Brasil/ el gobierno Dilma será de los grandes capitalistas [Ricardo Antunes - entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Dic 11 21:57:13 UYST 2014


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 11 de diciembre 2014

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A l’encontre – La Breche

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Brasil

Entrevista a Ricardo Antunes, sociólogo y referente intelectual de la
izquierda brasileña

El gobierno Dilma será de los grandes capitalistas

Mario Hernández

FM La Boca, 90.1, Buenos Aires, 9-12-2014

http://www.fmlaboca.com.ar/

-Mario Hernandez (MH): Hoy tenemos desde Campinas, San Pablo, Brasil a
Ricardo Antunes  con quien no pudimos hacer el balance de la segunda vuelta
de las elecciones en Brasil, pero las novedades en la constitución del
futuro gabinete nos da la oportunidad. Al respecto, aquí nos llegó el
comentario del derrotado candidato Aécio Neves diciendo que la convocatoria
al Ministerio de Economía de Joaquim Levy era como llamar a un cuadro de la
CIA a dirigir la KGB. Por otro lado, hemos tomado conocimiento del documento
que, entre otros, suscriben Leonardo Boff, Joao Pedro Stedile y Emir Sader
donde señalan una regresión en la agenda que fue victoriosa en las urnas a
favor del PT. ¿Cuál es tu visión?

-Ricardo Antunes (RA): Las dos cosas no son en mi opinión ninguna novedad.
Dilma ganó las elecciones en la segunda vuelta en una disputa muy intensa.
Los trabajadores, la población asalariada y los pobres sabían que si con
Dilma el gobierno iba a ir mal, con Aécio, con los tucanos, el partido de la
socialdemocracia brasileña, sería peor.

Aécio Neves es el puro neoliberalismo financiero abierto y Dilma es un
gobierno de acuerdo con el capital financiero, comercial, industrial y
agrario. Dilma decía que Aécio iba a hacer lo que ella está haciendo ahora.
Te doy tres ejemplos. Levy en el Ministerio de Hacienda es un hombre
importante en el segundo banco privado brasileño, el Bradesco. Dilma intentó
nombrar para esta función al principal directivo de esa entidad bancaria que
no aceptó.

La posible Ministra de Agricultura, la senadora Katia Abreu, es una
terrateniente muy conservadora. El Ministro de Industria es un hombre de la
Confederación Nacional de la Industria, por lo tanto, son tres alternativas
que a mí no me sorprenden. La sorpresa de estos intelectuales simpatizantes
o afiliados al PT para mí no existe.

Dilma ganó las elecciones diciendo que iba a hacer un gobierno un poquito
menos neoliberal, pero terminada la primera vuelta organiza un gobierno para
los capitales financieros, industriales y de los agronegocios. El gobierno
Dilma será de los grandes capitalistas que se pueden quedar tranquilos
porque va a subir el superávit primario y la tasa de ganancia. Esa es la
situación real. Dilma repitió una estrategia que el PT ya había utilizado en
otras elecciones. Cuando las va a perder contra la derecha hace una pequeña,
muy pequeñita radicalización de su discurso moderado.

-MH: Recuperamos la comunicación con Ricardo porque nuevamente nos jugó una
mala pasada la telefonía. ¿Qué programa va a aplicar Levy que ha motivado
las reacciones que te comentaba?

-RA: Levy es un hombre de absoluta confianza del capital financiero, que
retomará la posición de Antonio Palocci durante el gobierno Lula siete,
ocho, nueve años atrás, o sea, los capitales financieros exigen que el
gobierno haga los ajustes, que el superávit primario sea preservado y los
intereses de los bancos también.

Si Dilma escogiera un Ministro de Hacienda entre los economistas del PT
sería una declaración de confrontación con los bancos y el gobierno del PT,
desde 2002, jamás quiso confrontar con el sistema financiero. La diferencia
del gobierno Dilma y anteriormente de Lula, de lo que hubiera sido un
gobierno de Aécio, es que éste sería un gobierno abiertamente,
escandalosamente neoliberal, privatizador, con un superávit primario muy
grande para garantizar el pago de la deuda pública, etc.

Con Dilma será lo mismo pero con una parte pequeña de los recursos
financieros para garantizar la Bolsa Familia y algunas actividades del
Estado que son importantes para incentivar el desarrollo económico
industrial, por ejemplo.

