Colombia/ Plan Colombia: "un éxito militar y un fracaso social" [Antonio Navarro Wolff - entrevista]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Sab Feb 6 00:03:10 UYT 2016


  _____  

Correspondencia de Prensa

6 de febrero 2016

Boletín Informativo

redacción y suscripciones

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

  _____  

Colombia

Entrevista a Antonio Navarro Wolff

El Plan Colombia: “un éxito militar y un fracaso social”

Patricia Lee Wynne

Sputnik Mundo

http://mundo.sputniknews.com/

Antonio Navarro Wolff, ex dirigente de la guerrilla M-19, es una de las
voces más autorizadas de Colombia para hablar de paz: jugó un papel
protagónico para lograr el acuerdo de paz y la reincorporación del M-19 a la
vida política en 1990, y fue uno de los tres presidentes de la Asamblea
Nacional Constituyente de ese año, que redactó la actual Constitución
colombiana. Navarro Wolff fue ministro de Salud, alcalde de la ciudad de
Pasto y gobernador del departamento de Nariño, representante a la Cámara
(elegido con la mayor votación del país en 1998) y al Senado (la segunda
votación del país en 2002), y es actualmente senador por el Partido Verde.

-¿Cuál fue el resultado del Plan Colombia, del cual se cumplen 15 años?

El Plan Colombia fue una reestructuración de las Fuerzas Armadas que
permitieron que el Estado recuperara la iniciativa en el terreno militar.
Militarmente fue un éxito, pero el Plan también tenía un componente de
desarrollo social y de suplantar cultivos ilícitos, que fracasó. La región
del Putumayo está tan mal hoy como hace 15 años. El Plan fue un éxito
militar y un fracaso social. Fue una reingeniería de las Fuerzas Armadas con
los asesores militares de Estados Unidos y 67 helicópteros Black Hawk, que
aumentaron la movilidad de los militares y permitieron al Estado colombiano
tomar la iniciativa frente a la guerrilla. En parte, esa demostración de la
imposibilidad de la victoria guerrillera, incidió en la decisión de las FARC
de negociar.

¿Usted cree que la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas de participar en la verificación del cese al fuego hace irreversible
el proceso de paz?

Se habla de un cese al fuego bilateral, con concentración de la guerrilla en
una serie de sitios del territorio y con verificación. No puede haber
verificación si no hay concentración de la guerrilla y eso se está
negociando en este momento, con la verificación de la comunidad
internacional a través de la participación de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Esto demuestra que hay un respaldo muy
importante al proceso de paz colombiano.

Es como si estuviéramos en una escalera eléctrica: avanza de a poco pero
continuamente. Se puede ir la luz y pararse la escalera, pero todo indica
que esto es un punto de no retorno.

-Este sería el segundo proceso de paz exitoso en Colombia. ¿Cree que este
acuerdo puede cerrar una etapa histórica de violencia?

Sí. El primer acuerdo de paz se firmó en 1990, con el M-19, cuando nadie
creía en eso, y en 1991 otras organizaciones firmaron acuerdos también.

Si se firma el acuerdo con las FARC, se cerraría una etapa de violencia, en
gran medida, aunque todavía queda por fuera el Ejército de Liberación
Nacional (ELN), que es más pequeño y menos importante desde el punto de
vista militar. Haría falta, para cerrar el ciclo totalmente, que la
negociación con ellos fuera exitosa.

-¿Usted cree que este proceso de paz conducirá a cambios tan importantes
como los que se produjeron tras la firma de la paz con el M-19, como la
Asamblea Constituyente de 1990?

Nosotros no negociamos la Asamblea Constituyente, fue una coincidencia
histórica: en gran medida hubo Constituyente porque hubo acuerdos de paz, y
los acuerdos de paz se consolidaron en la medida en que se lograron una
serie de cambios institucionales, los dos procesos se alimentaron el uno al
otro.

Hoy no es posible el mismo mecanismo, no va a haber simultaneidad entre el
acuerdo de paz y una posible asamblea constituyente. Pero sí se desarma la
guerrilla que ha manejado la agenda para elegir presidentes en las últimas
cinco elecciones, que se decidieron alrededor de qué hacer frente a las
FARC. Con su incorporación a la vida civil, va a cambiar la agenda nacional
y van a aparecer otros temas, más al estilo suramericano, como el modelo de
desarrollo, el calentamiento global, la desigualdad y cómo combatirla,
porque con la desmovilización de las FARC desaparece en gran medida el tema
del uso de las armas.

-Con su experiencia en el post-conflicto, ¿cuáles son los principales
peligros de la etapa siguiente a la firma de los acuerdos?

El primer problema es que no haya una presencia integral del Estado en los
territorios que las FARC abandonen al desarmarse. Como hay estímulos a la
presencia de grupos ilegales armados porque hay una economía informal en
forma de siembras ilícitas de coca o minería de oro ilegal, otros grupos
armados pueden ocupar el espacio. Ese es el primer riesgo. Es muy probable
que por falta de preparación y de suficiente presencia del Estado,
terminemos con muchas de esas zonas ocupadas por bandas ilegales,
apropiándose de la utilidad que dan esas actividades económicas.

El segundo es que se cumplan los compromisos del gobierno con las FARC en un
periodo de vacas flacas en la economía, por la baja de los precios del
petróleo.

-¿Será fácil la incorporación política de las FARC?

No van a tener demasiado éxito inicial porque tienen una imagen negativa
entre la población urbana y aún en zonas rurales, pero tienen un gran
partido de cuadros que les da un colchón fuerte y va a haber una ola de
opinión favorable frente a la firma de la paz, lo que les va a permitir
seguir existiendo como fuerza política en las elecciones.

El Congreso que se elija en 2018 tendrá miembros de las FARC. El problema es
qué porcentaje del Congreso estará en manos de fuerzas alternativas, porque
hoy no pasa del 10% y tiene que subir. El cambio de agenda va a ayudar a que
este porcentaje suba.

-¿La firma de la paz abre la posibilidad de que, por fin, Colombia tenga un
gobierno de izquierda?

Sin duda. La pregunta es si es en el 2018 o en el 2022, pero viene un
movimiento de péndulo en Colombia, no me cabe duda.

El cambio de la agenda va a producir un gobierno alternativo, pero no
sabemos de qué tipo. Creo que no va a ser un gobierno clásico de izquierda,
sino más de centro izquierda. En el 2018 se elegirá el sexto gobierno
alrededor del tema de la paz, y el último de ellos, porque creo que lo que
se impondrá será una coalición de centro izquierda, cuyo objetivo será el
cumplimiento de los acuerdos y la consolidación de la paz.

La votación más alta de la izquierda fue la del M-19 en 1990, cuando
obtuvimos el 28% en la elección de la Asamblea Constituyente, la segunda fue
la votación por Carlos Gaviria en 2006, que obtuvo el 22%. Existen esos
antecedentes, pero lo importante es pasar de estas votaciones a la
posibilidad de ganar las elecciones. Eso va a llegar más temprano que tarde.

-¿Cómo va a ser el proceso de ratificación de los acuerdos de paz?

Es el primer proceso de paz que no tiene un consenso nacional amplio, con
fuerzas importantes que están en contra, como las que representa el ex
presidente Álvaro Uribe, y por lo tanto es necesaria la refrendación
popular. Va a haber un plebiscito y va a ganar el sí.

  _____  

 

 



---
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus
------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20160206/6ddd6c06/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa