EEUU/ Sanders y los Demócratas [Barry Sheppard]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Jue Ago 10 18:37:12 UYT 2017


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Correspondencia de Prensa

10 de agosto 2017

Boletín Informativo

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germain5 en chasque.net

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Estados Unidos

Sanders y los Demócratas

Barry Sheppard *

A l´encontre, 1-8-2017

http://alencontre.org/

Viento Sur,10-8-2017

http://www.vientosur.info/

En junio, Bernie Sanders escribió un artículo en la sección “toma de
posición” del New York Times titulada “How Democrats Can Stop Loosing” (Cómo
los demócratas podrían dejar de perder, 13/06/2017).

En dicho artículo escribía: “En 2016, el Partido Demócrata perdió la
presidencia frente a un candidato que es, quizás, el menos popular en la
historia estadounidense. Los Demócratas perdieron también el Senado y la
Cámara en favor de los Republicanos, cuyo programa extremista está muy
alejado de las orientaciones de la mayor parte de los estadounidenses en el
plano político. Ahora los Republicanos controlan casi las dos terceras
partes de los puestos de gobernador y han ganado cerca de 1000 escaños en
diferentes legislativos de los Estados durante los nueve últimos años. En 24
Estados, los Demócratas no tienen casi ninguna influencia.

Estos resultados constituyen un índice claro de que el Partido Demócrata
aplica una estrategia política errónea y de que debe cambiar
fundamentalmente de orientación. Debería abrir ampliamente sus puertas a los
jóvenes. Debería volverse menos dependiente de las contribuciones
financieras de los ricos. Debería indicar claramente a las familias
trabajadoras de este país que en esta época difícil, está dispuesto a
comprometerse y a luchar por sus derechos. Debería sin duda alguna atacar a
los poderosos intereses corporativos que dominan la vida económica y
política del país”.

Considerando el ascenso del apoyo en favor de Jeremy Corbyn y del Labour
Party en las recientes elecciones británicas como un modelo, Sanders sigue
escribiendo: “Hay un amplio acuerdo en el hecho de que la dinámica se ha
desplazado hacia el Labour tras la publicación de un programa muy
progresista que ha generado mucho entusiasmo entre los jóvenes y los y las
trabajadoras. Uno de los aspectos interesantes de esas elecciones ha sido la
participación masiva de electores de 34 años y menos”.

Añade: “demasiadas personas de nuestro (sic) partido se aferran a una
ideología centrista, demasiado prudente”, y propone que los Demócratas
adopten algunas de las posiciones sobre las que él mismo ha llevado a cabo
la campaña de las primarias demócratas el año pasado

“Los Demócratas deben garantizar atención sanitaria para todos como un
derecho, con un programa de Medicare [esencialmente para las personas de más
de 65 años, añadiendo quienes tienen derecho a él a jóvenes con alguna
minusvalía específica] para todos, con un pagador único”.

“Los Demócratas deben apoyar un sistema fiscal progresista que exija que los
muy ricos, Wall Street y las grandes corporaciones comiencen a pagar
impuestos de forma equitativa”.

“Trump quiere vender nuestra infraestructura a Wall Street y a potencias
extranjeras. Los Demócratas deben luchar por una inversión pública de un
billón de dólares para crear más de 13 millones de empleos bien pagados…”

“Los Demócratas deben atacar a la industria de los carburantes fósiles y
acelerar nuestras esfuerzos para luchar contra el cambio climático
impulsando la eficiencia energética y la utilización de energías
renovables…”

“Los Demócratas deben suprimir los gastos de escolaridad en los colegios y
las universidades y reducir de forma sustancial la deuda de los
estudiantes”.

Señala que “nuestro planteamiento erróneo del crimen ha hecho que los
Estados Unidos tengan más personas en la cárcel que ningún otro país. Los
Demócratas deben reformar un sistema de procedimiento penal en ruinas e
invertir en empleos y educación para los jóvenes y no en la construcción de
cárceles suplementarias”.

“Los Demócratas deben luchar por una reforma global de la política de
inmigración y por una vía hacia la ciudadanía”.

Si se deja de lado que no ha dicho nada sobre la guerra, el racismo
institucionalizado y otros problemas evidentemente serios y muchas de sus
propuestas son muy imprecisas, ¿cuál es el verdadero proyecto político de
Sanders?

El título de su artículo y la repetición de la frase de “Los Demócratas
deben” dan una indicación. Su primera preocupación es ver cómo los
Demócratas pueden dejar de perder en las elecciones y sus proposiciones
describen una estrategia para alcanzar tal objetivo. Para Sanders se trata
pues fundamentalmente de encontrar como reformar “nuestro” partido para que
gane las elecciones.

Pero la estrategia del establishment del Partido Demócrata para ganar las
futuras elecciones es completamente diferente: para él se trata de
presentarse como un partido anti-Trump y de unir así a las diferentes
facciones del partido, incluso la de Sanders, alrededor de esta única
cuestión. Estos partidarios de una “ideología centrista prudente” no se
preocupan de las críticas de Sanders y de sus escasas propuestas de reformas
progresistas del sistema mientras continúe formando parte del equipo y que a
fin de cuentas llame a votar por los Demócratas para “frenar a Trump”.

Es posible que algunos candidatos demócratas de las elecciones de 2018
adopten algunos aspectos de las sugestiones de Sanders. Otros se mantendrán
en la orientación liberal. Pero el partido como institución no adoptará el
llamamiento de Sanders a cambiar fundamentalmente de orientación. Esto se
vio claramente en las elecciones primarias demócratas del año pasado, cuando
el establishment del partido hizo todo lo posible para hacer fracasar a
Sanders, incluso sucias astucias (con o sin la ayuda de Rusia) expuestas en
Wikileaks.

La lucha actual entre dos partidos capitalistas (Demócrata y Republicano) y
en el seno de éstos sobre el seguro sanitario (“Obamacare”) va en este
sentido. Los problemas del Obamacare vienen de su dependencia de las
compañías de seguros. Las propuestas de los Republicanos son áun peores,
privan a la ley actual de sus aspectos positivos y profundizan aún más la
dependencia del sector de la salud respecto a la industria de los seguros.

Los Demócratas podrían adoptar la proposición evidente -y popular- de
Sanders por un seguro de salud nacionalizado que permitiría descartar estos
problemas, eliminar el obstáculo de las compañías de seguros y los fracasos
del Obamacare, así como propuestas reaccionarias de los Republicanos y que
podría garantizar una cobertura de salud para todas las personas desde su
nacimiento.

Pero no lo harán. En lugar de ello defienden ruidosamente el Obamacare
contra los Republicanos -y contra la idea de un seguro de salud
nacionalizado. La consigna será clara: votad Demócrata para detener el
Trumpcare. Y ¡viva el podrido statu quo!

La trayectoria de Sanders queda en evidencia en su movimiento “Our
Revolution” que intenta reformar al Partido Demócrata según una línea
social-demócrata. La idea no es nueva. Desde mediados de los años 1930, el
Partido Comunista (estalinista) y sus descendientes hasta hoy lo han
intentado. Lo mismo ocurre con el Partido Socialista y sus descendientes, la
burocracia sindical y otras durante el mismo período. La conclusión de esta
orientación es que, contrariamente a lo que la gente pensaba, el Partido
Demócrata se ha desplazado en su conjunto a la derecha durante esos
decenios.

Sanders podría abandonar a los Demócratas neoliberales y fundar un nuevo
partido social-demócrata, saliendo así del ahogamiento del sistema de los
dos partidos. Pero ha rechazado explícitamente esta posibilidad.

La referencia de Sanders a la reciente experiencia del Labour Party
británico es engañosa. El Labour es un partido con miembros mientras que el
Partido Demócrata no lo es. Este último está controlado por el establishment
en una estructura que va de arriba a abajo. Sus miembros son los electores
registrados como Demócratas, de los que se espera que voten por los
candidatos elegidos por el partido. Esos electores no tienen nada que decir
en lo que se refiere a la política del Partido Demócrata, y no existe
siquiera una estructura que lo permitiría.

El Labour Party tiene también su establishment, que está formado por sus
parlamentarios y otros cargos. Este establishment cambió sus reglas sobre la
cuestión de saber quien elige a los dirigentes del partido pensando que los
miembros del partido votarían por él. Se equivocaron. Jeremy Corbyn se
presentó para la posición dirigente con una plataforma de izquierdas, y los
miembros (entre otros los nuevos afiliados jóvenes) le eligieron a él, y no
al candidato elegido por el establishment. A partir de ahí, centenares de
miles de trabajadores y de jóvenes han entrado en el Labour Party. Los
miembros apoyaron lo que Sanders describe con razón como un “manifiesto muy
progresista que ha generado mucho entusiasmo entre los jóvenes y los
trabajadores. Uno de los aspectos más interesantes de la elección ha sido la
participación muy elevada de electores de 34 años y menos”. Ahora bien, este
manifiesto estaba mucho más a la izquierda que las propuestas de Sanders.

Los parlamentarios del Labour predijeron un desastre para el Labour en las
recientes elecciones a causa de ese manifiesto. Pensaban que era demasiado
de izquierdas. Se equivocaron de nuevo totalmente. El Labour logró, al
contrario, ganancias importantes en esas elecciones, justamente a causa de
su nuevo programa y de su nuevo dirigente, e incluso si este partido no ha
ganado la mayoría (lo que, por otra parte, ningún partido ha hecho), ha
emergido como el verdadero ganador.

Nada de todo esto podría ocurrir en el Partido Demócrata.

Lo que intentan hacer los Demócratas es apoderarse de la profunda
desconfianza que inspira Trump entre una gran parte de la población para
transformarla en apoyo para ellos mismos. Hillary Clinton, la neoliberal, ha
pretendido incluso, absurdamente, que formaba parte de la “resistencia”, es
decir de esas grandes manifestaciones contra la política de Trump que se han
desarrollado a comienzos de año. Esta postura ha tenido algún éxito, y es
una de las razones por las que tales acciones han bajado desde comienzos de
año.

Cualesquiera que sean sus intenciones, Sanders está convirtiéndose en una
parte de esta estafa.

* Nota de A l´ encontre: Barry Sheppard, nació en 1937, se comprometió desde
inicio de los años 1960 en la batalla por los “derechos cívicos”, contra la
guerra de Vietnam, y fue, juntos a otros, militante durante años del
Socialist Workers Party (SWP).

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