Uruguay/ Renunció Sendic:: una carrera en el nombre del padre que terminó de forma cruel [Leonardo Pereyra]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Lun Sep 11 12:59:39 UYT 2017


  _____

Correspondencia de Prensa

11 de setiembre 2017

Boletín Informativoe

 <https://correspondenciadeprensa.wordpress.com/>
https://correspondenciadeprensa.wordpress.com/

redacción y suscripciones

 <mailto:germain5 en chasque.net> germain5 en chasque.net

  _____

Uruguay

Una carrera en el nombre del padre que terminó de forma cruel

Todo fue muy vertiginoso. El capital político, la forma de vida y hasta la
apariencia personal de Sendic cambiaron en un pifpaf

Leonardo Pereyra

El Observador, 10-9-2017

http://www.elobservador.com.uy/

Las caídas duelen más cuando más alto se vuela, y el vuelo del renunciante
vicepresidente Raúl Fernando Sendic Rodríguez fue lo suficientemente
relevante como para que el golpe recibido le mueva el esqueleto a él y a su
fuerza política, replique en la estructura institucional del país y recuerde
que, muchas veces, conviene andar por la vida ligero de equipaje y ayuno de
pesadas herencias.

Porque difícilmente Raúl Fernando Sendic hubiera emprendido el vuelo del que
se despeñó en estas horas, sin el soplo de su padre Raúl Sendic Antonaccio,
el "Bebe", el mítico líder y guerrillero tupamaro, al que muchos evocaron
cuando le dieron pista al hijo ahora caído en desgracia.

Pero, se sabe, el peso de la sangre puede dotar al heredero de una
transfusión de capacidades y posibilidades únicas, pero también puede
convertirse en una pesada lápida. Ambas cosas ocurrieron en el caso de Raúl
Fernando aunque, paradójicamente, la relación con su mítico padre fue de
todo menos sencilla y armoniosa.

Cuando el líder tupamaro cayó preso en la década de 1970, Raúl Fernando, hoy
de 54 años, era un niño y la relación con su padre se cimentó únicamente en
las visitas que le realizaba a la cárcel de vez en cuando.

En su Paysandú natal, junto a su madre Nilda y su hermano Ramiro, Raúl
Fernando conoció la pobreza y el peso de un apellido que, por primera vez,
le jugaba en contra. En medio de la pobreza y cercado por una sociedad
conservadora y asustada por la dictadura, portar el apellido Sendic era una
condena.

Luego, Raúl Fernando se fue del país hacia Cuba y, a la distancia
geográfica, se le sumaron las diferencias ideológicas.

En la isla caribeña, así como en Suecia, se habían hecho fuertes los
denominados "seispuntistas", dirigentes desertores del MLN que, en las
cárceles de la dictadura, refundaron el Movimiento 26 de Marzo.

Este grupo basaba su ideología en seis puntos en los que, entre otras cosas,
anunciaban su fidelidad a la Unión Soviética como vanguardia de la
revolución mundial, y a Cuba como faro socialista del continente. Además,
buscaban las más pequeñas grietas en el pensamiento del resto de la
izquierda para bajarles o subirles el pulgar aplicando su particular mirada
del límite entre lo burgués y lo proletario.

En buena parte de la izquierda, los seispuntistas eran conocidos con el
apodo de "los cátaros", en referencia a un grupo religioso que apareció en
Europa en el siglo X y predicaba un ascetismo radical.

Raúl Fernando adhirió con fervor a la pureza ideológica del movimiento 26 de
Marzo, cortando amarras definitivas con su padre quien, hasta el final de
sus días, siguió abrevando de la vertiente más heterodoxa del movimiento
guerrillero que había ayudado a fundar.

El joven dirigente del 26 de Marzo volvió a Uruguay junto con la democracia
y la relación con su padre siguió siendo escasa. Sendic Antonaccio murió en
1989 en Francia a dónde había viajado para tratarse de una rara enfermedad.
En ese mismo año, Raúl Fernando se presentó como candidato a edil por el 26
de Marzo pero no tuvo suerte. La siguiente década lo encontró dirigiendo el
semanario La Juventud –órgano de prensa del 26 de Marzo– y alentando junto a
sus compañeros seispuntistas las posiciones más radicales de la izquierda.

En 1999 llegó a la Cámara de Diputados tras un acuerdo con el Movimiento de
Participación Popular (MPP) liderado por José Mujica, quien ya despuntaba
como el caudillo popular que le lavaría la cara al movimiento tupamaro y le
granjearía un montón de votos al Frente Amplio.

Participantes de aquel pacto señalaron a El Observador que Sendic sentía una
especie de "tironeo" y "vacilaba" acerca de su futuro político. Se
preguntaba, dicen, qué hubiera hecho su padre en esa situación, y creía que
si "El Bebe" estuviera conduciendo a los tupamaros estos –tal vez– habrían
adoptado un camino más "radical" frente a la coyuntura política.

Al mismo tiempo, hacía buenas migas con Tabaré Vázquez, a quien invitaba
para que divulgara su palabra a través de CX 36 Centenario, la radio
propiedad del 26 de Marzo. Era, dicen algunos compañeros de entonces, una
circunstancia en la que Sendic se sentía pleno. Estaba en la Cámara de
Diputados, el dinero de los negocios del 26 de Marzo le permitían tener en
sus manos medios de prensa en la que propalaba sus ideas –la 36 era la radio
preferida por la militancia de izquierda– y se mostraba intransigente en sus
ideas, honrando aquella "pureza" ideológica de los "cátaros" políticos.

Implacable con sus adversarios –pidió recurrentemente la renuncia del
presidente Jorge Batlle durante la crisis de 2002– incluso sus aliados del
MLN, ampliado en el MPP, quedaron ubicados a su diestra.

Tanto que en las elecciones de 2004 decidió romper con los viejos compañeros
de su padre y se lanzó solo con su 26 de Marzo.

Pero el vuelo fue cortito, los votos no le dieron para renovar su banca y
Sendic se dio contra el suelo. Los compañeros que lo rodeaban entonces dicen
que Raúl Fernando no tenía todavía en su cabeza la idea de acceder a lugares
de mucho privilegio, pero le temía al ostracismo político y a no estar a la
altura de su pedrigrí revolucionario.

Vázquez, aquel disertante de CX 36 convertido en presidente de la República,
le agradeció los minutos al aire con la vicepresidencia de ANCAP e,
imprevistamente, el hijo de Sendic empezó a carretear de nuevo cuando
parecía que había quedado en la vía.

En las elecciones de 2009 ya había armado su propio sector, la lista 711,
cuyo lema llevaba su nombre pero, en realidad, evocaba la figura de su
padre: "Por la senda de Raúl Sendic".

La lista 711 obtuvo una sola banca en la Cámara de Diputados pero, con la
llegada de Mujica a la Presidencia de la República, la buena estrella de
Raúl Fernando se encendió como nunca antes.

Mujica lo arropó como si se tratara de un hijo político, lo designó en la
presidencia de ANCAP y le transmitió, a los viejos y nuevos tupamaros, que
Sendic sería el heredero, ya no de sus escasos bienes, pero sí de su capital
político.

En abril de 2011, Mujica convocó a los suyos a "blindar" a Raúl Fernando y,
aunque se encontró con una fuerte resistencia en el MPP, logró el cometido.
Por aquellos días, Vázquez comentaba que le "encantaría" tener a Sendic como
compañero de fórmula y eran miles los seguidores de una página de Facebook
en la que se invitaba a los cibernautas a participar del futuro a través de
la consigna "Conozcamos más del próximo presidente".

En 2014 Sendic se convirtió en vicepresidente de la República acompañando a
Vázquez, y su grupo creció hasta convertirse en una de las principales
columnas del Frente Amplio.

Todo fue muy vertiginoso. El capital político, la forma de vida y hasta la
apariencia personal de Sendic cambiaron en un pifpaf.

Aquel radical, que en fotos de hace no muchos años aparecía con una modesta
campera y luciendo un tupido bigote, se afeitó, moderó sus propuestas, se
calzó un traje elegante y se rodeó de guardaespaldas.

A quienes le hacían notar el cambio en las ideas y en el guardarropa, Sendic
les insinuaba que no tenía que exhibir el carné de revolucionario ante
nadie. Alcanzaba con googlear su apellido para mensurar las entradas que
hablaban de cárceles, exilio y balas.

El resto de la historia está muy fresca. Las denuncias en la Justicia por su
gestión en ANCAP, el título que dijo tener y no tiene, los gastos con una
tarjeta de crédito del Estado que lo dejaron al borde del nocaut, el
abandono de sus propios compañeros, y el dictamen condenatorio del tribunal
de ética del Frente Amplio lo arrastraron a la renuncia final.

Hoy las agencias de noticias internacionales hablan de ese Sendic que, con
su decisión, marcó un hito en la historia institucional del país.

Hoy, cuando se dice Sendic, se piensa antes en el vicepresidente renunciante
Sendic Rodríguez que en Sendic Antonaccio, aquel guerrillero que condujo a
los tupamaros cincuenta años atrás.

Finalmente, la fama del hijo superó a la del padre. La historia tiene esas
vueltas paradójicas y crueles.

  _____





---
El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
https://www.avast.com/antivirus


------------ próxima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: http://listas.chasque.net/pipermail/boletin-prensa/attachments/20170911/9eb103ac/attachment-0001.htm


Más información sobre la lista de distribución Boletin-prensa