Brasil/ Derrota inevitable. Una dirección del PT que reincidió en sus groseros errores [Juan Luis Berterretche]

Ernesto Herrera germain5 en chasque.net
Mar Oct 30 22:31:17 UYT 2018


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Correspondencia de Prensa

30 de octubre 2018

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Brasil

 

Una derrota inevitable para una dirección del PT que reincidió en sus
errores

 

Juan Luis Berterretche *

 

“Es en las grandes derrotas que se comprenden los problemas ocultados por
´sucesos´ ilusorios; y donde se abre camino para lo nuevo” 

Antonio Martins  – Outras Palavras (1)

 

El periodista Antonio Martins quizá sea quien con más precisión evaluó la
votación del primer turno electoral, donde Bolsonaro arrasó pasando de 7
diputados de su partido PSL para 51, es decir multiplicó por más de 7 su
bancada, agregando además gobernadores, senadores y otros innumerables
cargos políticos. 

 

Pero, lamentablemente la dirección del PT, lejos de aprender de sus derrotas
volvió a insistir en sus ilusiones equivocadas de orientación política
hegemonista remolcando al conjunto de sus “aliados” e impidiendo que “lo
nuevo” se abriera camino.

 

Para realizar un análisis crítico (y provisorio) de la campaña  electoral
contra Bolsonaro citaré especialmente lo que Martins menciona con justeza
como los tres groseros errores cometidos principalmente por el lulismo con
su candidato Fernando Haddad en el primer turno, que volvería a reiterar en
la votación contundente del segundo turno cosechando un verdadero descalabro
contra un candidato mediocre de poca sagacidad y pobre en contenido
político.

 

Por lo que afirma el periodista, el comprendía que cambiar esa orientación
no era algo sencillo, sino que significaba abordar una chance de
“reinversión de la izquierda”  algo que por el momento parecía lejano.

 

1. El primer gran error fue la previa negación del PT a formar un frente
anti-golpe como imposición de un hegemonismo “crudo y pueril”, cuando había
una oportunidad excelente en la sociedad brasileña. Hacía meses, cuando el
escenario electoral se conformaba, el gobierno de Michel Temer estaba en su
máximo desprestigio. “La agenda de retrocesos dejaba claro el sentido de
tomada del poder por una coalición conservadora, en 2016”.  

 

Todas las encuestas de opinión destacaban que la mayoría de la opinión
pública rechazaba la agenda impuesta por Temer luego del golpe contra Dilma
Rousseff: “privatizaciones y contra-reforma del trabajo y tentativa de
eliminación del sistema jubilatorio”. Las estadísticas afirmaban que: el
Presidente golpista y el Congreso eran apoyados –en ese momento por menos
del 10% de la población. 

 

Proponer, entonces un frente anti-golpe “tendría un enorme poder simbólico y
movilizador”. “Habría espacio para ampliar la repolitización y transformar
la campaña electoral en una oportunidad para convocar a la movilización.”  

 

Eso significaba también para el PT, tener que  compartir la dirección del
movimiento y el miedo principal del petismo era perder el protagonismo
absoluto impidiendo de todas formas esa iniciativa. 

 

Al mismo tiempo el PT se lanzó directamente a una ofensiva contra Ciro Gomes
(PDT), el posible mejor aliado. La peor orientación adoptada en la situación
política de ese momento, que casi le permitió a Bolsonaro liquidar la
disputa presidencial en el primer turno. 

 

2. El segundo error grosero está totalmente relacionado al anterior. Para
inviabilizar un frente anti-golpe, que habría dado a la disputa electoral un
carácter distinto, el PT centró toda su campaña electoral en destacar el
“legado de Lula”. Haciendo centro en la exaltación del pasado y no aceptando
ninguna crítica a los cuatro gobiernos petistas. De manera de abandonar
cualquier posibilidad de privilegiar su orientación en propuestas concretas
para el inmediato futuro. 

 

La insistencia en las “conquistas” del PT en sus gobiernos pasados podía
cumplir un rol parcial, comparando las mejoras de condiciones de vida en la
era Lula, pero este eje de campaña continuó durante un mes. 

 

Recusándose el PT a asumir propuestas concretas con el electorado,
reincidiendo en una metodología petista de obtener un “cheque en blanco” de
la población, para poder acomodarse a las deformaciones del sistema
institucional brasileño.  

 

Eso impidió la propuesta de una Reforma Política, para dejar el camino
abierto de negociar la gobernabilidad del presidente en contubernio con las
mayorías parlamentarias que resultaran en la elección. De esta acomodación
petista es que surgió lo que André Singer (2) denominó en su momento:
“reformas fracas” (reformas débiles) o parciales que caracterizaron los
programas de gobierno del PT.

 

Sin propuestas claras de reforma política profunda, el PT se presentó en la
elección como un partido más del repudiado sistema electoral brasileño,
permitiendo que Bolsonaro vistiera la máscara del anti-sistema. Sin lugar a
dudas ese fue el principal argumento electoral de Bolsonaro: colocarse en la
posición anti-sistema y denunciar al PT como pilar del sistema. Con
innumerables inventos y mentiras y con la ayuda de las debilidades políticas
del PT, éste resulto incapaz de colocarse con claridad opuesto a la casta
política demostradamente corrupta y definirse sin lugar a dudas en la
oposición de un Congreso mayoritariamente de delincuentes.

 

Jair Bolsonaro cerró su campaña presidencial del primer turno colocándose
como el líder anti-sistema.

 

Recordemos que Bolsonaro es un continuador de las orientaciones de Michel
Temer. Su programa expresa la adhesión más completa al programa de las
grandes corporaciones del orden capitalista. Sus vínculos con la casta
política y sus métodos odiados son tan profundos que él no se avergüenza de
reconocer que se beneficia de dineros públicos recibiendo “auxilio-vivienda”
superior a R$ 4 mil (para aquellos que no tienen casa propia) a pesar de
poseer su propio inmueble y de alardear que usó dinero de los contribuyentes
para ganar adeptos. A este personaje deprimente, se le permitió  que
apareciese con el rótulo de “anti-sistema”… Algo que también se explica por
el bajo nivel educativo de amplios sectores de la sociedad brasileña.

 

De los votantes de Bolsonaro, una enorme mayoría son descreídos de las
instituciones burguesas, de la posibilidad de que estas aseguren los
derechos establecidos en la Constitución, y menos aún que puedan establecer
nuevas garantías y conquistas democráticas y sociales.

 

Son personas resentidas con una élite de mayor nivel cultural que cuida
apenas sus propios intereses y no se importa con la degradación general del
país. Este inmenso contingente de electores fue que dio la victoria a Trump
en Estados Unidos y promovió el Brexit en el Reino Unido. 

 

En Brasil se entregó a un candidato facistoide cuando la izquierda abandonó
la chance de encarnar ella propia la oposición al sistema recusándose a
ofrecer en el futuro una perspectiva de derechos democráticos e igualdad
socio-económica.

 

El camino para evitar la conquista del aparato del Estado por un personaje
peligrosísimo para Brasil  y, seguramente también para América Latina,
hubiera sido presentar un conjunto de propuestas concretas y claras que
Bolsonaro no pudiera responder por sus compromisos con el poder económico,
un ataque directo al programa neoliberal de su candidato: 

 

a) primeros pasos de una Reforma Tributaria con la exención del Impuesto de
Renta para salarios por debajo de cinco salarios mínimos y tasación de los
lucros y dividendos de las grandes fortunas para imponerles impuestos; 

 

b) la revocación de las entregas del Pre-sal a las petroleras extranjeras; 

 

c) el reinicio de la demarcación de tierras indígenas y quilombolas y
criterios serios para el licenciamiento de obras de infraestructura
(propuesta original de Marina Silva -ex ambientalista para proteger la
naturaleza); 

 

d) revisión de los privilegios desvergonzados que disfrutan parlamentarios y
jueces, y anulación a los subsidios a la Salud y Educación Privada; 

 

f) una Reforma Agraria que implique, además de la concesión de fincas a los
sin-tierra y la revisión del modelo agrícola con énfasis en el
cooperativismo y la agricultura orgánica limitando el uso de agro tóxicos. 

  

Medidas como estas hubieran permitido reparar el segundo error catastrófico
de la campaña: el de centrarla en el pasado. Colocando a la defensiva al
programa ultra liberal de Bolsonaro.

 

Para varios países de América sería inconcebible que un partido político
disputara la presidencia de la republica sin formular una serie de
propuestas a las que se comprometería en el caso de triunfar en la elección.
Sin embargo, en Brasil, la despolitización reinante lo autoriza.  

 

La corrección de los dos primeros errores políticos hubiera podido llevar a
modificar una orientación en la que el PT insiste: el hegemonismo.

 

Pero para eso debería haberse comprometido en una composición gubernamental
plural. Cuando afirmamos eso no estamos insistiendo en los errores del
pasado como fue llamar a Henrique Meirelles -un neoliberal, ex gerente del
Boston Bank- como presidente del Banco Central de Brasil (2003-2011) y
elevado luego a Ministro de Hacienda por Michel Temer.

 

Estamos hablando de pluralismo con fuerzas de centro-izquierda o
directamente comprometidas con cambios profundos como el PSOL.

 

Una postura así hubiera creado un conjunto de hechos nuevos en la elección,
y sería una ruptura nítida con lo que el petismo significó hasta ahora y
abriría un camino para la renovación de la izquierda.

 

Los resultados son obvios: Fernando Haddad no estuvo a la altura que exigían
las circunstancias. Y el PT comprobó que tampoco. De la pésima actual
situación no saldremos reincidiendo en los errores.

 

Las movilizaciones feministas multitudinarias en todo Brasil con la consigna
Ele Não -llamando a no votar por Bolsonaro- muestran que existen otros
caminos alternativos a los errores reincidentes del petismo.

 

Además, es en las calles donde Bolsonaro y sus políticos delincuentes
deberán enfrentar su derrota. 

 

* Periodista y escritor uruguayo radicado en Santa Catarina, integra la
redacción del colectivo Desacato: http://desacato.info/
<http://desacato.info/> 

 

Notas  

 

1) Três semanas para interromper um funeral, por Antonio Martins en Outras
Palavras:
https://outraspalavras.net/brasil/tres-semanas-para-interromper-um-funeral/

 

2) André Singer fue Secretario de Prensa del Palacio del Planalto
(2005-2007) y portavoz de la Presidencia de la República en el primer
gobierno Lula (2003-2007). Luego se distanció del “lulismo” cuando publicó
“Os Sentidos do Lulismo” - Reforma gradual e pacto conservador: editado por
Companhia das Letras, (2012).

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