Uruguay/ La crisis del Frente Amplio no es sólo Raúl Fernando Sendic [Fernando López D'Alesandro]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Ago 29 17:09:44 UYT 2017


  _____

Correspondencia de Prensa

29 de agosto 2017

Boletín Informativo

 <https://correspondenciadeprensa.wordpress.com/>
https://correspondenciadeprensa.wordpress.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

  _____

Uruguay

La crisis del Frente Amplio no es sólo Raúl Fernando Sendic (1)

Fernando López D’Alesandro (2)

La Diaria, 26-8-2017

https://ladiaria.com.uy/

El Frente Amplio (FA) no analizó la dimensión histórica de su victoria. En
octubre de 2004 no sólo por primera vez la izquierda ganó las elecciones.
Ese último domingo de octubre, hace 13 años que el FA aniquiló al Partido
Colorado (PC) y con eso terminó con más de un siglo y medio de hegemonía
política.

Lo que el Partido Nacional (PN) no pudo hacer nunca, el FA lo logró en poco
más de 20 años. El dato importa por varias razones. En primer lugar, muestra
la incapacidad de largo plazo del Partido Nacional, para presentarse como
una alternativa viable política y socialmente. Los blancos no pueden
camuflar su impronta aristocrática, tan fuera de tono en un país plebeyo
como Uruguay. En otro orden, el hecho de que el FA aplastara al coloradismo
y lo expulsara de la historia casi sin transición tuvo implicancias
políticas que sólo el tiempo pudo transformar en síntomas.

La izquierda uruguaya heredó un Estado construido por el PC, con todos sus
vicios y todas sus virtudes. El FA se empoderó rápidamente y pudo
administrar un Estado centralizado, fuerte y con imperium, lo que para la
instalación del proyecto fue esencial y mucho más aun para salir de la
crisis de 2002. Pero el paquete también traía perversiones en las formas y
en las maneras. El FA instaló una nueva elite política profesional bastante
ducha, que se hizo cargo del Estado en un recambio de gestores que por
primera vez se hacía de manera democrática

Los intentos anteriores de desplazar a la clase política tradicional habían
sido por la fuerza y todos fracasaron. Latorre, Terra y el ejército con
Bordaberry padre no lograron sacar de la troya a la elite política
profesional, por más poder y fuerza que aplicaron. Siempre volvieron, a la
larga o a la corta. El FA es el primero que lo hace democráticamente y la
experiencia va siendo exitosa, pero con un defecto: la burocratización.

Heredero del Estado construido por colorados y batllistas, la provisión de
cargos políticos, necesarios e inevitables, recrea una elite gestora que
depende de sus puestos para vivir; son los nuevos profesionales de la
política que, como los anteriores, tienen sus propios intereses, sus
particulares dinámicas y que, en general, no quieren grandes tumultos que
pongan en peligro su posición o su poder.

Esto no significa necesariamente que la gestión sea mala; los hechos
muestran que los gobiernos frentistas han sido positivos y mejoraron la
situación del país en todas las áreas, pero la herencia burocrática puede
tener el germen de dificultades futuras. A la larga se transforman en un
freno a la gestión, pues aspiran a continuar su cursus honorum y subordinan,
así, el avance del proyecto a su estabilidad en el asiento que les tocó en
suerte. La ralentización se está haciendo sentir. Su solución es harina de
otro costal, pero para analizar la crisis del FA es una de las claves que,
sumada a nuevos factores, crean una coyuntura problemática.

La cultura política de alguna izquierda

Luego del desastre de la Unión Popular en 1962 y bajo el sopor de la
Revolución Cubana, la cultura política de la izquierda uruguaya fue teñida
por la impronta comunista. El aparato cultural, hegemonizado por la moda
revolucionaria con la canción de protesta, las artes y la literatura
militantes, abonó una manera de entender la realidad dogmática y, en algunos
casos, fundamentalista. Pero si bien en 1973 la izquierda perdió la batalla
política, en el largo plazo ganó la batalla cultural, lo que fue clave para
la victoria de 2004. Cuba tuvo mucho que ver con ello, Cuba no se
cuestionaba, Cuba es la usina de esta cultura política.

Raúl Fernando Sendic (2) marchó al exilio en la isla. El director del
Departamento América del Partido Comunista de Cuba (PCC), Manuel Piñeiro,
fue su mentor. En Cuba, Sendic tuvo privilegios exclusivos para muy pocos
exiliados: libertad de circulación, facilidades para salir del país, un
especial nivel de vida. Heredero de un apellido admirado, sin duda, la
burocracia cubana puso el foco en él y fue desde ahí que se creó el
Movimiento 26 de Marzo, el “seispuntismo”.

Fue el Departamento América del PCC el hacedor del “26” y, casualmente, Raúl
Fernando Sendic lo lideró, hasta su ruptura y postrer mutación en Compromiso
Frenteamplista, la lista 711.

Pero la transformación del grupo y de su estilo de hacer política no anuló
las maneras heredadas. Si bien la 711 se aggiornó al sistema democrático, la
impronta vertical a la cubana está en el ADN de sus modos. Más que
sintonizar con el talante uruguayo, tienen esa forma de “estilo democrático”
con verticalidad autoritaria. Se asemejan más a Nicaragua que al FA
histórico. Así, si el comandante en jefe dice algo, no se discute, lo que,
traducido al uruguayo, debería ser: “Si digo que soy licenciado, nadie puede
objetarlo”. Si utilizo las tarjetas corporativas, lo merezco; si gestiono
mal un ente, sólo al círculo inmediato le importa. Podemos hacer un discurso
revolucionario, conmovedor, a sabiendas de realizar prácticas vidriosas, muy
del estilo cubano y bolivariano en general.

Esta forma de hacer y entender la política hizo cortocircuito con Uruguay,
con nuestra historia democrática. Y el vicepresidente no cambió su sintonía,
su ADN ideológico; lo más profundo de su formación no se lo permite. Hace
años, el profesor Julio Rodríguez enseñaba cómo se había pervertido la
burocracia soviética. Exiliado en la Unión Soviética, a su regreso nadie
como él conocía los intersticios de aquel poder y de su crisis. “La gente le
dice mafia”, contaba de los burócratas que luego de 1990 se transformaron en
los nuevos burgueses. No es casual que Compromiso Frenteamplista, enfrentado
al laberinto de las sospechas, opere en una clave más parecida a Don Fanucci
que a militantes de izquierda. Es el lógico devenir de ciertos estilos
políticos, por decirlo de alguna manera.

Gobierno en disputa

Para algunos grupos frentistas, el proceso histórico de la izquierda actual
se define como “gobierno en disputa”; es decir, dentro del FA hay alas,
algunas moderadas, o no revolucionarias, y otras que por revolucionarias
compiten con los primeros para sentar las bases del socialismo o un
facsímil. En un ámbito del FA, quien escribe supo escuchar a algún
representante de la 711 sostener que en el FA había una “infección
ideológica”

María del Rosario Laitano analiza la situación actual, también, como parte
de esta estrategia; es más, la crisis generada por el vicepresidente, sumada
al tema Venezuela, forman parte de esta operación que busca dirimir el
“gobierno en disputa” para pasar a la “disputa del gobierno”. La jugada, si
triunfa, aspira, entre tantas cosas, a relanzar a la izquierda uruguaya por
los rumbos que había perdido, por el camino que, otros creen, ha fracasado
estrepitosamente, como lo demuestra la caída del Muro de Berlín y el colapso
de la Unión Soviética… pequeños detalles que sólo los moderados tienen en
cuenta. Cumplir la profecía de la ortodoxia parece ser más importante que
gobernar bien y para todos.

La conclusión de la crisis

El 9 de setiembre, el Plenario Nacional del FA se reunirá para resolver qué
hacer con el vicepresidente en base al informe del Tribunal de Conducta
Política (TCP). Se sospecha el dictamen del tribunal al que voluntariamente
se presentó Raúl Fernando, quizá suponiendo que diría “amén” a las versiones
del vice. Pero en Uruguay no es así. En consecuencia, la facción sendiquera
pasó a cuestionar la idoneidad del órgano al que voluntariamente concurrió.
Nicolás Grab preside el TCP; es una persona intachable y honorable, y tendrá
muchos escuderos que sabremos defenderlo.

Será difícil llegar al número que el rocambolesco estatuto del FA fija para
sancionar al vice. Ni pensar que Raúl Fernando tenga un inesperado gesto y
renuncie motu proprio. De ser así, el FA entrará en una nueva etapa.

La crisis de Sendic condensa una larga cadena de irresoluciones de la
izquierda uruguaya. La manera de gestionar de su burocracia, más tendiente
al quietismo que a crear una nueva manera de hacer política. Negarse a
cambiar los vicios del Estado colorado te puede transformar en él. Sumando a
esto los ecos de una cultura política autoritaria, mezcla de mesianismo
discursivo con impunidad de gestión, hacen cortocircuito con las tradiciones
políticas uruguayas. Y esa manía de ficcionar las crisis, responsabilizando
a los otros –aquí se quiso ver el origen en alguna reunión en Atlanta–,
ficciones que llevan a la negación, en una modalidad arcaica de encarar la
política, sin posibilidades de éxito en la época de internet, de las redes
sociales y de la información constante e inmediata. Ya nadie acepta excusas.
La posibilidad de ficcionar y así atizar el “gobierno en disputa” es una
mala idea, tan mala que se agotó en sí misma. Todas estas contradicciones
son, también, el producto de una lucha entre la vieja política de izquierda
y una nueva que ya existe, fundada en la democracia, la tolerancia, la
transparencia, la claridad en la comunicación, el final del doble discurso,
del maquiavelismo, del dogmatismo, de la ortodoxia. El engaño, la
ambigüedad, poco a poco van quedando en el pasado, junto a la rueca y el
arado de madera, no porque seamos mejores, sino porque el cambio histórico
lo impone.

Decíamos que si esta crisis no se soluciona, el FA entrará en una nueva
etapa. Si el dictamen del TCP es rechazado o no es tenido en cuenta, si a
pesar de sus innegables responsabilidades el vicepresidente hace valer su
autoridad vertical y absoluta negando validez al juicio que solicitó, ¿para
qué, entonces, existe una orgánica frentista?

De ser así, el FA perderá razón de ser como tal. Nadie se irá, pero pasará a
ser un simple sello, bajo el cual una miríada de listas acumularán votos
gracias a la ley de lemas y nada más. Tal como supo ser el Partido
Colorado...

Notas de Correspondencia de Prensa

1) Actual vicepresidente de la República, hijo de Raúl Sendic Antonaccio
(1925-1989), fundador y principal dirigente del MLN (Movimiento de
Liberación Nacional-Tupamaros).

2) Profesor e historiador, miembro del Partido Socialista.

  _____





---
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20170829/73ae8180/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa