Brasil/ segunda vuelta: la izquierda socialista y la necesidad de un posicionamiento activo [Roberto Leher]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mie Oct 22 15:15:25 UYST 2014


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 22 de octubre 2014

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A l’encontre – La Breche

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Brasil

La izquierda socialista y el segundo tuno:

Reiterando la necesidad de un posicionamiento activo  

Roberto Leher *    

Correio da Cidadania

http://www.correiocidadania.com.br/

Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa

El presente texto incorpora las reflexiones realizadas por Marcelo Badaró
Mattos en “La necesidad de una política: las elecciones brasileras de 2014 y
los dilemas de la izquierda socialista en eel segundo turno”.
(http://www.correiocidadania.com.br/index.php?option=com_content
<http://www.correiocidadania.com.br/index.php?option=com_content&view=articl
e&id=10143:submanchete141014&catid=25:politica&Itemid=47>
&view=article&id=10143:submanchete141014&catid=25:politica&Itemid=47), y
sustenta la insuficiencia de declarar en voto para Dilma en nombre de  lo
“menos peor”, y del voto nulo, pero sin apuntar una agenda para el futuro de
la izquierda socialista.

¿En qué difiere el debate actual de los anteriores? Desde las elecciones de
2002, la polarización final del proceso electoral para presidente de la
República se dio entre el PT y el PSDB. En las elecciones de 2002, el voto
crítico por Lula fue relativamente consensual. La experiencia del gobierno
Lula, en tanto, frustró ese voto por los motivos largamente expuestos: el
mantenimiento de los fundamentos de la política económica (intereses
elevados, cambio fluctuante, superávit primario, metas de inflación…), y la
profundización de la privatización de la educación (por medio del traspaso
de recursos públicos -FIES, ProUni- hacia los grupos económicos liderados
por los fondos de inversión), la contrarreforma de la previsión social,
abriendo camino para el régimen de capitalización en beneficio del sector
financiero  (FUNPRESP), y la tentativa de quebrar el carácter público de las
universidades con la imposición de la  EBSERH y la adopción del modelo
gerencial bresseriano del Reuni y, finalmente, la regresión de la reforma
agraria, el aumento del uso del aparato represivo contra los movimientos
sociales, la opción por el neoextractivismo y por el recrudecimiento de las
expropiaciones, las reformas laborales en etapas, y la intervención militar
en Haití; en suma, no creo necesario seguir ejemplificando que el gobierno
Lula y, todavía más, el gobierno Dilma, siguieron un rumbo congruente y
consistente con los intereses del gran capital. 

Esta evaluación es compartida por los propios dueños del mundo. Fueron las
opciones de política económica la política de alivio a la pobreza para
mantener la gobernabilidad, que llevaron al país a obtener el “grado
inversor” de la banca internacional. No menos simbólica fue la elección de
Lula da Silva como personaje ejemplar por la cúpula planetaria del capital
en Davos (Foro Económico Mundial), concediéndole el reconocimiento de
“Estadista Global” en 2010. Ante la incertezas de una crisis tectónica, el
capital celebraba el desempeño “pro-sistémico” de Lula da Silva. En la misma
onda, el diario francés Le Monde, lo eligió como “Hombre del Año” en 2009;
el diario español El País lo homenajeó con el título de “Personaje
Ibero-Americano de 2009”; el vetusto Financial Times lo designó como una de
las 50 personalidades que moldearon la década. No sería un exageración
afirmar que esa evaluaciones, en el curso de 2005, impidieron el impeachment
(proceso de juicio político) de Lula da Silva cuando la crisis del llamado
“mensalão”.

¿Qué cambió desde entonces? Obviamente, ni Lula da Silva, ni Dilma Rousseff,
abandonaron sus compromisos con el gran capital, ni sus gobiernos giraron a
la izquierda. El modelo económico y social pro-capitalista no fue alterado
en sus fundamentos. No obstante, el reciente pronunciamiento de The
Economist (1) indica claramente que importantes centros del pensamiento de
la alta burguesía, anhelan el fin del gobierno Dilma, en pro de Aécio Neves.
Confirmando su compromiso con la banca internacional, el candidato ya indicó
al brazo derecho de George Soros en Brasil, Armínio Fraga, como su ministro
de economía. Lo que no es un dato irrelevante de la coyuntura. 

