Brasil/ Debate en el PSOL: críticas a la visión política de Boulos [Plínio de Arruda Sampaio Júnior]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Ene 14 23:28:56 UYT 2018


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Correspondencia de Prensa

14 de enero 2018

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Brasil

Mis críticas a la entrevista de Boulos

Plínio de Arruda Sampaio Júnior

La candidatura presidencial del PSOL para las elecciones de 2018, ha
generado debates entre la militancia del partido, aun cuando la dirección ya
tomó posición a favor de Guilherme Boulos (referente principal del
Movimiento de los Trabajadores Sin Techo). A la espera de los juicios
pendientes contra Lula y de cuál será entonces la resolución del PT, Boulos
todavía no se afilió al PSOL y ha repetido que no sería candidato si Lula
finalmente puede competir. El próximo 10 de marzo la Conferencia Electoral
del PSOL (con poco más de 120 delegados) designará el candidato. (1)

Mientras tanto, el debate continúa. El texto de Plínio de Arruda Sampaio
Júnior que reproducimos, es una respuesta crítica a la visión política que
Boulos desarrolla en entrevista publicada por la revista Carta Capital del 6
de enero. (2) Plinio, que también es propuesto como candidato presidencial
por activistas sociales y corrientes del PSOL, es un reconocido militante de
la izquierda anticapitalista, miembro del partido desde su fundación,
economista y profesor de la Unicamp (Universidad Estatal de Campinas) su
último libro es “Crônica de uma crise anunciada. Crítica à economía política
de Lula e Dilma”, SG Amarante, Sâo Paulo 2017. (Redacción de Correspondencia
de Prensa)

Blog Plinio jr, 12-1-2018

https://pliniojr.com.br/

Traducción de Ernesto Herrera – Correspondencia de Prensa

Por la claridad didáctica, la entrevista de Guilherme Boulos a Carta Capital
es lectura obligatoria para toda la militancia del PSOL. En ella, el líder
del MTST -el candidato deseado por la dirección del partido- explicita su
lectura de la realidad.

En la visión de Boulos, el golpe de Temer es el gran divisor de aguas de la
vida nacional y el rescate de la Nueva República es la principal tarea de la
coyuntura. La destitución de Dilma es atribuible a la radicalización de la
Casa Grande y sus políticos. La urgencia de derrotar a los golpistas pondría
en el orden del día la necesidad de unidad de las izquierdas. Invistiendo
contra el sectarismo “de la pureza salvadora” y el dogmatismo de los que
estigmatizan toda diferencia como “divisionismo”, Boulos procura cavar su
espacio como punto de convergencia entre la izquierda socialista y el PT.
Apuesta que, en la ausencia de Lula en el pleito de 2018, él pueda
conquistar protagonismo en la política nacional.

Boulos es un importante líder popular y su posición merece el respeto de la
crítica. La divergencia con su posicionamiento es política y derivada
diferencia sustancial en la lectura sobre la naturaleza de la crisis que
abala la vida nacional, el significado de los gobierno de Lula y Dilma y los
desafíos del momento histórico. A lo largo de los próximos meses, en la
batalla por un proceso democrático de elección del representante del PSOL en
las elecciones de 2018, tendremos la oportunidad de exponerla de manera
detallada. Por ahora, apenas algunas observaciones críticas para elucidar
las diferencias en relación a la visión de la crisis política, el balance
del PT, la concepción de izquierda y la localización de la izquierda
socialista en el tablero electoral.

En ausencia de una perspectiva de clase, Boulos interpreta la crisis
política como un fenómeno circunstancial, derivado de una conspiración
palaciega, que podría ser revertida en 2018 con la elección de un presidente
legítimo, que representase de hecho la voluntad popular. De ahí, la defensa
intransigente del derecho de Lula a disputar las elecciones. Su
interpretación no percibe que el golpe no fue de Temer y de los golpistas y
ni comenzó con la destitución de Dilma. El golpe fue del capital contra el
trabajo y comenzó con la reacción de la burguesía brasilera ante la rebelión
de la juventud en las Jornadas de Junio de 2013. El primer acto del golpe
fue la represión violenta de las manifestaciones con absoluta complicidad de
todos los partidos del orden, inclusive el PT. En eso, Dilma, Lula Haddad,
Alckmin, Cabral estaban juntos. El segundo acto del golpe fue el estelionato
electoral de Dilma y el inicio del flagelo del ajuste sin fin, acompañado,
es importante no olvidar, de la creación de la Fuerza Nacional, de la Ley
Antiterrorista y la sistemática represión a toda protesta contra la Copa del
Mundo. La ascensión de Temer -el tercer acto del golpe- radicalizó la guerra
de la burguesía contra los trabajadores. Un golpe preparó el otro. Los que
golpearon -todos ellos-, cada uno a su modo, fueron apenas agentes del
capital. Al tornar explícita la falencia de la Constitución de 1988 y la
irreversibilidad de la crisis terminal de la Nueva República, la disposición
de Dilma representó un cambio de calidad en la crisis política, pero nada
que justifique una vuelta al pasado. Vaso quebrado no tiene arreglo. Es
preciso mirar el futuro.

La incomprensión de la profundidad de la crisis política lleva a Boulos a
caracterizar a Bolsonaro como "una farsa". Es un grave engaño. La fuerza de
Bolsonaro es real. La agonía de la Nueva República coloca en el orden del
día la necesidad de su sustitución. Bolsonaro expresa una respuesta radical,
por la derecha, a las crecientes parcelas de trabajadores que perdieron
completamente la fe en el sistema político. Él crece no apenas en la
burguesía y en la pequeña burguesía, sino también entre los trabajadores que
llegaron a la conclusión de que “todos los políticos son iguales”. 

La respuesta de la izquierda del orden, donde Boulos se sitúa, es
insuficiente. Es imposible restaurar un padrón de dominación históricamente
condenado. El antídoto a la respuesta dictatorial de Bolsonaro no es negarla
como posibilidad inscrita en la lucha de clases, sino ofrecer una
alternativa radical por la izquierda a la crisis terminal de la Nueva
República. El desafío es superar los límites de la democracia de cooptación
del período anterior. No hay como resolver el antagonismo entre el principio
de representación de la voluntad popular y el absoluto control del capital
sobre el Estado sin transformaciones económicas, sociales y políticas de
gran envergadura.

Por fin, la dificultad para realizar la unidad de la izquierda no es
resultado de las pequeñas maniobras, la inmadurez y mezquindades de las
dirección partidarias, como sugiere Boulos, sino de compromisos políticos
antagónicos que impiden la convergencia programática. La imposibilidad de la
unidad programática es tanto mayor cuando el régimen cierra completamente
cualquier brecha para la reforma, como ocurre en el capitalismo
contemporáneo de una manera general y en el Brasil de manera particular. Al
no diferenciar la izquierda del orden -PT, PCdoB- de la izquierda contra el
orden -PSOL, PSTU, PCB- se diluye el abismo que se interpone entre los
partidos encuadrados en las exigencias del capital; y los partidos que se
baten por la revolución social. Quiera o no, los primeros operan
necesariamente dentro de los parámetros de conciliación de clase. En otras
palabras, el problema de la unidad de la izquierda no se sitúa en el campo
abstracto de la psicología de los liderazgos políticos y sus idiosincrasias.
El bloqueo a la unidad programática de las izquierdas transcurre de las
diferencias en los vínculos de la izquierda del orden y de la izquierda
contra el orden con las clases sociales que pretenden representar.

Es claro que las diferencias cualitativas entre las izquierdas no son -y no
podrían serlo- factores impeditivos de una unidad en la lucha en torno de
cuestiones concretas como, por ejemplo, la defensa de la democracia y la
preservación de conquistas sociales. En ese campo, dígase al pasar, las
dificultades a la unidad se originan invariablemente de los compromisos
orgánicos de la izquierda del orden del capital. El año 2017 fue
emblemático. Toda vez que un empujón podría haber derribado a Temer y
bloqueado los ataques a los trabajadores, PT y PCdoB tergiversaron,
evidenciando sus compromisos velados con el mundo de los negocios. Unidad en
las calles sólo cuando conviene a las conveniencias partidarias muy
particulares es oportunismo.

Notas de Correspondencia de Prensa

1) Resolución de la Ejecutiva Nacional sobre la Conferencia Electoral:
<https://www.psol50.org.br/psol-fara-conferencia-eleitoral-em-marco-para-dec
idir-candidatura-a-presidencia/>
https://www.psol50.org.br/psol-fara-conferencia-eleitoral-em-marco-para-deci
dir-candidatura-a-presidencia/

2) Entrevista en Carta Capital en portugués:
https://www.cartacapital.com.br/politica/guilherme-boulos-a-diversidade-nao-
impede-a-unidade-da-esquerda-na-defesa-da-democracia201d)
<https://www.cartacapital.com.br/politica/guilherme-boulos-a-diversidade-nao
-impede-a-unidade-da-esquerda-na-defesa-da-democracia201d> Ver también
entrevista de Esquerda Online a Boulos, en Correspondencia de Prensa,
13-1-2018.

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