Alemania/ se confirma el aumento de las huelgas [Manuel Kellner]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Jul 12 12:23:42 UYT 2015


  _____

Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 12 de julio 2015

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

A l’encontre – La Breche

 <http://www.alencontre.org/> www.alencontre.org

  _____

Alemania

Huelgas: balance y perspectivas [1]

Los "griegos" de aquí, las y los desposeídos y desheredados empiezan a
moverse

Manuel Kellner *

Traducción de Viento Sur

http://vientosur.info/

La tendencia se confirma: en lo que llevamos de 2015, Alemania ha conocido
más jornadas de huelga que las que hubo en 2014 (un año en el que, es
verdad, escasearon bastante las huelgas) e incluso en 2013. En Correos, 32
000 personas han participado en la huelga de 4 semanas y en la educación
[maternal] han sido 23 000 las que se han movilizado, también durante cuatro
semanas, sin tener en cuenta las huelgas previas de advertencia [las huelgas
de advertencia son obligadas en Alemania antes de lanzar las huelgas
definitivas. Ndt]. En el ferrocarril, la iniciativa de la GDL, el sindicato
representativo de los conductores de tren así como de una buena parte del
personal que "de ruta" ha obtenido un éxito innegable. En la prensa es
Grecia quien ocupa portada de los periódicos, pero en Alemania los
conflictos sociales aumentan. Los "griegos" de aquí, las y los desposeídos y
desheredados empiezan a moverse.

Una parte del movimiento sindical se esfuerza para encontrar el camino que
le lleve a la ofensiva, y los continuos ataques del a patronal, secundados
por los políticos a su servicio, sitúan a los sindicatos ante la opción de
capitular sin más o de resistir. Incluso, de volver a la senda de una
cultura de confrontación basada en la acción solidaria. No es por casualidad
que las y lo asalariados de las empresas en vías de privatización sean la
punta de lanza de lo que podría constituir la renovación del sindicalismo de
lucha.

La victoria del GDL [sindicato crítico del ferrocarril]

El proceso de privatización del ferrocarril ha conllevado numerosas pérdidas
para la gente asalariada a lo largo de varios años; sobre todo en lo que
respecta a las condiciones de trabajo. Debido a la escasez de personal, las
horas extraordinarias han explotado desde hace varios años. El conflicto en
este sector estalló en el verano de 2014 y ha continuado hasta julio de
2015. A lo largo de todo este tiempo, el gobierno federal ha hecho todo lo
posible para que se adoptada una ley (la Tarifeinheitsgesetz) cuyo objetivo
es dificultar la actividad de los sindicatos minoritarios (que existen al
margen de la Confederación General Alemana, la DGB), negándoles el derecho a
firmar acuerdos colectivos y a actuar en consecuencia. En realidad se trata
de un ataque en toda línea al derecho de huelga.

Esa ley, aprobada por el Bundestag (parlamento) y más tarde por el Bundsrat
(senado), ya entró en vigor tras ser firmada por el presidente de la
República, Joachim Gauck. La dirección del ferrocarril (Deutsche Bahn AG)
quiso apoyarse en ella para dejar fuera de juego al GDL que reivindicaba su
derecho a poder firmar acuerdos que no sólo que afecten a los conductores de
tren sino también a otros sectores de la Deutsche Bahn AG. A pesar de que la
Ley entró en vigor el mismo día que concluyó el conflicto, el GDL logró
imponerse.. En efecto, el acuerdo con la dirección de la Deutsche Bahn fija
que dicha ley ¡"no se aplicará"!

