Uruguay/ Cuando el "socialismo nacional" estaba entre López Rega y Videla [Fernando López D’Alesandro]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Dom Oct 21 12:56:35 UYT 2018


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Correspondencia de Prensa

21 de octubre 2018

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Uruguay

 

Cuando el socialismo uruguayo estaba entre L贸pez Rega y Videla 

 

Los l铆mites del revisionismo y de la tercera posici贸n.

 

Fernando L贸pez D鈥橝lesandro *

La Diaria, Fin de Semana, 20-10-208

https://findesemana.ladiaria.com.uy/

 

En 1975 el historiador Carlos Machado redact贸 un informe sobre la coyuntura argentina que Vivian Tr铆as (ndr: principal dirigente e ide贸logo del Partido Socialista) elev贸 a sus superiores checoslovacos (ndr:  servicios de espionaje, StB). El documento presenta el apoyo del socialismo uruguayo al gobierno derechista de Isabel Mart铆nez de Per贸n y a Jos茅 L贸pez Rega. Machado 鈥揷uyo nombre clave en el StB, el servicio checo, era 鈥淢edio鈥濃 y Tr铆as coinciden en gran parte del an谩lisis, pero se contradicen respecto del papel del hombre fuerte del gobierno de Isabel. Tr铆as, ante la ca铆da del 鈥渓opezreguismo鈥, pone sus esperanzas en los militares y, principalmente, en el 鈥減rogresismo鈥 de Jorge Rafael Videla. Los documentos muestran posiciones del socialismo nacional uruguayo dejando en claro aquellos enfoques, con sus l铆mites y sus carencias fundadas en la visi贸n mitopoy茅tica del revisionismo y en la tercera posici贸n, a pesar del marxismo y de la democracia.

 

Los socialistas uruguayos con Isabel y L贸pez Rega

 

Cuando la dictadura comenz贸 en Uruguay, Vivian Tr铆as perdi贸 gran parte de sus contactos pol铆ticos y su trabajo para el StB cay贸 en una orfandad peligrosa para sus objetivos particulares.(1) La pol铆tica uruguaya entr贸 en un impasse largo, en el que, adem谩s, el Partido Socialista del Uruguay (PSU), en los hechos, no exist铆a. (2) Tr铆as, entonces, convenci贸 a sus superiores checoslovacos de que el eje del proceso pol铆tico se hab铆a desplazado a la Argentina del tercer peronismo. Sus contactos en Buenos Aires eran amplios y, principalmente, contaba con la ayuda de Carlos Machado, historiador revisionista uruguayo, compa帽ero de Tr铆as en la construcci贸n del socialismo nacional en el PSU. Machado se hab铆a exiliado en Buenos Aires luego de haber sufrido una dura prisi贸n y de ser interrogado por Amodio P茅rez. 

 

El tercer peronismo signific贸 para Tr铆as y Machado la gran prueba para confirmar sus posiciones te贸ricas, hist贸ricas e ideol贸gicas. Y de la documentaci贸n relevada surgen las acrobacias intelectuales que deb铆an hacer ante el StB y ante s铆 mismos para que toda su obra de la d茅cada de 1960 no fuera arrasada por la realidad. El tercer gobierno de Juan Domingo Per贸n y sus sucesores se encargaron de mostrar los l铆mites del revisionismo, del tercerismo y de la izquierda nacional.

 

Para ambos autores el peronismo era, principalmente, un proyecto que expresaba a la burgues铆a nacional. En tal sentido, era una fase asimilable a la 鈥渞evoluci贸n burguesa鈥 hecha de manera muy sui generis. En ninguna de sus consideraciones, salvo la de Tr铆as en la d茅cada de 1950, se tuvieron en cuenta otros factores 鈥損ol铆ticos, culturales, simb贸licos鈥 por fuera de una muy simple consideraci贸n clasista. La expresi贸n pol铆tica conservadora del peronismo no estaba ni en el discurso ni en el an谩lisis de estos revisionistas uruguayos, deslumbrados por lo que creyeron que era la realizaci贸n de sus tesis. Sin embargo, a pesar de sus coincidencias, no deja de haber diferencias en los enfoques de Machado y Tr铆as, diferencias que este 煤ltimo subray贸 ante sus jefes checoslovacos.

 

Seg煤n Carlos Machado, los socialistas apoyaban el gobierno derechista de Isabel Per贸n a partir de un enfoque singular, por lo menos. 鈥淓l peronismo es un movimiento burgu茅s nacional. Es burgu茅s por su proposici贸n: desarrollar las fuerzas de producci贸n sin cambiar las relaciones de producci贸n. Es nacional por su intenci贸n: se logra el desarrollo rompiendo dependencias (del imperialismo). Su historia evidencia que los imperialistas lo supieron bien. Batallaron hasta derribarlo en el 55. Hoy batallan igual. Nosotros, socialistas, lo apoyamos por esa raz贸n: es a la vez gestor y conductor del frente de liberaci贸n nacional. [...]鈥. Machado ofrece una caracterizaci贸n de la pol铆tica peronista incre铆ble: 鈥淧or su definici贸n, inconfesa, es socialdem贸crata por reformista [...] En contradicci贸n con la vieja socialdemocracia de Europa [...] es totalitario por su vocaci贸n鈥. El apoyo a una propuesta totalitaria era bien visto en tanto romp铆a con el liberalismo, 鈥渁liado doctrinario y doctoral de todos los agentes de la dependencia鈥. Concentrando sus cr铆ticas en la burocracia sindical y absolviendo a Isabel Per贸n y a L贸pez Rega del 鈥渞odrigazo鈥, (3) Machado ofrece una singular definici贸n del papel del fundador de la Triple A. En su rol de ministro de Bienestar Social, L贸pez Rega 鈥渃ubre de modo eficaz la misi贸n de acercarle la masa a Isabel y congregar en torno a la jefatura respaldo popular. Por eso los ataques contra L贸pez Rega. No por incompetente (porque no lo fue). No por indecente (porque no se le pudo probar indecencia y es demasiado fresca tal acusaci贸n para darle asidero veraz). No por su ordinariez o su vulgaridad (y cuantos 鈥渋zquierdistas鈥 resuellan por all铆 viejos resentimientos clasistas), que no excede, quiz谩, la que promedia la totalidad del equipo que creci贸 en derredor de Per贸n. No por su antipat铆a, su inoportunidad, su imagen 鈥榠mbancable鈥 [...]. No por su concepci贸n espiritista (la que tuvo Per贸n). No porque lo supongan responsable o autor de cierto terrorismo que instrumenta la CIA, alimenta la CIA, beneficia a la CIA, y da帽a, sobre todo, generando m谩s y m谩s conmoci贸n, m谩s inseguridad, desestabilizando al gobierno que expresa L贸pez Rega. No. Atacan a L贸pez Rega para dar jaque mate a Isabel. Para dejarla sola. Para separarla de la masa. Para derribarla con facilidad o dejarla, como mera ficci贸n, convertida en figura s贸lo decorativa: una reina Isabel. 驴Que L贸pez Rega ha cometido errores? Por supuesto. 驴Es despreciable? No. Apenas lamentable. [...]鈥.(4) El terrorismo de la Triple A, entonces, era para Machado una hechura de la CIA, lo que absolv铆a a L贸pez Rega de la matanza que destroz贸 la d茅bil democracia argentina. 鈥淟opecito鈥, como le dec铆a Per贸n, era el v铆nculo entre la presidenta y el pueblo, nada m谩s ni nada menos. La disputa interna entre el terror fascista, Montoneros y la burocracia sindical era negada. Vivian Tr铆as, en este aspecto, pensaba distinto pero coincid铆a con las visiones que interpretaban aquel peronismo de 1975 como izquierdista. En un anexo a sus superiores aclar贸 sus diferencias.

 

鈥淟os puntos de vista de M (5) no concuerdan con los m铆os en algunos aspectos importantes, pero son muy sagaces y muy bien fundados鈥, sosten铆a Tr铆as. Subray贸 coincidencias: 鈥淪u tesis central es que la Argentina no tiene m谩s opci贸n a la izquierda que el peronismo (lo que comparto enteramente) y de que lo que destruya al peronismo es reaccionario (tambi茅n estoy de acuerdo). De ah铆 su defensa de la 鈥榲erticalidad鈥. Tiene raz贸n en que no hay sustituto para Isabel (v茅ase lo que dice sobre los antecedentes de Luder)鈥.

 

鈥淧ero creo que comete un error serio al no tener en cuenta que el lopez-reguismo expresa los intereses monopolistas y latifundistas, dentro del peronismo [subrayado en el original]. Creo que no mide en toda su gravedad las conexiones de L贸pez Rega con la Triple A. De todos modos su interpretaci贸n personal es realmente interesante鈥.(6) Este peronismo 鈥渋zquierdista鈥, presidido por Isabel, ten铆a como principal gestor y apoyo de la presidenta al creador de la Triple A, que en la visi贸n de Tr铆as representaba intereses econ贸micos. Para ambos analistas la dimensi贸n ideol贸gica y la promoci贸n de Per贸n del terrorismo fascista formaba parte de la negaci贸n.

 

A pesar de sus coincidencias en el an谩lisis de este gobierno fundamentalmente conservador, Vivian Tr铆as precis贸 al StB las caracter铆sticas m谩s importantes de la ca铆da de L贸pez Rega. En su an谩lisis, el final del Ministro de Bienestar Social y fundador de la Triple A se debi贸 a la conformaci贸n de 鈥渦na alianza del peronismo con tendencias que desde siempre lo enfrentaron. Es el caso del actual M. [ministro] de Econom铆a Antonio Cafiero, del leader [sic] actual de la CGT Casildo Herrera, de toda la promoci贸n nueva del sindicalismo y del movimiento peronista, especialmente la bancada de diputados, etc.鈥. Para Tr铆as, una vez terminado el 鈥渓opezreguismo鈥 se afirm贸 鈥渓a tesis de lo que podr铆amos llamar 鈥榥eo-verticalismo鈥 en torno a Isabel Per贸n. [...] Esta corriente postula un gobierno pura y cerradamente peronista y lanza una doble ofensiva para cumplir sus objetivos鈥: manipular el congreso del Justicialismo e instalar a Federico Robledo como segundo de Isabel. El otro factor, que a la larga result贸 ser determinante, fueron las Fuerzas Armadas, que sufren en este per铆odo, seg煤n Tr铆as, un intento de 鈥減eronizaci贸n鈥. 鈥淒e ah铆 la designaci贸n del Cnel. Vicente Damasco, en actividad como Ministro del Interior, que es el Ministerio esencialmente pol铆tico del gabinete. De esa manera con Damasco en esa funci贸n y Numa Laplane en la Comandancia del Ej茅rcito, este queda comprometido pol铆ticamente con el peronismo鈥. Tr铆as sosten铆a que 茅sta operativa hab铆a tenido consecuencias en las Fuerzas Armadas, 鈥渄onde hubo un alzamiento mayoritario contra la designaci贸n de Damasco y luego contra la propia permanencia de Numa Laplane en la Comandancia [...]鈥. Sin abrir juicio acerca de la crisis institucional que significaba que los militares se inmiscuyeran en la pol铆tica, Tr铆as inform贸 a sus jefes que 鈥渓a mayor铆a de los Grales. se pronunciaron en contra de la designaci贸n de Damasco y el propio Numa Laplane debi贸 votar para equilibrar posiciones鈥. El hecho de que Laplane cuestionara a los militares disidentes 鈥渁gudiz贸鈥 la crisis, con efectos pol铆ticos en el gobierno, cosa que para Tr铆as era 鈥渋nteresante鈥. El hecho de que Lorenzo Miguel perdiera la posibilidad de instalar un adicto en la comandancia del Ej茅rcito fue visto como una derrota del 鈥渘eo-verticalismo鈥 鈥測 la designaci贸n cay贸 en la figura de m谩s relieve en estos momentos dentro del Ej茅rcito Argentino, Tnte. Gral. Jorge Videla. Fue formado junto a Carcagno en Tucum谩n y se le considera un nacionalista progresista muy capaz [...]鈥. Su designaci贸n 鈥渆s un acto t谩ctico, de fina inteligencia, [...] al arrebatarle la bandera del institucionalismo profesional 鈥揾oy mayor铆a en las Fuerzas Armadas鈥 a la corriente liberal-lanussista鈥. O sea, Videla era un 鈥減rogre鈥 que respaldar铆a las instituciones democr谩ticas, contra los ac贸litos de Lanusse, el general que, a la postre, se enfrent贸 al 鈥減roceso鈥 y declar贸 contra sus pares en el Juicio a las Juntas durante la reinstitucionalizaci贸n en 1984.

