Francia/ La huelga ferroviaria vista desde el "interior" [Borie - Mahieux - Michel - Troccaz]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Vie Abr 27 12:05:49 UYT 2018


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Correspondencia de Prensa

27 de abril 2018

https://correspondenciadeprensa.wordpress.com/

redacción y suscripciones

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Francia



La huelga ferroviaria vista desde el "interior"



Mathieu Borie, Christian Mahieux, Frédéric Michel, Julien Troccaz *



A l´encontre, 24-4-2018

http://alencontre.org/





Traducción de Viento Sur

http://www.vientosur.info/





El gobierno francés ha lanzado una fuerte ofensiva contra los ferroviarios y
ferroviarias y, más globalmente, contra el servicio público del ferrocarril.
La espada de Damocles pende sobre miles de kilómetros de línea ferroviaria
no rentables; la empresa pública SNCF se convertirá en sociedad anónima, la
deuda ferroviaria seguirá ahí; el transporte público de viajeros se abrirá
al sector privado como ya ha ocurrido con el transporte de mercancías, y lo
que queda en el sector público será filializado.



Para el personal de la SNCF será el fin de su Estatuto que definía los
"derechos y deberes" de las y los ferroviarios y ferroviarias. Más ventajoso
en algunos puntos que la normativa común aplicada en Francia, cuenta también
con disposiciones más restrictivas en lo que respecta a la flexibilidad en
las condiciones laborales, teniendo en cuenta el carácter permanente del
servicio público ferroviario (365 días sobre 365, 24 horas sobre 24). Pero
el Estatuto también contempla normas colectivas en materia de remuneración y
progresión salarial a lo largo de la vida laboral, la imposibilidad de
aplicar despidos económicos, derechos sindicales logrados a lo largo de los
años y un régimen especial de pensiones que ya sufrió recortes importantes
en 2007.



La huelga empezó el 3 de abril en la SNCF, pero las federaciones de la CGT,
UNAS y la CFDT impusieron un calendario de 36 jornadas de huelga desde esa
fecha hasta el 30 de junio, bajo la forma de 18 huelgas de 2 días. Su
rechazo a una huelga reconducible (sin paréntesis, pero decidiendo en cada
ocasión), defendida por SUD-Rail (Solidaires) y FO, ha generado una
situación poco propicia para la necesaria dinamización del movimiento desde
la base, Este texto no es un balance: la huelga sigue su curso y es
necesario participar en ella, apoyarla y… debatir para hacerla más eficaz.



Auto-organización, democracia en la lucha, asambleas generales: ¡un
retroceso de más de 30 años!



Las federaciones de UNSA y la CFDT pueden presentar una imagen de sindicatos
combativos, pero menos; ¿unas pocas jornadas de huelga, antes de dejar caer
todo?  1/ Así, la federación de la CGT puede poner fin a la práctica de
asambleas generales en la que son las y los huelguistas quienes deciden
realmente sobre la huelga; una conquista de hace más de 30 años en la SNCF
(la huelga más larga de su historia, 1986/1987  2/) que muchos burócratas
sindicales no han dejado de combatir. Es cierto que formalmente se realizan
las asambleas general, pero sin contenido. De golpe, en el mejor de los
casos, se han convertido en mítines sindicales y, en el peor, en asambleas
de delegados y delegadas. Desde antes de la reunión interfederal del 15 de
marzo que definió el calendario de huelgas de 48 horas, se veía venir el
riesgo. Muchos militantes sinceros no fueron conscientes o no quisieron
verlo y esto se acaba pagando.



Más de un tercio del personal de la SNCF debe rellenar, 48 horas antes de la
huelga, una "declaraciones individual de intenciones (DII)" si hará huelga o
no, precisando a qué preaviso [de qué sindicado] se suma. Inevitablemente la
mayoría se suma al llamamiento unitario (CGT/UNSA/CFDT) de 48 horas no
prorrogables. A partir de ahí, las y los conductores, controladores,
guardagujas y resto de personal que haya depositado su DII no puede
"reconducir" la huelga [una vez concluidas las 48 horas] sin entrar en una
situación irregular  3/ . Para el resto, la publicidad hecha sobre el
calendario que va del 3 de abril al 30 de junio les lleva a elegir su día de
huelga entre las 36 fechas anunciadas. Y, una vez que todo el mundo tiene el
programa, ¿qué sentido tiene participar en las asambleas generales?



La campaña desarrollada durante semanas sobre la fórmula "busquemos una
forma de acción que no sea onerosa para las y los huelguistas"  4/ ha
pesado; tanto más cuando la mayor parte del tiempo, la batalla para hacerle
frente no se ha realizado para no debilitar la unidad. Por la misma razón,
no ha existido un debate real sobre las formas de acción. De ese modo, el
calendario de 18 huelgas de 48 horas se ha impuesto como el evidente punto
de partida.



Y ahí está el problema. Porque una vez que se empieza así, estaba
prácticamente claro que se llegaría a la situación que conocemos desde
principios de abril: huelgas sucesivas que ocupan el espacio mediático, pero
un número de huelguistas que no está a la altura de lo que haría falta. Y,
sobre todo, la imposibilidad de generar una dinámica de auto organización,
que las y los huelguistas controlaran el desarrollo de la huelga. Un
elemento determinante, no sólo en relación a las prácticas sindicales
defendidas y aplicadas, sino también para la eficacidad de la lucha.



Las huelgas se suceden, pero ¿hacia dónde?



El 22 de marzo tuvo lugar una gran manifestación nacional de ferroviarios y
ferroviarias. Más allá de las cifras de la manifestación, lo que era
impresionante era el número de huelguistas; más aún cuando ese día la
mayoría de las federaciones sindicales  5/ no llamaron a la huelga. A pesar
de la convocatoria interfederal del 15 de marzo, esta movilización ofrecía
la oportunidad para imponer otra dinámica a partir de primeros de abril.
Pero como se ha visto, no ha sido así.



¿Dónde nos encontramos? Como era de esperar, la propaganda patronal y
gubernamental consiste en explicar que la huelga se debilita. Es tan
habitual que ya no tiene efecto. Pero, a la inversa, resulta ridículo
afirmar que el número de huelguistas es excepcional. Sobre todo es muy
desigual dependiendo de categorías. Muy fuerte entre las y los conductores,
la huelga no llega a la altura de lo que debía ser una huelga nacional de
larga duración entre los agentes de las estaciones, el personal de
mantenimiento o en los talleres. Esto es producto de la modalidad de huelga,
como hemos explicados más arriba.



La forma de acción elegida permite que el tema continúe siendo de actualidad
a nivel mediático durante mucho tiempo. Por otra parte, todos los días,
todas las federaciones publican octavillas o comunicados, retomando una
práctica que durante mucho tiempo solo la desarrollaban Sud-rail y
Solidarires. Ahora bien, muchos huelguistas comienzan a tener dudas, con
fundamento: sí, el movimiento continúa, pero ¿cuáles son sus efectos? Ahí
está el quid de la cuestión. Una determinada concepción del sindicalismo
afirma que la huelga sirve puntualmente para mostrar "la fuerza y el
cabreo", tras lo que la patronal y el gobierno negocia y se cierra el
capítulo. No es ese el sindicalismo que defendemos y practicamos nosotros:
para nosotros la huelga se hace para ganar; las negociaciones se tienen que
hacer con la presión de las y los huelguistas; la huelga constituye un
momento de ruptura con el sistema que permite contemplar otras
movilizaciones más fuertes. Quienes sólo quieren "mostrar su fuerza" se ven
confrontados a un problema de envergadura: el gobierno y la patronal no se
plantean negociar nada; sólo la relación de fuerzas puede obligarles a
torcer el brazo. Y eso pasa por bloquear la economía, por bloquear la
actividad ferroviaria de forma duradera.



¿Es posible dar un salto adelante en base al movimiento actual para llegar a
ello? ¿O bien, el bloqueo es tal que es mejor recuperar el aliento para dar
el salto? El futuro próximo lo dirá… Una cosa es clara: no es multiplicando
la perdida de salarios mediante una sucesión de huelgas no prorrogables como
mejor se prepara una huelga prorrogable. Ahí está la experiencia de 2016
como muestra  6/



Propuestas alternativas para el sector ferroviario



En parte para ganar la batalla de la opinión pública, pero también para
darle credibilidad a la huelga frente a los adversarios sociales  7/ cada
federación ha puesto sobre el tapete propuestas alternativas sobre otro
modelo de ferrocarril público  8/. Los temas que se abordan son muchos e
interesantes: historia del ferrocarril, explotación e infraestructuras,
deuda, transporte, medioambiente y ecología, actividades ya privatizadas,
situación en otros países, etc.



Si bien nadie piensa que esos documentos van a convencer a Guillaume Pepy
[director general de la SNCF) o a los diputados y diputadas [de la Asamblea
Nacional, que vota la reforma], en ellos encontramos interesantes pistas de
reflexión para imaginar colectivamente un servicio ferroviario público
autogestionado conjuntamente por quienes lo hacen funcionar y lo usan… Un
trabajo que deberá continuar para cuestionar la hegemonía del modelo
capitalista y abrir la reflexión colectiva hacia nuevos horizontes…



Las organizaciones políticas



Diversas organizaciones de izquierda (incluso algunas que han colaborado con
gobiernos responsables de otros retrocesos sociales) han dado su apoyo a las
ferroviarias y ferroviarios. Lo que estuvo bien para contrarrestar un poco
la Brunete mediática contra la huelga. Pero más que declaraciones
mediáticas, ¡lo que necesitamos es militantes que organicen huelgas! Y este
es el límite evidente de quienes piensan que las organizaciones políticas
(en realidad su organización política) constituyen la salida política a las
luchas sociales: ¡unos y otras cuentan sobre otros para construir la
alternativa política a las luchas sociales! La verdadera alternativa
política son las luchas en sí: quien participa en ellas conoce hasta que
punto, sobre todo durante movilizaciones largas en las que las y los
huelguistas se encuentran día a día, ¡las utopías, las alternativas, los
cambios radicales ganan credibilidad a ojos de todo el mundo!



El sindicalismo es política, su campo de acción engloba tanto la defensa de
las reivindicaciones en el marco de la sociedad actual como la acción para
su transformación radical. Por acción que engloba cosas muy diferentes y
complementarias a la formación y la información, una campaña larga y una
huelga, la organización colectiva y el apoyo a la auto-organización,… La
opresión vinculada al sistema capitalista, la opresión económica fruto de
las relaciones de producción y del derecho de propiedad, es común a todos y
todas las personas de "abajo". Es ahí donde se juega la lucha de clases:
¿eso no es política? Ello no impide considerar que existen otras formas de
opresión que, por otro lado, no tiene ningún interés jerarquizarlas, ni
entre ellas, ni frente a la opresión económica. Las luchas contra las
opresiones y a favor de la igualdad, la libertad, etc., también son
política.



Es necesario profundizar en la noción de la “organización sindical y
popular”: luchar contra la patronal, contra la jerarquía, a favor de otro
tipo de trabajo, etc., pero también la lucha de las mujeres, de las personas
discriminadas por su origen, de las LGBT, se las sin-techo… El reparto de
papeles entre quienes quieren que el partido se ocupe de la política y el
sindicalismo de lo social es un camino sin salida. Mientras los sindicatos
constituyen, o deberían constituir, un instrumento de organización autónoma
de la clase obrera (¡que ya es algo!) ese reparto de roles les reduce a una
función menor, negándoles la capacidad para actuar para cambiar la sociedad.
A la inversa, lleva a las organizaciones políticas a considerar que esta
tarea les corresponde a ellas solo y que por tanto está desconectada de los
movimientos sociales.



La caja de resistencia



Al igual que en otras movilizaciones largas, profesionales o
interprofesionales, se habla de la caja de resistencia. Cada organización
sindical ha puesto la suya y en esta ocasión determinadas personalidades han
puesto en pie otra. La cantidad recaudada en esta última se remite a una
asociación creada por las cuatro federaciones sindicales representativas  9/
de la SNCF y se repartirá en función del resultado de las últimas elecciones
sindicales. Esta forma de hacer las cosas, además excluir a FO, conlleva que
al cabo de un mes de huelga, CFDT o UNSA cuentas con tanta afiliación que
hace huelga como la CGT o Sud-rail, lo que no es cierto. Aquí también,
¡prioridad a las organizaciones sindicales, no a las y los huelguistas!



Pero, lo más importante, ¿qué representan esas cantidades tan importantes
que se mencionan en los comunicados? ¿Un millón de euros? En la SNCF hay 150
000 personas en plantilla; si partimos de la base que el 50% hace huelga,
las personas a indemnizar serán 75 000 personas; si somos un poco pesimistas
y reducimos el porcentaje al 33% de huelguistas, cada uno y cada una de las
50 000 personas en huelga recibirá 20 euros. Lo que no es mucho en relación
a tantos días de huelga.



No hay soluciones milagrosas para la caja de resistencia:



· O bien las estructuras sindicales la organizan a largo plazo; es decir,
estableciendo que una parte de la cuota sindical se dedique a ese fin, lo
que permite acumular al cabo del tiempo una cantidad a la altura de las
necesidades (es lo que en Francia hace… la CFDT desde hace cincuenta años);



· O bien se organiza en el momento de las huelgas, pero gestionada muy
localmente, a pequeña escala, lo que permite redistribuir entre las y los
huelguistas las cantidades acumuladas (por ejemplo de comerciantes
locales…), que hará que necesariamente sea desigual a nivel nacional, si
bien muy útil allí donde exista, no solo a nivel financiero, sino también
porque conlleva una relación entre huelguistas y el resto de la población.



La primera solución, la más eficaz, nos remite al lugar de los sindicatos en
el movimiento social y político. Tiene que ser central, a largo plazo, no
descubrirse solo cuando se convocan grandes movilizaciones. Implícitamente
esto plantea también la cuestión de la relación entre la clase obrera y el
resto de clases sociales… El tema de las cajas de resistencia podría
constituir un excelente ejercicio práctico para los colectivos militantes de
las diferentes organizaciones sindicales que desean unificar el sindicalismo
combativo…



El mundo más allá de las y los ferroviarios



Sin duda, la ofensiva actual contra la SNCF se inscribe en una ofensiva más
general. Las y los pensionistas han visto cómo su poder de compra se ha
reducido en un buen tajo estos últimos meses; el acceso a la universidad va
a ser selectivo, muchas empresas continúan despidiendo gente para engordar
las cuentas de sus accionistas; en la Función público y en los servicios
públicos, el sufrimiento en el trabajo, las depresiones y los suicidios se
multiplican. Hay huelgas en varios sectores: Air France, Estudiantes de
Comercio, etc. Sin contar los trabajadores y trabajadoras sin-papeles que
reivindican su regularización.



Debilitado por las importantes derrotas de los últimos años, al movimiento
sindical le cuesta organizar la respuesta a la altura de las circunstancias.
La CGT decidió por su cuenta organizar movilizaciones el 19 de abril a las
que se sumó Solidaires. Una vez más esto se traduce en manifestaciones en
las que domina la participación de las y los militantes sindicales sin
arrastras al conjunto de las y los asalariados. El 3 de mayo está anunciado
una huelga en la Enseñanza. El conjunto de las y los funcionarios la harán
el 22 de mayo. Las y los pensionistas se manifestarán por toda Francia el 14
de junio.



¿Es urgente anuncias fechas consecutivas o reconstruir útiles sindicales
sólidos, con perspectivas de ruptura creíbles, capaces de dar confianza a
las trabajadoras y trabajadores?



En relación al contexto actual en Francia, el comunicado de la Red sindical
internacional de solidaridad y de lucha  10/ lo resume así:



"Al enfrentarse con diversos movimientos sociales, el gobierno francés
demuestra, una vez más, que los Estados no dudan en recorrer a la fuerza
policial y a leyes liberticidas para intentar amordazar los movimientos
sociales.



A finales de marzo, el llamado juicio de Tarnac, nos recordó cómo el aparato
judicial, al servicio de la policía, podía crear y luego alimentar una
mentira de Estad. Por encima de este ejemplo mediatizado, muchos habitantes,
tanto hombres como mujeres de los barrios populares, conocen a diario
discriminaciones y presiones policiales.



En Notre-Dame-Des-Landes, el Estado intervino violentamente para evacuar a
aquellas y aquellos que mantuvieron en vida ese pedazo de tierra, convertido
en Zona que hay que defender. La resistencia, la construcción de
alternativas, la solidaridad… esas tantas nociones que no cuadran con el
sistema capitalista establecido. Y cuando quienes gestionan el sistema lo
creen conveniente, ellos y ellas usan la violencia.



Lo mismo pasa con las Universidades francesas: la policía y a veces grupos
fascistas armados intervienen en ellas, cubiertos por la institución.



Frente a todo ello, nuestras armas son nuestro número, nuestra solidaridad,
nuestras diferencias que entendemos como una riqueza colectiva, nuestros
combates respectivos. El sindicalismo se ve directamente involucrado en
ello/ en Notre-Dame-des-Landes, existe un grupo intersindical, el
sindicalismo estudiantil está presente en las Universidades. Pero, ante
todo, el movimiento sindical debe seguir activo contra las violencias
policiales. Que los jóvenes se hayan convertido en el blanco principal, no
es mera casualidad.



La presencia en las Zonas que hay que defender y las manifestaciones de
apoyo son necesarias. Pero, para ganar juntos, hay que multiplicar los
frentes de lucha: Notre-Dame-des-Landes y ¡ los ferroviarios y ferroviarias!
¡ Universidades, y también los empleados y empleadas de Carrefour, de Ford o
de Correos! ¡ l en s jubilad en s y también el personal sanitario!¡En Francia y en
otros lugares!"



¡Para que nuestras luchas sean UNA, construyámoslas juntos! Mayo está a la
vuelta de la esquina… No es más que el principio.



* Sindicalistas de la Union syndicale Solidaires.



Notas



1/  Una reciente tribuna publicada en Le Monde por los secretarios generales
de la Confederación y la Federación de ferroviarios de la CFDT va en ese
sentido. En realidad, los sindicatos habitualmente calificados de
"acompañamiento" se ven confrontados a una política patronal y gubernamental
que no llegan a comprender: el macronismo marca una nueva etapa en la
refundación social deseada por una parte de la patronal. En la lógica de
liquidar los cuerpos intermedios, al sindicalismo institucional no le resta
más que un espacio residual; incluso se le considera prescindible, como un
obstáculo. La vocación del sindicalismo de acompañamiento, de hacer como que
decide, está en ruinas.



2/  Ver en Les utopiques n°3: "La grève des cheminots 1986/87 à Paris Gare
de Lyon; le bilan de la section syndicale CFDT" [Christian Mahieux] et "La
grève des cheminots 1986/87 vue de l’agglomération rouennaise; une
expérience d’auto-organisation" [Jacques Hais]. www.lesutopiques.org
<http://www.lesutopiques.org/>



3/  Efectivamente, muchas huelgas importantes se hicieron sin preaviso, es
decir, de forma irregular, ilegal. Pero para ello es necesario que el
ambiente, la dinámica (y determinadas organizaciones sindicales) empujen en
esas dirección.



4/  Frente a la importancia de los ataques, nos podíamos esperar un
posicionamiento más ofensivo y motivador….



5/  UNSA y SUD-Rail depositaron un preaviso de huelga nacional.



6/  Ver en Les utopiques N3, «La grève de 2016 dans le secteur ferroviaire»
[Mathieu Borie, Christian Mahieux, Frédéric Michel, Julien Troccaz].
www.lesutopiques.org



7/ Otros hablan de "interlocutores sociales".



8/  Ver:
www.cheminotcgt.fr/wp-content/themes/cheminotcgt/assets/img/layout/ENSEMBLE-
POUR-LE-FER.pdfwww.solidaires.org/Reapproprions-nous-le-service-public-ferro
viaire
<http://www.cheminotcgt.fr/wp-content/themes/cheminotcgt/assets/img/layout/E
NSEMBLE-POUR-LE-FER.pdfwww.solidaires.org/Reapproprions-nous-le-service-publ
ic-ferroviaire>


<http://www.cheminotcgt.fr/wp-content/themes/cheminotcgt/assets/img/layout/E
NSEMBLE-POUR-LE-FER.pdfwww.solidaires.org/Reapproprions-nous-le-service-publ
ic-ferroviaire>

9/  Se trata de la reprentatividad definida por la Ley que retoma la
posición común acordada entre la CGT/CFDT/Patronal en 2008: no se incluye a
las organizaciones sindicales que no hayan obtenido más del 10% de vortos en
la empresa. Es decir, solo superan la barrera CGT, UNSA, SUD-Rail et CFDT.
No FO que, sin embargo, llama a la huelga.



10/ www.laboursolidarity <http://www.laboursolidarity/>  Red de
organizaciones sindicales (nacionales o locales, sectores o
interprofesionales), de corrientes y tendencias sindicales de diversos
países a nivel internacional.

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