Grecia/ redes solidarias en los barrios de Atenas [Gabriel Díaz]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Jul 19 12:42:48 UYT 2015


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Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 19 de julio 2015

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A l’encontre – La Breche

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Grecia

Redes solidarias

“Esto no es caridad, es un movimiento solidario, y como tal no sólo
repartimos medicamentos sin costo. Queremos que las personas participen, se
involucren en la construcción de una sociedad más justa”, dice Eleni
Sotyropouloy en la Farmacia Solidaria ubicada en Patisia, un barrio del
centro de Atenas.

Gabriel Díaz, desde Atenas

Brecha, Montevideo, 17-7-2015

http://brecha.com.uy/

Sotyropouloy es asistente social y trabaja como voluntaria en este centro de
atención médica y suministro de remedios para personas que perdieron o nunca
tuvieron acceso al servicio de salud pública. Son en total 3,3 millones,
según datos oficiales.

La iniciativa surgió de la comunidad de Patisia, con la colaboración de
padres y maestros de la escuela más importante del barrio.

“Prestamos ayuda a unas 950 personas. Para eso contamos con una red de
médicos que atienden gratuitamente y un stock de medicamentos que son
donados por los propios vecinos”, dice Sotyropouloy. En medio de la crisis,
los atenienses e inmigrantes más golpeados, madres solteras, desempleados y
jubilados, encuentran aquí asistencia médica, pero también un espacio donde
informarse, conversar y dar una mano.

“Muchas personas no sabían cómo lidiar con su situación. Eso tenía que ver
en parte con la bonanza de los ochenta, que nos hizo perder humanidad. En
estos últimos tiempos la gente abrió las puertas de su casa, salió a la
calle y vio lo que le pasaba al vecino”, subraya. Hoy son 40 los centros de
salud solidarios en toda Grecia abocados a paliar la reestructura del
sistema sanitario público ordenada por la troika, que la Ong Solidaridad
para Todos define directamente como una “liquidación del sistema de
bienestar social”.

Hoy los millones de griegos y los cientos de miles de inmigrantes excluidos
del sistema sólo pueden acudir al hospital en caso de emergencia, pero no
consultar a especialistas o recibir tratamiento a largo plazo. Esto ocurre
cuando el estrés causado por el rápido deterioro de la economía arroja altos
niveles de suicidio y depresión. Entre 2007 y 2013 los suicidios aumentaron
43 por ciento, la mayoría entre personas que perdieron el trabajo,
profesionales independientes y jubilados, según la Ong Klimaka. “El gobierno
de Syriza intentó tomar medidas para reducir el impacto de la crisis, pero
no podrán ser aplicadas si se impone el nuevo plan. Tenemos 1,5 millones de
desempleados, por lo menos 250 mil jóvenes que emigran. Si la economía
griega era dependiente antes, ahora lo es mucho más”, dice Christos
Giovanoupolus, de Solidaridad para Todos.

La asociación apoya logística y administrativamente a una red compuesta por
400 grupos u organizaciones sociales formados en los últimos años, pero
especialmente entre 2011 y 2012, cuando las consecuencias de las medidas de
austeridad fueron más terribles. En las distintas regiones de Grecia, y en
especial en Atenas, donde vive la mitad de la población, hoy funcionan
farmacias solidarias, puntos de asistencia legal, centros culturales, de
apoyo a inmigrantes, o locales que suministran alimentos y otros productos
de la canasta básica a un precio significativamente menor al de los
supermercados.

En otro barrio más alejado del centro de Atenas está Abariza Solidarity, un
centro social que coordina mensualmente la entrega sin costo de una bolsa de
alimentos para 150 familias, así como una feria barrial en la que decenas de
pequeños productores ofrecen frutas y verduras a mitad de precio. El
agricultor se saltea los intermediarios y 1.300 familias pueden acceder a
menor costo a una variedad de alimentos que provienen directamente de la
tierra. “En 2011 sufrimos el impacto más duro. Comenzaron a llegar familias
con hasta siete hijos, padres sin trabajo, muchos de ellos inmigrantes, sin
ningún tipo de protección social. Cuando pusimos en marcha este centro, el
gobierno derechista de Nueva Democracia intentó desmantelarnos, pero no lo
consiguió. Este gobierno tiene otra actitud y esperamos no pasar por la
misma experiencia a pesar de las nuevas medidas de austeridad”, dice a
Brecha Aris Papadokostopoulos, voluntario en Abariza.

El 44 por ciento de la población tiene un ingreso mensual que lo sitúa por
debajo de la línea de pobreza, según estimaciones de 2013 del Grupo de
Análisis de Políticas Públicas de la Universidad de Atenas. Sin embargo, el
costo de vida es, proporcionalmente, el más alto de los países de la Unión
Europea. En este contexto, los movimientos sociales de solidaridad son una
de las formas de resistencia más sobresalientes en la defensa y garantía de
los derechos básicos fundamentales, como la alimentación y la vivienda.

“Se ha producido una implosión del sistema, que ha colapsado sobre los
hombros de los ciudadanos. En este sentido, la experiencia de la crisis es
muy dura no sólo en términos de costos sociales sino también porque
cuestiona lo que la gente creyó, lo que la gente piensa de sí misma y de su
país, su ideología o partido. Es una crisis estructural del sistema”, dice
Giovanoupolus. “Debemos crear espacios en los que la gente pueda organizarse
para que sea el verdadero agente de cambio. Sin eso no habrá gobierno que
nos dé una solución, ningún acuerdo será válido, y el sistema seguirá
dictando e imponiendo”, concluye.

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