 

Para Vivian Tr铆as la conclusi贸n de esta 鈥淐risis Damasco鈥 no pod铆a ser mejor: 鈥淟a designaci贸n de Videla (tambi茅n aperturista) [manuscrito en el original], tranquiliza a las Fuerzas Armadas, restablece su unidad y refuerza el institucionalismo, a la vez que las coloca en mejor situaci贸n para la lucha anti-subversiva. Adem谩s, a su frente no est谩 un lanusista, sino un hombre de la corriente m谩s progresista鈥, Jorge Rafael Videla. Finalmente, Vivian Tr铆as sostuvo que 鈥淎rgentina tiene el mejor gobierno que el peronismo puede darle en estas circunstancias [...]鈥, a pesar de que la guerrilla 鈥渋rracional鈥 distorsionaba la situaci贸n y dificultaba las soluciones. 鈥淐ada vez es m谩s evidente la mano de la CIA. Pero no hay duda de que el porvenir es mucho m谩s claro en la Argentina, que en el pasado inmediato鈥.(7) Mantuvo la negaci贸n de la posibilidad golpista hasta el 16 de marzo,(8) por lo menos... el golpe de Estado se dio ocho d铆as despu茅s.

 

Los l铆mites del revisionismo y de la tercera posici贸n

 

Las obras hist贸ricas de Tr铆as y Machado son las versiones uruguayas del revisionismo hist贸rico de izquierda. Los documentos que acabamos de sintetizar 鈥搚 c贸mo toda s铆ntesis deja mucho en el tintero鈥 reflejan esa concepci贸n historiogr谩fica en el an谩lisis de aquel presente de 1975-1976. Quiz谩 una buena gu铆a para entender los despistes del socialismo nacional sea la obra de Tulio Halperin Donghi, El revisionismo hist贸rico argentino como visi贸n decadentista de la historia nacional.(9) Si bien el revisionismo hist贸rico inicial 鈥揾ijo de la influencia de Charles Maurr谩s y su doctrina ultraconservadora鈥(10) desde帽aba la democracia por reaccionario, desde ese enfoque instal贸 la vindicaci贸n de Rosas y el estigma de sus opositores. As铆, la democracia no es un sistema ni una forma de convivencia, sino una ideolog铆a pre帽ada por el muy cuestionado liberalismo. Este construye una falsa conciencia que debe denunciarse y, de esta forma, los revisionistas ser谩n 鈥渓os gu铆as ideol贸gicos鈥 de la clase dirigente para la etapa posdemocr谩tica.(11) En consecuencia, as铆 como los doctores unitarios hab铆an perdido al general Lavalle en su lucha contra Rosas, en la historia del siglo XX los te贸ricos liberales o de izquierda hab铆an operado de la misma forma con otros gobernantes. La identificaci贸n con Rosas los seduce, primero por su capacidad de crear un fuerte liderazgo por encima de las clases, dando a la plebe un lugar en el sistema, pero sin otorgarle ninguna posibilidad de decidir desde el poder. Rosas mediatizaba al populacho y, adem谩s, a las 茅lites. El revisionismo conservador de Julio Irazusta se adhiri贸 fervientemente a esta lectura hist贸rica. En su 茅poca fascista, Jos茅 Mar铆a Rosa se deslumbr贸 con esta visi贸n. Sus obras posteriores fueron le铆das con fruici贸n por un Tr铆as que subray贸 y anot贸 La ca铆da de Rosas.(12) Poco despu茅s de su edici贸n, don Jos茅 Mar铆a gir贸... al marxismo-leninismo, Revoluci贸n Cubana mediante. Cuando el marxismo impacta al revisionismo y lo recrea, no deja de ser lo que fue. As铆, el peronismo fue asimilado a la visi贸n inicial, en la que un l铆der operaba por encima de clases y 茅lites dando a los sectores populares un lugar, pero no el poder. De esta manera, justificando sus posiciones pol铆ticas, el revisionismo de izquierda no fue m谩s all谩 de 鈥渦n periodismo pol铆tico-retrospectivo鈥 (13) sin aportar nada nuevo a la investigaci贸n. Tr铆as, Machado y Jorge Abelardo Ramos son buenos ejemplos de esto 煤ltimo.(14) En definitiva, el revisionismo no es una corriente historiogr谩fica, sino 鈥渦na construcci贸n de alegor铆as retrospectivas destinadas a dotar de alcurnia tradicional a las posiciones pol铆ticas favorecidas por los distintos autores revisionistas鈥,(15) dice Tulio Halper铆n correctamente. Y los documentos que transcribimos m谩s arriba sintonizan con esta visi贸n.

 

Tanto Machado como Tr铆as ven una realidad en la que la democracia no vale, en la que el caudillo y luego las 茅lites dirigentes ten铆an la palabra 鈥渆n nombre de鈥, para, en este caso, marcar el camino al socialismo. Cuando el camino fracas贸 en Uruguay luego de la debacle de la Uni贸n Popular en 1962, el socialismo vir贸 hacia el marxismo-leninismo, doctrina que fue identificada en algunos puntos por Carlos Machado con la verticalidad peronista.(16) Desde ese enfoque, las alegor铆as del primer peronismo y la lucha antiimperialista justifican todas las excentricidades y el derechismo del tercer gobierno del General. Debido a la herramienta de an谩lisis, el socialismo nacional, agotado hac铆a rato, confunden a un fascista extravagante como L贸pez Rega con un puente entre una gobernante in煤til y su pueblo. Se olvidaron de que una cosa es lo popular y otra muy distinta es el lumpen. El mito de aquel pasado inventado no les dej贸 ver ni a Tr铆as ni a Machado la pervertida dimensi贸n fascista que el tercer peronismo mostr贸 con toda crudeza. L贸pez Rega no fue una an茅cdota, fue una operaci贸n pol铆tica de Per贸n para reprimir a la izquierda, sin discriminar entre guerrilla y militantes legales,(17) debido a que para la represi贸n estatal s贸lo le respond铆a la Polic铆a.(18) En cualquiera de los an谩lisis de Machado ni se menciona la represi贸n paramilitar de la Triple A, en un negacionismo que ratifica el fracaso de las concepciones con que analizaban la realidad. Un error similar cometen ambos autores cuando respaldan a Isabel Per贸n sin reparar en su ineptitud, ni en su derechismo pueril.

 

Finalmente, como ya hemos visto,(19) Tr铆as reitera su esperanza en el Ej茅rcito y, ahora, en el 鈥減rogresismo鈥 de Jorge Rafael Videla. Aqu铆 su veta tercerista le juega una mala pasada, debido a las enunciaciones 鈥渆mocionales鈥 de la Tercera Posici贸n, su plasticidad de t茅rminos intercambiados y las indefiniciones en las que cay贸 el tercerismo, producto del impacto de la Revoluci贸n Cubana. As铆, el tercerismo puede expresare como equidistante de los dos polos, o tambi茅n acercarse a uno de los dos t茅rminos del conflicto de la Guerra Fr铆a.(20) Esa libertad habilita aceptar el marxismo-leninismo y a la vez apoyar a Per贸n, Isabel y, como Carlos Machado, a L贸pez Rega. Estalla aqu铆 la contradicci贸n insalvable de esos marxistas que, en vez de 鈥渃elebrar鈥 lo moderno, lo detestan y se entrampan apoyando fen贸menos pol铆ticos reaccionarios.(21) Quiz谩 cumpl铆an as铆 con el dogma formulado por Hern谩ndez Arregui 鈥搕an le铆do entonces鈥 por el cual 鈥渓os movimientos nacionalistas alimentados en filosof铆as reaccionarias, pueden cumplir un papel progresista鈥. Para este enfoque era 鈥渉ip贸crita鈥 identificar 鈥渆l fascismo con el nacionalismo de los pa铆ses dependientes鈥.(22) L贸pez Rega y la Triple A refutaron esta teor铆a a balazos. Adem谩s de la falta de informaci贸n notoria sobre la interna militar y del desenfoque de la realidad que avanzaba a paso de ganso, como buenos revisionistas los socialistas nacionales vieron aquello que quer铆an o necesitaban, y no lo que realmente era. Y aqu铆 la 鈥渁legor铆a retrospectiva鈥 para justificar aquel presente tuvo consecuencias tr谩gicas. 

 

* Profesor e historiador, autor de numerosos estudios sobre la izquierda uruguaya.  

 

Notas

 

1.Archiv bezpe膷nostn铆ch slo啪ek (ABS). 43943/026/0331. RIOS. 11 de marzo de 1976. 

2.ABS. 43943/024/0561. Z谩snam o instrukt谩啪n铆 sch暖sces RIOS-em dne 16.dubna 1974. 22 de mayo de 1974. 

3.Se denomina 鈥淩odrigazo鈥 al ajuste liberal llevado a cabo por el ministro de Econom铆a Celestino Rodrigo. 

4.ABS. 43943/026/0431. S/N. [LOS HECHOS]. [SITUACI脫N POL脥TICA ARGENTINA]. Circa 16 de enero de 1976. 

5.La M. significa Machado o Medio, su nombre clave. 

6.ABS. 43943/026/0453. S/N. [SITUACI脫N POL脥TICA ARGENTINA]. Circa 16 de enero de 1976.  鈫

7.ABS. 43943/026/0383. La Crisis 鈥淒amasco鈥. Circa 16 de enero de 1976. 

8.BS 43943/026/0367. P艡ijat谩 拧ifrovka. 16 de marzo de 1976. 

9.Halper铆n Donghi, Tulio. El revisionismo hist贸rico argentino como visi贸n decadentista de la historia nacional. Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2005.  

10.Ver Maurras, Charles. Mis ideas pol铆ticas. Editorial Huemul, Buenos Aires, 1962. 

11.Halper铆n, op. Cit., p. 20. 

12.Rosa, Jos茅 Mar铆a. La ca铆da de Rosas. Instituto de Estudios Pol铆ticos, Madrid, 1958. Tengo en mi poder el ejemplar que perteneci贸 a la biblioteca de Vivi谩n Tr铆as subrayado por su antiguo propietario. 鈫

13.Halper铆n, op. cit., p.35. 

14.El periodismo hist贸rico retrospectivo es notorio en: Machado, Carlos. Historia de los orientales, Montevideo, 1971. En esta primera edici贸n el estilo, sin notas al pie ni bibliograf铆a, refleja bien el car谩cter de 鈥減eriodismo retrospectivo鈥. En las siguientes ediciones los formalismos fueron subsanados. Ver tambi茅n Ramos, Jorge Abelardo. Historia de la Naci贸n Latinoamericana. Editorial Continente-Pe帽a Lillo, Buenos Aires, 2011. 鈫

15.Halper铆n. op. cit, p.42. 

16.ABS. 43943/026/0431. S/N. [LOS HECHOS]. [SITUACI脫N POL脥TICA ARGENTINA]. Circa 16 de enero de 1976. 鈥淓ntend谩monos bien: la verticalidad es hoy, al movimiento, lo que es el centralismo democr谩tico para nosotros; democr谩ticamente elegida, plebiscitada por siete millones de votos, la jefatura queda por encima del cuestionamiento [...]鈥. 

17.Bufano, Sergio, y Teixid贸, Lucrecia. Per贸n y la Triple A. Las 20 advertencias a Montoneros. Sudamericana, Buenos Aires, 2015. 

18.Horowicz, Alejandro. Los cuatro peronismos. Edhasa, Buenos Aires, 2007, p. 272. Es este uno de los m谩s brillantes an谩lisis del proceso de creaci贸n de lo que denomina 鈥渆l terrorismo parapolicial鈥. Ver tambi茅n: Larraquy, Marcelo. L贸pez Rega. El peronismo y la Triple A. Punto de Lectura, Buenos Aires, 2007. Gasparini, Juan. La fuga del brujo. Historia criminal de Jos茅 L贸pez Rega. Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, 2005. 鈫

19.L贸pez D鈥橝lesandro, Fernando. 鈥淰ivian Tr铆as, Jorge Rafael Videla y el socialismo nacional鈥. la diaria, Montevideo, 24 de febrero de 2018. 

20.Real de Az煤a, Carlos. Tercera posici贸n, nacionalismo revolucionario y tercer mundo. C谩mara de Representantes, Montevideo, 1996. Volumen I. pp. 18, 26 y 27.  

21.Rilla, Jos茅. La actualidad del pasado. Usos de la historia en la pol铆tica de partidos del Uruguay. (1942-1972). Debolsillo, Montevideo, 2013. P. 412. 

22.Hern谩ndez Arregui, Juan Jos茅. Imperialismo y cultura. Pe帽a Lillo. Ediciones Continente, Buenos Aires, 2006. [primera edici贸n 1957], p. 26. Hern谩ndez Arregui era uno de los principales te贸ricos marxistas de la izquierda nacional peronista. 

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