Argentina/ Zanini el vice de Scioli: las consecuencias económicas [Esteban Mercatante]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Jun 19 15:45:33 UYT 2015


  _____

Correspondencia de Prensa

boletín informativo –  19 de junio 2015

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

A l’encontre – La Breche

 <http://www.alencontre.org/> www.alencontre.org

  _____

Argentina

Economía poskirchnerista

Las consecuencias económicas del Dr. Zannini

El anuncio de que el vice de Daniel Scioli será Carlos Zannini fue recibido
por los “mercados” con fuertes bajas, termómetro del estado de ánimo del
empresariado. Se asienta la perspectiva de una plena continuidad con el
“modelo”. ¿Es esto realmente lo que nos espera?

Esteban Mercatante

La Izquierda Diario, Buenos Aires, 19-6-2015

http://www.laizquierdadiario.com/

Fue una respuesta inmediata. Al día siguiente de conocerse la sorpresiva
noticia de que el vice de Daniel Scioli –a esta altura el más probable
ganador de la contienda electoral para la presidencia– será Carlos Zannini,
las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Nueva York se
desplomaron nada menos que 7,3 %. En la interpretación de varios analistas,
esto expresa que la noticia fue recibida como un baldazo de agua fría por el
mundo empresarial. Zannini como vice significaría Cristina Fernández
custodiando que no se abandonen los lineamientos del “proyecto” en el futuro
mandato. Y eso se traduce, entre otras cosas –siempre según esta
interpretación- en la continuidad de una serie de políticas contrarias a lo
que viene demandando el empresariado. ¿Será esto tan así?

Es evidente que en la dialéctica “continuidad con cambios” que propone a
futuro el gobernador bonaerense, con el binomio Scioli-Zannini se refuerza
la idea de continuidad. Al menos, como gesto hacia la interna y por lo que
dure la campaña.

Pero sería apresurado concluir que esto significa que se archivará las
medidas que esperan los empresarios, es decir el ajuste, gradual o en shock.
Por empezar, recordemos que el mayor ajuste durante el período kirchnerista
no ocurrió durante los tiempos del liberal ex ucedeísta Amado Boudou al
frente de economía, sino en tiempos en ya estaba como jefe de Hacienda el
actual ministro, el “soviético” (La Nación dixit) Axel Kicillof, que algunos
siguen –malintencionadamente- tratando como marxista. Como hemos planteado
en estas páginas, este economista, que gusta reivindicar -contra la
ortodoxia económica- una heterodoxia que apuntaría a acompañar el
crecimiento económico con la redistribución del ingreso, descubrió sin
embargo el inesperado encanto de la ortodoxia económica.

La estabilidad de hoy prepara el ajuste de mañana

Más allá de estas eventualidades, hay motivos más profundos por los cuáles
podemos desestimar que las consecuencias económicas del Dr. Zannini sean de
gran envergadura. Ante todo, porque desde el año pasado el equipo económico
se concentró en lograr una estabilidad de la economía con medidas que
generan resultados durante un plazo limitado, y tienen altos costos –que
llegan también en plazos cortos. En particular, el “veranito” financiero con
el que se logró planchar el dólar tiene como correlato una pesada factura a
cobrarse en 2016. Tenemos, en primer lugar, la suma de vencimientos de las
nuevas emisiones del Bonar, el repago del swap con China, los pasivos
acumulados de importadores y por remesas de divisas frenadas, y los
reembolsos por los sobrecargos del dólar ahorro y de los viajes y compras en
exterior. Sumarán, según diversos cálculos, nada menos que 25 mil millones
de dólares, una parte de los cuales sólo pueden saldarse en moneda verde (o
alguna otra moneda que cuente con la aceptación internacional que no posee
el peso argentino). Si se mantiene el actual ritmo de compras de dólar
ahorro, turista y de compras en el exterior, cálculos privados prevén que el
gobierno deberá devolver en 2016 al menos 11 mil millones de pesos. Esto
sería por la recaudación anticipada de Ganancias del 20% para el ahorro y
35% para viajes, y compras online.

Sólo el dólar ahorro alcanzó un ritmo de compras de 500 millones de dólares
mensuales. A eso se suman los vencimientos de intereses de la nueva deuda en
moneda extranjera. El pago de intereses de la emisión del Bonar 2024, de
1.415 millones de dólares, implican para 2016 el pago de intereses por 123,8
millones de dólares. Pero como es probable que se amplíen las emisiones, el
costo total podría rondar los 800 millones de dólares el año próximo. Pero
los capítulos más fuertes vienen por los pasivos acumulados por los
importadores, que no pudieron hacerse de los dólares para saldar sus
compras. Y por la remesa de utilidades de las empresas multinacionales, que
el gobierno bloqueó pero dejando inalterado el marco legal que convierte
este saqueo en un “derecho” de las empresas. Por el lado de las compras al
exterior, persiste una deuda que desde el sector importador estiman hoy no
menor a 4.200 millones de dólares. Los cupos que se aseguraron sectores como
el automotor, las siderúrgicas y químicas, la producción de electrónicos de
Tierra del Fuego, o grandes empresas de consumo masivo, habrían permitido
apenas reducir estos pasivos en un 10 %. Por el lado de los giros de
dividendos frenados, alcanzarían los 15 mil millones de dólares, que las
empresas aspiran a liberar en la próxima administración, al menos en parte.
A esto se suman otros pasivos fuertes. Basta señalar que sólo por el pago de
los intereses generados por la magnitud a la que ascendió la deuda del BCRA,
principalmente en Letras que absorben los pesos y alimentan las tasas que
pagan los bancos a los ahorristas, el próximo gobierno debe hacer frente a
un costo anual de aproximadamente 70.000 millones de pesos.

Medidas en Agenda

En estas condiciones, y con comercio exterior en deterioro, asegurarse
dólares y reafirmar la estabilidad en el terreno cambiario aventando
cualquier riesgo de corridas serán prioritarios para el sucesor de Cristina
Fernández. Lo mismo que reequilibrar el gasto público, que empujará este año
un déficit de 7 % del PBI.

En estas condiciones, el combo económico que podemos esperar de un gobierno
de Scioli, integrará con o sin Zannini los siguientes aspectos:

- Devaluación. El atraso cambiario se ha vuelto un tópico recurrente en la
prensa económica y en amplios sectores empresarios. Las economías regionales
son las que reclaman con mayor énfasis este punto. Aunque Miguel Bein,
economista afín a Scioli, salió a rechazar la idea de que sea necesario
devaluar, el ajuste cambiario es un resultado necesario de lo que ocurre
hoy: dólar con cotización planchada mientras la inflación erosiona el poder
de compra del billete en el país. Es decir, una apreciación, que es una
pieza central del veranito financiero. Como en la economía de Kicillof a lo
único que se trata de poner techo es a los salarios, cada día que pasa se
profundizan los reclamos empresariales por este “atraso cambiario”.

- Reducción de los subsidios, y tarifazos para todos y todas. Los subsidios
para este año están estimados en $236 mil millones, es decir un 18% del
presupuesto del Estado nacional. La magnitud de este gasto, que no paró de
crecer hasta multiplicar por 10 su peso en la economía desde 2007, lo pone
al tope en la agenda para el próximo gobierno, para bajar el gasto público y
reducir el déficit. Seguramente será un objetivo a realizar en etapas, y no
de una sola vez. Aunque los principales beneficiados con los subsidios, por
vía directa o indirecta, han sido los empresarios, el correlato del recorte
va a ser un fuerte ajuste de las tarifas que va a recaer sobre el poder
adquisitivo de los asalariados. Este objetivo puede resultar contradictorio
con el de combatir la inflación, pero menos lo será cuanto más logren
descargarlo sobre la clase trabajadora.

- También podemos esperar la vuelta a los mercados internacionales de
crédito, para terminar de poner fin de manera completa al desendeudamiento
-que ya es cosa del pasado y tan caro salió. Es el mismo camino que el
kirchnerismo viene recorriendo, tratando de escapar a las amenazas de Griesa
y los buitres.

Aunque con un Scioli acompañado de Zannini podamos esperar más gradualidad,
la agenda va hacia el ordenamiento económico más amigable que demandan los
“mercados” y el empresariado (aunque bastante amigable con los empresarios
ha sido CFK, y si no veamos el ejemplo de Lear).

La agenda de ajuste, presentada como “inexorable” por parte de todos los
candidatos patronales, con matices como salir o no del cepo ya, es lo que
deja como saldo la supuesta década “ganada”. Sólo el Frente de Izquierda
levanta un programa para que la crisis la paguen los que la juntaron “con
pala” durante estos años, como ha dicho la presidenta: los empresarios y los
buitres financieros, mediante el no pago de la deuda, nacionalización de la
banca bajo control de los trabajadores, monopolio del comercio exterior,
impuestos a las grandes fortunas, comités de trabajadores y usuarios contra
los aumentos de precios, prohibición de los despidos y otra serie de medidas
para que no descarguen la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador.

  _____





---
Este mensaje no contiene virus ni malware porque la protección de avast! Antivirus está activa.
https://www.avast.com/antivirus


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20150619/0acd51f1/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa