Uruguay/ "Pres y Diario": el gobierno deja sin fondos a la voz escrita de los presos del Comcar [Betania Núñez]

[Ernesto Herrera]

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Correspondencia de Prensa

26 de diciembre 2016

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Uruguay

En primera persona

Se publicó el quinto número de “Pres y Diario”, publicación de la Comunidad
Educativa del Comcar (1), pero su continuidad peligra. Secundaria (2) retiró
los fondos porque no la considera una “publicación institucional”, mientras
que estudiantes y docentes la reivindican como instrumento pedagógico y
medio de comunicación. “Pres y Diario” habla por sí solo.

Betania Núñez

Brecha, Montevideo, 23-12-2016

http://brecha.com.uy/

A las 9 de la mañana eran pocos, pero una hora más tarde ya se empieza a
poblar la Comunidad Educativa del Comcar. Los estudiantes llegan y el
murmullo va subiendo de tono; hoy rinden examen pero no se ven nerviosos.

De un momento a otro las pruebas comienzan y las diferentes evaluaciones
ocupan los salones. En el patio, una síntesis del esfuerzo: algunos
estudiantes redactaron artículos donde vinculan los contenidos de varias
materias de Secundaria (música, dibujo, filosofía, literatura) con la
realidad que viven en la cárcel. Los textos o dibujos son defendidos
oralmente, micrófono en mano, frente a todos los compañeros, para dar cuenta
de la idea que hubo detrás y los análisis que implicaron. Los profes
formulan algunas preguntas, los compañeros otras, y cuando se hace un
silencio, enseguida detonan los aplausos. “No vemos el examen como una
instancia sancionatoria en la que se busca lo que no sabés, sino lo que
lograste hacer. Tiene que ser una fiesta, un disfrute, tiene que ver con
querer el conocimiento, con apropiarse de él”, explica Flabia Fuentes,
profesora de dibujo.

Los artículos y dibujos de los que hoy hablan fueron publicados en el último
Pres y Diario, que con el quinto número recién salido de la imprenta festeja
hoy sus cinco años. El periódico no sólo está en las conversaciones, también
se lleva bajo el brazo, hecho un rollito junto al cuaderno de apuntes, o
transformado en abanico que mueve el aire espeso en un día de calor bajo la
chapa ardiente.

“Esto sería el gran escrito de filosofía, la gran lámina de dibujo y el gran
repartido que hay que leer sobre lo que pasa en la cárcel. La idea es que lo
hagan colectivo”, señala la profe de dibujo, que junto a Óscar Rorra,
docente de filosofía, coor¬dina la salida del periódico. “Pres y Diario es
una unidad que conjuga todo lo que se hace, la idea es que abrace todas las
partes y las una. Trabajamos desde lo formal en nuestras clases, damos
teóricos, ellos leen, analizan, preguntan, escriben. Toda actividad que se
haga en el Comcar, e incluso en otras cárceles, va a salir en Pres y Diario.
Y no se quedan en la queja, buscan soluciones para autogestionarse. Así
surgió el gremio de estudiantes”, la Asociación de Estudiantes Privados de
Libertad (Asepril), que ya tiene un año de vida y ocupa un lugar de destaque
en la gestión y las páginas del diario.

En la biblioteca, los integrantes de una comisión del gremio revisan
carpetas que contienen artículos, algunos ya publicados, otros que no
encontraron lugar. Si bien el proyecto surgió de la Comunidad Educativa y
detrás de cada artículo hay un proceso pedagógico, hoy la llegada de Pres y
Diario a todos los módulos del establecimiento ha hecho que algunos presos
que no estudian también quieran escribir en sus páginas.

32 páginas

“Consulté a gente de mi módulo, del gremio, fui juntando preguntas, algunas
yo ya las tenía armadas. También leí entrevistas que ya le habían hecho, vi
más o menos qué le podía preguntar y qué podía llegar a responder”, cuenta
Claudio, que los últimos dos meses estuvo cursando un taller de periodismo
y, entre otros artículos, es autor de la entrevista al nuevo director del
Comcar, Gonzalo Larrosa. “Así surgieron los temas de la visita, la droga, la
imposibilidad de recibir encomiendas desde lugares a menos de 100
quilómetros de la cárcel”, sobre los que conversaron durante una hora y
media y que se tradujeron en “Vigilar con educación”. Ya publicada la
entrevista, el autor cuenta a sus compañeros que –si bien Larrosa fue
evasivo en algunos momentos– “compró” su discurso, y bromea: “Si se
presentaba a presidente lo votaba. Hay que ver qué tanto lo dejan hacer, qué
pasa con los mandos medios”.

Además de esta entrevista, se apeló a otros géneros, y las notas dialogan
con la realidad del Comcar. Hay artículos que informan sobre los derechos de
los presos, como la redención de pena por trabajo y estudio, hay espacios
para difundir las actividades educativas y los encuentros
interdisciplinarios realizados este año, hay cuentos, poemas, dibujos. Y hay
denuncia: “Adentro de la pieza estaban los seis con la mente ocupada en
distintas cosas, tres de ellos tomando mate, mirando televisión, comentando
y opinando. Uno tirado en su cama, leyendo la Biblia atentamente, otro
durmiendo, y al fondo el sexto, mirando por la ventana”, se describe en una
crónica sobre un día más en el Módulo 10 del Comcar. La narración se
acelera, se enfurece: “‘Tiraron para adentro de una celda, acá en el piso’
(…). ‘¡Enfermería, llavero!’ (…). ‘¿Dónde te pegaron?’ Enseguida le mostró
su herida en la cabeza, que chorreaba mucha sangre”. Otra vez la
información: “Pres y Diario constató que el 28 y el 30 de octubre y el 6 y 7
de noviembre, la Guardia Republicana disparó en cuatro oportunidades hacia
el celdario”. Ahora en el examen, el autor de esta nota, que aparece sin
firma (una posibilidad que brindan los profesores para garantizar una mínima
protección a los presos que podrían recibir represalias), cuenta que “todo
comenzó cuando personas que están recluidas en el Módulo 10 nos contaron lo
que había pasado. Los presos, dentro de sus celdas, recibieron disparos de
la nada y sin motivo. Todos los que estamos acá pasamos por un Módulo 8, un
10, y lo sufrimos. Así que hablamos de eso, del abuso de la Republicana”.

El artículo va acompañado de una columna, “Al margen de la marginalidad”,
donde otro estudiante, Michael, cuenta las diferencias sociales presentes
dentro de la cárcel, el contraste en las condiciones edilicias, los
beneficios que perciben algunos presos y los castigos que padecen otros. “Un
módulo de clase baja vendría a ser un 8, un 10 y un 11. Un módulo de clase
media, un 3, un 4. Módulos de clase alta son el 7, el 9. Yo me basé en El
lazarillo de Tormes, donde se habla del abuso que ejerce alguien que tiene
poder adquisitivo sobre una persona a la que no le queda otra.”

El origen, el fin y el medio es la educación, y eso está presente en la
mayoría de las páginas de Pres y Diario desde el primer número. En esta
edición los estudiantes dan cuenta de que el acceso al trabajo y al estudio
“sigue siendo totalmente insuficiente”, sobre todo en los módulos 8, 10 y
11, “donde reina el hacinamiento, el ocio y una constante violación de los
derechos humanos, en esos lugares donde se nota aun más la burocracia del
sistema. Para tener comisión o estudiar nos enfrentamos entre nosotros, ‘hay
que pelear’. Nos queda claro que el motivo de que sólo salgan cinco o seis
personas de esos módulos” es “porque algunos funcionarios no quieren sacar a
los presos” de sus celdas, se resume en “Trabajo y estudio en contexto de
encierro”.

No se agota

Aunque Pres y Diario ya esté impreso, no se olvida la última noticia:
Secundaria le quitó los fondos a la publicación. Este año, cuando enviaron
el presupuesto anual de 27 mil pesos por la impresión de mil ejemplares, la
coordinadora del Programa Educación en Contextos de Encierro, Sandra
Gardella, informó que no se destinaría más dinero a una publicación que no
se considera institucional. Con los artículos ya redactados, los docentes
consiguieron que la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza
Secundaria (Fenapes) se hiciera cargo del gasto de la impresión del actual
número.

Si bien el profesor de filosofía hace una autocrítica y sostiene que
deberían haber convocado al grupo editor que integran Secundaria y el
Instituto Nacional de Rehabilitación (Inr), Fuentes plantea que “la
coordinadora que hoy nos dio esta noticia fue la que en su momento buscó los
fondos, y no entendemos por qué ahora consideran ‘no institucional’ a un
proceso que durante todos estos años fue el mismo. El contacto que siempre
tenemos se da luego de hacer una síntesis de los artículos a publicar. Si
realmente la intención era que Pres y Diario fuera institucional, la
pregunta es qué presencia tiene Secundaria durante el año que dura este
proceso pedagógico”.

Los estudiantes también tienen su propia lectura de la decisión: “Re
indignados, súper indignados. Esta es la manera de mostrar las cosas buenas
que se hacen acá, no lo que muestran por la tele. Para mí es como que me
digan que sigamos ignorantes, capaz que si nos educás demasiado nos volvemos
inteligentes y empezamos a pensar”, dice uno de los integrantes del gremio,
y otro acota: “Lo tomamos mal. Esto lo hacemos los estudiantes en contexto
de encierro, no sé si es institucional o no, pero es una herramienta que nos
sirve a nosotros y también a la gente que está afuera para conocer cómo nos
expresamos y lo que sentimos. Nos molestó más todavía porque Sandra Gardella
estuvo acá, se reunió con el director y la subdirectora técnica, y nosotros
pedimos para hablar de lo que va a pasar el año que viene con las clases,
pero no pudimos participar”. Los estudiantes advirtieron a las autoridades
que el comienzo de clases peligra si no logran una reunión, porque “hay un
montón de fallas que se pueden solucionar dialogando, pero no quieren hablar
con nosotros”.

En sintonía con los estudiantes, la profesora de dibujo entiende que “lo
fundamental de Pres y Diario es que aparece la voz de ellos. Todos opinan
sobre la cárcel, los académicos, los políticos, ¿pero qué espacios tienen
ellos para expresarse? Así, su voz puede influir en la conciencia social”.
Una respuesta que no fue tal, porque se escribió antes de conocerse la
decisión y los fundamentos de Secundaria, podría leerse en las palabras que
le dedicó a este último número Juan Miguel Petit, comisionado parlamentario
para el sistema penitenciario: “Esas letras en el papel estarán allí durante
mucho tiempo: circulando, pasando de mano en mano, generando reacciones que
sus autores ni imaginan, provocando nuevas ideas. (…) Ojalá que esta
publicación pueda seguir existiendo y cada vez incorporando más ideas, temas
y propuestas. Escribir nos cambia y cambia a los demás”.

Notas de Correspondencia de Prensa

1) Comcar (Complejo Carcelario), actualmente se denomina Unidad 4 y está
bajo la órbita del Instituto Nacional de Rehabilitación que comanda el
Ministerio del Interior. Está ubicado en la localidad de Santiago Vázquez,
en la periferia oeste de Montevideo. Alrededor de 2800 presos se encuentran
hacinados en los diferentes módulos, cuando las plazas son para 1300. Más
del 60% de los “reclusos” tiene entre 18 y 29 años. La relatoría de Naciones
Unidas contra la tortura, calificó al Comcar (junto al Penal de Libertad)
como una de “las peores cárceles del mundo”, la Comisión de Derechos Humanos
de la OEA como un “campo de concentración”. Hace algunos días, el abogado
Gustavo Salles, presentó un denuncia contra el Poder Ejecutivo (Tabaré
Vázquez, presidente de la República y Eduardo Bonomi, ministro del
Interior), por violaciones permanentes a los derechos humanos y delitos de
“lesa humanidad” en el Comcar.

2) El Consejo de Educación Secundaria (CES), órgano de la Administración
Nacional de Educación Pública (ANEP) a cargo de impartir la educación media
básica y media superior.

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