina, será impulsado de manera
relevante por el elemento emocional causado por la muerte de Campos?

José Correia Leite: Marina tuvo el 20% de los votos en la última elección.
La conmoción por la muerte de Eduardo Campos tiene dos elementos. De un
lado, permitió que Marina fuese candidata; de otro lado, le dio a ella un
partido político en condición de potenciar la candidatura. Pero eso no
explica el índice electoral de Marina. 

Lo que explica su chance electoral es que ella tiene, en la población, una
imagen de liderazgo fuerte, carismático. Con conflictos y contradicciones
con el sistema político. Diría más: si ella hubiese sido candidata desde el
inicio - suponiendo que hubiera contado con el apoyo del PSB- podría tener
los índices de votación que tiene ahora. Si ella no hubiera contado con ese
apoyo, los índices electorales irían del 12%al 15%, y tal vez al 20%. Pero
no se trata simplemente de un efecto emocional. 

-Correio da Cidadania: ¿Existe alguna forma de proyecto político y de
gobierno de Marina, que no solamente se remita a su área de mayor actuación,
la ambiental, sino también a las vertientes económica, social y política?
¿Cuál es su proyecto?

José Correia Leite: Marina es una candidata del sistema, tal como está
establecido hoy. Ella fue senadora por dos períodos, o sea, 16 años. De los
cuales cinco años, fue ministra de Medio Ambiente del gobierno Lula. Ella
siempre enfatizó, incluso en el proceso de formación de Rede: “mi política
económica es la conjunción de las políticas económicas de Fernando Henrique
y de Lula”.

El proyecto de ella no cuestiona al neoliberalismo. Es un proyecto que pone
énfasis en el tema ambiental y allí marca una diferencia. Ella prioriza las
cuestiones de sustentabilidad, pero de otro lado, lo hace con el respaldo de
una fracción del empresariado -hasta progresista en relación a la fracción
empresarial hegemónica-, pero que no deja de representar al gran capital.
Son sectores del gran capital que buscan modernizar el capitalismo
brasilero, como se ve en el CEBDS (Consejo Empresarial Brasilero para el
Desarrollo Sustentable), donde están la Vale, la Fibria, que es la
papelera...Todo el mundo que tiene que exportar hacia afuera está preocupado
con la posibilidad del boicot, por cuenta de las cláusulas ambientales
ligadas al bloqueo de las exportaciones brasileras.  

Esa no es la base de sustentación electoral, es la base de sustentación
política de la campaña de Marina, ya desde 2010. Ahora a situación se volvió
mucho más complicada, porque a base de apoyo de Eduardo Campos envolvía a
sectores del agronegocio. Su estrado, por más que quiera, estará junto a
Alckmin en San Pablo, con Beto Richa en Paraná...Una candidata del sistema.
Pienso que su candidatura es más viable que la de Eduardo Campos, con más
chance electoral, como las encuestas ya lo demuestran. Puede ser que varíe
en función de los ataques en la campaña. Pero ella es más viable como
alternativa a Dilma, desde el punto vista electoral, de que Aécio Neves
(PSDB). La cuestión ambiental entra como un factor no despreciable, pero no
me parece el elemento central. 

-Correio da Cidadania: ¿En cierto aspecto, hay alguna posibilidad de colocar
el conjunto de ideas representadas por Marina como una tercera vía, o una
alternativa a las fuerzas políticas dominantes en el cuadro actual? 

José Correia Leite: Es una tercera vía dentro del sistema. Pero ella también
es hegemónica, si consideramos que Eduardo Campos era gobernador de
Pernambuco, que ella va a tener el apoyo de una fracción importante del
agronegocio, del capital financiero, de la gran industria…

-Correio da Cidadania: Cómo ya se ha dicho aquí, Marina carga ambiguedades:
dialoga con sectores progresistas y propone algunos temas ambientales, al
mismo tiempo que transa con la vieja política y resbala en el mesianismo y
fundamentalismo religioso. ¿Eso no puede perjudicar su campaña?  

José Correia Leite: La base de apoyo de ella es el gran capital, con los
esquemas más clásicos de la política brasilera, pero ahora con una fusión
bastante peligrosa: la fusión de una fracción de la bancada ruralista con la
bancada evangélica, el pastor Everaldo es un candidato de los sectores más
radicales.

Hay una distinción entre su base de sustentación política y su base
electoral. No se cuantificar, nadie lo sabe, pero hay una conjunción de gran
parte del electorado evangélico, que es conservador, y una gran parte del
electorado ambientalista urbano, más progresista. Por tanto, es una
candidatura con un potencial muy amplio de atracción de votos. Y la base
electoral progresista no es muy consciente del carácter conservador
evangélico. Hay disonancia y escisión en la percepción de las dos cosas, muy
bien operadas por Marina en la campaña de 2010, que ya tenía un electorado
conservador y un electorado progresista. Ya el empresario, vota con dinero.
No es numéricamente relevante. Es relevante políticamente, porque financia
la candidatura. 

-Correio da Cidadania: Quiere decir que esa red electoral contradictoria no
apartaría un apoyo efusivo del gran capital…

José Correia Leite: De ninguna forma, especialmente del sector del capital
que tiene reales preocupaciones ambientales. Ahora hay un conflicto, en la
medida que ella se coloca como candidata del PSB, y tiene apoyo de sectores
importantes del agronegocio, lo que dificulta la construcción de una imagen
sustentable frente a otros sectores. Claro, ni Aécio ni Dilma van a atacarla
por causa de eso, pero es una contradicción. 

En verdad, la candidatura de ella tiene varias contradicciones para
sintonizar con el movimiento difuso de junio de 2013. De un lado, ella es
originaria del movimiento rural de Acre, no fue formada en las grandes
ciudades y en el diálogo con las masas urbanas. En este punto ella es muy
diferente a Lula, que se siente como en casa en esos ambientes. Marina no.
De otro lado, tiene la contradicción de ser evangélica, de postura religiosa
conservadora en relación a una serie de libertades, modos de vida, derechos.
Ella tiene carisma, pero, de otro lado, mucha dificultad para trasladar se
base de apoyo hacia un proyecto partidario. La dificultad para legalizar la
Rede no se dio apenas por un problema de plazos. Estaba la dificultad de
Marina, con un perfil de líder de carácter mesiánico, para lidiar con una
estructura partidaria más tradicional.   

Diría que esas contradicciones en la trayectoria personal de Marina ahora
van a ganar relevancia y a ayudar a definir el carácter de la campaña tanto
como el de un eventual gobierno suyo. Pero destaco que Marina percibe el
problema de la sustentabilidad (ambiental) separado del modelo de
desarrollo. Marina no tiene otro modelo de desarrollo. Se tragó sapos en la
separación del IBAMA y de otras instituciones, como la fundación Chico
Mendes, pero no estuvo en contra de Belo Monte. Ella estuvo en contra de
algunos aspectos de las compensaciones ambientales y sociales. Esa era la
crítica a Belo Monte.  

En la cabeza de ella, no hay proyecto alternativo de nación, ni otro modelo
de desarrollo. Y vemos que algunos países incorporan temas ecológicos y
sustentables, desarrollando proyectos nacionales con otros rumbos. Incluso
dentro de los marcos neoliberales. Alemania está abandonando la generación
de energía de combustibles fósiles, nucleares, para apostar en la energía
renovable, eólica y solar. China, a pesar de su enorme inversión en
termelétricas a carbón, es el lugar donde más crece la energía solar y
eólica. Tenemos la posibilidad, incluso dentro del sistema, de acelerar la
ruptura con un modelo de desarrollo que podríamos llamar de “fosilista”.
Nada de esto está en la reflexiones de Marina.   

Brasil tiene su economía, principalmente, en conexión con el mercado
mundial, atada en la producción y venta de soja, caña, ganado, eucalipto,
mineral de hierro, petróleo. El único sector económico-industrial que
todavía tiene pujanza en el país, por ejemplo, la industria automotriz,
también es insustentable. Se precisaría otro modelo de desarrollo para
confrontar el agronegocio, la industria extractiva (Vale, Petrobrás) y la
industria automotriz, que son los pilares de la economía. Eso para pensar en
otro modelos de ciudad, en una agricultura sustentable, en otro tipo de
generación de energía…

Marina va a tensionar un poquito, pero no va a establecer cambios
sustanciales en relación al agronegocio, a los exportadores, a la industria
petrolífera, ni a las montadoras de automóviles. Y sin mover la matriz de
transportes no para mejorar las condiciones de vida en las grandes ciudades.
La cabeza de Marina no vislumbra un modelo de desarrollo más allá del
actual. Principalmente, porque implicaría confrontaciones que ella ve como
imposibles de ganar. Por tanto, ella representa una reforma dentro del
modelo. 

-Correio da Cidadania: Para finalizar, ante todo eso acabas de describir y
con el escenario electoral que se reconfigura ¿cómo piensas que partidos
políticos y fuerzas populares más progresistas podrían o deberían actuar?

José Correia Leite: Es el mismo problema que se le coloca a Marina. Para ir
más allá de galvanizar el descontento a través de una iniciativa electoral,
es necesario tener un proyecto de país. No me parece haya una ruptura clara
con el modelo de desarrollo de parte, por ejemplo, del PSTU y del PCB. 

La candidatura de Luciana Genro, del PSOL, tiene más apertura, pero también
se mueve con dificultad  en la cuestión del desarrollo. De un lado, tiene
mucho diálogo con la lucha por derechos, pro libertades, elemento que le
permite dialogar con las cuestiones de la agenda de junio del año pasado.
Pero, para galvanizar un  proyecto de nación con horizonte de futuro en
Brasil, es necesaria una propuesta de reestructuración de la economía y de
la sociedad, de cambio en la matriz de energía, cambio en la matriz de
transportes, reorientación de las prioridades de diferentes sectores
económicos, reposicionamiento de la agricultura, cambio de énfasis en el
agronegocio por la agricultura orgánica y familiar…Todo precisaría de mucha
iniciativa de gobierno. La elección es la posibilidad de construir eso. Es
preciso tener proyectos de energía, de reforma urbana, de otra matriz
económica.  

La izquierda todavía está prisionera de un viejo desarrollismo. Incluso el
PSOL, donde hay muchos elementos positivos, tiene bastante dificultad de
transitar hacia un imaginarios que rompa con el actual desarrollismo, rumbo
a una sociedad sustentable, autogestionada y estructurada en otro modo de
vida. 

* Nota de Correspondencia de Prensa: Miembro del PSOL (Partido Socialismo e
Liberdade), y activista del Foro Social Mundial.  

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