La contienda nada tiene que ver con derecha e izquierda, sino con disputas
en el bloque de poder considerando las expectativas de las fracciones
burguesas dominantes frente a la crisis. Lula da Silva contaba con el apoyo
del gran capital por conseguir armonizar los grandes intereses burgueses,
posiblemente no con la celeridad y profundidad deseada, pero entregando algo
sumamente preciso para el capital: la estabilidad política. Atenuando e
incluso domesticando a los sindicatos aliados que restringieron sus acciones
a pautas estrictamente salariales, a despecho de las proclamas aquí y allá
en pro de la reducción de los intereses y de la reducción de la jornada
laboral, demandas que simplemente fueron ignoradas por los gobiernos de Lula
da Silva y Dilma. Conforme el presidente de la CNTE, la actual presidenta, a
lo largo de 4 años, no dialogó directamente con los representantes de la
Confederación (2). Aunque el Movimiento de los Sin Tierra haya seguido en
lucha por la reforma agraria, Lula la trabó “en nombre de los héroes del
siglo XXI, los agro-negociantes del agro-combustible” conforme lo declaró, y
Dilma retrocedió los nuevos asentamientos (asignación de tierras a los
campesinos) al tiempo del general (Eugenio) Figueiredo. 

Pero la economía brasilera fue profundamente afectada con la profundización
de la crisis económica mundial. Las locomotoras de las exportaciones
brasileras (sectores agro y mineral) fueron golpeadas por señales de crisis,
también en China, provocando la caída acentuada de precios de los
commodities después de la bonanza. En cuanto a los estratos inferiores de la
economía, las señales de que los negocios están bajo riesgo son evidentes:
caída de los precios de los precios de los commodities, afectando a
agricultores ligados al agro-negocio, quiebras de comercios y sectores de
servicios, ampliación de la capacidad ociosa y pérdida de competitividad de
la industria. Estas señales alimentan el deseo de un gobierno “pura sangre”
por parte de diferentes estratos.  

En la evaluación del gran capital es hora de imponer un nuevo apriete de
cinturón a los trabajadores, reducir los impuestos a los de arriba, cortar
los gastos públicos en nombre del ajuste fiscal pues, sin eso, dicen sus
portavoces -más la sangría del pago de los intereses, las privatizaciones
con recursos públicos, la financiarización de la educación, salud, previsión
social-, la exportación de commodities, podría entrar en zona de crisis
peligrosa con desdoblamientos imprevisibles. 

Para empeorar, según la evaluación del Estado Mayor del Capital, las
jornadas de junio de 2013 patentaron que finalmente el gobierno no estaba
cumpliendo con su diferencial: el mantenimiento de la estabilidad y del
orden capitalista. El crecimiento del número de huelgas es percibido como
una amenaza al feroz ajuste de la economía, que tanto Dilma como Aécio
tienen en agenda, y que será encaminado por modus operandi distintos, como
la pre-nominación de Armínio Fraga permite anticipar

Los resultados de las elecciones para el parlamento expresan ese cambio, en
favor de los sectores más reaccionarios de la sociedad, sustentando una
pauta moralista de cuño medieval, explícitamente de derecha, compuesta por
serviciales del capitalismo monopolista. Así, la preocupación con la futura
gobernabilidad de un gobierno Aécio fue mitigada por la evaluación de que
una nueva mayoría de derecha podría dar sustento a su gobierno. 

Eso no quiere decir que el gran capital abandonó al gobierno gerenciado por
el PT. Las donaciones de los bancos y las constructoras son mayores para
Dilma, pero el Estado Mayor del Capital ciertamente percibe que existe una
deslocalización entre sus propias expectativas (de que otro mandato del PT
podría ser una alternativa racional, aunque poco ambiciosa, pero muy
prudente bajo el punto de vista del control social de los subalternos) y su
base social, crecientemente insatisfecha con el gobierno Dilma Rousseff. La
señalización de que tal contradicción debe ser resuelta, optando con
determinación por Aécio, fue claramente expuesta en el artículo de la
revista The Economist.

La izquierda socialista está delante de un cuadro complejo. Su crítica al
gobierno Dilma no puede ser confundida con la de las fracciones burguesas e
imperializadas. Eso exigirá de la izquierda la capacidad de un diálogo
pedagógico con los trabajadores y sus organizaciones. 