El resultado de la mediación [en torno al conflicto planteado por la GDL]
que se dio a conocer el 1 de julio fue aceptado por el GDL. En el mismo, si
bien los incrementos salariales (3,5 % a partir del 1 de julio más un 1,6 %
a partir de enero de 2016) parecen modesto en relación a la reclamación
inicial del 5,5 %/1 (al respecto, la GDL estaba obligada a aceptar el
acuerdo firmado previamente en la Deutsche Bahn AG (DB AG, la compañía de
ferrocarril) y el EVG -federación de transporte de la Confederación General
Alemana, DGB), pero las reivindicaciones más importantes se referían a las
condiciones de trabajo y a la reducción horaria. El GDL reivindicaba la
contratación de nuevo personal y una reducción de dos horas semanales para
contrarrestar la continua intensificación del trabajo, que ha adquirido
dimensiones dramáticas desde que se inició el proceso de privatización

Gran parte de los beneficios de la DB AG se realizan a costa de destruir
empleo. Ya en 2011, el GDL exigió la contratación de nuevo personal y
realizó huelgas para imponerlo, pero apenas obtuvo resultados: el pago de
una prima y la promesa de que, en el futuro, la DB AG permitiría a la GDL
firmar contratos para todos sus miembros; una promesa de la que la dirección
de la DB AG se desdijo de forma desleal poco después.

En 2015 la GDL ha intensificado la presión. Ha sido la huelga indefinida
emprendida en mayo la que ha hecho recular a la dirección de la DN AG,
aceptando definitivamente el derecho de GDL a firmar contratos para todos
sus miembros así como una reducción del tiempo de trabajo de una hora a
partir del 1 de enero, la limitación de las horas extras a un máximo de 80 y
la contratación de 300 conductores de tren y de otras 100 personas para el
personal "de ruta". A ello se añade la equiparación de los conductores de
los switcher [locomotoras de maniobra] con el resto de conductores.

Un resultado más que respetable, porque el GDL tenía enfrente al gobierno
federal (es decir, al conjunto del establishment político), a las
organizaciones patronales, a la dirección del sindicato DGB y a los medios
de comunicación con su propaganda odiosa y las difamaciones contra el
presidente del GDL, Claus Weselsky.

Malos resultados en Correos

En abril de 2015, la dirección del Servicio Postal (DPDHL AG) creo 49
sociedades regionales, los DHL Delivery. Lo más curioso es que en estas
sociedades no se permitía aplicar los acuerdos concluidos por la DP AG con
el sindicato de servicios Ver.di, sino que a la plantilla se le aplicaban
acuerdos vigentes en el sector de paquetería y logística [privada], mucho
peores. Los distribuidores de paquetes que trabajan en estas sociedad ganan
un 20 % menos que quienes trabajan para DHL.

Pero ¿cómo reclutar personal para trabajar en condiciones tan poco
atractivas? Es sencillo: con el medo y el chantaje. A quienes distribuyen
paquetes para DHL con contratos eventuales se les ha "propuesto" nuevos
contratos indefinidos (es decir, acabar con su eventualidad) en las
sociedades regionales de DHL Delivery. La "alternativa" era el paro y el
estatuto de "Harz IV" [que regula las condiciones en el desempleo]; es
decir, la miseria.

También se trataba de una provocación al sindicato Ver.di, que está bien
organizado en Correos. La respuesta del sindicato fue reivindicar una
reducción del tiempo de trabajo de 38,5 a 36 horas semanales. ¡Evidentemente
no se trataba de una respuesta adecuada a la provocación que suponía la
creación de sociedades regionales DHL Delivery! De ahí que las convocatorias
de huelgas de advertencia que se realizaron en mayo no tuvieran mucho
seguimiento. Además, no se intentó implicar al personal afectado de forma
sería.

Sin embargo, a finales de mayo y principios de junio hubo una serie de
huelgas de advertencia en torno al aumento salarial del 5,5 % que tuvieron
un mayor seguimiento. La dirección sindical sectorial de Ver.di declaró que
estaba dispuesta a dejar caer todas las reivindicaciones salarias y sobre
reducción de tiempo de trabajo ¡si la DPDHL AG pagaba salarios normales a
las casi 20 000 personas contratadas por las sociedades DHL Delivery! La
negativa de la dirección a esta propuesta condujo a los responsables de
Ver.di a desencadenas una huelga ilimitada a partir del 10 de junio.

Hay que señalar que la afiliación de Ver.di en el sector no fue consultada,
ni para definir las reivindicaciones ni en relación a las medidas de presión
a adoptar. Sólo un puñado de responsables sindicales, en su mayoría
liberados del sindicato o representantes del personal, lo decidió todo. La
propia acción estaba lejos de constituir una huelga activa que agrupara a
todas y todos los huelguistas, ofreciéndoles la posibilidad de agruparse
entre ellos.

sus malos contratos mientras que los 6 750 asalariados y asalariadas que
continúan en DP DHL conservan los contratos en vigor en Correos, que son
mejores. No habrá despidos hasta 2019. En materia salarial, habrá una prima
de 400 euros en octubre así como un aumento del 2 % en 2016 y del 1,7 % en
2017. En lo que respeta a la jornada laboral, no hay cambios.

El balance positivo realizado por los responsables sindicales resulta poco
creíble. El balance de la dirección de la DPDHL AG es mucho más positivo:
tras el conflicto, podrá continuar con su objetivo declarado de incrementar
los beneficios de 3 a 5 mil millones de euros de aquí al años 2020, poniendo
en competencia a las sociedad que producen sus beneficios, con salarios de
miseria y precarizando las condiciones laborales.

Educación: ¡el conflicto aún no ha terminado!

El resultado de la huelga a principios de julio se corresponde bien con las
debilidades de esta forma de impulsar la lucha: las sociedades DHL Delibery
se mantienen (aunque habrá otros intentos de "subcontratación" hasta 2018) y
la gente continua con

Desde principios de abril, el personal de la educación maternal así como las
y los asistentes sociales organizados en Ver-di se pusieron en movimiento
exigiendo esencialmente un reconocimiento mayor y, en consecuencia, un
incremento de la remuneración de su trabajo así como la mejora de sus
condiciones laborales. Hay que partir del hecho de que el personal de
educación maternal está mal pagado porque se considera que su trabajo es
"femenino" en el sentido patriarcal del término. Además, desde hace años se
le exige un trabajo cada vez más cualificado e intenso (integración,
inclusión, preparación en la escuela infantil, etc.) con un personal muy
escaso.

Durante las cuatro semanas de huelga indefinida (tras una serie de huelgas
de advertencia masivas) que se desarrollaron desde mediados de mayo a
mediados de junio, las campañas mediáticas impulsadas para movilizar a los
padres y madres contra el personal en huelga no funcionaron. Por el
contrario, hubo numerosas iniciativas no solo para auto-organizar las
guarderías sino también para impulsar la solidaridad con las y los
educadores. En el debate público, se reconoció la legitimidad de las
reivindicaciones, lo que constituye un avance innegable si tenemos en cuenta
que hace seis años que las y los trabajadores de este sector estaban casi a
contra-corriente. Ahora mismo, la reivindicación de equiparar sus salarios a
la de los sectores asalariados que tienen una cualificación similar en el
sector público (lo que supone un incremento salarial medio del 10 %) está
ampliamente reconocida como legítima.

La patronal del sector, la asociación de empleadores comunales, no estaban
dispuestos ni siquiera a discutir esta reivindicación con Ver.di (ni tampoco
con el GEW, sindicato de profesores de escuela de la DGB y de DBB, el
sindicato de la función pública estatal) y solo quería negociar eventuales
cambios para determinadas categorías; sobre todo las de la dirección de las
guarderías.

A principio de junio, la asociación patronal de los municipio solicitó de
forma unilateral la mediación -a lo que formalmente tiene derecho-, forzando
a las y los huelguistas a detener la huelga (tal como lo exige Ley). Tras
dos semanas de mediación, los mediadores han concluido lo siguiente: un
incremento salarial de sólo un 3,4 % de media que privilegia
fundamentalmente al personal de dirección, ya que las y los educadores y el
resto de personal asalariado no obtienen un aumento mas que entre el 1 y el
3 %.

Aparentemente, los responsables de Ver.di estaba dispuestos a aceptar ese
resultado. Pero en el sector la gente afectada tomó cartas en el asunto y
discutió en las reuniones de delegados y delegadas no solo las
reivindicaciones sino también las modalidades de acción sindical. En estas
reuniones, que tuvieron lugar a finales de junio, casi todo el mundo se
posicionó en contra de las conclusiones presentadas por los mediadores. No
solo en relación a los insuficientes incrementos salariales sino, también,
por el excesivo tiempo de extinción del acuerdo: 5 años.

Ahora se realizará una consulta entre el personal afectado que durará hasta
principios de agosto y, probablemente, el 13 de agosto se reanudarán las
negociaciones con la patronal. Si estas no llevan a buen puerto, es muy
probable que en otoño se vuelva a la huelga.

Los pilotos de avión

Otro conflicto que está lejos de concluir es el que se viene desarrollando
entre la dirección de Lufthansa y el sindicatos de pilotos "Cockpit". El
telón de fondo de este conflicto es el proyecto de la dirección de Lufthansa
para la nueva compañía de bajo coste Eurowings, con el fin de competir mejor
con otras compañías aéreas de bajo coste. Una ve más, la "astucia", se basa
en pagar menos a la gente asalariada y hacerles trabajar más y durante más
tiempo. Evidentemente, estas medidas afectarán a pilotos pero también el
resto del personal de vuelo.

La dirección de Lufthansa respondió de forma arrogante a los portavoces del
Cockpit, diciendo que la creación de una nueva compañía aérea de bajo coste
era una competencia exclusiva de la empresa y que no podía formar parte de
la negociación colectiva. Pero como esta decisión afecta ampliamente las
condiciones de trabajo de todo el personal, Cockpit declaró que durante el
verano, en pleno periodo de vuelos turísticos, impulsará movilizaciones.

Democracia sindical, democracia en las luchas

El balance de estos conflictos parece mostrar que existe una correlación
entre la forma de conducir las luchas y la calidad de los resultados
obtenidos. Los malos resultados del conflicto en Correos están relacionados
con que la forma como se elaboró la plataforma reivindicativa y se
decidieron los métodos de acción. Además, la forma pasiva de impulsar la
acción, dificultó movilizar al personal.

Pero el pequeño GDL, que desde un punto de vista político es más bien
conservador (su líder Claus Weselsky fue miembro de la cristianodemócrata
CDU y proviene de una asociación profesional de un sector privilegiado de
trabajadores: los funcionarios estatales), actuó de forma totalmente
diferente. Este sindicato apenas tiene aparato y ello le obliga a consultar
a la afiliación a la hora de tomar decisiones y actuar. Claus Weselsky no es
un "jefe despótico" como lo han querido presentar los media.

La afiliación de GDL está organizada en secciones locales que se reúnen a
menudo para debatir sobre la situación, las reivindicaciones y las
estrategias de lucha. En el gran sindicato Ver.di, cada sector ha
desarrollado su propia cultura. En Correos, existe un modelo autoritario,
que excluye la participación, lo que hace de los afiliados y afiliadas un
elemento pasivo. En el sector de educadores y de trabajadores sociales, es
el personal afectado el que, en última instancia, decide las
reivindicaciones, las acciones y la aceptación o no de los resultados
propuestos. Debido a ello, la movilización es mejor y las actividades para
popularizar sus objetivos convincentes. Es la dinámica que es la que impulsa
la izquierda sindical en el sindicato Ver.di de Alemania.

* Manuel Kellner, redactor del periódico SOZ.

Nota

1) Para este artículo me he basado fundamentalmente en la información de
Helmut Born, presidente del Comité de Kaufhof en Dusseldorf y dirigente de
la izquierda sindical en Ver.di; miembro también de la ISL

  _____





---
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
http://www.avast.com


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20150712/d1c1d98c/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa