Uruguay/ Fernández Huidobro (1942-2016): el Ñato y los muchos Ñatos [Samuel Blixen]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Ago 13 00:12:13 UYT 2016


  _____  

Correspondencia de Prensa

13 de agosto 2016

Boletín Informativo

redacción y suscripciones

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

  _____  

Uruguay

Eleuterio Fernández Huidobro (1942-2016]

El Ñato y los muchos “Ñatos” 

Quizás la conducta del ministro de Defensa Nacional se explique por la
actividad del senador que en la Comisión de Defensa Nacional se encontró con
viejos amigos que había conocido en los cuarteles, amigos que habían sido
sus enemigos. En todo caso el inexplicable (des)proceso de Eleuterio
Fernández conduce (sin certezas de respuestas) al Ñato previo, o a los
“Ñatos” previos, más aceptables, quizás más queribles, a medida que se
atrasa el reloj.

Samuel Blixen

Brecha, Montevideo, 12-8-2016

http://brecha.com.uy/

No parece ser de recibo la postura del secretario general del Partido
Colorado, diputado Germán Cardozo: “Somos de los que creemos que a los
adversarios políticos se los combate de frente y en vida; cuando las
personas se van, no corresponde hacerles críticas”. De ser así, no se podría
criticar a Adolf Hitler o a José Stalin, que según se sabe están muertos.
Seguramente Cardozo se sentía incómodo de hacer críticas cuando el cuerpo
está todavía caliente; pero ni siquiera en esos casos, el Ñato (y su álter
ego el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro) se hubiera privado
(seguramente no se privó) de poner los puntos sobre la íes: por cohe­rencia
y por el temperamento que sus antiguos adversarios reconocieron en
declaraciones formuladas durante el sepelio y el entierro.

Embellecer al personaje siempre tiene tufo oportunista. ¿Qué le quitaba o
agregaba a la inmensa figura de caudillo, político e intransigente fiscal
del terrorismo de Estado de Wilson Ferreira Aldunate, el día que murió, un
piadoso silencio a algunas de sus decisiones más controvertidas, la votación
del estado de guerra interno o el apoyo a la ley de caducidad? Le quitaba,
sin duda, la posibilidad de mostrar al hombre en el contexto de sus
contradicciones. Por lo demás, no “hacer críticas cuando se va” tiene
vigencia apenas en el lapso de la vanidad mortuoria; funciona para los
deudos y allegados, el muerto no se entera. A las pocas horas se volverá a
hablar con pasión o con desprecio.

La metamorfosis del Ñato

Por eso vale la pena reflexionar sobre las intenciones de algunos juicios, y
otros silenciados, eludidos. En estos días el Ñato Fernández Huidobro supo
cosechar generosos conceptos de un amplio espectro de la oposición política
(y de sus medios de comunicación), algunos justos, otros magnificados, pero
todos referidos al Fernández Huidobro que nació en el Parlamento y después
se aposentó en el Ministerio de Defensa Nacional. Se trata del mismo
Fernández Huidobro que durante 45 años fue tildado de sedicioso de la peor
calaña, ladrón y asesino contumaz, de despreciar la vida y las
instituciones, de comprometer la democracia y de provocar el golpe de
Estado. Todo eso quedó en el olvido. Los militares, desde el comandante en
jefe del Ejército para abajo, olvidaron que mantuvieron al Ñato y a otros
ocho dirigentes tupamaros como rehenes, prolongando por años la tortura
física y psicológica; y la derecha política olvidó que integró el coro de
aquellos anatemas y aplaudió estos vejámenes.

Claro está que las condiciones del país cambiaron y que el Ñato también
cambió. Este Ñato, que califica de nazis a los frenteamplistas que pretenden
prohibir toda tenencia de armas, que insulta a militantes de los derechos
humanos vendidos al imperialismo y que prepotea a uno de los pocos jueces
comprometidos en el castigo a los delincuentes de lesa humanidad, este Ñato
no se merece que se traigan a colación algunos episodios del pasado,
particularmente aquellos que hacen incompatibles los juicios de
“coherencia”, “honestidad intelectual”, “ser humano excepcional”, “dueño de
un pensamiento claro y libre, que lo hacía incluso discrepar con su propia
fuerza política”. Más mejor exaltar su fanatismo peñarolense, digo yo, o
piadosamente señalar que “cuidó su labor y descuidó su salud”, todo esto en
un marco de guardia de honor militar, toque de silencio y salva de 21
cañonazos.

Hay un Ñato, y hay muchos Ñatos. ¿Qué episodio de su vida lo retrata mejor,
lo define? ¿El Ñato que apoya la transformación del “coordinador”
antifascista en el Movimiento de Liberación Nacional (Mln) optando por
desarrollar la lucha armada? ¿O el Ñato que después de caer tras la toma de
Pando en 1969 hace de su celda en Punta Carretas una usina de planes
militares, en particular el Cacao (atentados con explosivos contra la
burguesía), el plan Satán (secuestro de diplomáticos y oligarcas, que dio
lugar a la Cárcel del Pueblo y la justicia revolucionaria), y el plan Tatú
(destacamentos militares que desplegaron una especie de guerrilla semirrural
en un cinturón de San José y Canelones que rodeaba Montevideo)? ¿Acaso lo
define más la elaboración del borrador del Documento 5, en el que por
primera vez un texto tupamaro afirma que “las fuerzas armadas de algunos
países han demostrado que frente al atraso de las masas y a la inexistencia
de un fuerte proletariado pueden asumir el rol de vanguardia y de partido
(por ser el sector más poderoso, moderno, templado, coherente y
disciplinado), desempeñando un buen papel en la defensa de la soberanía, la
independencia y el desarrollo”? ¿Es esa apreciación un adelanto premonitorio
de sus futuras inclinaciones –que permitieron tildarlo de exponente de la
“teoría de los dos demonios”, y de sufrir el síndrome de Estocolmo– y que en
1972 lo llevó a impulsar una tregua y una negociación con sus captores en el
Batallón Florida? ¿Es el Ñato que propuso la rendición incondicional del Mln
en el peor momento de la represión militar en 1972 el que la historia
rescatará? ¿O el que, en las condiciones extremadamente difíciles de su
prisión como rehén, conversaba con los militares del Ocoa (ex Organismo
Coordinador de Operaciones Antisubversivas) en Paso de los Toros,
aventurando –como si fuera una charla entre compañeros– juicios lapidarios
sobre tupamaros que vivían y militaban en el exterior y que seguían siendo
objetivos militares, en este caso del Cóndor?

Hay otros Ñatos más: el que debatió con Hugo Cores sobre la ley de caducidad
y el rol de los militares, cuando ya había accedido al Parlamento; el
legislador que dedicó tiempo y pienso a problemas vitales para el país, como
el energético o el estratégico estudio de un puerto de aguas profundas; el
que, siendo senador, se oponía en el seno de la bancada a respaldar el
proyecto de anulación de la ley de caducidad, que finalmente votó por
disciplina partidaria e inmediatamente renunció a su banca; el que calificó
a los militares uruguayos procesados en Chile por el asesinato de Eugenio
Berríos de “presos políticos”; el que se convirtió en defensor, desde el
Ministerio de Defensa, de los altos oficiales que la justicia procesaba, en
especial del general Miguel Dalmao, responsable de la muerte de Nibia
Sabalsagaray, defensa para la que ejercitó lo que los exégetas de última
hora califican de “lengua filosa”; el que fue acusado de entorpecer la
búsqueda de información para la ubicación de restos de desaparecidos; o el
más reciente Ñato, que en una de sus últimas decisiones importantes,
sorpresivamente –y a contrapelo de su famosa afirmación de que sólo podía
obtener datos sobre desaparecidos si lo autorizaban a torturar– ofreció a
una delegación de Familiares de Desaparecidos el acceso sin restricciones a
los archivos de la Armada, tarea que actualmente se realiza bajo la
supervisión del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia (véase recuadro).

La cruz de la rendición incondicional

Una afirmación muy reiterada entre viejos tupamaros dice que en los
comienzos del Mln el Ñato Fernández Huidobro y él Bebe Sendic se
complementaban en una sintonía que facilitaba la síntesis, tanto para la
práctica como para la elaboración política. En todo caso adquirieron visos
de leyenda las “genialidades” del Ñato, que después Sendic podía –o no–
plasmar en un acuerdo, en una redacción, en una proposición; destellos en
bruto, ideas provocadoras que hacían a una elaboración colectiva. Hubo, sin
embargo, instancias en que Sendic se opuso radicalmente a algunas
“genialidades”: el plan Cacao, por ejemplo, fue abiertamente cuestionado en
términos muy duros por Sendic no bien llegó a Punta Carretas, después de su
captura en Almería, en 1970; el plan finalmente se desmontó después de una
complicada discusión, mediante papelitos entre los dirigentes presos y la
dirección que operaba en la clandestinidad.

Más radical fue la oposición de Sendic a la propuesta de rendición
incondicional que el Ñato aceptó trasmitir en junio de 1972. Luego de ser
detenido el 14 de abril de ese año, los oficiales del Batallón Florida
tantearon la posibilidad de imponer una rendición del aparato armado del
Mln, que a mitad de año había sido castigado duramente por la represión. Los
oficiales del Florida aceptaron que el Ñato abandonara el cuartel, con la
compañía del capitán Carlos Calcagno, e intentara establecer un contacto con
la dirección para trasmitir el planteo, que no sólo implicaba la rendición
sino también la entrega previa de Raúl Sendic. En un apartamento de Pocitos
y después en una casa del Buceo, no lejos del cuartel, el Ñato se reunió con
Sendic, Julio Marenales, Efraín Martínez y Henry Engler, y trasmitió la
propuesta militar de una teatral rendición mostrando a los dirigentes en
televisión y con la entrega de las armas. Desde el primer momento Raúl
Sendic rechazó de plano entregarse, aunque argumentó que debían mantenerse
las negociaciones, en parte para amortiguar las torturas. Nadie confiaba en
los militares, salvo el Ñato, que no descartaba totalmente la rendición
incondicional. Finalmente el Mln, a influjo de Sendic, elevó una
contrapropuesta: se entregarían las armas a cambio de medidas que implicaban
una especie de reforma agraria. Las negociaciones fracasaron y poco después,
en el penal de Libertad, Sendic cuestionó duramente todo el episodio de la
rendición incondicional.

En 1985, al momento de la restauración democrática y la salida de los presos
políticos, el tema de la rendición cortó tangencialmente el esfuerzo de
reorganización del Mln. Sendic volvió a reprocharle al Ñato su protagonismo
en las negociaciones con los militares, de modo que hubo un abismo
infranqueable en la dirección: Sendic tildando al Ñato de traidor; y el Ñato
asegurando que Sendic estaba loco. Sendic murió en 1989 y el Ñato fue,
progresivamente, el dirigente con mayor peso en el Mln y en las estructuras
que vinieron después, hasta que, habiendo perdido la mayoría en las
direcciones del Mln y el Mpp, (Movimiento de Participación Popular) resolvió
crear la Cap-l (Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad), una estructura
que, después de un relativo éxito electoral, agonizó hasta casi desaparecer
en las últimas elecciones.

De la misma forma, ya en el Ministerio de Defensa Nacional, el Ñato agonizó
políticamente concentrando el repudio de organizaciones de derechos humanos,
el rechazo de buena parte de la estructura del Frente Amplio y hasta el
malestar de quienes lo mantuvieron en el ministerio contra viento y marea.

Como en el hacer de todo político, hay opciones que recolectan adhesiones y
resistencias; incluso hay giros y variaciones que tienen su costo político,
como se observa con el Frente Amplio en su conjunto, empeñado al parecer en
edificar su derrota electoral. Pero en el caso del Ñato hay cierta
reconversión, en principio inexplicable (o porque la explicación rechina
demasiado), que hace a la negación de toda su vida militante, de la cual
sólo los últimos 15 años se refieren a la necesidad de ejercer un poder, ya
que no el poder. De líder de masas, el Ñato pasó a ser “el más fiel amigo de
los militares”.

  _____  

El dueño de la llave

El ministro Eleuterio Fernández Huidobro descolocó a los integrantes de una
delegación de Familiares de Detenidos Desaparecidos que habían solicitado
una reunión para expresarle su preocupación por el allanamiento de las
oficinas del Giaf (Grupo de Investigación en Arqueología Forense del
Uruguay), el organismo encargado de las excavaciones en busca de restos de
desaparecidos, que se realizan principalmente en unidades militares.

En el curso de la conversación, de la que participó también Roberto
Caballero, asesor de extrema confianza de Fernández Huidobro, un miembro de
la delegación se permitió recordarle al Ñato: “Mirá que nosotros no te
queremos aquí”, una forma de reiterar el pedido de relevamiento del cargo
por discrepancias profundas en cuanto a la política ministerial sobre
desaparecidos. Para sorpresa de los visitantes, Fernández Huidobro, palabras
más palabras menos, preguntó: “¿Qué es lo que quieren? Díganme, que yo se
los doy”.

Puesto que el ministro ofrecía a Familiares qué se le podía pedir en materia
de derechos humanos, se resolvió pedir que permitiera el acceso a los
archivos de la Armada, en las mismas condiciones que habían trabajado
quienes ordenaron y digitalizaron el archivo descubierto por la ministra de
Defensa, Azucena Berruti, en el llamado “cuartel del Cgior” (ex Centro
General de Instrucción de Oficiales de Reserva).

Eleuterio Fernández Huidobro mantuvo el ofrecimiento y cuando recibió el
pedido concreto, inmediatamente ordenó al comandante de la Armada que
facilitara el acceso y el trabajo.

Ese trabajo de inspección y digitalización de los archivos existentes en
diferentes unidades de la Armada se está realizando actualmente. Y aun
cuando toda la actividad se mantiene en estricta reserva, lo que se ha
confirmado hasta ahora cuestiona lo que el entonces comandante de la Armada,
Tabaré Daners, informó al presidente Tabaré Vázquez, según informó
recientemente La Diaria.

Se estima que el nuevo ministro de Defensa, Jorge Menéndez, mantendrá la
decisión de Fernández Huidobro.

  _____  

 



---
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus
------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20160813/14e1da97/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa