Memoria/ la brutalidad de las guardianas nazis en los campos de concentración [Agencias]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Jun 12 16:12:17 UYT 2015


  _____

Correspondencia de Prensa

boletín informativo – 12 de junio 2015

germain5 en chasque.net

A l’encontre – La Breche

www.alencontre.org <http://www.alencontre.org/>

  _____

Memoria

La brutalidad de las guardianas nazis en los campos de concentración

Prisioneras sobrevivientes de los campos de concentración de Auschwitz,
Bergen-Belsen y Ravensbrück recuerdan la violencia y el terror que estas
mujeres desplegaban.

Agencias

Clarín, Buenos Aires, 12-6-2015

http://www.clarin.com/mundo/

Millones de prisioneras oprimidas en los cientos de campos de concentración
de la Alemania nazi fueron hostigadas y vejadas por cientos de guardias
mujeres que no son tan recordadas por como sus pares masculinos pero no por
ello ejercían los castigos con menor violencia y maldad.

Para las prisioneras sobrevivientes de los campos de concentración de
Auschwitz, Bergen-Belsen y Ravensbrück, nombres como Irma Grese, Maria Mandl
y Dorothea Binz, entre muchos otros, no podrán ser jamás olvidados, cuenta
una completa historia publicada por la revista estadounidense Time. Alguna
de ellas desplegó más pánico y temor que incluso sus pares varones.

“(Ellas) golpeaban a las prisioneras, quienes eran casi tan delgadas como
esqueletos, con un gran palo, les retenían los alimentos y les pegaban.
También las mantenían de pie durante horas”, cuenta un escalofriante
testimonio de lo que se vivía en esos campos de concentración.

De los 37.000 guardias que fueron parte activa de las SS alemanas que
castigaban, torturaban y mataban diariamente a prisioneras, aproximadamente
el 10 por ciento eran mujeres. Algunas de estas guardias, incluyendo a Irma
Grese, fueron condenados a muerte junto con sus colegas varones bajo los
cargos de asesinato y crímenes y atrocidades contra la humanidad. Otros
fueron condenados a penas de entre un año y cadena perpetua.

Pocos fueron absueltos. Su papel en el Tercer Reich estaba muy lejos de la
propaganda Kinder, Küche, Kirche (niños, cocina, iglesia) incrustado en la
filosofía nazi; ellos también eran engranajes de la máquina de matar del
Holocausto que llevó a la muerte a al menos 1,5 millones de judíos.

Según Time, Irma Grese, conocida como la “hermosa bestia” de Belsen, era,
según las acusaciones presentadas en el juicio de 1945, uno de los
personajes “más siniestros y odiados” de los campos. Algunos testigos decían
que ella solía golpear a las prisioneras hasta que las derrumbaba.

Pero ella no era la única. Cuenta Time que Renee Lacroux, una prisionera
francesa confinada en Ravensbrück, relató cómo varias guardias mujeres
mataban a las más débiles y maltrataban a otras tirándolas al suelo y
pisoteándolas. Al igual que los guardias masculinos, las mujeres eran
entrenadas para volverse más fuertes y castigar con severidad a las
prisioneras si era necesario. Muchas se acostumbraron a golpear y patear
prisioneras, en algunos casos hasta la muerte, con sus botas, palos, porras
y, en el caso de  Irma Grese, con un látigo hecho de celofán. Otras eran las
encargadas de administrar los experimentos de esterilizaciones letales y
muchas estaban presentes en la selección de las prisioneras que iban a ser
enviadas a las cámaras de gas.

No obstante, no todas las guardias se acostumbraron a la brutalidad. Hay
algunos testimonios de sobrevivientes que mencionan la presencia de guardias
“humanas”. Una guardia llamada  Krüger fue recordada por compartir comida
con las trabajadoras de Ravensbrück. Y probablemente ese no haya sido un
caso aislado, ya que las SS lanzaron una orden en la que les recordaban a
las supervisoras que no debían tener relaciones personales con las
prisioneras.

La pregunta es cómo fue que estas mujeres llegaron a convertirse en
“sádicas” y “bestias”, según las describieron sobrevivientes. El mismo medio
describe que Elisabeth Völkenrath, supervisora jefa de mujeres en Auschwitz
y Bergen-Belsen, condenada a muerte en 1945, se desempeñó como una empleada
no calificada antes de convertirse es esa cruel guardia.

Ruth Closius, también condenada a muerte por su crueldad, había soñado con
convertirse en  enfermera, pero como debió dejar la escuela antes de tiempo,
se convirtió en una vendedora en un comercio textil. Por su parte, la ya
mencionada Irma Grese trabajó en una granja de productos lácteos después
abandonar su hogar a los 15 años.

Muy pocas pertenecían al partido nazi, a diferencia de sus pares varones que
en su mayoría adoraban esa doctrina. Menos del cinco por ciento de estas
mujeres pertenecían al partido. Antes de convertirse en las monstruosas
guardias de campos de concentración nazi, casi todas las mujeres llevaban
vidas sencillas y comunes. El nazismo las cambió y las sentenció de por
vida.

  _____





---
Este mensaje no contiene virus ni malware porque la protección de avast! Antivirus está activa.
https://www.avast.com/antivirus


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20150612/345406ec/attachment.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa