Imperialismo/ TPP: el esfuerzo de EEUU por mantener el predominio en el Pacífico [Edward Hunt]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Sep 4 00:36:58 UYT 2016


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Correspondencia de Prensa

4 de setiembre 2016

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Imperialismo

Estados Unidos

El esfuerzo por mantener el predominio en el Pacífico

Edward Hunt *

Counterpunch, 24-8-2016

http://www.counterpunch.org/

Traducción de Viento Sur

http://www.vientosur.info/

En los últimos años, el gobierno de Obama ha realizado tremendos esfuerzos
por fortalecer el poder de EE UU en la región Asia-Pacífico. Aplicando la
llamada política de “pivotar y reequilibrar” (pivot and rebalance) en la
zona, el gobierno ha hecho todo lo posible por consolidar la presencia de EE
UU como potencia en la región. “Como presidente, he reequilibrado la
política exterior estadounidense de tal modo que estamos desempeñando un
papel más importante y duradero en la región Asia-Pacífico”, explicó el
presidente Barack Obama el 2 de agosto de 2016. EE UU tiene “un gran interés
en mantenerse como potencia en la región”.

Con esta orientación, el gobierno de Obama también ha perseguido un objetivo
ya conocido para la región. Mientras que el gobierno ha podido presentar su
política como un importante cambio de estrategia de EE UU, el caso es que
los dirigentes de este país llevan decenios tratando de consolidar la
presencia de EE UU como potencia en la región. Cuando el gobierno de Obama
anunció por primera vez la idea de “pivotar y reequilibrar” hacia la región,
a finales de 2011, los analistas del Servicio de Investigación del Congreso
reconocieron que el planteamiento del gobierno se parecía a la estrategia
estadounidense ya en vigor. “Buena parte de la política de ‘pivotar” hacia
la región Asia-Pacífico es una continuación y ampliación de políticas ya
emprendidas por gobiernos anteriores, así como desde el comienzo del mandato
del propio presidente Obama”, señalaron los analistas.

Más recientemente, el secretario de prensa del Pentágono, Peter Cook, hizo
un comentario similar. Preguntado a comienzos de julio de 2016 sobre el
aumento de buques estadounidenses patrullando el mar del Sur de China, Cook
respondió diciendo que “lo que estamos haciendo en esa parte del mundo es
coherente con lo que hemos hecho durante décadas”. En efecto, Cooke defendió
las operaciones reconociendo que EE UU ha mantenido históricamente una
poderosa presencia en la zona. “No hay nada nuevo en lo que está haciendo EE
UU”, añadió. Al mismo tiempo, el gobierno de Obama ha actuado de acuerdo con
la idea de que está centrándose y tratando de reequilibrar las fuerzas en la
región Asia-Pacífico. Más allá de sus actividades en el mar del Sur de
China, el gobierno ha concebido y aplicado una serie de nuevas iniciativas
militares y económicas que acentúan significativamente la implicación de EE
UU en toda la zona.

En primer lugar, el gobierno de Obama ha reforzado la presencia militar de
EE UU. Pese al hecho de que al comienzo del mandato de Obama el Mando del
Pacífico de EE UU ya contaba con alrededor de 300 000 soldados, el gobierno
decidió incrementar la presencia de fuerzas en toda la región. Actualmente
“estamos enviando más fuerzas a la región”, explicó el secretario de
Defensa, Ashton Carter, en una declaración escrita remitida en marzo de 2016
a la comisión del Senado encargada de las fuerzas armadas. Entrando en
detalles, Carter especificó que “estamos desarrollando y aplicando nuevas
iniciativas de consolidación –en lugares como Guam, las Marianas
Septentrionales, Filipinas, Australia y Singapur­– y modernizando nuestras
instalaciones ya existentes en Corea y Japón, y seguimos reforzando las
alianzas existentes y otras nuevas, desde India hasta Vietnam.”

El mes siguiente, el funcionario de Exteriores Antony J. Blinken confirmó a
su vez la acumulación de fuerzas militares. El gobierno de Obama “traslada
personal estadounidense a lugares nuevos y más numerosos, como el norte de
Australia y nuevas bases en Filipinas, y moderniza las instalaciones
existentes en Japón y la República de Corea”, confirmó Blinken. Es más, una
serie de políticos de EE UU quisieran que el gobierno de Obama fuera incluso
más allá. Pese al hecho de que la presencia estadounidense se ha ampliado a
cerca de 360 000 militares en toda la región, algunos políticos han
reclamado una presencia todavía mayor. Hoy “me pregunto si contamos allí con
un palo suficientemente grande”, declaró el diputado Bradley Byrne durante
una audiencia del Congreso a comienzos de julio de 2016. En otras palabras,
Byrne quería saber si el gobierno de Obama mantenía una presencia militar
suficientemente fuerte para intimidar efectivamente a sus rivales.
“¿Contamos con los activos militares adecuados en los lugares idóneos para
hacer lo que tengamos que hacer a fin de cumplir los objetivos de EE UU
tanto desde el punto de vista militar como en otros aspectos?”, preguntó
Byrne.

Ante estas presiones, el gobierno de Obama considera todavía más justificado
su modo de proceder. Puesto que ya ha reforzado significativamente el
potencial militar de EE UU en toda la zona, ha respondido tranquilamente a
sus críticos señalando el incremento de las actividades militares. “Estamos
acumulando nuestras propias fuerzas en la región”, aseguró el funcionario
del Departamento de Defensa, Abraham M. Denmark, en respuesta al diputado.
“Nuestras operaciones también han aumentado.” De hecho, el gobierno de Obama
ha hecho todavía más por reforzar la presencia estadounidense en la zona. En
vez de basarse únicamente en su gran palo para mantener su posición como
potencia en la región, el gobierno de Obama ha hecho un importante esfuerzo
por desempeñar un papel más directo en el proceso de desarrollo económico de
la región.

La importancia estratégica del TPP

Concretamente, el gobierno de EE UU ha impulsado la entrada en vigor de un
nuevo tratado comercial regional llamado Asociación Transpacífica
(Trans-Pacific Partnership, TPP) con el fin de reforzar su influencia
económica. En estrecha colaboración con sus socios regionales en el
desarrollo del pacto, el gobierno ha intentado definir más claramente las
reglas del comercio y de los intercambios regionales. La aprobación del TPP
“reforzaría nuestro poder económico”, explicó el secretario de Defensa,
Ashton Carter, en un discurso de abril de 2015. Por tanto, “probablemente es
uno de los componentes más importantes del reequilibrio”.

Meses más tarde, la diplomática estadounidense Caroline Kennedy calificó
asimismo el tratado comercial previsto de elemento clave de la estrategia de
EE UU. El TPP es “un tratado de importancia estratégica” que “vinculará” más
estrechamente a EE UU con “el conjunto de la región Asia-Pacífico”, declaró
Kennedy. Con sus comentarios, Kennedy vino a decir que el pacto reforzaría
significativamente el poder permanente de EE UU en la zona. Más
recientemente, el secretario de Estado John Kerry ha repetido el mismo
argumento de fondo. La aplicación del TPP “no solo reforzará nuestra
preeminencia económica”, sino que también “consolidará nuestras alianzas” y
“nos vinculará con países cuya ayuda necesitamos”, declaró Kerry.

Portavoces del gobierno admiten sin lugar a dudas que la aprobación del TPP
le ayudará a poner en práctica su estrategia regional. Para ellos, el
tratado propuesto es un potente instrumento estratégico y defienden sin
cesar la medida como importante iniciativa estratégica que consolidará
todavía más la posición de EE UU en la región. “Apoyo el TPP por sus
importantes ventajas estratégicas”, declaró el presidente Obama en mayo de
2016.

Al impulsar el TPP, el gobierno también insiste en que tiene más
posibilidades de alcanzar sus objetivos en la región. Mientras que sus
críticos siguen pensando que el gobierno no está haciendo lo suficiente para
afirmar el poder de EE UU en la zona, fuentes gubernamentales siguen
convencidas de que están utilizando todos los medios de que disponen para
mantener a EE UU como la potencia predominante en el Pacífico. “No duden ni
un segundo de que somos una potencia del Pacífico”, declaró el
vicepresidente Joe Biden durante su visita a la región en julio de 2016.
“Estamos aquí para quedarnos.”

En efecto, el gobierno hace todo lo posible por asegurar que EE UU desempeñe
un papel principal en Asia. Simplemente mueve sus piezas para mantener el
predominio de EE UU. “En cuanto al legado que dejo en términos de
reequilibrio, no cabe duda de que estamos haciendo lo que debemos”, insistió
el presidente Obama.

* Edward Hunt es experto estadounidense en guerras e imperialismo.

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