Fundamentalmente hay una disputa de las clases dominantes en Brasil por dos
proyectos: uno abiertamente neoliberal, privatista y del capital financiero
en sentido puro y otro abiertamente pro capital financiero pero combinando
neoliberalismo con neo-desarrollismo, que en verdad nada tiene que ver con
el desarrollismo del pasado sino que es una especie de Frankestein de un
neo-desarrollismo de base neoliberal, una especie un poco grotesca de
“neoliberalismo con apariencia de neo-desarrollismo”.

-MH: Algunos datos hablan que en el presupuesto del 2014 el sector
financiero se ha apropiado del 42% en concepto de intereses y amortizaciones
de la deuda pública, con el 4% en salud, el 3.5% en educación y poco más del
1% en Bolsa Familia. Teniendo en cuenta estos datos, Atilio Borón, en una
nota de ayer titulada “Dilma capitulación y después” dice que este nuevo
gabinete representa un proyecto refundacional del capitalismo brasileño.

-RA: Tengo un gran respeto por Atilio Borón que es mi amigo personal, un
hombre muy inteligente y de izquierda, pero yo vivo en Brasil y en ningún
momento desde 2002 con Lula hasta 2010 y desde ese momento con Dilma hasta
hoy, el capitalismo fue mínimamente cuestionado, por el contrario, la Bolsa
Familia de Lula es citada por el Banco Mundial como ejemplo de política
asistencialista. Nosotros sabemos lo que significa caminar en la vereda
opuesta del Banco Mundial. Lo que hizo Lula de diferente y Dilma heredó, es
una alquimia política muy importante y difícil.

La parte fuerte, grande, significativa del presupuesto, de los recursos del
Estado, es para los bancos, para el gran capital, para incentivar a las
grandes empresas transnacionales y nacionales. Basta decir que Lula tiene un
papel muy importante en la transnacionalización de la burguesía brasileña
que hoy está en las cárceles como los empresarios de la construcción y las
empreiteras porque la corrupción es completa. Fue la que sustentó el
gobierno Lula y hasta hoy paga sus viajes cuando él va al exterior, para que
tengas una idea de lo que estamos hablando.

Por lo tanto, durante Lula y también con Dilma, el capitalismo brasileño no
fue en ningún momento provocado o confrontado, pero vos sabés que los
capitalistas quieren más y más. No quieren todo, quieren más que todo. Ahora
es la hora de la crisis, está cerrada la bonanza, la fase de expansión, de
ganancias altas, es un momento de crisis y quién va a pagar la cuenta, qué
sector del capital va a dejar de ganar o hacerlo menos. Entonces, empezó la
guerra de una parte de la burguesía, de la gran burguesía brasileña que
decidió votar e indicar la candidatura de Aécio Neves porque es una
marioneta del capital, un muñeco neoliberal puro.

Dilma en ningún momento cambió, y por eso no concuerdo con el manifiesto de
los intelectuales brasileños que dicen que Dilma cambió. Dilma no cambió
nada. Durante las elecciones vale hablar de todo y después no se hace nada
de lo que se defendió. 

Durante las elecciones las encuestas indican lo que un candidato debe decir.
Recordemos que en 2006 en gobierno Lula estaba en la crisis del mensalao,
hubo elecciones y los encuestadores del PT percibieron que las
privatizaciones estaban causando descontento en la población, entonces Lula
empezó a decir que era contrario a las privatizaciones, pero su gobierno
siempre fue privatista, no volvió ninguna privatización atrás hecha por
Fernando Henrique Cardoso, por lo tanto, no concuerdo con esta sorpresa. Son
dos variantes de lo mismo. Hay una expresión latinoamericana, incluso en su
cancionero, que voy a usar libremente. Dilma y Aécio “no son lo mismo, pero
son iguales”, practican en esencia la misma política, la diferencia es la
intensidad más o menos privatista, más o menos tasa de ganancia, más o menos
incentivos a los agronegocios, más o menos recursos para la Bolsa Familia.
La parte del presupuesto para educación y salud públicas es pequeña y para
el pago de la deuda pública, es decir, los recursos para pagar a los bancos
es más del 40% del presupuesto brasileño. Tristemente, esta es la realidad.

- MH: Volviendo a las elecciones se observa que a la izquierda del PT hay
una suerte de marginalidad, es decir, las expresiones de la izquierda se han
mostrado de esa manera.

-RA: Tenés razón, pero Luciana Genro que fue candidata del PSOL, un partido
de izquierda también  pequeño, tuvo más de 1.500.000 votos. Es poco, pero no
es irrelevante.

La sociedad brasileña es muy conservadora y después de las rebeliones de
junio del 2013 ¿qué pasó? La derecha politizó las rebeliones y salió a las
calles a decir queremos derrotar a la “izquierda bolchevique” en el PT. ¿Te
podés imaginar que Lula y Dilma sean” bolcheviques”? Es un delirio. La
extrema derecha piensa que Brasil es Cuba en 1959 o Rusia en 1917. Es una
derecha con elementos fascistas.

Por otra parte, yo soy un intelectual de izquierda en Brasil hace más de 40
años, pero es muy conocida la incapacidad de la izquierda para hacer cosas
unitarias. La izquierda tiene una magistral incapacidad para articular una
unidad, no es muy diferente de la izquierda argentina que yo conozco, muy
dividida también. Hace muchos años que acompaño la situación de la vida
política y social argentinas.

El tercer punto importante es que no siempre las izquierdas comprendieron
bien las lecciones, las voces de las calles, de las rebeliones de junio del
2013 que decían más o menos así: no queremos elecciones parlamentarias que
no cambian nada, queremos cambios reales a través de la lucha social y
popular en las calles, en las plazas, queremos cambios no institucionales,
extra institucionales  y la izquierda no ha sido capaz, en ninguno de sus
sectores, de comprender en profundidad esta lección de las calles. Incluso
muchos de la izquierda de la izquierda quieren tener parlamentarios en el
Congreso, y para la población que se moviliza en las plazas y las calles, un
parlamentario más o menos no cambia nada.

En la situación brasileña actual la derecha se fortaleció desde el 2013 para
acá. Hace 12 años que el PT ayuda a destruir a la izquierda brasileña,
porque era el partido de la izquierda, pero poco a poco fue fracturándose en
un Partido del Orden, como decía Marx.

La izquierda es un mosaico de pequeños partidos, algunos importantes como el
PSOL con el cual tengo relación, como el PSTU, el PCB que no es más el
partido reformista del pasado, pero son partidos políticos pequeños y los
movimientos sociales del Pase Libre, de los Trabajadores Sin Techo, de la
periferia, en el escenario electoral ¿qué hicieron?

En el primer turno algunos votaron al PSOL, al PSTU o al PCB. Repito que más
de 1.500.000 votos para Luciana Genro no son irrelevantes, es el inicio de
una lucha por una izquierda de la izquierda. Las primeras tentativas de
elecciones del PT fueron también con poca votación. Este proceso implicará
combinar la lucha política partidaria con las luchas sociales en las calles,
lo que supone una revisión profunda en la práctica de los partidos políticos
de izquierda. Hablo de la izquierda de la izquierda, no del PT que no es más
de izquierda, envuelto hasta el alma en una corrupción profunda que incluye
a casi todas las empresas estatales brasileñas. La corrupción no alcanza
solo a Petrobras. Imaginate que el PT tiene como aliado al PMDB que es un
partido corrupto hace 40 años.

-MH: Desde la época de la dictadura.

RA: En ese momento era una oposición moderada, relativamente seria, pero
poco a poco se tornó en un partido pantanoso. También tiene relación con el
Partido Progresista, el partido de Paulo Maluf, un hombre de la extrema
derecha durante la dictadura y hoy aliado del PT.

Cuando la corrupción no es solo del PT, sino también de sus aliados que en
el período electoral reclaman Petrobras, Electrobras, Itaipú, ministerios,
secretarías, es un loteo y una corrupción generalizadas, donde el PT se
convirtió en un típico partido del orden, con la diferencia que en el PSDB
de Cardoso y Aécio no debe existir el asistencialismo para los más pobres
sino exclusivamente garantizar la ganancia del gran capital.

La diferencia es que el PT coincide en esto, pero un poquito del presupuesto
debe volver a los pobres para compensar lo que se llevan los capitalistas.
Esa es la tragedia brasileña. La izquierda de la izquierda vive una
situación difícil porque el escenario mundial cambió si miramos cuatro años
hacia atrás con los indignados en España, la rebelión en Medio Oriente, en
Inglaterra, Grecia, etc. Ahora es el momento de una ola más conservadora que
fue muy fuerte en Brasil.

¿Por qué Dilma casi perdió las elecciones? Porque el descontento de todas
las clases en relación al gobierno era muy grande, entonces muchos decían a
Dilma no la voy a votar jamás y después cambiaron porque percibieron que
podía ser todavía peor.

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