Muchos militantes votarán por Dilma, percibiendo los movimientos de la
derecha y del gran capital. El diálogo solamente será posible sin
esquematismo y consignas congeladas. No basta con recluirse en el
posicionamiento de que “tanto hace Dilma o Aécio”, en favor del voto nulo,
pues, de ese modo, nada se estaría haciendo para interpelar al proletariado
en relación a la inmensa inflexión a la derecha que ocurre en Brasil. 

En ese sentido, la agenda propuesta por Marcelo Badaró es muy importante.
Aunque no sea previsible un encuentro unificado de la izquierda socialista
presentando una lista de exigencias para el voto crítico a Dilma, la tarea
programática sigue siendo prioritaria para que la izquierda socialista pueda
cumplir un papel protagónico y educativo. Retomo la síntesis de Valério
Arcary (3), incorporada en el texto de Badaró: “Si hubiese una minúscula
posibilidad de que en un cuarto mandato del PT, Dilma estuviese dispuesta a
hacer una reforma fiscal con impuestos rigurosos sobre las grandes fortunas,
manifestase la intención de romper con los chantajes del rentismo y, apoyada
en la movilización de los trabajadores, realizara un auditoria y suspensión
de la deuda pública. Si estuviese comprometida en garantir un aumento de
verdad en el salario mínimo, o una política de combate a la privatización de
la educación, de la salud, del transporte urbano y de la seguridad. Si
hubiese una mínima posibilidad de que Dilma tomase la iniciativa por la
legalización del aborto, por la criminalización de la homofobia, de la
legalización del consumo de psicotrópicos. Si Dilma anunciase el retiro de
las tropas de Haití”. (ver artículo de Arcary en Correspondencia de Prensa,
11-10-2014)

Evidentemente, Arcary colocó puntos a título de ejemplos, inclusive para
fundamentar su posicionamiento por el voto nulo es, por eso, que otras
reivindicaciones deberían ser agregadas, como por ejemplo, el cumplimiento
del 2° Plan Nacional de Reforma Agraria, originalmente elaborado por Plínio
de Arruda Sampaio  (1930-2014) en ocasión de las elecciones en 2002 y nunca
implementado. El Encuentro Nacional de Educación, realizado en agosto de
2014, esbozó otra agenda para la educación distinta a la del capital, que se
impone hoy en el país. El previsible rechazo y desconsideración de esa
agenda, podría convertirse para los militantes que a favor del voto nulo, en
un acto pedagógico, abriendo un campo de diálogo/formación política con los
trabajadores y mismo para una discusión del voto crítico, desprovisto de
ilusiones pueriles en torno a que un cuarto mandato del gobierno alteraría
la actual orientación pro-capitalista. 

La discusión permitiría unificar y viabilizar la unidad de acción capaz de
materializar el frente de izquierda. El voto crítico por Dilma, sustentado
por sectores del PSOL, y el voto nulo (PCB, PSTU, y sectores del PSOL),
tendría un referente programático que podría contribuir para que los
trabajadores estuviesen mejor armados teórica y organizativamente para
enfrentar los ásperos desdoblamientos del proceso electoral. 

* Roberto Leher, investigador y profesor titular de Políticas Públicas en
Educación de la Facultad de Educación de la UFRJ (Universidad Federal de Río
de Janeiro) y del Programa Pos-Graduación. 

Notas

1) The Economist, 18 Out. 14, Brazil’s presidential election. Why Brazil
needs change
http://www.economist.com/news/leaders/21625780-voters-should-ditch-dilma-rou
sseff-and-elect-cio-neves-why-brazil-needs-change?zid=305
<http://www.economist.com/news/leaders/21625780-voters-should-ditch-dilma-ro
usseff-and-elect-cio-neves-why-brazil-needs-change?zid=305&ah=417bd5664dc76d
a5d98af4f7a640fd8a> &ah=417bd5664dc76da5d98af4f7a640fd8a

(2) Vanilda Oliveira, A Dilma precisa receber e ouvir os trabalhadores em
Educação, CUT Nacional, 20/03/14, disponível em:

http://www.cut.org.br/noticias/a-dilma-precisa-receber-e-ouvir-os-trabalhado
res-em-educacao-1004/

(3) Valério Arcary.  Não declares que as estrelas estão mortas só porque o
céu está nublado, Correio da Cidadania, disponível em:
http://www.correiocidadania.com.br/index.php?option=com_content
<http://www.correiocidadania.com.br/index.php?option=com_content&view=articl
e&id=10134:submanchete101014&catid=72:imagens-rolantes>
&view=article&id=10134:submanchete101014&catid=72:imagens-rolantes

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